—¡PAPÁ!

El pequeño grito de un niño y unos pequeños brazos rodeando su rodilla hicieron que bajara la mirada, encontrándose que dos redondos y brillosos ojos estaban mirándolo expectantes.

—¿Hola? —saludó serio el alfa viendo cómo el cachorro, de rulitos en los cabellos, sonreía al oír su gruesa voz.

—¡PAPÁ! —gritó de nuevo dando un corto salto sin soltar sus pequeñas manos del mayor.

—No soy tu papá, ¿dónde está tu madre? —el infante pareció no entender, él no tenía mamá.

—Yeyu no tene eso. —el característico hablar de un niño de 4 años resonó en el oído de Jungkook.

No le gustan los bebés.

—Bien, te llevaré a la cabina del museo. —su voz en tono desagradable al ver cómo Yeonjun babeaba su costoso pantalón.

Al escuchar las palabras "te llevaré" el pequeño sintió a su lobito mover la colita feliz. El niño extendió sus brazos hacia Jungkook, dando a entender que quería ser sujetado en brazos.

—Sabes caminar, así que camina. —se alejó al verse libre de esos bracitos que considera desagradables.

El pequeño no pudo evitar hacer un pucherito y cerrar los ojos con tristeza. Su lobo bajó la cabeza y guardo la cola, estaba decepcionado.

—Hey —la voz del mayor sonó y el niño lo miró. —, dame la mano, si te pierdes será un problema. —el cachorro castaño no entendió muy bien las palabras dichas por aquel hombre, pero al ver la mano extendida, volvió a ser feliz.

Corrió hacia Jungkook y extendió su brazo, su manita siendo completamente rodeada por la del mayor. Su lobo interior estaba que no paraba de brincar, estaba feliz, quería jugar.

Jungkook sintió a su lobo arisco hacia el menor, pero con un leve sentido de preocupación, quería alejarlo, pero no lo hacía por miedo a que se lastime.

Era algo básico del ser humano, según el pelinegro.

—¿Y ese niño? —su hermano, Jimin, hizo acto de presencia al verlo tomando la mano de un niño. —¿Acaso es tu hijo ilegítimo? —preguntó con asombro el alfa pelirrubio mientras se llevaba una mano a la boca.

—No es mi hijo, se perdió y lo llevaré a la cabina del museo para que ellos se encarguen. —informó el pelinegro en un tono muy monótono para el gusto de su hermano.

—¡Papá! —Yeonjun gritó yendo hacia Jimin.

El de cabellos rubios vio a la diminuta figura abrazar su rodilla y sonrió, haciendo que sus ojos se vuelvan medias lunas.

—Al parecer es mi hijo. —Jimin se agachó para tomar al niño en sus fuertes brazos y el pequeño no tardó en abrazarse a su cuello.

—¿A todos les dices papá o qué? —reprendió el pelinegro, ignorando el gruñido de su lobo.

—Es que dijiste que no lo eras, así que se buscó un nuevo candidato. ¿Verdad hermoso? —Jimin le golpeó levemente la naricita con su dedo índice, al tiempo que le sonreía amablemente al niño.

—¡Papá! —Yeonjun se desprendió de Jimin y saltó, sin aviso previo, a los brazos de Jungkook.

El pelinegro, afortunadamente, reaccionó a tiempo para atraparlo y evitar que cayera al piso, sintió a su lobo tensarse al sentir al cachorro en peligro.

"Algo común en alfas", se convenció Jungkook internamente.

—¡Bribón! —se quejó el alfa mayor.

La sonrisa de satisfacción en el rostro de Yeonjun dejaba una gran duda en Jimin.

¿Lo uso para llegar a Jungkook?

No, no podía ser eso, es un bebé, no sería tan astuto como para fingir encariñarse con el objetivo de que al abrazarlo, podría tener una oportunidad de ser cargado en brazos de Jungkook. Claro, un bebé no podría hacer eso.

—Bueno —Jungkook intentó bajar al pequeño para que camine, pero Yeonjun se aferró a él. —, bájate, no te voy a cargar hasta ahí. —esas palabras fueron dichas seriamente, buscando que no existan reclamos y acceda.

Yeonjun hizo un pucherito y su labio inferior comenzó a temblar al tiempo que sus ojos se iban cristalizando y cerrando.

—No-

Jungkook no alcanzó a terminar su frase cuando el llanto desgarrador del infante se hizo escuchar. Yeonjun lloraba cómo si le hubiesen cortado una mano.

—Felicitaciones Jungkook, lo hiciste llorar. —felicitó sarcásticamente el mayor, viéndolo acusatoriamente.

—Toma —intentó despegar al koala con aspecto de niño, que sostenía su camisa en pequeños puños con una fuerza poderosa. —, cálmalo. —casi suplicó el pelinegro.

—Aaaa no, tú lo hiciste llorar, tú te encargas. —negó la oferta, casi súplica, de su hermano menor. —Usa tu aroma o algo. —Jungkook lo miró mal, eso era algo muy íntimo.

Un alfa no podía ir por ahí, utilizando sus feromonas de protección en cualquier cachorro que se cruce, eso solo era para sus hijos, para sus propios cachorros.

No usaría algo así con cualquier cachorro.

También estaba el hecho de que si el padre alfa olfateaba sus feromonas en el pequeño, podría matarlo o atacarlo, era ponerlo en peligro también.

—¿Sabes lo que podría hacerle su padre alfa si lo olfatease?

—El hecho de que no tenga un olor alfa en él, significa que no tiene un padre alfa, además, le dice papá a cualquier tipo, eso también deja mucho por pensar.

Jimin tenía razón, no había rastro de un protector de feromonas, todos los alfas hacen eso con sus cachorros para evitar que sean intimidados o atacados.

—Entonces usa tus feromonas. —Yeonjun en cada segundo aumentaba su llanto, llamando la atención de los visitantes del museo, ya que debe estar todo en calma.

—Yoongi me castraría si hago eso con un cachorro ajeno. —Jimin fingió un temblor en todo su cuerpo, demostrando lo que le causaba el solo pensar en la reacción de su omega al enterarse de que estaba esparciendo sus feromonas de protección.

—Shhhhu, oye, mmm, hey, niño, cállate, por favor. —Jungkook lo trataba de calmar con palabras muy toscas.

—Se nota que no le sabes. —habló el, autoproclamado, experto en niños. —Dámelo, pobre, si sigue contigo terminará con solo 20% de agua en su cuerpo. —Jimin llevó sus manos al cuerpo del niño y este, al sentir que iba a ser despojado de su padre, gritó aún más.

—Genial, eres genial, Jimin. —lo fulminó con la mirada, Yeonjun no se soltaba de la camisa de Jungkook y parecía no tener la intención de hacerlo. —Hey... —Bien, Jungkook no era bueno con los niños, razón por la que no quiere tener hijos, pero haría su mejor intento, solo quería que sus tímpanos dejen de doler por el fuerte sonido de los llantos del bebé. —¿Quieres un helado? —el intento de voz amable, salió mal, pero logró captar la atención del menor.

—¿Heyado? —Yeonjun lo miró a la cara, sus ojitos rojos e hinchados, su naricita llena de mocos y roja de tanta fricción, hacían que se vea extremadamente tierno. —Yeyu quere heyado, de fesha es mi favolito. —la frase fue dicha con dificultades, pues el llanto había hecho que no pudiera controlar muy bien su respiración.

—Bien, te compraré el helado de fresa, así que deja de llorar, ¿sí? —el menor asintió y se limpió las lágrimas de su rostro con sus manitas regordetas.

—¿Papá le compla heyado a yeyu? —Jimin casi escupió su lengua al ver la cara que puso Jungkook cuando el menor lo llamo papá.

—No soy tu- —los ojos, que se habían tranquilizado, comenzaron a llenarse de lágrimas nuevamente y su labio inferior empezaba a temblar, era mala señal.

—Solo síguele el juego, ¿qué te cuesta? —lo reprendió el mayor.

Jungkook suspiró, temía iniciar una nueva ronda de llanto del menor, así que solo se rindió ante este infante de cabellos castaños.

—Sí... papá lo comprará... —Yeonjun sonrió en grande, su lobito se removía feliz.

—¡VAMOS POR HELADO! —gritó Jimin, alzando su mano al estilo Superman y caminando hacia la cafetería dónde comprarían el bendito helado.

—¡VAMOOOSH! —Le siguió el menor con una desbordante felicidad.

Mientras Yeonjun pasaba un buen momento, su padre omega estaba con los nervios a flote y los ojos llorosos al no poder encontrar a su cachorro.

Después de un rico helado, Jungkook y Jimin llevaron a Yeonjun para que sea voceado, no tardó ni 5 minutos del anuncio para que un omega soltando un olor agrio llegase al lugar.

—MI HIJO, ¿DÓNDE ESTÁ MI BEBÉ? —las lágrimas de Taehyung parecían no tener límite, salían sin miedo a acabarse.

Los tres alfas en la cabina (Jungkook, Jimin y la encargada), estaban con sus pulmones en pausa, no queriendo inhalar mucho de ese aroma, el omega estaba realmente mal.

—¡PAPI! —Yeonjun se bajó de la silla, entre Jimin y Jungkook, para correr hacia su padre, que lo abrazo fuertemente, apenas lo tuvo a unos centímetros de él.

—Mi amor, mi bebé, mi niño... —Taehyung lo besó por todo su pequeño rostro mientras lloraba, pero de felicidad y alivio. —Yeonjun, mi corazón, mi todo. —lo abrazó fuerte para impregnar sus feromonas protectoras en él, aunque con la diferencia de que no surgía el mismo efecto que las feromonas del alfa.

—¡Papi, no lloles o Yeyu llola! —su tono infantil tenía una pizca de tristeza.

El menor se libró de los brazos de su padre para enfrentarlo.

—Papi no va a llorar, ¿de acuerdo? —Taehyung se limpió las lágrimas y sonrió para su hijo. —Pero Yeonjun debe prometer que no volverá a alejarse como lo hizo hoy, ¿promesa? —Taehyung alzó el dedo meñique y el pequeño no tardó en asentir y unir su meñique al de su amado papi omega.

Una vez que estuvo más tranquilo, Taehyung se percató de la presencia de tres alfas y dejó de liberar sus feromonas, luego se aclaró la garganta y tomó a su cachorro en brazos.

—Lo siento mucho, les he causado muchos problemas. —dijo una vez estuvo cerca de los tres alfas.

—No, al contrario, creo que te preocupamos, debimos venir cuando apenas lo encontramos. —corrigió Jimin.

—Ellos son los hombres que encontraron al menor y lo trajeron a nosotros para vocearlo. —aclaró la hermosa alfa con uniforme.

—Oh, mil gracias, en serio, gracias por ayudarme a encontrarlo. —el castaño hizo una reverencia al enterarse de la buena acción.

—No hay problema, como dije, debimos venir antes, es solo que estaba llorando demasiado y decidimos llevarlo a comer un helado para tranquilizarlo. —omitiendo la verdadera razón por la cual había llorado.

—Déjeme pagarle el helado- —Taehyung estaba por sacar su billetera cuando la voz del que no había hablado hasta ahora, resonó.

—No hay necesidad de hacer eso, Yeonjun se ganó el helado. —Yeonjun sonrió al escuchar su nombre en boca del que creía su padre.

—¡PAPÁ! —el infante gritó al tiempo que veía a Jungkook con una gran sonrisa.

Jimin se aguantó la carcajada que picaba en su garganta, amenazando salir.

—¡Yeonjun! —lo reprendió su progenitor. —Él no es tu papá. —miró a Jungkook con las mejillas rojas de vergüenza. —Lo siento, él no suele ser así, quizá está en shock por haberse perdido. —intentó justificar a su hijo.

—No se preocupe, bueno, con su permiso, tenemos que ir a una exposición. —Jungkook le restó importancia al asunto, solo quería regresar a su vida normal.

—¿Cómo puedo agradecerles su amabilidad? —les preguntó a los hermanos, estos se miraron y luego al omega.

—No es necesario, cualquiera hubiera hecho lo mismo. —Taehyung negó, insistiendo. —Tengo un sobrino de la edad de su hijo, así que solo fue como si estuviera cuidando de él. —informó el mayor, recordando al hijo del hermano de su omega.

Ya que Yoongi era su omega, los sobrinos de su omega, también son sus sobrinos.

—Entiendo —Taehyung se sorprendió al notar que no se había presentado. —, qué maleducado de mi parte. —tomó su cartera y sacó dos tarjetas de presentación. —Soy Kim Taehyung, desarrollador de juegos y programaciones virtuales. —entregó una tarjeta a cada uno de los hermanos. —Si algún día necesitan un programador, sería un gusto poder devolverles el favor. —sonrió, sus brazos sujetaron con amor al menor que dormitaba, estaba cansado.

—Con tanto alboroto olvidamos lo básico —bromeó Jimin. —, yo soy Park Jimin, soy bailarín contemporáneo y este —agarrando el hombro de Jungkook. —, es mi hermano menor. Dejaré que él mismo se presente. —Jimin le entregó su propia tarjeta de presentación a Taehyung, quien la aceptó con gusto.

—Jeon Jungkook, diseñador de ropa y fotógrafo profesional. —respondió monótonamente. —No traje tarjetas de presentación, una disculpa.

Taehyung no prestó mucha atención a la diferencia de apellidos, se sorprendió más al saber la ocupación del pelinegro, pues la imagen del pelinegro no dejaba a relucir que se dedicase a la moda, a diferencia de su hermano. Jimin tenía toda la pinta de alguien dedicado a la danza o algo artístico.

El omega no tomaba en cuenta que las prendas de Jungkook eran sencillas, pero costosas.

—No se preocupe, gracias de nuevo, debo irme, fue un gusto conocerlos. —con eso dicho, Taehyung salió del interior de la cabina.

Ambos hermanos salieron unos minutos más tarde, despidiéndose de la alfa que los había ayudado a encontrar al padre del menor, ella había vuelto a su puesto de trabajo, apenas presentó a los hermanos.

—Su hijo sacó toda su cara. —comentó Jimin al recordar que Yeonjun era una copia exacta de su padre. —¿No crees? El niño literalmente tenía la cara de su padre en el rostro, me sorprende la genética. —hablaba animado sin percatarse de que su hermano no estaba en la plática. —¿Cómo será su padre? Ojalá no sea un alfa maldito y los haya abandonado, es decir, tenía un tierno cachorro y un omega hermoso, si huyó, está idiota. —su tono de disgusto, era evidente. —Aunque puede que ese no sea el caso, ¿tú qué crees? —miró a su hermano que no estaba para nada escuchándolo. —¡JUNGKOOK! —lo golpeó en la parte trasera de su cabeza y este lo miró, masajeando el área afectada.

—¡ME HICISTE PERDER UNA BUENA IDEA! —gruñó el menor. —¿Sabes cuánto me cuesta crear un diseño?, ¿crees que solo hago lo primero que surca mi mente? —lo regañó. —No vine aquí a escuchar chismes, vine por inspiración, me dijiste que me ayudaría y justo cuando estoy teniendo una gran idea, me la sacas volando de la cabeza. —Jimin solo lo miraba asustado, se había olvidado de por qué lo trajo al museo.

—Me estoy haciendo, voy al baño. —fue lo único que dijo antes de irse, Jungkook enojado era un peligro.

Porque seguro lo acusaría con Yoongi.

—Idiota. —Jungkook estaba teniendo la idea perfecta.

Un vestuario perfecto para un omega masculino, un vestuario que represente el amor puro de un omega y su cachorro.

Un amor puro.

Como la de ese padre y su hijo, no creyó ver al padre del pequeño Yeonjun así de mal, pensó que solo estaría un tanto alterado, pero estaba llorando terriblemente intenso.

Su mente estaba diseñando un gran vestuario y la risa en sus labios captaba las miradas ajenas.

El gran diseñador, Jeon Jungkook, volvería a crear un diseño único y de ensueño.

Holiwilis ♡

¿Qué les pareció este capítulo?

Espero les haya gustado, adaptar es muy difícil eh, ver que todo cuadre con la personalidad de cada uno fue complejo.

Si hay alguna incongruencia, me avisan porque no soy muy buena en esto, pero aquí me tienen porque quería leer a Jungkook en el papel de alfa gruñón que cambia a ser mandilón JAJAJAJAJJA

Ya le tocaba XD

Como siempre, les agradezco el apoyo y les recuerdo que las amo 💜✨

*Mali fuera*