Capítulo 47: Asuntos sin resolver
⚠️Por favor no hacerle caso a los nombres de las ciudades.
-Prométeme que apenas lleguen allá, me vas a llamar -dijo JungKook mientras tomaba las manos de JiMin entre las suyas.
-Lo prometo, no tardaré mucho -JiMin lo besó cortamente y sonrió-. Solo serán tres días JungKook.
Jungkook todavía no aceptaba la idea de que su Omega se vaya de viaje con la pequeña que parecía concordar con él sobre regresar a Ulsan, sabía que era innecesario ahora que lo tenían a él. Según JiMin (y siendo el motivo por el que dejó que vaya), no faltaba mucho para que las clases inicien, así que le harían falta muchos papeles para tramitar si es que se iban a quedar en Seúl. La idea lo alegró porque podría buscar colegios cercanos a su hogar, además de usar ese poder de persuasión que JiMin manejaba muy bien; le besó por mucho tiempo para que lo deje ir. Se nota que ya lo conocía demasiado y cómo podía doblegarlo a su gusto.
-Papá, ¿en serio no me puedo quedar contigo? -fue la pregunta que le hizo SoYeon cuando él se puso de cuclillas para sonreírle.
-Tu papito necesitará de alguien que lo cuide -SoYeon sonrió ligeramente todavía un poco triste por la idea de que lo dejaría-. Además, necesitas traer tus cositas para que podamos decorar tu cuarto.
-Bien -la pequeña lo abrazó y besó su mejilla-. Iré. Regresaremos pronto papá.
Le devolvió el beso en la mejilla, despidiéndose de ellos mientras se anunciaba que el tren partiría. Aunque no estaba de acuerdo, tenía que aceptarlo. Esperó hasta que el tren partiera para poder regresar a casa, aunque no estaba acompañado de su familia, podría estar bien por tres días. Si no pensaba en positivo, estaba seguro de que se iría en el siguiente tren.
Pero acordó que los dejaría ir con la seguridad de que regresarían. ¿Qué podría pasar?
-¿Soy yo o JungKook parece triste? -escuchó preguntar a HoSeok mientras era acompañado de SeokJin, ambos sonriendo- Amigo, ellos regresarán pronto.
-Déjalo HoSeok -SeokJin le entregó una botella con agua que sujetó cuando estaba acostado en el sillón grande-. Es normal que se ponga así, ya que no ha estado lejos de ellos mucho tiempo.
-Aprovechando -HoSeok sonrió tomando asiento en uno de sus sillones y tomando una posición bastante seria-. No pude hablar contigo sobre la relación que tienes con JiMin.
-Oh, cierto -se levantó y sonrió hacia su amigo que ahora se había cruzado de brazos-. Me contó que eras muy sobreprotector con él, además de ser un lindo amigo.
Sus dos amigos le observaron como si hubiera dicho algo extraño, aunque la verdad era que con SeokJin ya había arreglado ese asunto, en cambio con HoSeok, que conocía demasiado a JiMin desde su adolescencia... parecía ser el más interesado en su relación actual.
-Si no dije nada antes -HoSeok soltó un suspiro- fue porque mi amigo estaba aquí. Tenía que esperar el momento adecuado para hablarlo.
-No sé porque siento que no me gustará lo que voy a escuchar -musitó SeokJin viendo el espectáculo entre los dos. Miradas directas y cortas sonrisas que pasaban a ser entrecejos fruncidos.
-JungKook -HoSeok sonrió cortamente-. Ya llegará el momento en el que JiMin te contará todo lo que pasamos juntos, sin embargo -cuando extendió su mano hacia él, aceptó tratando de parecer firme- te conozco a ti menos tiempo de lo que a él. JiMin es muy especial para mí, si las cosas no habrían salido al revés, tal vez ahora yo estaría en tu lugar.
-¿A qué quieres llegar con eso? -cuestionó con curiosidad.
-Que no podría confiarle a nadie más el cuidado de mi querido amigo, que a ti -todavía sosteniendo su mano, lo vio pararse instándolo a hacer lo mismo-. Ámalo mucho, sé que lo harás muy feliz.
JungKook se sorprendió de ser envuelto en un abrazo y recibir unas cuantas palmaditas en su espalda.
-JiMin no bromeaba cuando decía que eras igual o peor que un hermano mayor -dijo sonriendo mientras dirigía su mirada hacia SeokJin que parecía estar divertido con la situación-. Bueno, gracias por darme tu permiso de estar con él.
-No fue nada.
-Creo que HoSeok solo quería recordártelo -SeokJin rio-. Después de todo, sabe que si le haces algo, podrá arrancarte las pelotas.
-Auch -JungKook rio, aunque después soltó una carcajada cuando HoSeok asintió.
Se quedaron conversando de otros asuntos, recibiendo reclamos de Jung porque desde que todos están enamorados ya nadie parece recordar aquellas reuniones que tenían para beber y comentar tonterías. Fue hasta ese momento que recordó que tenía algo que preguntarles, se disculpó para subir hacia el primer piso a su habitación. Cuando llegó, sintió un poco de tristeza notando que el aroma de JiMin seguía presente; fue hacia su armario y sacó de ahí aquella polera que la pequeña usó la primera noche.
-Quería saber -llamó la atención de sus amigos después de que bajaras las escaleras- si es que ustedes sabían del origen de esta prenda.
Sus dos amigos solo sonrieron mientras SeokJin tomaba la polera con estampado de flores. Había pasado mucho tiempo, nada raro que no le respondan al instante.
-Oh, creo recordar algo -dijo HoSeok con una sonrisa pequeña-. ¿No fue de esa noche que hizo de las suyas?
Extrañado, tan solo les quedó mirando hasta que ambos se pusieran de acuerdo y obtenga una respuesta más completa.
-Fue hace mucho -SeokJin la dobló y lo dejó a un lado, sostuvo su lata de cerveza y bebió de ella un poco-. Siendo más específicos, poco después de que rompiste con YoonGi y estabas incontrolable, querías decorar una habitación con la idea de que tu hija te visitaría pronto. Fue... un poco extraño.
-Una noche hiciste que compráramos juguetes, ropas entre otras cositas -acotó HoSeok-. Pero al final, tu hermano nos dijo que deberíamos deshacernos de eso, que no te hacía mucho bien así lo hayas pedido. Tal vez dejamos esa polera sin querer.
¿Incontrolable? De seguro era la forma elegante que SeokJin tenía para decir que se había convertido en un alcohólico, aunque no creía que tenía un problema con el alcohol, las veces que se embriagó hasta perder la conciencia eran contadas y de seguro hizo tonterías. Parecía que estaba destinado a lastimar a las personas que más apreciaba o amaba; no recordaba mucho lo que había pasado después de dejar ir a YoonGi y preocuparse por otras cosas. Solo sus amigos y su hermano sabían lo que había hecho aquellos días que solo buscó como refugio al alcohol y, ahora no tenía la intención de hacer que se lo digan.
Tan solo había pasado un día solo y sentía que estaba de nuevo en aquellos días que se la pasaba a solas como si leyendo sus casos no le generara aquella sensación de pesar. Aunque ahora que tenía un lazo con JiMin, sabía que él regresaría pronto.
De cierta manera, extrañaba las risas de SoYeon por las diferentes habitaciones mientras jugaba con ellos. Oh cielos, de verdad los extrañaba.
Estaba por comer algo de ramen instantáneo cuando escuchó que llamaron a su puerta, al no esperar visita alguna, realmente estaba sorprendido de que lo vayan a visitar. Se dirigió a la puerta esperando ver a alguno de sus hermanos o amigos, no a su padre que además llevaba consigo unas pequeñas bolsas de diferentes colores con él.
-JungKook.
-Padre -saludó con una corta venia-. No esperaba verte por aquí.
De nuevo ambos se dirigían solo miradas y se quedaban en silencio, JungKook tan solo se hizo a un lado y lo invitó a pasar para no quedar como un malcriado. Su padre aceptó el gesto.
-Quería saber si la pequeña está en casa, le traje algunas cosas.
-No están -JungKook cerró la puerta tras sí-. Ayer salieron de viaje y... lo siento, estoy seguro de que a ella le habría gustado recibirte.
Escuchó la cansada risa de su padre mientras caminaba hacia la sala y dejaba las bolsas en el sillón más cercano.
-Debí imaginarlo -volvió a reír con cariño, por su parte solo sonreía esperando ser más cordial con él-. Tu aroma te delata bastante, ellos no están aquí y luces triste. ¿Ya comiste?
Ambos querían llevar una conversación normal, como si nada malo hubiera ocurrido y se vieran seguido. Pero las cosas no sucedían así, apenas se dirigían la mirada y se respondían de manera corta tornando la situación aún más incómoda de lo que ya era.
-Papá -JungKook esta vez agachó la mirada, con los antebrazos apoyados en sus muslos, entrelazó sus dedos tomando el valor suficiente para arreglar las cosas de una vez-. No está bien que sigamos de esta manera.
-Lo sé, pero -su padre hizo el amago de querer levantarse, no lo dejó-... solo trataba de no incomodarte. Sé que estás rehaciendo tu vida después de lo que pasó y, de verdad me alegro por ti, estás con alguien excelente...-sonrió de manera suave- que de paso tiene una niña muy adorable.
-¿Algo más que desees decir, papá?
-Que hace mucho no te escucho llamarme papá -cuando dirigió su mirada hacia él, notó que sus ojos cansados tenían un brillo especial-. Hijo, ¿crees que sea el tiempo de perdonar y olvidar?
Formó sus labios en una línea, era cierto que ya estaba haciendo su vida de la manera que esperaba, que se estaba dando otra oportunidad en cuanto a amar se trataba. Dejar que aquellas heridas sean cicatrices y sanen, logró reunirse con sus hermanos hace mucho, solo faltaba su papá y no quería perder tiempo alguno con él. Ya no era un niño, ya era un hombre de treinta años que sabía que no siempre el tiempo es amigo de uno.
Su madre estaba enferma y podría perderla en algún momento, no quería que eso pase con el hombre que lo recibió en su familia, lo crio, le dio amor y cariño, tal vez tenía que aceptar la realidad de que era mejor perdonarse, perdonarlo y continuar viviendo.
Se arrodilló en el suelo y se acercó a su padre en esa posición, apoyó su cabeza en su regazo y se dejó llevar por aquellos sentimientos que lo embargaban.
-Perdón por haberme alejado tanto tiempo de ti -sollozaba y sorbía ligeramente su nariz mientras abrazaba las piernas de su padre-. Perdón... por todo lo que pasó e hice... no merecías que te tratara de esa forma.
No recibió respuesta alguna, solo como su cabello era peinado, después un beso en su sien y como una mano ligeramente arrugada limpiaba sus mejillas.
-Ese día dijiste algo importante -su padre siguió acariciando sus mejillas- ambos tomamos malas decisiones, ambos tenemos que pedirnos perdón, yo también tengo que pedirte perdón por lo que hice y no dije nada... solo quería protegerte...
De nuevo se quedaron en silencio, pero esta vez era porque ambos adultos estaban llorando, quizá debido a la felicidad que embargaban sus corazones. JungKook levantó su cabeza y miró a su padre para después envolverlo en un abrazo.
Se quedaron así en un largo tiempo hasta que sintieron que fue suficiente. Al romper el abrazo ligeramente, limpió las lágrimas de su padre y sonrió.
-Hay algo que no te he contado -dijo mientras limpiaba sus propias mejillas.
-Tenemos que ponernos al día, eso es seguro -BaeSuk sonrió con ternura, aunque aquella se deformó en una mueca-. Pero hay algo que debes saber, aprovechando que no está tu pareja.
-¿Qué ocurre? -cuestionó mientras tomaba asiendo al lado de su padre sosteniendo sus manos.
-¿Recuerdas lo que dijo tu hermano en la cena de navidad? -asintió algo preocupado- Tal vez no estaba tan equivocado como creías. DuckYoung lo fue a buscar después de que me negara a ayudarle.
-Papá, dijimos que...
-Sí podría ser el padre de la pequeña -su padre interrumpió sus palabras-. Al menos eso le dio a entender cuando le dijo que... había dejado algo pendiente con JiMin, y que esperaba no hacerse cargo de algo que ocurrió entre los dos.
Un sentimiento agridulce se instaló en su pecho, no esperando transmitirle algo así a JiMin solo pensó en sí mismo, había aceptado la negación, pero esto ya era demasiado.
-No, eso no puede ser posible.
-¿Por qué no quieres aceptar algo así? -cuestionó su padre bastante preocupado.
-Porque no puedo aceptar la idea de que alguien como DuckYoung -pasó saliva tratando de tragarse su enojo-... pueda ser parte de la vida de una pequeña tan adorable.
-Sé que no es de tu agrado, pero entiende esto -su padre sostuvo sus manos y habló con tono paternal- tienes que hablar con JiMin. Ya no le puedes ocultar el hecho de que lo están buscando.
-No lo sé papá -chasqueó la lengua con bastante frustración-. Aunque... todo concuerda, sobre todo el hecho de que haya regresado a Ulsan por unos días.
-DuckYoung no es un hombre que acepte un "no" por respuesta -habló su padre con pesar-. Quienes lo conocen, dicen que es un tiburón para los negocios. Si bien esto es personal, dudo mucho que se haya cruzado de brazos, ya debe estar haciendo algo.
-Papá, hay algo que haré, pero necesito que me ayudes -expresó firme ante las palabras de su padre-. ¿Estás de acuerdo?
-Sabes que siempre contarás con mi apoyo -ambos sonrieron ligeramente-. ¿Qué es lo que necesitas?
Tal vez estaba cometiendo la estupidez más grande en esta parte de su vida, sin embargo, consideraba las palabras de su padre sobre lo que decían de Jun DuckYoung y la fama que tenía. Fue criado para ser un as en los negocios, un manipulador hábil y un cazador en la selva de concreto, formas elegantes para decir que era un verdadero hijo de puta en todo lo que hacía. Por lo que, no podía tratarlo como cualquier persona, quizá no tenía integridad alguna, pero el bastardo sabía mover muy bien sus fichas.
Debió sentirse el viaje más largo que había hecho hasta su hogar, en una zona residencial tan exclusiva, que solo personas de la crema y nata en Seúl podían ingresar. Por suerte, lo dejaron pasar gracias a su apellido. Cuando llegó a la enorme mansión, se preguntaba si realmente ese hombre era consciente de todo lo que tenía, pero fallaría en ese razonamiento.
Llamó a la puerta después de estacionar su auto frente a la entrada. Esperó a que alguien le atendiera, tampoco deseaba insistir, pero lo haría si no le abrían la puerta pronto.
-Buenas tardes -dijo una mujer de edad algo avanzada, con el rostro impasible y una mirada seria-. ¿Se le ofrece algo, señor?
-Jeon JungKook-se presentó y realizó una corta venia-. Quería saber si el señor Jun se encuentra en casa.
-Está en un viaje de negocios -una tercera voz se unió, sonaba dulce y bastante especial, ella se asomó por la puerta y saludó-. Muchas gracias señora Cho, puede retirarse.
La reconocía ligeramente, había escuchado de ella y solo la había visto un par de ocasiones. La esposa de DuckYoung era encantadora. Realizó una reverencia hacia ella percatándose de un detalle importante, ella estaba embarazada.
-Es un placer conocerlo -ella sonrió y lo invitó a pasar-. ¿Es algún conocido o amigo de mi esposo?
-Solo un conocido -admitió, no quería pasar si DuckYoung no estaba, pero ella insistió con la mirada que sentía una ofensa el dejarla parada ahí, considerando su estado también-. Eh... muchas gracias, pero no creo que me quede mucho tiempo, solo quería hablar con él.
-Bueno, Youngnnie salió de emergencia hace unas horas -cerró la puerta tras de sí y lo invitó a seguirla hasta la sala-. Dijo que era algo urgente, por lo que, me temo que no lo encontrará al menos en una o dos semanas, que es lo que suele tardar en sus viajes. Sería un milagro si es que llega antes.
-Lamento si es que la estoy importunando -dijo mientras ambos tomaban asiento en diferentes sillones, uno frente al otro-. No tenía idea de eso. Debería retirarme entonces.
-Oh, por favor, quédese, es agradable tener a alguien con quien hablar -ella sonrió y llamó a la ama de llaves-. ¿Qué puedo ofrecerle?
Ji ChangJi era una mujer muy atenta. De hecho, le parecía el prospecto de cómo debería ser una mujer casada, pero de otra época. Le miraba muy poco a los ojos y mencionaba demasiado a DuckYoung como si buscara recordarle su estado civil, como si no bastara sentir su aroma suave con aquel aroma agrio que le rodeaba. Intentaba no hacer que se sienta incómoda, a pesar de que fue ella quien lo invitó a pasar y le ofreció algo de tomar. Incluso le había comentado que no faltaba mucho para que su pequeño naciera, siendo un dato que consideró relevante.
-Señora -masculló después de un corto silencio-. Solo... dígale a su esposo que lo vine a buscar. Cómo mencioné antes, no tendría que estar aquí si mi presencia la molesta de alguna manera.
-Oh -rio suavemente antes de acariciar su vientre-. No es por usted, de hecho, es normal que parezca así. Mi estado me pone demasiado sensible y ansiosa si no está mi esposo a mi lado.
-Y supongo que eso le pasa seguido.
-No mucho -JungKook trató de sonreírle sincero, ChangJi devolvió la sonrisa-. Sé que DuckYoung no es del agrado de muchas personas, pero es un gran esposo y estoy segura de que será un buen padre -le volvió a mirar-. Desde que estoy embarazada, no me ha dejado sola por mucho tiempo.
Una sensación amarga se instaló en su estómago. Porque estaba seguro de que si era verdad aquello que su padre y hermano insinuaban, con una ligera confirmación, estaba seguro de que no era el prospecto de un buen padre, sobre todo por lo que le habría hecho pasar a JiMin.
No deseaba pensar en eso, cielos que no.
-Ahora que recuerdo -ChangJi lo miró con perspicacia para después abrir la boca, aunque la terminó cubriendo-. ¿No es usted abogado?
-Sí -asintió-. Espero que haya escuchado cosas buenas de mí.
Ella le afirmó que sí. Que gracias a su suegro había conocido a su padre, además de que se conocían muchas cosas de su familia debido a la reputación que tenían. Se sentía agradecido, porque con DuckYoung vaya a saber las cosas que él podría inventar.
-Bueno, sí necesita ayuda en algo no dude en avisarme.
-De hecho, hay algo -ella dejó su galleta a un lado y acomodó la falda de su vestido-. No debería hablar de esto, pero quizá usted pueda ayudarme.
-La escucho.
-Sé que DuckYoung y usted no tienen una buena relación, me lo ha comentado un par de veces -esta vez temió responder que sí-. Sobre todo por ese asunto que usted conoce, no me compete hablar de ello.
-Entiendo a lo que se refiere -sonrió, instándola a seguir con su relato.
-Mire, él suele comportarse muy serio cuando se trata de sus negocios y yo no suelo participar demasiado -ChangJi mordió su labio inferior-. Es solo que... hace mucho lo he notado extraño.
-Señora, no soy un terapeuta matrimonial...
-Eso lo sé -ella parecía querer bromear, fallando en su intento-. Iré al punto, ¿sabe del rumor que se dice de mi esposo?, sobre un hijo no reconocido.
Asintió. DongJu se lo había comentado hace un par de años si no estaba equivocado, ya que, era el rumor que más se decía del primogénito del matrimonio Jun.
-Me preocupa que... eso sea verdad.
-No debería preocuparse o pensar en eso -intentó acercarse, pero el aroma de DuckYoung sobre ella era bastante fuerte y agrio para su nariz, por lo que solo sonrió-. En su estado no es del todo conveniente.
-Entiendo aquello, créame que lo he intentado -murmuró ella-. Suele bromear con eso diciendo que fue una tontería que inventaron para perjudicarlo, pero... hace un par de días no deja de recibir llamadas de alguien. Como le dije, no debería contarle sobre eso, pero creo que de alguna manera lo involucra a usted.
-¿A mí?
-De casualidad, ¿usted o su familia conoce a un tal Park JiMin?
Pasó saliva.
-No -respondió un poco serio-. Pero no es la primera vez que lo busca, solo eso puedo decirle.
Tal vez no debió decir aquello. Ella parecía estar sorprendida. De hecho, todo este asunto no le involucraba a ella, ni siquiera al pequeño que pronto tendrían. Era un jodido asunto entre ellos dos, porque tampoco quería involucrar a su Omega.
-Tengo que retirarme -musitó después del silencio que se formó entre los dos-. No quiero causarle alguna sorpresa o algo que le afecte.
-Señor JungKook-no se había levantado, pero ella lo sostuvo de su antebrazo, sus ojos brillosos le decían que ella estaba por llorar-. Si hay algo que sepa, necesito que me lo diga... de eso, depende la estabilidad de mi familia.
-Lo siento -dijo mientras se soltaba de ella suavemente y realizaba una corta venia-. No hay algo que le pueda comentar.
Se despidió de ella y salió de aquella enorme casa. JungKook solo esperaba que JiMin regresara pronto, lo necesitaba a su lado.
-¿Algo más que deba saber?
-Es un poco difícil seguirle el rastro, nadie sabe de quien se trata, ni siquiera uno de nuestros investigadores más cercanos.
-Oficial, ¿no le preocupa que busquen ese tipo de información? -cuestionó un Beta con cierto temor hacia la Alfa.
Ella miró las fotos de la persona que parecía estar vigilando su hogar, así como también copias de la información que parecía estar solicitando.
-¿Importa? -cuestionó con una sonrisa socarrona- Encontraré a ese hijo de perra y lo haré pagar por husmear donde no debe. Ya dejé que una vez se metan con mi familia, no volveré a cometer el mismo error dos veces.
-¿Y sobre el asunto de... su hijo?
-Sé dónde está, jamás le he perdido el rastro -y dentro del enorme desorden de papeles que era su escritorio, sacó la foto que tenía de su hijo acompañado de una pequeña, que estaba segura, era su nieta-. Aunque, si lo que han averiguado es verdad y esa persona lo está buscando... necesito que localicen a mi esposo.
-Oficial -el segundo Alfa agachó un poco la mirada ante la superior-. Su esposo se niega a regresar a su hogar, es lo que siempre nos repite cada vez que lo vamos a buscar. Además, tenemos que encargarnos de otros asuntos.
-Ya lo sé -sacó su billetera y les entregó una buena suma de dinero a cada uno-. Hagan su trabajo, pero cuando los necesite, saben que les pagaré más si es que me obedecen. Ahora largo.
Los oficiales de un rango inferior solo aceptaron y se retiraron de la oficina, ella seguía revisando la información nueva. Necesitaba demasiado a su esposo. No lo culpaba por no querer verla, después de todo, lo que estaba pasando ahora era su culpa por seguir un legado que solo le hizo daño a su familia.
Al parecer, muchas personas dejaron asuntos sin resolver, parte del pasado o quizá solo un intento por redimirse después de haber sido el villano del cuento. Eso era algo que se iría viendo pronto.
Holiis, les traigo act de Papá en Renta , siento mucho no haber actualizado antes pero espero esto lo compense, espero os guste y que le deis mucho apoyó, gracias por todo y se despide:
—almin♡
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