20
Dos meses después del incidente...
Abrió los ojos al escuchar el sonido de su teléfono aludido a una llamada de su omega. Rodó hasta llegar a la mesita de noche y agarró el teléfono para responder.
—Buenos días, amor. —saludó aún con la voz ronca.
—¡Papá! —Jungkook abrió los ojos sorprendido al escuchar la voz de su cachorro. —Yeyu quele deciiiil —alargando la última vocal. —... ¡Buenos dayas papá! —gritó alegre el pequeño, mientras que el tímpano de Jungkook sufría, pero la sonrisa en sus labios era imborrable.
—Buenos días, ¿vas a la escuela? —se sentó sobre la cama y bostezó.
—Shi, papi no depieta. —al escuchar eso, Jungkook sintió una espinita de preocupación en el pecho. —Yeyu va irrrr tade. —el pequeño solo enfatiza la r en las palabras que su maestra le enseñó.
Jungkook se levantó rápidamente de la cama y fue directo a su closet para buscar un conjunto de ropa. Tenía el teléfono sujetado con la cabeza y el hombro, obligándose a mantener una postura poco cómoda.
—Yeyu, mi vida, ¿Puedes decirme si la cabeza de papi está caliente? —Entró al baño y colocó sus ropas en los estantes.
—Papi eta sudando muto. —Esa información terminó por preocupar más al alfa.
Eran las siete, le toma unos quince minutos llegar a la casa del castaño y luego unos diez minutos a la escuela, sí lograba llegar a tiempo para llevar a Yeonjun a la escuela.
—Ok, hoy papá te llevará a la escuela, así que vístete rápido. —Yeonjun se puso feliz de solo imaginar ser llevado por su papá a la escuela. El alfa colgó y soltó el teléfono en el tocador.
El pelinegro se dio un baño rápido y se cepilló los dientes, luego se puso las ropas que había seleccionado y salió corriendo hacia el elevador, no sin antes ponerse sus zapatos de vestir. Revisó que tuviera su billetera y celular, cosas que sí tenía y luego oprimió el botón para que las puertas del elevador se abrieran e ingresó.
Su pie se movía impaciente por la demora eterna que sentía, soltó un suspiro de alivio al escuchar el "tin" del elevador y ver que las puertas se abrían de par en par en el estacionamiento.
Salió del elevador y corrió rápidamente hasta su auto, se subió y checó la hora, eran las 7:30 am. Encendió el motor y puso en marcha el vehículo. Sus dedos danzaban en el volante, sentía que no llegaba.
Una vez que llegó al fraccionamiento, vio la hora y se felicitó al ver que solo le había tomado 12 minutos llegar. Condujo hasta la casa de los dos seres dueños de su corazón y se estacionó en la puerta.
Yeonjun estaba vigilando por la ventana, esperando que su papá llegara y apenas vio que el auto aparcaba frente a su casa, se bajó del sofá y corrió hacia la puerta.
Usó una silla para subirse y quitar el seguro que le impedía abrir la puerta. Se bajó con cuidado de la silla y corrió hacia afuera, Jungkook se bajó del auto y lo primero que vio fue un cuerpecito corriendo a "paso veloz" hacia él.
La risa en su rostro nació sin previo aviso, le causaba ternura, algo que solo estos Kim lograban causar en él. Aunque ver que Yeonjun se había puesto la camisa al revés y el overol con las tiras mal cruzadas, era lo que más lo cautivaba y hacía sonreír.
Su rodilla fue capturada por los bracitos del menor, le acarició la cabeza antes de tomarlo de la mano y caminar juntos hasta el interior de la casa.
—¿Y tu papá? —Yeonjun apuntó hacia él. Jungkook tuvo un déjà vu debido a eso. —Tu otro papá. —aclaró con la sonrisa que siempre aparecía ante Yeonjun.
—Dumiendo. —respondió el pequeño viéndolo desde abajo.
—Vamos a ver qué tiene. —el niño dejó en libertad la mano del mayor y lo guio hasta el cuarto de su papi.
Jungkook lo siguió sigilosamente y cuando entró, su lobo se removió al sentir el fuerte aroma a melón del omega, intoxicando toda la habitación.
El celo.
Taehyung había entrado en su etapa de calor y ahora Jungkook estaba en un gran problema porque su lobo estaba alocado y emocionado.
—¿Taehyung? —el omega gruñó al sentir un intruso en su territorio. —Cariño, solo vine a ver qué tenías, Yeonjun me habló para decirme que no despertabas. —intentaba inhalar en lo más mínimo las feromonas del omega.
—¡Papi! —Yeonjun estaba a espaldas de Jungkook y eso puso en alerta al omega, que corrió a proteger a su cachorro. —¿Papi?
Yeonjun no entendía nada, de pronto su papi lo había abrazado y escondido en su pecho. También hacía ruidos raros cada que su papá intentaba acercarse.
¿Estaban peleándose?
—Tae, vuelve en sí, por favor. —el omega gruñó, no sentía el olor de Jungkook, ya que el alfa estaba usando un bloqueador de olor. —No soy una amenaza, Tae, cariño, soy Jungkook. —intentó acercarse, pero eso alertó a Taehyung.
El omega le gruñó al hombre extraño sin olor que quería llevarse a su bebé. El castaño estaba dispuesto a pelear si era necesario.
—MÍO.
Taehyung hablaba de su cachorro y Jungkook lo entendía, no quería robárselo, solo quería llevarlo a la escuela. Eso no era un gran problema, pero sabía que era por su bloqueador que Taehyung no lograba identificarlo.
—No quería llegar a esto... —susurró sin saber si era buena idea lo que pensaba hacer.
—Papi, la ecuela. —Yeonjun estaba preocupado, no iba a llegar a tiempo.
—Bien, jamás usaría mi voz alfa contigo. —no quería ser el tipo de alfa que obliga a su omega a obedecerlo con su voz. —Vamos a calmarnos primero, ¿Sí, amor? —dijo tranquilo.
Jungkook cerró los ojos e inhalo profundamente antes de liberar sus feromonas con un delicioso aroma a uvas frescas, pero no tardó en darse cuenta de que había sido una mala decisión.
Su idea era que eso calmase a Taehyung porque lo reconocería como su alfa y lo dejaría llevarse a Yeonjun, pero terminó emocionándolo más de lo que esperaba.
El aroma de la uva llegó hasta Taehyung y al percatarse de que el hombre frente a él, era su alfa, gateó hacia él, siguiendo el exquisito aroma que liberaba el menor.
—Vamos, necesitamos calmarnos o Yeonjun llegará tarde al colegio. —intentaba librarse de esa nariz curiosa que se acercaba más y más a su cuello.
Jungkook sintió a su lobo estirarse de gusto cuando la nariz de Taehyung rozó la piel de su cuello, ya estando Yeonjun libre de sus brazos.
"Por dios, cálmate" le pidió a su lobo, a pesar de que él también lo estaba disfrutando.
—ALFA. —lo reconoció el mayor.
El susurro acarició su mejilla y después su oreja, llegando hasta su lobo que hinchó el pecho en orgullo al ser reconocido por el omega. Jungkook solo quería matar a su lobo por no obedecerlo.
—Taehyung, cálmate. —El omega jaló el sacó que traía puesto el alfa y este suspiró. —¿Lo quieres? —el omega lo miró con los ojos iluminados. Jungkook era débil a esos ojos preciosos. —Esto cuesta una fortuna, es uno de mis mejores trajes y- —Taehyung solo volvió a tirar de su saco, gruñendo por no ser consentido por su alfa. —Bien, solo porque te amo demasiado te lo voy a regalar. —se quitó el saco de única edición y se lo dio a Taehyung, el omega lo llevó directo a su nariz para aspirar el aroma a uvas. —Bien, te di el saco, ahora dame al cachorro. —apuntó a Yeonjun.
Ahora que sabía que era su alfa el que estaba en su habitación, no había razón para desconfiar. Yeonjun caminó hacia su papá cuando esté le pidió ir con él.
—Llevaré a Yeonjun al colegio, por favor, bebe tus supresores. —decía mientras se ponía de pie con el cachorro entre sus brazos.
Taehyung se levantó y se recostó en la cama, ignorando las palabras del alfa. Jungkook suspiró antes de revisar en el cajón de la mesita de noche donde el castaño guardaba sus supresores.
—Ten, no olvides que es una pastilla cada dos horas, regresaré en unos minutos. —avisaba mientras dejaba las pastillas y la botella de agua sobre la mesita. —Te veo cuando vuelva, amor. —se acercó y le dio un beso al omega que seguía oliendo el saco.
Yeonjun también le dio un tierno besito a su papi para después ir a la escuela, no sin antes permitir que su papá le compusiera sus prendas mal puestas.
—¿Papi enfemito? —le preguntó Yeonjun a su papá una vez que estaba seguro en su silla del auto.
—No está enfermo, pero si no bebe esas pastillas podría dolerle la pancita. —el cachorro se sintió triste porque cuando a él le duele su pancita, llora mucho y es su papi quien lo cuida.
—Papá —el alfa ya había puesto el auto en marcha, así que se limitó a murmurar, indicando que escuchaba. —, dale besitos a papi, poque achi no le lele su panchita. —Jungkook sonrió. Su hijo era tierno.
—Le daré muchos besitos, no te preocupes, papá cuidará de papi. —el cachorro estaba seguro de que sí.
En pocos minutos ya estaban frente a la escuela, Jungkook bajó del auto para luego ir por Yeonjun. El cachorro estaba feliz de estar en los brazos de su papá una vez más.
—Papá.
—¿Qué pasa mi príncipe? —le sonrió mientras cruzaba la calle para estar en la entrada de la institución.
—Yeyu quele un wuawua. —refiriéndose a un perrito.
—¿Quieres una mascota? —llegó a la puerta de la escuela y esperó su turno para registrarse, ya que es quien dejará al niño y quien lo recogería.
Algo que logró después de que demandara a la escuela y lograra que la directora fuera destituida de su puesto, junto a la maestra que había entregado a un menor a un completo desconocido.
—BinBin tene un wauwau. —puchereó.
—Bien, te compraré uno, pero primero debemos hablarlo con tu papá Taehyung, luego él me regaña por comprarte todo lo que quieres. —Yeonjun asintió. —Quizá no quiera, es muy pronto para que tengas mascota. —los perritos no son juguetes y Jungkook sabía que su pequeño y precioso hijo, no sería mal dueño, pero seguramente Taehyung diría que no.
—Etontes, Yeyu quele un emanito. —todos los padres de la fila miraron a Jungkook, el alfa se sintió levemente intimidado.
—Eso también debo consultarlo con tu papi. —dijo apenado. Yeonjun suspiró decepcionado.
Ni mascota ni hermanito, se sentía poco consentido justo ahora.
—¿Nombre del tutor? —la nueva encargada de la entrada le tomaba los datos a Jungkook.
—Kim Taehyung, es mi omega, está indispuesto y por eso he traído yo a nuestro cachorro. —la omega asintió y escribió la información obtenida.
—¿Usted será quien recoja al menor?
—Sí.
—Firme aquí, por favor. —Jungkook firmó de que él estaba dejando al niño en la escuela.
Yeonjun fue bajado al suelo y entregado a la maestra, que le indicó que podía entrar al edificio. El pequeño cachorro caminó hacia el interior, pero antes de entrar, se regresó corriendo.
El alfa se agachó para recibir al menor y este solo le dio un besito en su mejilla. Yeonjun había olvidado despedirse de su papá.
—Yeyu hará tayea, te amo papá. —se despidió moviendo su manita y luego regresó hacia la entrada del edificio.
Se giró una última vez para despedirse y entró cuando vio que Jungkook también se despidió agitando su mano.
Jungkook regresó a la casa de su omega para ver si había tomado las pastillas que le dejó en la mesita. Usó la llave de respaldo que le dio Taehyung para ingresar a la casa y le pareció extraño no sentir el aroma a melón tan fuerte como antes.
—¿Amor? —llamó al omega, pero no obtuvo respuesta. —¿Taehyung? —entró a la habitación del omega, pero al ver hacia la cama, Taehyung ya no estaba. —¿Estás en el baño? —vio hacia la mesita y notó que las pastillas estaban abiertas al igual que la botella.
Jungkook fue al baño y abrió la puerta, pero lo encontró vacío, el omega no estaba en el baño tampoco. Decidió ir al cuarto de Yeonjun, pero tampoco lo encontró ahí.
La desesperación empezó a ser lo único que invadía su mente y cuerpo. Jungkook corrió a la cocina, la sala, nuevamente al cuarto de Taehyung y seguía sin encontrar rastro del omega.
—¿Dónde estás? —sacó su teléfono de su bolsillo y marcó al número del castaño. —Contesta... Contesta... —suplicaba.
El sonido de un teléfono se escuchó debajo de la almohada y Jungkook corrió para tomar el móvil, sintió cómo todo su cuerpo comenzaba a helarse al entender que el omega no tenía su teléfono, lo había dejado.
La preocupación se estaba volviendo paranoia al imaginar horribles escenarios. No sabía dónde estaba su omega y lo peor, es que Taehyung estaba en celo. El sonido de su teléfono lo alertó y respondió enseguida.
—¿Señor Jeon? —La recepcionista del edificio donde tiene su departamento era quien hablaba.
—Sí, ¿qué sucede? —realmente no tenía ganas de ir a la reunión de la que le había hablado antes la omega.
—Le llamó para informarle que su omega está en su departamento —el alfa sintió cómo su corazón volvía a latir con normalidad y la sangre circulaba debidamente, regresándole la temperatura cálida a su cuerpo. —, usted tiene permitido el acceso total para Kim Taehyung y Kim Yeonjun, aun así, le notifico porque creo que no se encuentra muy bien. —refiriéndose al omega. —Lo noté algo distraído y débil, por eso decidí llamarle y avisarle de su estadía en su departamento. —Jungkook suspiró de alivio.
—Muchas gracias por avisarme, estaré ahí en unos minutos. —Tal y como dijo, no tardó en llegar a su departamento.
Apenas ingresó al edificio, fue directo al elevador y luego a su piso. Al llegar a la puerta de su departamento pudo ver a un alfa rondando cerca, el aroma a melón se filtraba por debajo de la puerta.
—¿Se te perdió algo? —preguntó con los dientes apretados y la furia en su garganta.
—¿Eh? —el alfa negó al ver el semblante del pelinegro. —Huele rico tu casa. —sonrió apenado.
—Vuelve a decir eso o respirar su aroma y te arrancaré la nariz. —permitió que el gruñido de su lobo sea liberado. —LARGO. —gritó enfadado y el otro alfa se dio la vuelta y regresó a su departamento.
Jungkook suspiró antes de entrar a su casa, el aroma a melón lo rodeó por completo y pareciera que lo jalaba hasta su cuarto.
El alfa se quitó los zapatos y cerró la puerta, que se bloqueó de inmediato. Caminó hasta donde el aroma delicioso lo llamaba y parecía ser la fuente de donde venía, su lobo estaba deseoso de salir, pero Jungkook quería ser quien disfrute de este momento.
Abrió la puerta y la fragancia se introdujo dentro de su cuerpo por medio de sus fosas nasales, sus ojos se iluminaron al ver que su precioso omega había sacado toda su ropa y la había colocado sobre la cama, haciendo un lindo y acogedor nido.
Taehyung estaba en medio del nido, que estaba conformado por sus prendas, las de Yeonjun y en su mayoría por las del alfa.
—¿Qué es lo que hizo mi omega? —habló mientras caminaba hacia la cama. Taehyung se sentó sobre el nido y luego gateó hasta estar al borde de la cama.
—¿Te gusta, alfa? —presumió su gran trabajo. Él quería demostrarle a su alfa que podía hacer nidos preciosos.
—Lo amo, es hermoso. —la sonrisa que rectangular que eso causó en el mayor, era todo lo que Jeon necesitaba. —¿Puedo pasar? —Taehyung asintió.
—Espera. —el alfa se detuvo cuando apenas estaba por subir su rodilla a la cama. —Dame tu camisa. —Jungkook sonrió confundido.
—Ya hay muchas camisas mías. —no entendía.
—Huele a ti. —El pelinegro entendió, la camisa que traía puesta olía más a uvas porque la traía cuando liberó sus feromonas la primera vez.
—Bien —se desabotonó los primeros dos botones de la blanca camisa, pero antes de que pudiera avanzar, el omega ya estaba desabotonando los de abajo. —, espera, espera. —dijo, cuando el omega comenzó a quitársela desesperadamente. —Te la voy a dar, espera. —se la quitó y se la dio al omega. Taehyung la estaba acomodando en la parte superior del nido. —Es mejor si la pones del otro lado. —el omega se giró para verlo enojado. —Es broma, está perfecto ahí. —la sonrisa del omega lo hizo suspirar, casi lo expulsan de la habitación.
Jungkook se subió a la cama una vez que Taehyung terminó de darle los detalles para perfeccionar su trabajo y crear el nido perfecto para su alfa. Ambos estaban tranquilamente recostados sobre el nido, Jungkook detrás de Taehyung, abrazándolo mientras el mayor mantenía su camisa en su nariz, pero el aroma del alfa estaba disminuyendo y eso estaba inquietando al omega.
El lobo del pelinegro solamente quería ayudar y aliviar el estrés del mayor, pero cometió un pequeño error.
¿Su error?
Liberar su aroma a uva cerca de un omega en celo, que es adicto al olor a uva del alfa. Taehyung dejó de oler la camisa y volteó para mirar al alfa de frente, sus ojos brillando de deseo. El alfa se alejó un poco al no saber qué le sucedía de pronto al castaño.
El omega se acercó más hacia el alfa y este lo recibió feliz, pensando que solo quería mimos. Taehyung comenzó a dirigir su nariz hacia la glándula del olor del alfa y era porque detectó que de ahí provenía ese delicioso aroma.
—Alfa. —gimió Taehyung al rozar su nariz en el cuenco del cuello de su alfa.
Jungkook cerró fuerte sus manos, soportando las ganas que tenía de apretar sus manos sobre el cuerpo del omega. Taehyung no facilitaba en nada el autocontrol del menor, al contrario, liberaba feromonas de atracción que lograban hipnotizarlo.
Taehyung ya tenía de prisionero a su alfa, obligándolo a soltar más de ese adictivo olor a uvas y Jungkook no podía impedir que su lobo saque con su gusto al omega. El lobo entendió que eso quería su omega y no paraba de soltar sus feromonas para consentirlo.
Jungkook intentaba alejarse de Taehyung, pero el omega lo tenía abrazado y su nariz estaba casi pegada a su cuello, no queriendo salir de ahí.
La camisa ya no le interesaba, había encontrado la fuente de donde venía ese aroma y por supuesto, era mejor.
—Amor, por fa-favor —tartamudeaba, era difícil tener control de su lobo cuando estaba siendo estimulado tanto por el omega. —, Taehyung, déjame ir. —el omega lo apretó más fuerte entre sus brazos, demostrando que no tenía la más mínima intención de soltarlo.
—MÍO.
—Sí, soy tuyo, pero ahora no estás consiente. —el omega hundió más su nariz, si eso era posible. —Bien, suéltame, quiero besarte, ¿eso suena bien? —al omega le fascinaba la idea de ser besado por su alfa.
—Sí quiero. —Jungkook se derritió de amor al ver a su omega haciendo un puchero tan lindo.
—Bien, entonces deja que me separe un poco. —pidió el favor y el castaño aceptó. Jungkook se impulsó un poco y vio al mayor, que estaba ya recostado en espera de ese beso.
—ALFA. —lo llamó, el pelinegro sonrió y Taehyung le sonrió de vuelta. —Ven. —Jungkook asintió antes de acomodarse para poder estar sobre del mayor y besarlo tiernamente, como siempre eran sus besos.
El alfa estaba por subirse sobre de Taehyung con cuidado, pero el omega lo jaló, colocando su mano detrás de su cuello y lo sorprendió con un beso apasionado.
La lengua del omega visitaba la boca del alfa y acariciaba la lengua contraria, que recibió la suya con gusto.
Los ojos del alfa cambiaron a color esmeralda en cuanto fue besado. Estando sobre del omega, sus manos comenzaron a dejar caricias sobre la cintura del castaño, por debajo de su camisón, Kim sentía cómo esas manos iban subiendo y encendiendo su alma.
—Alfa~ —gimió durante el candente beso y fue ahí donde la cordura del alfa se perdió.
Jungkook comenzó a besarlo desesperadamente, su lengua invitando a la del contrario a salir y jugar con la suya. El omega hacia un desastre en los negros cabellos del menor. Sus entrepiernas se rozaban y Jungkook movía su cuerpo lentamente, haciendo tortuoso el roce, pero al mismo tiempo, era disfrutable.
El alfa sintió sus colmillos picar por enterrarse en la piel blanca del omega y su lobo estaba deseoso de morder su cuello para hacerlo oficialmente su omega.
Taehyung rompió el beso para poder ofrecerle su cuello al alfa, demostrando que quería ser marcado por él. Jungkook comenzó a acercarse y sus colmillos salían poco a poco.
El castaño estaba deseoso, esperando sentir ese dolor exquisito que anhelaba hace muchos meses, pero ese dolor nunca llegó.
El suave toque de los labios fue lo que sintió en su lugar, Jungkook había dado un casto beso en el cuello del omega, decepcionando a Taehyung.
"¿No lo quería como su omega?" Fue lo primero que surcó la mente del mayor al sentir un beso en lugar de una mordida.
—No te decepciones —dijo al sentir el cambio en el aroma del mayor. Jungkook se alejó para poder ver los ojos tristes de su omega. —, muero por marcarte, lo juro —aseguró, su voz convencida de que así era. —, pero antes de poner una marca en tu cuello —acarició la piel tersa del cuello de Taehyung con su mano derecha, mientras que con la izquierda sostenía su cuerpo, y deslizó su toque, siguiendo el camino con la mirada, hasta que tomó la mano izquierda del omega, la alzó para tenerla cerca de sus labios. —... Te pondré un anillo en este dedo. —besó el dedo anular del mayor.
Sus ojos se encontraron y Taehyung sonrió, no había falsedad en los del alfa.
Jungkook quería hacer primero su esposo a Taehyung y después marcarlo, quería asegurarle que estaría junto a él todos los años que le queden de vida. Él quería darle la seguridad de una familia, Taehyung merecía eso y más.
—Te amo, mi Alfa. —confesó Taehyung una vez que regresó en sí.
—Te amo, mi todo. —lo beso en la nariz, haciendo al omega cerrar los ojos.
Holiwilis ♡
¿Qué tal este capítulo?
Espero les haya gustado este capítulo, para quienes leen la otra versión (vkook), sabrán que ya no son 25 capítulos, sino que serán 30 en total, espero esta noticia les guste a mis lunitas de aquí también<3
Gracias por leer y por la paciencia que me tienen para cada actualización, trataré de que cada capítulo valga la pena 😣💜
Las amoooooOooooOooo ♡♡♡
*Mali fuera*
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