No podía concentrarme ni pensar con claridad, los nervios que me provocaban el estar a punto de enfrentarme con mi pasado me hacían arder hasta los mas íntimos rincones de mis venas. De camino a casa de Alex pensé mil maneras de explicar el que haya regresado y esta vez con la intensión de Hablar con su Hermana, pero ninguna sirvió, era inutil claramente ninguna idea coherente iba a salir de mi cabeza en estas condiciones.

Al adentrarme a la propiedad de los Bledel sentí como el estómago me daba un vuelco al encontrarme con el padre de Natalia saliendo de la misma, espere e implore porque siguiera su camino sin decirme nada pero como era de esperarse Dios no atendió mi petición, supongo que la habrá enviado a archivos como siempre.

—Tomas creí que ya te habías ido —me abordo el señor Bledel acercándose por la ventanilla de mi vehículo mirándome de la misma forma despectiva que lo había hecho anteriormente al saludarlo dentro de su casa.

—De hecho así fue Señor, tuve que regresar porque olvide mi billetera —mentí esperando que el mis gestos fueran creíbles.

—Entiendo —respondió no demasiado convencido y poniendo el brazo sobre mi hombro me apretó con fuerza inyectando su grisácea mirada en mis ojos nerviosos cual cazador a punto de devorar a su presa lenta y dolorosamente —, Tomy querido por favor no te acerques a mi Solecito porque te juro que si lo haces esta vez si te reviernto los huesos.

Congelado por la repentina amenaza no me quedo otra mas que asentir en forma positiva  y esperar hasta que el padre de Nath se alejara para volver a respirar. Puse marcha a mi auto y espere estar frente a la puerta de la casa de los Bledel para detenerme. Esta muy, demasiado nerviosos pero es no me detendría para hacer lo que había venido a enfrentar.

Ya frente a la casa toque el timbre y espere paciente hasta que una figura femenina de materializo en la entrada.

Muy corto..... lo sé ¡Pero prometo compensarlo en el siguiente!