Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 45: ¿Le temes al pasado?

Tocó la puerta un par de veces antes de ser recibido por la Omega que le miraba con sorpresa.

—Sé que no les avisé —dijo con una sonrisa —pero vine a recoger a SoYeon.

Dentro podía escuchar como unos pasos resonaban para llegar hacia la puerta, la pequeña SoYeon al verlo, prácticamente saltó solo para pedirle que la levantara y así poder abrazarlo. Lo hizo con gusto, sonriendo, aunque... notó sus ojitos hinchados y su pequeña nariz algo roja. Las alertas se activaron por dentro.

¿Por eso Jimin se había despertado tan asustado?

—Entra —Moon le invitó a pasar haciéndose a un lado de la puerta—. Te lo vamos a explicar.

Jungkook no pretendía mostrarse serio, de hecho, eso no era algo habitual en él. Sin embargo, al tratarse de la pequeña SoYeon, parecía mostrarse como un Alfa muy enojado. La pequeña no dejaba de aferrarse a su cuello y eso era algo que no lo dejaba tranquilo, miró a sus amigos sentados en la sala de seguro esperando su regaño o algo peor.

—Papito —murmuró bajito SoYeon para después mirarlo a los ojos—. No te enojes con mis tíos, ¿sí?

—Princesa —sonrió hacia ella y la bajó hasta que ella pueda tocar el suelo con sus pies —ve a alistar tus cosas, nos iremos pronto, aunque necesito hablar con tus tíos primero.

SoYeon asintió ante sus palabras, corriendo hacia la habitación que ocupaba para cerrar la puerta tras sí.

Se cruzó de brazos mirando a los dos adultos todavía sentados ahí. Enarcó una ceja ante su silencio, presionándolos solo con esa mirada que estaba seguro, no era muy amable. Sí, estaba en el plan de un padre sobreprotector.

—Antes de que te enojes —habló SeokJin moviendo sus manos y sonriendo nervioso —... ¿no quieres beber algo?

—¿Puedo saber por qué mi hija tiene los ojos hinchados? —cuestionó con un gruñido.

No creyó que diría aquello de esa manera, de hecho, había esperado formular la pregunta de diferente forma, pero su instinto sobreprotector salió a flote en el momento que no recibió una rápida explicación. Su lobo solo quería envolver a la pequeña y gruñir a quien se le acercara o atacar a quien le haga daño.

—Es nuestra culpa —la Omega rompió el silencio y le observó de frente, aunque quisiera agachar la mirada ante su molestia, sin titubear—. Fuimos al parque... y estaba jugando muy bien, nos descuidamos un momento, en serio, ella desapareció de nuestra vista en un segundo, aun así fue nuestra culpa.

Frunció el ceño y estaba a punto de insistir en lo que había pasado esa tarde, pero fue SeokJin quien se puso frente a él, protegiendo a Byul-Yi, quizá notando la manera en la que estaba actuando.

—Nos encontramos a Jun DuckYoung —acotó él, mirándolo de frente, instándolo de esa manera a calmarse, aunque con la mención de ese nombre no podría hacerlo—. Fue por pura casualidad, ya que el balón de SoYeon salió hacia los alrededores y...

—Parece que su presencia la asustó —añadió Byul-Yi tomando la misma postura que su novio, aunque, se escondió después detrás de su espalda—. Ya que cuando la fuimos a buscar y la vimos a unos metros de él, al llamarla... corrió hacia nosotros, bastante asustada.

—Le dije que era nuestra hija —SeokJin pasó saliva ante el silencio de su amigo—. Porque recordé que fue a buscar a Jimin hace dos años y tampoco podía exponer a la pequeña en esa situación.

—Gracias —sus hombros dejaron de sentirse tensos, aunque no dejaba de reprochar a sus amigos con la mirada—. Aun así, espero que la próxima vez estén más atentos. Sé que esas cosas suelen pasar, pero no es algo que deba repetirse.

—Aceptaré el regaño solo porque es verdad —Byul-Yi asintió y después se acercó a él para sujetar su mano, sonaba muy afligida —Sabes lo mucho que quiero y adoro a esa niña, no me habría perdonado nunca si algo le hubiera pasado.

—Lo sé. Lamento si es que elevé la voz o hice algo que no debía —respondió calmado, soltando una exhalación. —Lo que no me explico, es que hacía Jun por ahí. Eso de por sí es demasiada coincidencia.

—Tendremos tiempo para armar teorías después —SeokJin sonrió—. Ahora, lleva a la pequeña a casa, se calmó hace poco, pero necesita a su papá.

La puerta de aquella habitación se abrió, SoYeon estaba cambiada y con su mochila en su espalda, sonrió hacia él y compartió el gesto, olvidándose por un momento su molestia. Como dijo SeokJin, después tendría su tiempo para armar teorías. Lo importante era la pequeña SoYeon y su tranquilidad.

Al despedir a Jungkook y SoYeon, la pareja soltó un sonoro suspiro para después apoyarse en la puerta juntos.

—Nunca había visto a Jungkook de esa manera —confesó SeokJin sujetándose el pecho—. Estaba molesto, creí que... nos haría algo. Si no conociera a mi amigo, tal vez me habría asustado o algo peor.

—Tampoco creí que me sentiría tan intimidada —Moon murmuró con pesar—. Pero tiene razón, si ese hombre preguntó por Jimin en algún momento y, ahora se encontró con SoYeon, es demasiada coincidencia.

—De casualidad... ¿Jimin no te dijo quién fue su pareja? —cuestionó Kim bastante curioso.

—Me temo que es algo que no puedo comentar así como si nada.

Después del viaje de regreso a casa, Jungkook hizo lo posible por mostrarse tranquilo frente a la pequeña que le contaba todo lo que había hecho durante los días que no estuvo con ellos, las deliciosas comidas que había preparado junto a tío SeokJin o como su tía Byul-Yi había jugado con ella. No le mencionaba el encuentro en el parque, era como si ella esperara el momento adecuado para mencionarlo.

—Papito, papito.

Fue lo primero que dijo con alegría cuando llegaron a su habitación, Jimin estaba cambiado, incluso había cambiado las sábanas y el lugar ya no apestaba precisamente a ellos dos, aunque notaba que estaba cansado, recibió a su hija con los brazos abiertos a pesar de estar acostado y con la espalda apoyada en el respaldo de la cama. La envolvió en un abrazo para después llenarla de besos en todo su rostro escuchando unas cortas risas; se acercó y tomó su lugar al lado de ellos, notando que la pequeña ahora estaba sollozando.

—Perdón papito, perdón —repetía SoYeon aferrándose a su papá—. Prometo que no volveré a hacer eso.... Perdón papito.

—Tranquila mi amor —decía Jimin con tranquilidad, abrazándola aunque no entendiera la situación—. No llores, papi está aquí, papi está aquí. No dejaré que nada malo te pase.

No tenía el corazón para soportar aquello, de nuevo su lobo salió a flote mostrándose molesto porque alguien había hecho que la pequeña derrame lágrimas. Solo se quedó a su lado, hasta que SoYeon se calmó y frotó sus ojitos limpiando su nariz; Jungkook sugirió que ambos se quedaran en la cama, no molestaría si así lo querían.

—No papá, no —SoYeon seguía abrazada a Jimin, aunque tomó su mano para que no se vaya—. No... no te vayas.

—Jungkook, quizá solo debamos dormir con ella —Jimin sonrió—. Por favor.

Aceptó con gusto la idea, dormir con ella no sería tan malo, después de todo, ella los necesitaba y si estaban juntos eso sería mejor. La cambiaron con su pijama y la ayudó a lavarse los dientes, después los tres se arroparon bajo aquellas sábanas, Jimin la arrulló con su canción especial mientras hacía la labor de peinar su cabello, cuando la vieron bostezar, ambos la abrazaron para que pueda dormirse en medio de ellos.

Ese silencio cayó, esperando que la tranquilidad sea suficiente para que pueda conciliar el sueño. Pero sabía que Jimin no estaba tranquilo, al menos, eso le hacía notar el lazo que ahora compartían.

—¿Qué fue lo que pasó? —susurró Jimin dejando un beso en la mejilla de la pequeña.

Le contó lo que sus amigos le informaron, notando como su Omega se puso nervioso ante la mención de DuckYoung y el que ella se había encontrado con él. Jimin se alarmó demasiado.

—¿Le dijo algo? ¿Hizo algo que la asustó? —solo le quedó negar porque no se detuvo a pedir muchos detalles, lo malo cuando estaba enojado era que se dejaba llevar demasiado.

—Jimin, tienes que tranquilizarte —masculló al notar como Jimin comenzaba a respirar con fuerza, estaba hiperventilando, volviendo a sentarse en la cama—. Tranquilo.

Sin molestar el sueño de la pequeña, se las supo arreglar para acercarse a su Omega y abrazarlo. Estaba temblando, Park aceptó el abrazo aferrándose a su cuerpo y comenzó a sollozar en silencio. Deseaba transmitirle que no se sienta de esa manera, que lo tenía a él para cuidarlos. Pero por mucho que intentaba el lazo parecía bloqueado, aumentando las preocupaciones en él.

—No quiero que nada malo le pase —sollozaba Jimin sobre su hombro sin dejar de sujetarlo—. No quiero...

—No le pasará nada —respondió Jungkook besando su cuello—. No les pasará nada, ya estoy aquí.

Pensando en la situación esperó a que Jungkook se calmara, lo mimó como podía, besándolo y diciéndole que todo estaba bien. Su Omega limpió sus mejillas tan pronto se rompió el abrazo siendo el único que acunaba su rostro entre sus manos.

—Jimin, mírame —Park obedeció, le sonrió débilmente mientras sorbía su nariz y observó a SoYeon que todavía dormía—. Necesitamos hablar, a solas. Vamos a la otra habitación.

Sin darle oportunidad a Jimin para que se niegue, hizo que se levantara de la cama mientras lo seguía, ambos salieron de la habitación cerrando la puerta tras sí para dirigirse a la habitación contigua, aquella que el Omega usó la primera noche que pasaron juntos. Cerró la puerta y al poner el pestillo encendiendo las luces, notó que Jimin parecía asustado.

—No creo que... sea la hora adecuada para hablar —masculló, ignorando la cama y solo apoyándose en la pared—. Además, no quiero dejar sola a SoYeon.

—Estamos cerca, no podría pasarle nada malo —sonrió y se acercó a él, hizo que levantara la mirada y besó castamente sus labios—. Primero quiero que estés tranquilo, porque siempre que aparece ese hombre, tú... actúas de esa manera.

Lo recordaba como aquel día, ese día que Jun fue al restaurante con su prometida (ahora esposa si no recordaba mal) y, Jimin había llorado en el cuarto de los empleados, lo abrazó y terminó calmando... así, ese día él se haya ido a Busan. No quería considerar las palabras de su hermano en aquella cena, no quería. Rogaba y que esa plegaria sea escuchada por cualquier ente, que las cosas no sean de esa manera.

—No...—Jimin intentó bajar la mirada, no se lo permitió todavía sujetando su barbilla y acariciando con su pulgar con cariño —Jungkook, no es el momento.

—Sabes que no te presionaré —confesó mirándolo a los ojos, con su mano libre peinó los cabellos rebeldes —que no puedo obligarte a darme esa información. Seré paciente, como siempre lo he sido, pero prométeme que no volverás a escaparte.

—No lo pienses de esa manera.

—Lo pienso porque te fuiste a Busan después de que él apareció en el restaurante —sujetó una de las piernas de Jimin y las elevó hasta su cadera—. No soportaría la idea de perderte, me volvería loco la sola idea de saber que no estás a mi lado. No soy tan fuerte como aparento.

—Jungkook —Jimin tomó su rostro entre sus manos, acariciándolo mientras se acercaba—. Hay cosas que no conoces de mí y... aun así abriste las puertas de tu corazón, dejaste que entre en tu vida aun sabiendo que tenía una hija. ¿Por qué te dejaría sí sé lo que sientes por mí?

Aquella respuesta calmó aquel mar de sensaciones amargas que estaba teniendo, lo besó tan fuerte, esperando sellar una promesa entre los dos. Jimin siguió el beso, desordenando su cabello mientras hacía como podía para sujetarse de su cintura, pegó un pequeño salto y lo sujetó haciendo que rodee su cintura con sus piernas, teniendo como apoyo para el peso extra a la pared.

—Ya no soy tan joven —bromeó rompiendo el beso, notando como su Omega reía bajito mirándolo a los ojos y acomodando su cabello—. Aunque tengo que admitir que verte de esta manera es muy tentador.

—Uh, ¿por qué será? —Jimin lo besó cortamente —¿Es por eso de empotrar a alguien en la pared? ¿No es incómodo?

—No pensaba decirlo —rio suavemente —y, al parecer todavía no ha pasado tu celo.

—Tampoco quieras dártelas de inocente —Jimin se removió creando una fricción muy deliciosa—. Uh... eso no está bien.

—Podría hacerte el amor aquí mismo —sonrió besando la clavícula expuesta y chupó ligeramente, —pero sé que eso le pasaría factura a mi espalda mañana y no queremos eso.

—Todavía nos queda la cama —susurró Jimin, lo miró curioso—. ¿Qué?

—SoYeon podría despertar al ver que no estamos a su lado —respondió en un susurro—. Tendrías que ser muy silencioso o solo podrías tomar una ducha fría.

—Me acabo de bañar —sonrió y después soltó el agarre de sus piernas, se paró sobre su lugar sin dejar de abrazarlo—. No sé lo que me hiciste, no debería desear tanto querer entregarme a ti.

—¿Por qué yo debo ser el responsable de que quieras montarme cada vez? —bromeó tratando de no soltar un carcajada ahí mismo, abrazando la cintura de su Omega, metió sus manos debajo de su suéter y acarició la piel de esa zona.

—Oye —Jimin fingió ofenderse, su sonrisa y suave risa lo delataban—. Podríamos intentar otras posiciones.

—Park Jimin, eres un pervertido total.

Ambos rieron para terminar besándose, suave y fuerte, que después pasó a uno apasionado en el que sus lenguas participaban, explorando la boca del otro que ya conocían y aun así disfrutaban la visita de nuevo. Entregándose a sus deseos carnales, llegaron a la cama intentando ser lo más silenciosos posible, Jimin bajo de él, tocándolo como podía.

—Creo que lo mejor ahora es parar —Jungkook dejó de besarlo para pasar a su cuello y dejar cortos besos en esa zona—. No traigo preservativos y tampoco he contado tus pastillas.

—Tengo suficiente para uno más —el Omega subió su rostro buscando contacto de nuevo con su boca, jugando con su cordura—. Hemos sido muy cuidadosos amor, solo una vez más.

Cuando volvieron a besarse, Jungkook sentía que estaba mandando todo al diablo. Su Omega había aprendido a tocar todos aquellos botones en los que ya no mandaba una parte racional. Luchando contra sus propias necesidades, rompió el beso y se apoyó en el pecho de Jimin, respiraba agitado y se escuchaba muy necesitado.

"No, Jungkook, no. Él no quiere llegar a ser papá de nuevo, recuerda que solo basta una vez" se regañó, no por nada lo había cuidado tanto en estos días.

—Puedo ayudarte de otra manera —dijo sin mirarlo, bajando su mano hacia los pantalones del Omega y acariciando por sobre la tela la notoria erección—. Dijiste que querías ser cuidadoso.

Jimin no respondió, por su parte, bajó los pantalones y la ropa interior, tomó el falo de su pareja y comenzó a masturbarlo, ahogando sus gemidos en un beso que no tenía la intención de hacer que resonaran esta vez. Dejó de masturbarlo al notar un aroma familiar, uno que lo hacía perder la cabeza. Bajó su mano hacia la entrada de Jimin, quien le ayudó elevando una de sus piernas para facilitarle el acceso, rompieron el beso ante un jadeo que soltó su Omega al ingresar con un dedo ahí, la lubricación le hacía el trabajo más fácil.

—Tienes que ser silencioso —susurró mordiendo suave el labio inferior de su Omega.

—Lo... ah... lo sé —masculló como pudo ante sus movimientos, tratando de satisfacerlo de esa manera.

Calló sus gemidos de nuevo con un beso, acariciándolo en esa zona, penetrándolo tanto como podía y como se creaban sonidos obscenos ante el chapoteo de sus dedos. Siguió con su labor hasta que sintió como su Omega se retorcía y temblaba siendo una clara señal del orgasmo. Dejó de besarlo para notar que había llegado a manchar su ropa.

—N-no es justo —susurró Jimin apoyándose en su hombro mientras lo abrazaba—. ¿Qué harás tú?

—Sabré como arreglármelas —sonrió y besó la mejilla de su Omega—. Tendrías que cambiarte de nuevo, no creo que sea tan difícil que lo hagas, ¿verdad?

Bromeó, así su lobo gruña en contra por no haber anudado en el Omega, tenía que cuidarlo de la manera que le había prometido.

Porque ya bastante experiencia tenía con pasar un celo y no cuidar de su pareja de la manera que habían acordado.

—Papá —unas pequeñas manos sostenían sus mejillas y como después dos dedos parecían jugar con los orificios de su nariz—. Papá.

—Cinco minutos más —murmuró retirando las manos de su rostro con cuidado.

—Papá, tengo hambre.

Abrió poco a poco los ojos, acostumbrándose a la pequeña luz que apenas se colaba, notando que la pequeña SoYeon estaba acostada en su pecho mientras le observaba con curiosidad.

Oh cielos, había marcas en su cuello que no podría explicarle, esperaba que ella no cuestione sobre las mismas.

—Papá, ¿por qué hay...?

—SoYeon —escuchó la voz de Jimin, sonaba distante para él, buscó con la mirada notando que estaba bajo el umbral de la puerta—. Ven cariño, vamos a preparar algo para papá.

Todavía procesando lo que había pasado y dejar de sentir el peso de la pequeña en su pecho, sonrió con gracia notando que era el único en la cama, incluso su Omega ya estaba despierto y caminando. Volvió a sentir la suavidad de la almohada queriendo quedarse ahí toda la mañana.

¡Jungkook! -Jimin exclamó desde la planta baja- ¡Cariño, el desayuno!

Tal vez la idea de descansar hasta tarde ahora quedaba descartada, revisó la hora, bueno, no era tan temprano tampoco y si no recordaba mal tenía que ir al restaurante. Se levantó de la cama a duras penas, se aseó para bajar hacia la cocina en la que podía escuchar la risa de SoYeon acompañada de la de Jimin.

—¡Buenos días! —exclamó con alegría y se acercó hacia Jimin para abrazarlo por detrás rodeando su cintura, y besar su mejilla —Lamento si no desperté temprano.

—Descuida —dijo Jimin sonriendo, rompió su agarre y fue hacia SoYeon para dejar un beso en su cabeza—. Quería que descansaras bien, además, ya estoy preparando el desayuno.

—Papá —sonrió SoYeon hacia él—. No tienes que dormir tanto, ya no puedes crecer más.

—¿Qué estás insinuando señorita? —sostuvo a la pequeña entre sus brazos para abrazarla y llenarla de besos en su rostro.

Las risas resonaban en la cocina y por los alrededores de la casa, ya no era como la casa vacía donde la soledad solía predominar, no. Jungkook sabía que su vida había cambiado mucho ahora que estaba con el Omega, con la persona que lo haría feliz y la que haría feliz, tenía a alguien que lo amaba, que lo apreciaba, donde podría tener aquel famoso "felices por siempre" que hace mucho había anhelado.

Era tan feliz, que de alguna manera le causaba cierto pánico.

Porque muchas cosas pasaban, sobre todo que tenían que ver con Jun Duck Young y el hecho de que no quiera presionar a Jimin al respecto, además, de que no quería tomar en cuenta la idea de DongJu, de que el idiota de DuckYoung fuera el padre de SoYeon. No, todavía se encontraba en negación y no quería que algo como eso fuera verdad.

—Estás algo distraído —prestó atención de nuevo al escuchar a SeokJin—. ¿Problemas en el paraíso?

Había llegado hace poco al restaurante, pero fue directo a su oficina saludando a quienes lo hacían, pero no parecía estar del todo concentrado en el trabajo.

¯No, no es eso —sonrió—. Está todo bien, solo... estoy recordando un caso.

—Ya veo —SeokJin volvió a prestar atención a unos papeles que tomó.

—Ahora que recuerdo, te he notado algo distante desde que empecé mi relación con Jimin.

—Oh... eso —Kim sonrió, aunque esa sonrisa no llegaba a sus ojos—. Ya que soy tu amigo, puedo ser sincero. Solo estoy digiriendo la idea de que lograste enamorar a alguien que solicitó el servicio de papá en renta —lo miró y notó cierta molestia en esa mirada—. Tú que en todo este tiempo te la pasabas reclamando para que no hagamos eso.

—SeokJin, no es así —tratar de justificarse no funcionaría, porque él no lo había hecho de esa manera, así la situación no le favoreciera—. Las cosas sucedieron de esa manera.

—Ya no puedo reclamar nada —murmuró SeokJin dejando los papeles con notable cansancio—. Es tu pareja, si eres feliz, estará bien.

—¿Estás molesto por algo más? Basta con ver la manera en la que te comportas.

_¿Sabe lo de GaeHye o están empezando su relación a base de secretos?

Pasó saliva. Desvió la mirada y trató de sonreír nervioso.

—Llegará un momento en el que lo hablaremos —miró de soslayo a su amigo que no parecía estar contento con la respuesta—. No puedo presionarlo, ¿qué esperas que haga? Que un día de la nada llegue a mi casa y le diga: "cielo, te cuento que hace años perdí a mi novia, por culpa de mis malas decisiones". No suena tan bien, ¿verdad?

—No espero que se lo digas de esa manera —SeokJin agachó la mirada—. Pero al menos, si él no está siendo sincero contigo sobre la conexión que tiene con Jun, por lo menos tú... deberías ser sincero con él.

—No menciones a ese idiota —formó sus manos en puño sobre su escritorio—. Además, no quiero hablar algo que tenga que ver con ese... imbécil.

—¿Por qué?

—Porque DongJu cree que... DuckYoung es el padre de SoYeon —SeokJin abrió la boca de la sorpresa—. Me niego a creer algo como eso.

—¿A qué se debe ese rechazo? —cuestionó SeokJin con curiosidad.

—Porque no dudaría en ningún momento de romperle la cara —Jungkook confesó con clara rabia en su tono de voz—. Por haber humillado a Jimin y haber usado la memoria de GaeHye para humillarme, olvidaría por completo que soy un hombre razonable y... no quisiera cruzar esa línea.

Había mucho rencor enterrado, de un acontecimiento pasado, sentimientos que no quería tener en su vida pero que ese idiota siempre sacaba a flote.

—¿Y esto?

—Es la escuela en la que trabaja actualmente, tal vez lo encuentre en Busan —dijo el hombre mientras sostenía su cigarro en una mano—. Dicen que es un buen hombre y un gran padre, que está casado, aunque no hay papeles sobre eso. Vive de alquiler en casa de una anciana y su hija, quien se acaba de casar se encuentra de viaje y la anciana —rio antes de darle una calada a su cigarro —es una verdadera molestia, no quiso darme ninguna información al respecto por mucho que insistí.

—Según esas personas que sí hablaron contigo, ¿quién es su esposo? —revisó el sobre y sacó los papeles que le habían entregado.

—Un abogado. Su nombre está ahí. Supongo que lo conoce.

Enarcando una ceja, revisó de forma fugaz los documentos, leyendo solo lo que le importaba.

—Jeon, bastardo, Jungkook —rio suavemente—. Vaya, que jugosa coincidencia.

—Y eso no es todo —el hombre sacó de su chaqueta una foto—. Uno de ellos me entregó esta foto, es la persona que busca con su hija. Bastó que me lo dieran cuando dije que era su hermano —fingió sollozar —y buscaba a mi hermano menor. A la gente en verdad le fascina el drama.

La tomó y enarcó una ceja riendo seguido de ese hombre. Revisó bien la foto y... era la misma niña con la que se había cruzado en el parque sin querer, y tal como lo había imaginado, se parecía demasiado a Jimin, no podía creer que la había visto antes de que supiera la verdad. Y Jimin, con esa bonita sonrisa abrazando a la pequeña, como siempre, tan precioso, no había cambiado demasiado.

—Y solo necesitaste unos cuantos días, estoy sorprendido —sostuvo la foto y sonrió con suficiencia—. Al fin los encontré.

Bueno, hoy tocaba Papá en Renta, he de decir que me ha costado bastante adaptar el capítulo por lo que no se su estará bien, es decir, sin errores jejeje. Espero os guste y gracias siempre por el apoyo. Se despide:

—almin♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro