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13

—Jungkook, ¿trajiste tu pijama? —le preguntó su hermano, que ya se había cambiado.

Todos estaban en habitaciones diferentes, los omegas estaban en una y los alfas con algunos betas en otra, cambiándose a sus pijamas para poder salir al patio y dormir en las casas de campaña que ya estaban preparadas.

—No, salí rápido de casa y no sabía que tenían planeado esto. —Jimin y Namjoon se vieron con una sonrisa cómplice de por medio. —Préstame una camisa tuya, Nam. —se dirigió al alfa y este negó.

—Jin detesta que mis camisas huelan a ti. —no era tan falso, pero tampoco tan cierto.

—¿Jimin? —el mencionado negó.

—No traje más que la que estoy usando ahora.

—Dormiré con esta entonces. —dijo al tener una camisa de vestir de manga larga blanca.

Mala hora para decidir dejar atrás sus pans y sudaderas.

—Será incómodo, te va a dar calor y picazón. —opinó el moreno.

—Entonces préstame una camisa tuya. —el alfa mayor lo miró y después asintió.

—Quítate esa que tienes, iré a buscar alguna que no utilice seguido para que se te quede. —Namjoon salió de la habitación para ir en busca de una playera.

El pelinegro comenzó a desabrochar los botones de su camisa. Jungkook era inteligente y serio, pero era un completo ingenuo con sus amigos.

—Jin... —Namjoon tocó a la puerta de la habitación que compartía con su omega. —Trae a Taehyung, ya está listo Jungkook. —susurró cuando su esposo abrió la puerta y asomó la cabeza.

—Está bien, lo llevaré en unos minutos. —ambos sonrieron y Namjoon regresó a la habitación donde estaban sus amigos.

El mayor entró, pero no cerró la puerta, su intención era obvia. Quería que Taehyung viera el cuerpo del alfa, porque recordemos que esa es una etapa de enamoramiento impuesta por el moreno.

—¿Y la camisa? —preguntó un Jungkook semidesnudo, no traía puesto nada en la parte superior del cuerpo.

—Jin la traerá, no podía pasar a un cuarto lleno de omegas. —Jungkook asintió en acuerdo.

La idea de que vea a Taehyung cambiarse, no le agradaba para nada.

—Bueno, igual pu- —fue interrumpido por la voz de un omega que ingresaba a la habitación con una playera en sus manos.

—Aquí tiene la camis- —Taehyung se quedó inmóvil en la puerta. No entrando ni saliendo, únicamente ahí, parado con la vista fija al alfa.

Todos pudieron sentir el aroma que Taehyung estaba soltando para Jungkook. El alfa moría por gruñir y ordenar que no respiren para que no disfruten del olor a melón que inundaba la habitación.

—Gracias. —Jungkook caminó hasta el omega y agarró la camisa, pero al intentar obtenerla, Taehyung no lo permitió. —¿La puedes soltar, por favor? —el omega despertó de su sueño y soltó la camisa.

—Sí, perdón, ammm, nos vemos en... Sí, bueno, adiós. —dijo rápidamente antes de salir corriendo rumbo a la habitación donde estaba con los omegas, algunos betas y los cachorros.

—No puedo creer que te haya intentado atraer con sus feromonas. —comentó un beta, amigo de Namjoon y del pelinegro. —¿Estás irritado? —él desconocía la situación de Jungkook con el omega.

—¿Irritado? Déjame decirte algo, Hyunbin, Jungkook está loco por ese omega. —el beta lo miró sorprendido y Jungkook únicamente veía fijamente a Jimin, que era quien hablaba.

—Y por lo que pasó, es obvio que el omega está igual. —Namjoon complementó lo dicho por el alfa pelirrubio.

—¿Es verdad eso Jungkook? —el beta preguntó en tono bromista, pues sabía de los antecedentes del alfa.

—Ya basta, si vuelven a hacer algo así, juro que los haré arrepentirse. —la amenaza era real, pero no por lo que pensaban todos.

Jungkook no soportó que todos sintieran el aroma seductor del omega.

Ese aroma solamente debía olfatearlo su lobo.

Todos continuaron cambiándose, evitando tomar el tema de nuevo y mientras, un omega todo sonrojado estaba arrepintiéndose de haberle hecho caso a Jin que le pidió llevarle la camisa al alfa.

Realmente, no se arrepentía tanto.

Jungkook estaba siendo arrastrado por el cachorro castaño para ingresar a la tienda de campaña. Taehyung los seguía en silencio.

El alfa no tenía ni idea de cómo iba a soportar no caer ante sus instintos, no sabía cómo actuar con el omega a sus espaldas.

Yeonjun solo sonreía de oreja a oreja por la idea de que dormiría con sus dos papás. Él sentía a su lobito mover la cola feliz de solo imaginar que esa tienda iba a ser el nido familiar.

—Bien, vamos a dormir. —dijo el pelinegro una vez que ingresó a la tienda y se sentó en el acolchonado suelo.

Jin había hecho que las casas de campaña estén acolchonadas de extremo a extremo y todas eran casas enormes.

Menos la que les tocó a Taehyung y Jungkook.

La excusa del omega fue que él pensó que solo sería para Taehyung y su cachorro, así que no les dio una muy grande porque le parecía innecesario.

Seokjin era muy bueno en lo que hacía.

—Papá, Yeyu quele ablazo. —dijo mientras se frotaba los ojitos con sus manos hechas puños. —Yeyu quele que papá lo ablace. —extendió sus brazos y el corazón de Taehyung se aceleró al ver la escena.

Jungkook había recibido al cachorro entre sus brazos, lo recostó y después él se acostó a un lado del menor. Yeonjun estaba sobre su brazo, pero se acercó más a su papá y pegó su nariz al pecho del alfa.

El pelinegro rodeó el diminuto cuerpo con sus brazos, dándole el confort que Yeonjun buscaba, haciendo que su respiración sea tranquila y amena. El cachorro estaba entre los brazos de su papá, que le acariciaba suavemente sus cabellos.

El lobo de Taehyung estaba feliz de saber que el hombre elegido como su alfa, estaba a gusto con el cachorro, aun sabiendo que no era suyo.

Lo que el omega no entendía, era que el lobo del alfa, ya había hecho al cachorro su hijo y Yeonjun, ya formaba parte de la manada que el alfa protegía.

—¿Te quedarás ahí parado toda la noche? —le preguntó el alfa al omega y Taehyung solo sonrió nervioso.

¿Dónde se supone que va a dormir?

—Papi, dueme aquí —extendió su mano hacia su papá omega, sin abrir sus ojos o mover su naricita del pecho del alfa. —, con Yeyu. —Taehyung tomó la mano de su hijo y se recostó del otro lado.

Taehyung y Jungkook estaban de frente, siendo Yeonjun la barrera entre ambos. El pequeño cachorro se sentía seguro estando en medio de sus padres, su lobo no podía estar más a gusto que ahora.

Pero Jungkook no podía dormir.

¿Cómo hacerlo? Si su lobo no paraba de exigir marcarlos con su aroma para dejar en claro que ya eran su manada.

Su familia.

—Yeyu... Ama a... Papi y... Ama a papá... —decía entre bostezos antes de cerrar sus ojos y dejarse guiar al mundo de los sueños.

Taehyung no podía dormir, al igual que el alfa, su lobo estaba inquieto. No podía soportar tener al alfa a su lado y no poder hacer nada para marcarlo como suyo.

El omega también quería liberar su aroma, pero estaba haciendo todo lo posible para no hacerlo. Siguiendo el consejo de Jin.

Taehyung es inconsciente de que ha atraído al alfa con sus feromonas, ya dos veces. Tampoco sabe que el alfa ha disfrutado de su aroma en esas dos ocasiones.

—¿No puedes dormir? —preguntó el alfa al sentir al omega inquieto.

Su lobo le alertó que el omega no estaba bien, algo estaba causando su incomodidad.

—¿Eh? Oh, sí...

—Si te incómoda que yo esté aquí, puedo irme una vez que Yeonjun esté profundamente dormido. —el pequeño tenía atrapado la camisa del alfa con su manita.

—No, está bien, es solo que no suelo dormir fuera de casa y me inquieta un poco. —dijo la primera excusa que se le cruzó por la cabeza. —Buenas noches. —dijo antes de cerrar los ojos con fuerza y fingir estar dormido.

—Buenas noches... —el alfa sonrió, sabiendo que el omega no dormía.

La noche estaba tranquila, el pelinegro no se había dormido, pero el omega sí. Incluso estaba soltando leves ronquidos bajos que hacían reír al menor. Yeonjun estaba en medio de ambos, con las piernas y brazos extendidos.

Los ojos del alfa estaban por cerrarse y dejarse llevar a soñar, pero el sollozo del cachorro lo despertó.

—Papá... —comenzó a llorar, el omega en seguida se alertó al sentir el sufrimiento de su cachorro por el vínculo que compartían.

—¿Qué pasa cariño? —Taehyung se apresuró a acercarse a su cachorro para saber qué es lo que le ocurría. El alfa también estaba atento a lo que diría.

—Yeyu quele vovel a casa. —sus ojos llorosos rompían los corazones de ambos mayores.

—¿Quieres que los lleve a su casa? —le preguntó Jungkook a Taehyung, que negó. —Pero él no está bien. —argumentó preocupado.

—Solo tuvo un mal sueño, a veces llora cuando los tiene. —el omega era quien mejor conocía a su hijo.

—¿Papi pude ablazal a Yeyu? —Taehyung asintió y volvió a recostarse para que Yeonjun pueda acostarse sobre de él. —¿Papá pude ablazal a papi y Yeyu? —esta vez, la pregunta iba hacia el alfa. —Yeyu tene medo. —Taehyung no sabía cómo sentirse ante la petición de su hijo.

Su boca estuvo por decir "no te preocupes, sé que es molesto. No tienes que hacerlo".

Su mente así lo pensaba, pero el alfa pensaba completamente distinto a él.

Jungkook se acercó a ellos y los abrazó a ambos, su lobo liberó feromonas de protección, ya dándole igual su autocontrol e imagen de alfa indomable.

El cachorro, y Taehyung, olfatearon las feromonas de Jungkook, esas que los envolvían como un manto liviano que adormecía sus almas.

Un aroma a uva fresca que les dejaba en claro que podían dormir tranquilos, pues el alfa los protegía con su vida.

Y así, tanto omega como cachorro, se dejaron adormecer por la fragancia somnífera que inundaba toda la tienda de campaña.

Jungkook sintió al castaño soltar sus propias feromonas, haciendo una combinación armoniosa con las que él había esparcido.

Yeonjun sintió los aromas de sus padres, cobijarlo y enviar lejos sus malos sueños, la linda sonrisa que estaba en sus labios, era prueba suficiente de que estaba feliz.

Yeonjun al fin sentía que estaba en un nido familiar y que ahora no tenía que proteger a su papi de los alfas y betas feos que siempre se le acercan, él ya no tenía que hacerlo más...

Porque ahora su papá los protegería a ambos.

Su papá Kook era fuerte, su aroma lo hacía feliz y lo amaba.

Su papá Kook al fin lo amaba y su lobito sabía que así era, porque mediante el vínculo que habían creado, el gran lobo alfa de Jungkook, acunó al cachorro lobo de Yeonjun.

Tal como los humanos se abrazaron para dormir, sus almas lobunas se acurrucaron para sentir el calor en sus corazones.

Los tres lobos se habían conocido.

El vínculo fue establecido.

Jungkook se despertó a mitad de la madrugada, sus brazos estaban entumecidos por el peso que estaba sobre de ellos.

No sabe cómo pasó exactamente, pero Yeonjun ya no estaba sobre de Taehyung ni siendo el centro del abrazo.

Ahora, el alfa estaba en medio, Yeonjun estaba de su lado izquierdo siendo arropado por su brazo y del lado derecho, tenía a un precioso omega que se aferraba a él sin vergüenza alguna.

Taehyung estaba con una pierna y un brazo sobre el cuerpo del alfa, y recostaba gustoso su cabeza sobre el pecho fornido del menor.

Jungkook tenía su brazo rodeando la esbelta cintura de Taehyung. El lobo del alfa estaba emocionado, tenía a las dos personas que quería proteger, entre sus brazos. Y dormían pacíficamente, confiándole a él su seguridad.

El pelinegro no le impidió a su lobo liberar más feromonas, por hoy no quería limitarse a sentir la conexión con su lobo porque él también estaba deseoso de hacerlo.

Taehyung sintió las feromonas del alfa y su nariz comenzó a buscar la fuente de donde se emitía ese aroma a uvas.

Jungkook sintió una corriente por todo el cuerpo, iniciando en su cuello, cerca de la glándula del olor, cuando Taehyung rozó su nariz contra su sensible piel y comenzó a inhalar su delicioso aroma.

El omega no estaba despierto del todo y tampoco estaba tan consciente debido a las alucinaciones causadas por las feromonas con olor a uvas que invadía su mente.

La nariz de Taehyung se rozaba con delicadeza por toda la piel del alfa, disfrutando de la suavidad y aroma que poseía.

El pelinegro apretó su mano en la cintura del omega, sin pensarlo realmente, buscando aliviar la sensación de cosquilleo que le dejaban las caricias dadas por la respiración del omega en su piel.

Taehyung se quedó ahí, durmiendo y disfrutando de lo que se podría convertir en su adicción favorita. Jungkook no hizo nada, ni siquiera dejó de soltar feromonas, solo cerró los ojos y apretó a ambos entre sus brazos.

Se sentía feliz y por primera vez, Jungkook sonrió enormemente, sintiendo que la sonrisa en su rostro, era la prueba de que ya amaba a estos Kim, aunque, cambiarles el apellido a Jeon... No sonaba mal.

Jungkook suspiró una última vez antes de volverse a quedar en calma y dormirse sin soltar a ninguno, Yeonjun estaba plenamente dormido, feliz de la mezcla que creaba el melón y la uva, sintiéndose seguro y amado.

Sintiéndose en casa.

Holiwilis ♡

¿Qué tal este capítulo?

Espero les haya gustado, recuerden que amo leer sus comentarios :3

Les diré una cosa y las que ya la leyeron la otra versión pueden confirmar esto; Esta historia es suuuuper melosa y cursi.

Advertidos están JAJAJJA

Este es uno de los capítulos que más amé escribir, aunque mi favorito es el 21 JSJJSJSJSJSJ

Muchas racias por leer, las amo preciosuras 💜✨

*Mali fuera*

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