23
Taehyung se despertó al sentir las lamidas de su alfa en su cuello, seguido de los fuertes brazos que rodeaban su cuerpo. Se sintió avergonzado al recordar todo lo que había pasado la noche anterior.
Jungkook mantenía su nariz en el cuello del omega, sintiendo ese aroma a melón que tanto amaba, siendo una perfecta mezcla con el rastro de uva que él había dejado y que se quedaría por siempre. Su lengua seguía cuidando de la mordida, ya que aún no cicatrizaba del todo, quería que el dolor disminuya y la sanación sea más rápida.
Jungkook no sabía que Taehyung no sentía ningún tipo de dolor, solo se sentía plenamente feliz y a gusto en el nido que su alfa había hecho para él.
—Salgamos. —propuso el castaño, mientras intentaba ponerse de pie. Jungkook declinó esa idea al impedir que se levante.
—Quiero quedarme todo el día así, junto a ti. —lo cubrió nuevamente con sus brazos. Taehyung mentiría si dijese que no quería lo mismo.
Pero las ganas de presumir su reciente marca, podían más.
—Salgamos, quiero pasear, estoy en París, demos un paseo, ¿Sí? —su voz endulzada era algo con lo que Jungkook jamás podría competir.
—Bien, si quieres salir, te llevaré a los lugares que tal vez sean hermosos. —dijo dando un beso a la marca de Taehyung, iniciando un sentimiento de complacencia en su omega.
—¿Tal vez? —preguntó al alfa, que se ponía de pie junto a la cama para poder ayudarlo a levantarse e ir al baño.
Debido al lazo que compartían, Jungkook pudo sentir el dolor que le causó a su omega el querer levantarse de la cama.
—Bueno —pasó sus manos por debajo del cuerpo de Taehyung y este se sostuvo del cuello del menor para poder ser alzado en brazos. —, después de conocerte, mi perspectiva de la belleza ha cambiado y me es difícil ver algo hermoso en este mundo. —rozó la punta de su nariz con la del mayor, que soltó una fuerte risa consiguiendo hacer latir el corazón del pelinegro.
—Kookie, te amo tanto que creo que merezco el récord Guinness. —bromeó, haciendo reír a su alfa. —Vamos, llévame al baño. —pidió, seguido de un beso en los labios de su prometido.
Jungkook llevó al omega al baño, se las ingenió para llenar la tina con agua tibia sin tener que soltar a su futuro esposo. Taehyung, se dejó sumergir en la cálida agua, sintiendo cómo sus muslos se aliviaban, no tenía ropa, ya que la noche anterior terminó desnudo y así se durmió.
—Entra conmigo. —pidió el mayor y Jungkook estaba por decir sí, pero al pensarlo mejor, negó la idea. —¿Por qué? —el puchero que sus labios formaron terminaron por derretir al alfa.
—No creo soportar solo bañarme si siento tu cuerpo de nuevo cerca del mío. —confesó, dando a entender que si entra a la tina, quizá no sea para bañarse.
—¿Y por qué asumes que te pedí entrar para bañarte únicamente? —Dios, el omega era muy bueno jugando sus cartas y el alfa era muy fácil de seducir por esos labios carnosos y esos ojos coquetos que lo miraban con deseo.
—Bien, órdenes, son órdenes. —dijo antes de quitarse los pantaloncillos que llevaba puestos y entrar a la tina, quedando frente a Taehyung.
—Juguemos un rato. —su travieso pie colándose hasta llegar a tocar la piel de su alfa.
La sexy e hipnotizante voz del omega causaba que todo el cuerpo de Jungkook tiemble y reaccioné a él. Taehyung sabía perfectamente lo que lograba causar en su alfa y no dudaba en usar todas sus técnicas de seducción en él.
El baño duró más de lo que debería...
Jungkook estaba abotonando los últimos dos botones de su camisa, cuando vio salir a Taehyung de la habitación y llegar a la sala donde estaba él. El castaño traía una playera de cuello en "v" que dejaba a la vista su mordida, luciendo orgulloso de portarla.
—Creo que deberías ponerte otra camisa o tal vez una bufanda. —su lobo gruñía por lo que había dicho, pero no quería que su omega se enfrente a malos comentarios.
—¿Por qué haría eso? Me puse esta ropa porque la intención es presumir mi marca, no me voy a poner una bufanda, además, ni frío hace. —se quejó el mayor.
—¿Estás bien con mostrar que te marqué? —quería asegurarse de que había entendido bien.
—¿Por qué no lo estaría? —el mayor realmente no entendía por qué sería malo mostrar que fue marcado por su alfa.
—Bueno, no estamos casados, podría ensuciar tu imagen. —lo último que quería era que su prometido tenga que enfrentarse a malos comentarios o tratos.
—Creo que tú eres quien más mancharía su imagen —reflexionó. —... Quizá, ¿Es por eso que quieres que lo cubra? —la expresión de su alfa le dejó en claro que no era lo que estaba pensando.
—NO. —negó inmediatamente. —Claro que no es eso, jamás querría esconder que eres mi omega por algo tan estúpido.
—Entonces es lo mismo para mí —caminó hacia su prometido y le acomodó el cuello de su camisa. —, si la gente quiere hablar, dejemos que hablen. Tú me hiciste ser valiente, así que si el mundo quiere estar en contra de nuestro amor, no seré cobarde para ocultarme, yo lucharé contra el mundo por ti. —sus miradas se encontraron nuevamente y ambos pudieron escuchar sus latidos. —Nuestro amor no es algo que debamos ocultar, si al resto del mundo les incomoda, entonces hagamos que se retuerzan de incomodidad por el resto de sus vidas.
—Tienes razón. —concordó el menor. —Amémonos tanto, hasta el punto de que el mundo entero sienta envidia de nosotros.
—Así es —rodeó el cuello de su prometido con sus manos y se acercó hasta besarlo. —... Yo siempre tengo razón. —Jungkook sonrió frente a los labios de su omega, esa arrogancia solo pudo haberla obtenido de dos omegas, pero lejos de ser molesto, le parecía tierno.
Y es que en Taehyung, hasta la arrogancia era perfecta.
Las calles de París eran testigos del amor que se tenían estos dos. Tomados de las manos, caminaban por las avenidas, viendo y disfrutando del ambiente.
Las miradas de algunas personas que los reconocieron no pasaron desapercibidas, las fotos que les tomaron tampoco, pero ellos estaban preparados para eso, Taehyung exhibió aún más su marca.
Si querían hablar sobre ellos, entonces les daría de qué hablar.
—¿Quieres comer en algún lugar? —el mayor negó, habían desayunado en el hotel y por el momento no tenía hambre. —Me avisas cuando tengas hambre, sé que lo sabré por el vínculo, pero aún deseo que me digas lo que sientes o piensas por ti mismo. —el castaño asintió al pedido de su alfa.
—Vamos ahí, se ve entretenido el lugar. —apuntó hacia un club con colores muy llamativos y coloridos.
—Creo que está cerrado, esos sitios solo abren de noche. —Taehyung puchereó. Jungkook vio que dos chicas abrieron la puerta y entraron, al parecer, estaba abierto. —Vayamos a ver, parece que sí está abierto. —Caminaron hasta la entrada y al empujar la puerta, esta se abrió, dejando escuchar la música en el interior.
—¡Vamos! —Taehyung se metió al lugar, jalando a su alfa con él.
Jungkook estaba desorientado, solo en una ocasión había ido a un club así y fue porque Hoseok, Namjoon y Jimin lo obligaron a ir, pero todos fueron reprendidos por sus parejas.
Menos él, claro.
—Está fuerte la música. —le dijo al hermoso hombre que se movía a su lado, queriendo bailar como los demás lo hacían.
—¿QUÉ? —gritó Taehyung al no escuchar lo que dijo su alfa.
—¿QUIERES BAILAR? —el omega asintió. —Ve a bailar... —apuntó la pista de baile y Taehyung lo jaló, pero Jungkook negó. —No sé bailar este tipo de músicas. —El mayor no logró escuchar lo que dijo, así que supuso que al alfa no le gustaba bailar y él respetaba si su alfa no quería hacer algo porque no le gustaba, no lo quería obligar.
—¿NO TE MOLESTA QUE BAILE SIN TI? —Jungkook negó. Su omega sonrió y lo besó antes de ir a la pista de baile.
Jungkook veía cómo su omega se divertía bailando, y también sentía las emociones que Taehyung estaba experimentando, realmente la estaba pasando bien y él entendía bien por qué.
Taehyung ha estado con un alfa que le prohibía disfrutar sin él, que lo embarazó y abandonó, después decidió cuidar de su cachorro y dejar de lado la vida adolescente que podría tener. El castaño nunca pudo disfrutar de lo que otros sí, pero no le molestaba ni le repudiaba nada a Yeonjun porque él tomó esa decisión, pero eso no significa que no tuviera ganas de salir y bailar con sus amigos.
—HOLA GUAPO. —un omega se le acercó al verlo solo en la barra. —¿POR QUÉ TAN SOLO? —intentó poner su mano sobre la de Jungkook, pero como si quemara, el alfa la apartó.
—NO ESTOY SOLO, ESTOY CON MI OMEGA. —habló fuerte para que el individuo lo escuchase.
—YO NO VEO A NADIE. —respondió, fingiendo que no había visto que Taehyung había llegado con Jungkook.
—BUSCA BIEN, AQUÍ ESTOY. —Taehyung había llegado tan rápido cuando vio que su alfa estaba siendo asechado. —ÉL ES MI ALFA. —su aroma amenazante hacía que el lobo interior de Jungkook se revuelque de placer.
Su omega estaba siendo posesivo.
El lobo interior de Jungkook se puso boca arriba, demostrando que era del omega, sacando la lengua y moviendo la cola feliz de ser reclamado y marcado.
Algo que no cualquier lobo alfa haría ante su omega.
—Lo siento, pero lo dejaste solo, si yo fuera su omega, no lo dejaría solo ni un segundo. —la música había cambiado y ahora era una más tranquila, lo que les permitía hablar normal.
—Pero no lo eres y la verdad, qué lástima que tengas que estar todo el tiempo junto a un alfa para que no se te escape. —respondió Taehyung, haciendo sonreír orgulloso a su alfa.
—Lo mismo digo, tan inseguro eres que apenas me viste acercarme y corriste a marcar territorio. —Taehyung bufó.
—¿Inseguro? —se burló. —Mi alfa me da toda la seguridad y certeza de que soy al único que ama, no vine aquí a cuidarlo, él te rechazaría sin piedad alguna, vine para impedir que lastimen tu orgullo. —Taehyung miró a Jungkook y se acercó a él, quedando de espaldas al menor, que no tardó en rodear su cintura con sus brazos y hundir su nariz en el cuello de su omega.
Ya estaba harto del aroma a papaya que soltaba ese omega.
—Mi alfa odia la papaya. —dijo arrogante, ante el pensamiento de Jungkook. —Vete antes de que sus náuseas empeoren por tu olor. —la mirada fija y segura de Taehyung terminó por enojar al contrario.
El omega pelirrojo apretó sus manos en puños y soltó un puñetazo en la cara de Taehyung. Abrió los ojos sorprendido al sentir que su puño no impactó con la cara del castaño.
Fue detenido por Jungkook.
—No te atrevas a poner una mano sobre mi omega, no perdonaré a nadie que se atreva a herirlo. —la voz amenazante del alfa, hacía temblar al lobo del omega que antes intentó seducirlo. —No estoy interesado en nada ni nadie, solo en mi omega y cachorro, vete mientras estoy siendo cortés —el omega no sabía que había un cachorro de por medio. —, solo venimos a disfrutar, no a pelear. —el pelirrojo jaló su mano y se fue sintiéndose humillado, perdiéndose entre la multitud que bailaba sin enterarse de la discusión.
—Sabía que aún olías a celo. —se giró sobre su propio eje, quedando de frente con su alfa. —Debí marcarte con mi aroma. —se quejaba de su descuido mientras liberaba sus feromonas y se las impregnaba a su alfa.
Jungkook no podía ser más feliz justo ahora.
—Amo tu aroma, ¿Sabías? —lo jaló de la cintura para apegarlo más a él e inhalar su aroma.
—Obviamente —dejó expuesto su cuello para que la húmeda lengua del pelinegro se pasease sin límite alguno. —, ¿Quién no amaría mi exquisito aroma? —no había rastro del Taehyung inseguro que conoció.
—Yoongi y Jin te han convertido en parte de su séquito. —bromeó el pelinegro, sin dejar de besar la tersa piel del mayor. —Me alegra, los tres omegas que amo son hermosos y es bueno que lo sepan. —el castaño sonrió y asintió. Sus manos enredándose en los cabellos del menor.
—Jin me dijo que si algo así pasaba, debía darle una bofetada al coqueto y a mi alfa por dejar que lo coqueteen, pero no pude hacerlo —suspiró con pesar. —, entonces mejor tomé el consejo de Yoongi que es enfrentarlo y demostrar que ese alfa es mío y solo mío. —Taehyung se sentía agradecido de que haya ido por el consejo de Yoongi y no por el de Jin.
Ahora entendía por qué Namjoon huía de los omegas cuando tenían intenciones de coquetearle.
—Claro que es así. —asintió mientras se impregnaba a sí mismo del exquisito aroma a melón que liberaba su omega solo para él.
—¿Eres mío? —lo hizo salir de su escondite para mirarlo a los ojos y el alfa asintió.
—Soy todo tuyo.
El omega sonrió y plantó un beso tierno en los labios de su alfa.
Jungkook no paraba de mover su pie, desde el viaje a París, su lobo se ha vuelto adicto, más de lo que ya era, al aroma de su omega y es que era entendible, después de una marca, sus lobos se vuelven más dependientes del otro.
El lazo fue más fuerte para ellos debido a que antes se habían vinculado sus almas, se necesitaban el uno al otro, pero Taehyung insistía en querer trabajar y no dejar que el alfa holgazaneé en casa. Jungkook no sabía bien qué le había hecho ese omega seductor y precioso.
Él no era así, antes el trabajo era lo más importante, pero ahora corría si su omega le pedía ir con él y jamás le decía que no a algún pedido suyo.
—Eso es todo, estaremos realizando el lanzamiento de verano en un par de meses, recordemos que nuestro gran diseñador se casa en tan solo tres meses más y debe culminar su último trabajo perfectamente antes de irse de luna de miel. —Irene amaba molestar al alfa, pero Jungkook ni siquiera la había escuchado. —¿Jungkook? —el alfa seguía viendo hacia la punta de su lapicero, que jugaba en el papel, haciendo círculos sin sentido alguno. —Oh, miren es Tae. —el alfa pelinegro miró hacia la puerta rápidamente, al escuchar aquello. —Dios, eres un alfa domado por dónde sea que te vea. —los inversionistas solo se limitaron a sonreír por la escena que presenciaban.
—No eres quién para hablar, te recuerdo que tú también eres una alfa domada por su omega. —la hermosa alfa simplemente miró con enfado al pelinegro, pero no negó sus palabras porque ella sabía que tenía razón.
—Felicidades por su compromiso, espero que le llueva felicidad toda su vida. —un anciano que formaba parte de los inversionistas fue quien habló.
—Gracias señor Hugh, me aseguraré de que así sea. —respondió cortésmente el alfa. —Bueno, si hemos terminado, debo retirarme e ir por mi hijo a su escuela. —todos asintieron y se despidieron del alfa que se apresuraba a salir de su oficina de reuniones.
—Eso es todo por hoy, pueden retirarse. —la alfa, que se había convertido en la mano derecha de Jungkook, despidió a todos en lugar de su desesperado amigo.
Jungkook llegó a la escuela y se estacionó para poder bajar e ir por su cachorro. Ahora tenían un filtro de identificación, que Namjoon se aseguró de exigir en una reunión de padres de familia, en dónde debían colocar sus huellas dactilares para que solo los padres, o autorizados, puedan recoger a los infantes.
—¡PAPÁ! —el castañito corrió hacia su padre que lo esperaba agachado con los brazos abiertos. —No sabía que papá vendlia por mí. —a pesar de su edad, Yeonjun tenía dificultades para pronunciar algunas palabras.
Algo que le preocupó a Jungkook y Taehyung, por eso, el alfa llevó a su pequeño con Hoseok que le recomendó un pediatra conocedor del tema y este le dijo que era un posible retraso en el desarrollo del habla, pues Soobin ya habla perfectamente bien, mientras que Yeonjun sigue pronunciando palabras de la manera incorrecta o inentendibles.
—Claro que vendría, ¿Cómo estuvo tu día? —Yeonjun amaba que su padre le preguntara por su día.
—Bien, la maestra me preguntó por lo de mi tarea, me puso un diez porque —tardó un poco en pensar cómo se decía la palabra. —...porque fue efleyente... —frunció las cejas al no haberla pronunciado bien.
—¿Fue excelente, eh? —sonrió feliz al darse cuenta de que su padre le había entendido. —Ese es mi príncipe, todo un chico inteligente. —le besó su mejilla mientras caminaba hacia el auto con Yeonjun en sus brazos.
Jungkook abrió la puerta trasera y sentó a Yeonjun para colocarle el cinturón de seguridad, pero se detuvo al escuchar lo que su pequeño dijo.
—Papá, hoy también se —lo pensó de nuevo. —... bromiaron de mí porque no sé hablar como ellos, pero no lloré —dijo orgulloso, aunque eso no es lo que Jungkook le había dicho que hiciera, él le dijo que si algo así pasaba de nuevo le dijera a la maestra porque no soportaba que hicieran llorar a su bebé. —, BinBin le pegó a todos y lo jamaron por el director. —puchereó al saber que por su culpa su amigo estaba en problemas.
—¿Soobin les pegó? —dijo con más orgullo del que debía demostrar.
—Sí, le dije que no debía pegluarles, pero él dijo que no porque son malos y debían llorar el doble de lo que yo lloré. —A Jungkook estaba empezando a agradarle ese fastidioso niño.
—Tendremos que regresar, seguramente están en la dirección, no podemos dejar que lo castiguen. —Yeonjun asintió.
El cachorro se bajó del auto por su cuenta y corrió hacia la escuela, el alfa caminó detrás de él.
Llegaron a la oficina y Jungkook tocó a la puerta, la secretaría salió y vio al alfa sorprendida.
—Me enteré de que Kim Soobin está aquí. —la chica asintió. —Soy su tío, esperaré con él hasta que vengan sus padres. —la beta sabía perfectamente que Jungkook era el tío de Soobin, después de todo, eran los causantes de los cambios en la institución.
—Claro, tome asiento. —al entrar en la sala de espera que estaba dentro de la oficina de la nueva directora, se encontró con Soobin.
—¿Qué hiciste mocoso? —el pequeño alfa se levantó de su asiento y corrió hacia su amigo. —Te pregunté algo. —reprendió el mayor.
—Solo hice lo que tenía que hacer, nadie le hará daño a mi Yeyu mientras esté ahí. —Jungkook estuvo por perder los ojos y morderse la lengua al escuchar las insolentes palabras de ese alfa mugroso.
—¿Tuyo? —preguntó ofendido.
—Acéptalo tío, Yeyu me ama y yo a él, nos casaremos cuando seamos mayores. —sin duda el pequeño Kim, saco la seguridad de su padre alfa y la astucia (arrogancia) de su padre omega.
—¡No! —Yeonjun habló, haciendo reír a su padre y causando la expresión de tristeza en Soobin. —Yo no me voy a casar, yo vievieré con papá siempre. —cometiendo errores de pronunciación. Se abrazó a su padre alfa que sonreía con sorna.
—¿Te das cuenta? Yeyu me ama más a mí que a ti. —sí, era un alfa adulto, peleando con un mini alfa.
—No pelees con mi niño, Jungkook. —la voz de Jin se escuchó por toda la sala. —Él podrá casarse con quién quiera, quizá hoy Yeonjun te elige, pero ya veremos dentro de 10 o 15 años. —Soobin corrió hacia su padre omega, que lo recibió gustoso.
—No venimos a pelear, amor. —Namjoon apareció detrás de su omega. —¿Qué fue lo que hiciste, eh? —el pequeño alfa pelinegro escondió su rostro en el abdomen de su padre omega. —Te he dicho que no debes agredir a nadie, la violencia no es buena. —reprendió.
—Pero yo gané, los hice llorar a todos. —Namjoon sonrió y, a escondidas de su omega, le alzó el dedo pulgar a su cachorro.
—¿Por qué dices eso, pero le alzas el dedo pulgar a escondidas de Jin? —Y el alma de Kim Namjoon se fue de su cuerpo cuando la cabeza de su tierno omega casi dio la vuelta completa para verlo.
—Jungkook, yo te amaba. —dramatizó el moreno.
—Vamos, veremos cuál será tu sanción pequeño Kim. —dirigiéndose a su hijo. —Y en casa hablaremos de tu sanción Kim Namjoon. —causando temor en su alfa.
Jin se dirigió a la secretaria para avisar que ya estaba listo para ver a la directora. La chica los llevó a la oficina de la mujer de avanzada edad, que los recibió gustosa.
—Bien, agradezco que estén aquí, incluyéndolo a usted, señor Jeon, a pesar de no haber sido citado. —el alfa asintió. —El comportamiento de Soobin no fue el correcto, sin embargo, Yeonjun me ha contado antes el porqué su amigo reaccionó así. Siendo honesta, he estado al tanto del caso de Yeonjun, pero no he podido impedir que los niños se burlen, al final, son niños y no hacen caso por más que se les impongan normas o se les castigue. —todos asintieron entendiendo la situación, era difícil controlar el actuar de unos niños que no entendían la gravedad de sus palabras. —El señor Taehyung me ha comentado en múltiples ocasiones lo que le sucede a su hijo y en verdad lamento no poder ayudar más de lo que ya lo hago, se les dio una plática de concientización, se les reprende cada que son pillados, pero no funciona, parece que les da igual siempre que puedan burlarse del pequeño. Siento mucho no ayudarte tanto Yeonjun. —la mujer se dirigió al menor y este solo sonrió, no sabiendo qué decir.
—Sé que mi cachorro actuó mal, entiendo si decide castigarlo, pero no aceptaré una suspensión. Mi niño defendió a su amigo, algo de lo que estoy orgulloso, si él falta a la escuela, será peor para Yeonjun. Soobin cuida mucho de su primo, él ama demasiado a Yeonjun y por eso no puede evitar enojarse cuando alguien lo lastima o agrede. —la anciana sabía que era así.
—Claro, no he pensado en una suspensión, yo también entiendo su comportamiento, pero eso no significa que sea correcto lo que hizo. Los mandé a llamar para informar sobre la pelea que hubo, pero no habrá suspensión para ninguno, simplemente serán los encargados de limpiar el aula durante un mes completo. —refiriéndose a Soobin y los tres niños que molestaban a Yeonjun.
—Si fuera posible, ¿Podría cambiar a Yeonjun a otra aula? —preguntó Jungkook.
—¡NO! —gritó Soobin. —Yo puedo cuidar de él, no lo cambie tío, por favor. —miró con dolor al alfa, que no se inmutó, él solo vería por el bien de su cachorro.
—Papá —Yeonjun lo miró con ojitos de cachorrito. —, solo tengo un amigluo y es Soobin, no puedo ir a otro salón porque estalia solito. —Jungkook jamás podría soportar ver llorar a su bebé y menos por algo que él dijo o hizo. Lo más importante era la felicidad y bienestar de Yeonjun, si él decía que quería estar ahí, así será.
—Bien, si Yeonjun quiere estar en ese salón, yo no puedo evitarlo. —ambos infantes se miraron y sonrieron.
Los padres de Soobin también sonrieron, el alfa fue domado por una miniversión de su omega.
—Bueno, si eso es todo, nos pasamos a retirar, muchas gracias por su trabajo. —Jin fue quien hablaba.
Todos se pusieron de pie y salieron de la oficina para llegar a dónde la secretaria y despedirse. La oficina de la directora estaba dentro de un cuarto que se dividía entre la recepción, la sala de espera y la propia oficina. Siendo extremadamente grande.
Todos estaban fuera de la escuela y listos para regresar a sus respectivos hogares.
—Vamos Yeyu, pasemos por tu papi al trabajo, ya casi es hora de que salga. —el alfa fue detenido por Seokjin.
—No puedes ir por Taehyung, él ya tiene planes con Yoongi y conmigo. —el alfa lo miró con duda. —Se casan en solo tres meses, debemos terminar con los planes de la boda y por supuesto que tú no estás invitado en esta ocasión. —el alfa estuvo en la selección del pastel, comida, bebidas, decoraciones y demás, pero ahora era algo más de omegas y los alfas estaban fuera de eso.
—Dime que no es una despedida de soltero. —Jin blanqueó los ojos.
—Claro que no —ambos alfas suspiraron de alivio. —, eso es un día antes de la boda. —su picardía era algo que lo hacía extremadamente cautivador.
Pero que siempre causaba infartos en su alfa.
—Le voy a preguntar a mi prometido. —Jin le quitó el teléfono cuando apenas lo tenía en la mano.
Yeonjun y Soobin veían divertidos la escena de sus padres.
—Na~ap —regañó. —Tienes prohibido hablarle hoy, si lo haces, si me entero de que le hablaste, le voy a mostrar todas las fotografías que te he tomado durante los años que te conozco. —Jungkook bufó, no temblando ante esa amenaza. —Y también le diré a Hoseok y a Irene que me pasen fotos tuyas, las más vergonzosas que tengan. —el alfa tragó en seco. Esos dos sí tienen evidencia de sus momentos más humillantes.
—Ya, Kook no podrás contra él, solo tomemos a nuestros cachorros y vayamos a pasear, sabes que mi lindo omega no hace amenazas vacías. —el moreno tomó a su cachorro y caminó hacia el auto de Jungkook.
—No le hagas hacer cosas raras. —Jin sonrió y alzó los hombros con burla. —Vamos cariño, demos una vuelta por ahí. —el pequeño castaño tomó la mano de su padre y caminaron hasta los Kim.
—Me vas a terminar agradeciendo lo que haré hoy. —susurró antes de ver cómo los cuatro alfas se subían al auto y se retiraban. —¿Cómo te fue? —respondió su teléfono, sabiendo que se trataba de su hermano menor. Yoongi le dijo que había logrado su parte del plan. —Yoon, tú nunca me decepcionas, asegúrate de que no huya, ya estoy en camino. —se dirigió a su auto.
La gran idea de estos hermanos era algo que dejaría el rostro de Taehyung más rojo que una fresa.
—¡NO, NO, NO, NO USARÉ ESO! —Taehyung huía de la prenda que Yoongi le pedía se probase.
—Tae, es para la noche de bodas, no puedes usar cualquier ropa interior, debe ser una muy linda y sexy. —Jin solo asentía a lo que su hermano menor decía.
—Tiene razón este panzón. —Yoongi lo miró enojado. —Te lo digo con cariño. —se apresuró a decir antes de ser reprendido por el menor.
—Nunca he usado algo así, además, mi Kookie no parece tener ese tipo de preferencias. —los dos contrarios renegaron.
—Ningún alfa se va a resistir a su omega vistiendo así de sexy, te lo digo yo, ¿Cómo crees que convencí a Jimin de tener un cachorro? —Taehyung no sabía cómo es que estos hermanos podían hablar de esos temas tan a la ligera.
—Créele, Yoongi es un experto en alfas, Jimin era bien mandón antes, era respondón y siempre hacía lo que quería, pero mi hermanito logró que fuera lo que es ahora. —eso no convencía a Taehyung de usar unas medias negras transparentadas y ese extravagante arnés de cuerpo completo, que dejaría a la vista sus pechos.
—Vamos, es tu noche de bodas, pruébate algunas, compré varios porque no sabía tus medidas y no sabía cuál te quedaría mejor, solo es probarlas. —Taehyung suspiró.
—¿Solo debo probarlas? —las sonrisas falsas de los hermanos, debía ya conocerlas el inocente omega.
—Claro, solo probarlas. —Taehyung entró al baño y se cambió.
Luego de muchas pruebas y fotos sacadas por los hermanos, Taehyung vio las fotos y se sintió sexy con algunos de los conjuntos que le prepararon sus amigos.
Él jamás había hecho algo así, pero debía admitir, que se sentía sexy y bonito en esos trajes.
Tal vez no era mala idea mostrarlos a su alfa...
—Deberíamos hablarles, extraño a mi Yonnie. —se quejó Jimin. —Necesita que le acaricie su pancita cada hora para que no se sienta solito. —se lamentaba. —Nuestro hijo nace este mes, necesita estar reposando, no andando de aquí para allá. —ambos alfas que lo scuchaban solo hacían muecas de fastidio.
El alfa también fue mandado lejos por su omega, así que decidió ir a donde sus amigos para pasar el rato.
—¿Quién es el que en realidad se sentirá solo, Yoongi o tu cachorro? —Jimin lo miró, Namjoon lo veía acusatoriamente mientras preguntaba.
—Ninguno de los dos, el que se siente solo es Jimin. —se burló Jungkook. —Y pnsar que juraba que no sería papá este año porque todavía no estaba listo. —bromeó.
—¡NO PUDE EVITARLO! —se enojó al escuchar las risas burlonas de sus amigos. —Además, no deberías burlarte que tú odiabas la idea de tener hijos o familia y mira, ahora tienes un cachorro y estás por casarte. —Jungkook solo bebió un sorbo de su café, no tenía cara para renegar eso.
—Ya, los tres estamos en las mismas, nuestros omegas supieron jugar bien sus cartas y nosotros caímos redonditos. —Najoon ya hace años que admitió su derrota ante su amado Jin.
—Recuerdo cuando Jungkook nos dijo que éramos bien mandilones y ahora él es el que trae bien puesto su mandil. —Jimin soltó una carcajada estruendosa después de su comentario.
—Jimin, tú no traes mandil, lo tuyo ya es una correa. —el comentario de Jungkook hizo reír fuertemente a Namjoon. Jimin también se rio sin entender lo que le había dicho. —Yo no soy mandilón con él, es solo que verlo sonreír es muy adictivo y hago todo lo posible por seguir viendo su sonrisa, fuera de complacerlo a él, es más como satisfacerme yo. Si él ríe, soy feliz, así que lo consiento para ser feliz yo. —los dos contrarios entendían perfectamente al pelinegro.
—Es como que hago todo para hacerme feliz yo porque su felicidad me causará felicidad a mí —reflexionó Namjoon. —, viéndolo de esa manera, yo soy el que más gana. —La felicidad de sus omegas, es la felicidad de ellos.
—¿Me dijiste perro? —al fin captó Jimin.
—Espera, Jin me mandó mensaje. —los dos contrarios lo miraban atentos.
—¿Qué dice? —Namjoon estaba ansioso. —¿Podemos ya ir con ellos? Dile que los cachorros están llorando por ellos. —aunque la verdad era que estaban haciendo tarea en la habitación de Soobin.
—Todavía ni he abierto el mensaje. —Jungkook miró con fastidio a Namjoon.
El menor de los tres sorbió un poco de su café antes de abrir el mensaje que Jin le había enviado y al ver la foto, escupió todo lo que había ingerido.
—¿Qué fue? —Namjoon tomó el teléfono de Jungkook con la intención de ver lo que le había enviado su omega, preocupado por la reacción de su amigo.
Jungkook le arrebató su teléfono antes de que siquiera pueda ver la pantalla y lo lanzó lejos de los tres. Tanto Jimin como Namjoon se quedaron pasmados, no entendiendo nada.
El mensaje era una foto de Taehyung con unas prendas demasiado reveladoras y le preguntaba si le parecía sexy o no.
¡¿CÓMO NO PODRÍA PARECERLE SEXY?!
Casi se le sale el corazón de solo verlo.
—No era nada, solo...solo era un mensaje de broma. —se levantó y fue por su teléfono que, afortunadamente, no había sufrido daños graves. Los contrarios simplemente no le creyeron, pero tampoco era como si quisieran saber.
—¿Podemos ya regresar con ellos? —preguntaron al mismo tiempo ambos mayores.
—Sí...
El corazón de Jungkook no podría seguir en su caja torácica por más tiempo.
El día de la boda llegó, el omega estaba en su cuarto asignado para cambiarse, Jin era el encargado de ayudarlo a cambiarse y prepararse, Yoongi estaba ocupado cuidando de su cachorro, no podía dejarlo a manos de cualquier persona y su alfa estaba ocupado con cosas de la fiesta.
—Dios, ya hoy es el gran día, siento que hemos esperado mil años para ver la boda de Jungkook. —Taehyung solo sonrió a lo dicho por el mayor. —Me da mucho gusto que Jungkook se haya encontrado con un omega tan espectacular como tú, ambos son el uno para el otro, espero que sean felices siempre. —la voz le temblaba.
—No te pongas así Jin, gracias por ser un muy buen amigo. —lo abrazó y el omega mayor correspondió el abrazo.
—Es que ustedes nacieron para encontrarse, no tengo dudas de eso y saber que lograron reunirse me hace muy feliz. —Taehyung limpio las lágrimas de su amigo y después le sonrió. —Ya, vamos, es tiempo del maquillaje, después de eso no podemos llorar. —Irene entró casi sabiendo que era su momento de incluirse en la pequeña charla.
—¿Dónde están mis preciosos modelos? —ella ha fotografiado a ambos y es fan de los dos. —Vengan, los maquillaré mejor de lo que lo he hecho antes. —se sentaron y comenzó a maquillar primero a Taehyung.
—Tae, ¿Hiciste algún escrito para decir? —el menor se sonrojó. —Seguro que Jungkook dirá algo sumamente cursi y vergonzoso. —Jin conocía a su amigo.
—No lo hagas sonreír, por favor. —regañó la alfa y el omega mayor se disculpó. —Yoongi está precioso, no cabe duda que Jimin sabe maquillar perfecto, me ofrecí, pero me dijo que él se encargaría de maquillar a ambos. —Jin sonrió.
—Yoongi casi no es de maquillarse, siempre se quejó de eso, pero si es Jimin quien lo maquilla, no importa si le hace las cejas amarillas o si se las rapa, él se dejará por completo. —los tres sonrieron. — Pero es Jimin quien está completamente a la merced de Yoongi. —la alfa lo miró por un momento. —¿Qué?
—Tú también tienes a tu alfa en tus delgados y finos dedos, Namjoon no escapa de ellos ni queriendo. —Taehyung estaba divirtiéndose, pero evitaba gesticular mucho.
—Claro, mi mamá me enseñó todo lo que sé, si mi papá es así de mandilón con ella, obviamente mi alfa también será así conmigo. —Irene asintió, dejando de lado el orgullo que irradiaba Jin. —Tae debería hacer lo mismo con Jungkook, pero él dice que su alfa no necesita ser domado. —la alfa se carcajeó.
—Claro que no lo necesita, él no tiene que hacer absolutamente nada para que el idiota de mi amigo haga lo que quiera, Tae respira y Jungkook ya está a sus pies. Ese alfa se entregó solito a este omega. —pellizco levemente la nariz de Taehyung.
—Dejen de hablar así de mi alfa. —reprendió el castaño.
—Ya, ya, es verdad, no deberíamos hablar así de Jungkook frente a su omega. —las risas fueron lo último antes de que la alfa se concentrara en maquillar a Taehyung y después a Jin.
—Listo, mi trabajo ha terminado —la pelinegra terminaba de empacar sus cosas para retirarse e ir a la iglesia donde se efectuaría la boda.
—Gracias por todo. —Taehyung hizo una leve reverencia.
—No necesitas agradecer, tómalo como un regalo de bodas. —la alfa lo tomó de las manos y lo miró fijamente. —Eres un gran omega Taehyung, no me sorprende que él haya caído por tus encantos, espero que sean felices y logren afrontar cualquier obstáculo que cruce sus caminos de hoy en adelante. Gracias por aparecer en la vida de ese amargado, nos hiciste la vida más fácil a quienes lo rodeamos. —lo abrazó y después se despidió.
—Todos me agradecen por llevármelo. —bromeó Taehyung.
—No es eso, Jungkook siempre parecía vacío, no le interesaba nada ni nadie, no era mala persona, simplemente era como si no le importara dar buena imagen. —Taehyung se giró a verlo. —Siempre se veía con una expresión sería y sombría, pero ahora lo veo con tantos colores que siento que me han cambiado a mi amigo por otra persona, pero es solo que has llegado tú y Yeonjun a llenar su vida de colores, realmente te agradecemos eso. —Jin hablaba por todos los amigos de Jungkook.
—Al contrario, él llenó mi vida de dicha. —Jin sonrió al escucharlo.
—Bueno, el gran momento llegó, te dejaré solo para que te prepares, en unos cinco minutos vendrán a buscarte para que entres y te dirijas al altar. —el omega asintió.
No tenía a nadie que lo pudiera entregar en el altar. Él no tenía padres ni ningún familiar que pudiera ser el encargado de ese acto tan íntimo, pero no importaba, ese detalle no arruinaría su boda.
—¡Voy! —respondió cuando unos minutos más tarde la puerta fue tocada. Suspiró, tomando valor, antes de abrir y ser guiado hacia la entrada del altar. —¿Eh? —se sorprendió al no ver a nadie.
—Papi.
Bajó la mirada y ahí estaba su pequeño hijo, mirándolo deslumbrante. Su traje color crema le quedaba perfecto y el moñito de Iron Man le daba un toque muy tierno.
—¿Qué haces aquí, cariño? —preguntó al no comprender bien las acciones de Yeonjun.
—Papá me dijo que yo debía enyuegar a papi en el altar, yo soy el alfa de la familia, así que llevaré a papi hasta papá y se casajan. —su problema con el habla fue completamente ignorado por el omega, esas palabras fueron hermosas de principio a fin. —Vamos papi, Yeyu te llevará hasta papá. —extendió su manita y el omega la tomó.
El sentimiento que Taehyung tuvo debido a este detalle era inexplicable, su única familia era Yeonjun, su preciado hijo, y nadie más que él, era el más indicado para acompañarlo hasta el altar.
—Has crecido mucho, mi Yeyu. —las lágrimas se acumularon en sus ojos, pero no debía llorar o el maquillaje terminaría por arruinarse.
Aunque la alfa uso maquillaje indeleble, llorar no sería un problema.
Y ahí estaban, Yeonjun tomando la mano de su padre omega para guiarlo hasta el altar, el omega sentía una emoción que superaba su imaginación.
Las puertas de la gran entrada empezaron a abrirse y todos se pusieron de pie para admirar su entrada. Los invitados no pudieron evitar las lágrimas de emoción al ver cómo el pequeño alfa estaba a un lado de su padre.
Jungkook miró cómo su omega se posicionaba al inicio del camino hacia él, su corazón bombeando cómo nunca antes lo había hecho, sin duda la vista de ahora era un regalo del universo para él.
La música comenzó y con eso el caminar de los Kim. Jungkook sentía el nudo en su garganta, la emoción de ver a sus dos seres más amados, lo sobrepasó y terminó por dejar que algunas de sus lágrimas se deslicen.
Yeonjun caminaba seguro junto a su papi, él estaba feliz de poder ser quien guiará a su papi hasta el altar. Él era el más feliz de todos porque al fin su familia estaría junta toda la vida.
—Papá, cuida de mi papi por siempre, solo a ti te dejo hacerlo. —dijo el menor una vez que llegó hasta el alfa.
—Lo haré, cuidaré de él y de ti con mi vida. —se agachó y lo besó en la frente. —Gracias por dejarme ser tu padre, te amo mucho. —el alfita asintió feliz.
—Solo podías ser tú, papá. —se acercó y lo besó en la mejilla. —Glacias por aceptuar ser mi papá, te amo mucho. —se separó y tomó la mano de Taehyung y la de Jungkook. —Ya sean esposos. —los hizo tomarse de las manos y su comentario les causó gracia a ambos mayores.
—Ve con tu tío Jin, gracias por acompañarme, eres un niño encantador. —le acarició la cabeza antes de que corriese hasta llegar a un lado de Soobin.
Todos se acomodaron al ver que el sacerdote se preparaba para iniciar la ceremonia.
—Hoy, estamos todos aquí reunidos para presenciar la unión de estas dos almas enamoradas. —las manos de ambos se entrelazaron con firmeza, compartiendo sus fuerzas para no caerse de los nervios. —El matrimonio es sagrado, un alfa y un omega cuya mitad han encontrado, dejemos que los enamorados se dediquen las más sinceras palabras de amor antes de recibir la bendición de la Diosa Luna. —le dio el micrófono a Jungkook. —Puedes empezar, hijo mío. —indicó.
—Creo que siempre he dicho palabras muy cursis para ti y justo ahora, me he quedado en blanco con lo poético. —Taehyung no le creía nada de eso. —Siempre digo lo primero que me llega a la mente, pero desde que te vi entrar por aquella puerta, no hay nada en mi cabeza, solo tú. —Y ahí estaba, su alfa encantador. —Te dije que una vez soñé con esta escena, en dónde te veía de blanco y caminabas hacia mí, pero me queda claro que los sueños son poco a comparación de la realidad. No sé exactamente cómo fue que logré convencerte de quedarte a mi lado, todas las mañanas creía que despertaba de un maravilloso sueño, pero al girar, me encontraba con tu precioso rostro dormido o con un mensaje tuyo que me dejaba en claro que nada fue un sueño. —sus manos estaban sudando demasiado, al igual que las del omega, pero ninguno hacía por separarlas. —Te prometo que seré un buen alfa, te juro que me dedicaré la vida a aumentar el amor que te tengo, algo no difícil porque tú lo haces fácil, cada que sonríes me enamoro más de ti. —Taehyung sonrió, su sonrisa cuadrada era preciosa y Jungkook amaba ser el causante de esa sonrisa. —Te amo tanto, desconozco la razón por la que la Diosa Luna decidió que fueras mi destino, pero se lo agradezco, aunque fuera un descuido suyo haber enviado a un ser tan perfecto a la tierra y convertirlo en mi otra mitad. —su pulgar rozando la mejilla de su omega, para limpiar los rastros de sus lágrimas. —El día que te conocí, no me di cuenta, pero un diminuto ser me hizo abrir los ojos y ver tu inigualable belleza. —miró levemente a Yeonjun, el pequeño sonrió al saber que hablaban de él. —Te prometo que seré tu pilar confiable, no te pido que me dejes todo, sé que no es tu estilo, pero si un día te cansas, te aburres o simplemente necesitas descansar por un momento, mis brazos están para ti siempre. Hoy por fin podré llamarte "Esposo" y es una de las razones por las que mi felicidad ha aumentado a un grado que ni mi corazón puede soportar. Gracias por aceptar formar una familia conmigo y por estar dispuesto a luchar contra el mundo junto a mí. —el padre tenía los ojos llorosos, al igual que todos los invitados. —Mi corazón siempre latirá por ti y mi amor solo será para ti y las personitas que lleven tu sangre. —Jungkook jamás dejaría de incluir a Yeonjun en sus planes o frases. —Te amo, Kim Taehyung. —los aplausos fueron tardíos, ya que todos estaban tan sumergidos en el amor que destilaban esas palabras, que reaccionaron tarde.
—Hermosas palabras, señor Jeon, ahora —miró a Taehyung. —, esperamos las palabras del novio, por favor, señor Kim... —le cedió el micrófono a él.
—No creo llegar a decir algo tan lindo como tú, no —su voz se cortó, no podía controlar su llanto fácilmente. —... No puedo solo hablar y decir lo que mi corazón quiere porque no puedo poner en palabras lo que siento. —Jeon le daba ánimos presionando sus manos entre las de él. —Eres un alfa demasiado perfecto, amo cada faceta tuya. Amo que ames a nuestro cachorro, amo que me ames a mí y amo que siempre investigues todo. —eso causó gracia a los demás. —Todo el tiempo, luché solo, me enfrenté al mundo y estaba bien, pero apareciste siempre en los momentos donde sentía que no podía más, dónde me sentía dominado por el mundo y me apoyaste. No entendía por qué Yeonjun siempre decía que debías ser su padre, pero cuando te conocí más, pude sentir lo que él sentía en ti. Jungkook, eres hermoso por fuera y por dentro, me ayudaste sin conocerme, me diste una mano sin decir que era tuya y me robaste el corazón antes de siquiera darme cuenta. —sus lágrimas ya no podían detenerse. —Nuestra historia —refiriéndose a él y Yeonjun. —, carecía de muchas cosas que creí, no importaban, pero tu llegada me hizo darme cuenta de lo tan importantes que eran, yo prometo cuidar tu corazón como si fuera el mío. Te amaré hasta mi último suspiro y me aseguraré de que mi amor por ti supere el amor que me tienes a mí. —los dos sonrieron mientras sus miradas no se desviaban de la contraria. —Todos los momentos junto a ti son un tesoro para mí, me has hecho experimentar sentimientos que jamás había conocido y estoy seguro de que solo es porque se trata de ti, Yeonjun una vez me dijo que nadie, a excepción de ti, podía ser su papá. —retomando lo que dijo en un inicio. —Y ahora entiendo lo que quiso decir porque —tomó fuerzas de dónde las tuviera y continúo. —... Nadie además de ti puede ser mi alfa. —El lobo de Jungkook se irguió orgulloso. —Tú no tienes una razón para amarme, pero en mi caso, tú me diste más de mil razones para hacerlo y entregarte mi corazón. —las ganas de abrazarlo eran infinitas, pero el mayor sabía que no era el momento. — Y todos los días aumentas más y más razones para amarte. —inhalo y exhalo antes de finalizar. —Te amo con todo mi ser, Jeon Jungkook.
Y con eso, los votos matrimoniales habían culminado.
El hombre de túnica colocó el micrófono en su lugar y continúo con la boda.
—En vista del amor que atestiguamos, podemos proceder con la ceremonia.
Después de la misa y todo lo que se debía realizar, la tan esperada parte llegó y con eso todos los corazones bombeaban incontrolables.
—Jeon Jungkook, ¿Aceptas a Kim Taehyung como tu esposo para amarlo y respetarlo, en la salud y enfermedad, en la riqueza o pobreza, hasta que la muerte los separe? —Jungkook ya había asentido a todo.
—Sí, acepto. —respondió sin titubeos, su sonrisa no podía ser borrada por nada.
—Kim Taehyung, ¿Aceptas a Jeon Jungkook como tu esposo para amarlo y respetarlo, en la salud y enfermedad, en la riqueza o pobreza, hasta que la muerte los separe?
—Sí, acepto. —su mano aferrada a la de su alfa, ambos siendo conocedores de la inmensa felicidad del otro.
—En este punto, si hay alguien que se opone a este matrimonio, que hable ahora o calle para siempre.
La frase era innecesaria y todos, hasta el sacerdote lo pensaba, pero era un protocolo que debía seguir en cada boda. Nadie se opuso, todos se quedaron en silencio y, en realidad, si alguien osaba oponerse, todos los amigos y familiares de los novios ya estaban listos para callarlos a las malas.
—Si nadie se opone, entonces; con el poder que me otorga la Diosa Luna y por el amor del cual he sido testigo, los declaro Alfa y Omega. Que lo que la Diosa Luna unió, no lo separe el hombre. Puede besar a su esposo.
Jungkook tomó a Taehyung de la cintura y lo jaló hasta él, uniendo sus labios en un amoroso beso.
Jin cubrió los ojos de Soobin y Yeonjun. Festejando porque al fin sus amigos estaban casados.
—¡VIVAN LOS NOVIOS! —gritó Jimin, siendo regañado por Yoongi, que estaba sentado a su lado con su pequeño Beomgyu, su hijo, en brazos.
—¡YA QUIERO MÁS NIETOOOOOS! —gritó uno de los padres de Jungkook.
La boda fue espléndida, salieron de la iglesia siendo festejados con pétalos de rosas blancas. La limusina los esperaba para llevarlos hasta el salón de fiestas en dónde se haría la gran celebración.
Holiwilis <3
¿Me extrañaron?
Yo a ustedes sí ㅠㅠ
Espero que esté EXTENSO capítulo les haya gustado y no resultado pesado de leer, es que intenté disminuir, pero todo lo que pasó debía ser narrado para disfrutar de la boda jsjsjsjjs
En otras noticias: ¡LLEGAMOS A 100K DE VISTAS! sigo sin creermelo, deos, soy tan feliz. Muchas gracias por su apoyo, en verdad, agradezco mucho todo el amor que le han dado a este fic.
Me da gusto saber que esta cosita les cause felicidad, es mi intención al compartirla con ustedes.
Si les saca al menos una sonrisita, me sentiré realizada :3
Y sí, el Soobin es alfa hdhsbdhsd
Al principio quería que Soobin sea Omega, pero ni modo, así paso XD
Decidí poner el problema del habla de Yeonjun porque es clave en la historia, recordemos que él hacía ejercicios vocales con su maestra para mejorar su pronunciación.
Eso es todo, las amo lunitas preciosas, muchas gracias por tomarse el tiempo de leer, votar y comentar, me animan a seguir escribiendo <3
Sean pacientes con las actualizaciones, siendo honesta no me encuentro bien de salud, pero cada que puedo edito un poco y escribo otro poco jsjsjsjs
*Mali fuera*
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