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Capítulo 7: Problemas y verdades

—¿Tú crees que sea necesario?

—Por supuesto, haré todo lo que esté a mi alcance para que eso se logre.

Jungkook no estaba del todo seguro de la idea de SeokJin. Tener un horario por la noche significaría contratar más personal y existían posibilidades de que algo así se logre. Sin embargo, Jungkook era de las personas que más pensaba en los contras que pros de una situación.

—SeokJin...

Sus palabras se interrumpieron cuando las puertas se abrieron notando así ingresar a Jimin, ambos de hecho se habían percatado que estaba algo cansado o preocupado, siendo algo normal en un estudiante. Al menos así lo creían.

—Buenos días señores —mencionó, realizó una reverencia y sonrió con debilidad—. Permiso.

—Buenos días Jimin —ambos Alfas saludaron solo que Jungkook era el más preocupado de ambos. Podía notar que alguna situación tenía de esa manera a Jimin.

—¿Ocurre algo Jungkook? —cuestionó SeokJin con una sonrisa.

—Sí —respondió con cierta seriedad—. Necesito que empieces a trabajar, yo tengo algunas cosas que hacer. Enviaré a alguien para que esté durante mi ausencia.

Sabía que con lo que había dicho, no admitiría réplica alguna o esperaría cierta insinuación por parte de su amigo sacando las cosas de contexto. Pero estaba hablando con Kim SeokJin, alguien que podía ser igual o más dramático de lo que se esperaría.

—¿Irás a ver a una familia nueva?

—No, debo ir a hacer las compras.

No solían hablar de lo que hacían frente a los trabajadores dentro del restaurante, tal vez SeokJin estaba aprovechando el momento ya que no habían llegado todos todavía.

—Bueno, bueno —SeokJin sonrió— tal parece que no te levantaste de un buen humor. Ya no molesto más.

Hizo un movimiento de cabeza mientras sonreía, no había empezado mal su mañana, solo que estaba algo inquieto. Eso era todo.

Salió del restaurante con la idea de despejar sus pensamientos, haría las compras necesarias y vería la manera de quitarse esas malas vibras. Eso no ayudaría para nada al restaurante.

¿Pasaría algo interesante en este día? Tal vez, y él se estaba molestando por no hacer que SeokJin piense con la cabeza fría con el hecho de tener un nuevo horario.

—Vamos, vamos Jungkook —masculló para sí cuando subió a su auto—. Siempre piensa en positivo.

Debió pasar al menos dos horas, que fue el tiempo en el que se perdió haciendo las compras y conversando con algunos conocidos. Un tiempo corto a diferencia de otros días, pero cuando llegó al restaurante no esperaba ver a muchos de sus trabajadores con los rostros de preocupación y algo más que no podía descifrar debido a su ignorancia de la situación.

Incluso SeokJin se había juntado con los demás.

—¿Ocurre algo? —preguntó, sabía que estaba entrando con algunas bolsas, pero no quería parecer un desconsiderado al pedir ayuda si todos estaban en otra situación.

—Jimin acaba de desmayarse —dijo SeokJin, los meseros asintieron mientras dejaba las cosas en algún lugar de la recepción—. Recibió una llamada que al parecer le causó una fuerte impresión. Deberías llevarlo a casa, tal vez no ha comido o descansado bien.

No podía negarse, sabía que Jimin hacía lo posible por cumplir en su trabajo y en la universidad, por lo que no era para sorprenderse este episodio. Jimin no era precisamente la imagen de un estudiante modelo con una buena alimentación.

—Claro. Ayúdenme a llevarlo a mi auto.

Dos de los meseros lo ayudaron, el Omega parecía ir recuperando el conocimiento con cierta dificultad, pero estaba diciendo palabras incoherentes. Pidió que trajeran sus pertenencias ya que le daría el día libre, si estaba cansado no tenía por qué exigirse demasiado, mucho menos poner su vida en riesgo.

—SoYeon —le escuchaba decir, tal vez se trataba de una amiga o alguien especial. Jungkook no era de preguntar muchas cosas de la vida privada de sus meseros.

Una vez que le entregaron las cosas de Jimin, él tuvo que pedirles que lo esperaran ya que no tardaría demasiado. Toda esta situación se le hacía demasiado para un estudiante.

Mientras iba manejando, podía escuchar los balbuceos del Omega. Jimin no dejaba de repetir el nombre, y aunque conocía la dirección del lugar en el que vivía, dudaba demasiado de conocerlo en realidad.

Pudo notar gracias al espejo del retrovisor que Jimin despertaba y estaba confundido sobre el lugar donde estaba.

—Gracias por despertar, estamos yendo de camino a tu casa...

—Pare por favor —la interrupción de Jimin lo preocupó.

—¿Qué?

—Le estoy pidiendo que pare... por favor.

Notaba que el Omega estaba alterado, no quería que se pusiera peor por lo que se estacionó a un lado del camino. Mantuvo sus manos en el volante, esperando a que Jimin hiciera algo, pero no pasó.

—¿Está todo bien? —preguntar algo así en este momento podía ser estúpido, pero no confiaba en el actuar del Omega— ¿Hay algo en lo que te puedo ayudar?

Jimin negó. Parecía buscar la manija de la puerta para salir, pero en el estado que estaba lo más probable que pasaría es que no pudiera caminar. Bloqueó las puertas, necesitaba que Jimin se tranquilizara.

—Abra la puerta por favor —Jimin forcejeaba y en medio de su frustración, empezó a llorar—. ¡Déjeme salir! ¡Tengo que ir a casa!

—Jimin, te tienes que tranquilizar —soltó el cinturón de seguridad, y volteó hacia la parte trasera—. Jimin por favor, cálmate.

—Tengo que ir a casa, mi hija... mi hija me necesita.

¿Hija? ¿Jimin tenía una hija?

El Omega había empezado a sollozar, y eso despertó en él todo su instinto de protección. Si había algo que no le gustara, era ver llorar a alguien. Podría ser una molestia para el Omega, y aunque forcejeaba para salir, no tuvo otra opción más que abrazarlo. Sí, era incómodo, considerando el hecho de que no estaba sentado al lado de Jimin pero se podría quejar después.

—Tranquilo —susurraba acariciando su cabello, incluso había hecho que su aroma fuera más suave para él—. Te llevaré a tu casa, tranquilo.

Lograr eso no fue complicado, al contrario, pareció funcionar para Jimin quien sólo empezó a temblar. Nunca antes había visto a un Omega tan agobiado.

—Solo dime dónde debo llevarte, tranquilo.

Cuando llegaron a la zona donde Jimin vivía, Jungkook se quedó en el auto a pedido del propio Omega. Pero eso no significaba que no observara lo que estaba pasando. Jimin se encontró con una mujer a la que abrazó antes para que después tomara en sus brazos a una pequeña niña.

¿Qué estaba pasando? Había presencia de muchas personas alrededor pero tampoco parecía pasar algo interesante.

Se bajó del auto con la esperanza de conocer la situación. Caminó hacia ellos y pudo escuchar la conversación de los dos adultos ahí.

—Tenías que quedarte callado —decía la mujer—. Jimin no me hubiera molestado ayudarte, ¿te imaginas lo que habría pasado si yo no llegaba? Esa mujer le habría hecho algo a tu hija.

—Solo... perdón, perdón, perdón —repetía Jimin abrazando a la pequeña que sollozaba en sus brazos—. Perdón amor, perdón.

—¿Puedo ayudar en algo? —su voz y presencia pareció llamar la atención de los tres ahí, por lo que en un intento de cortesía, saludó— Lo siento, soy Jeon Jungkook.

—Creo que no es el momento de presentaciones señor Jeon —la mujer estaba molesta, y lo entendía—. Y lamento si le parezco grosera, pero...

—Byul-Yi basta.

El ambiente era tenso, podía percibirlo. Observó a su alrededor notando que estaban sacando algunas cosas de un cuarto. Estaba todo tirado de aquí y allá, por lo que lo estaba llevando a hacerse preguntas muy extrañas sobre la vida de su mesero.

Una mujer más apareció, tenía el rostro enrojecido demostrando su cólera. Observó a Jimin con la rabia dibujada en sus labios.

—¡Qué bueno que apareciste Park! —exclamó para después bajar la voz— Te advertí que esto pasaría. Encima tenías una mocosa viviendo en ese lugar.

—No le voy a permitir que hable así de mi hija —el Omega fue duro con esa respuesta—. No tenía que hacer todo esto, le dije que le pagaría en su momento.

—Tiempo Park, eso era lo que no tenías —replicó la mujer—. Lo único que sabes hacer es mentir, dijiste que era un estudiante, que necesitabas un lugar para vivir ya que no tenías donde.

Jungkook conocía de antemano las razones por las que Jimin escondió que era padre. Aunque no le hubiera gustado enterarse de esta manera, no podía permitir que lo traten así. No después de ver todo por lo que estaba pasando.

—Señora —llamó la atención de la mujer y los demás presentes ahí, sacó su billetera sacando así una de sus tarjetas para extenderla hacia ella—. Jeon Jungkook, abogado de Park Jimin. Me gustaría ver el contrato de arrendamiento del lugar por favor.

—¿Perdón? —cuestionó la señora, ahora el rojo de su rostro no era por rabia, sino por vergüenza— ¿Abogado dice?

—Sí —sonrió, se abrió paso entre los dos amigos—. Cómo sabrá, para realizar un desalojo así se necesitan cumplir ciertos requisitos. De nuevo, ¿me podría mostrar el contrato o algún comprobante?

Sabía que no era de usar mucho su fama de abogado, pero en esta situación era justo que lo use. La señora en ningún momento se tomó la molestia de ir a su casa y traer dicho contrato por lo que, al menos serviría para darle una lección.

—Ya veo, fue un contrato solo con palabras —Jungkook pensó muy bien sus palabras antes de continuar, dirigió su mirada hacia el lugar donde habían echado las cosas del Omega—. Me temo que estamos ante un problema legal muy grande.

—Señor yo... espere por favor. Yo solo quiero que...

—Volveré más tarde —interrumpió— ya que mi cliente necesita tranquilizar a su hija. Vamos.

Holiis, hoy vengo con dos acts, si veis errores, avisadme porfiis. Espero que os guste. Se despide:

—almin♡

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