Capítulo 38: Milagro antes de Navidad
Tuvo una gran curiosidad al momento de enviar la carta, por lo que, le preguntó a su hija sobre lo que le había escrito a Jeon Jungkook, porque no pudo leer la misma por mucho que le habría llamado la atención. La pequeña le comentó que había sido por una razón en especial y si ya le había llegado lo más seguro es que lo cumpliría.
-Yo sé que lo hará -respondió con una sonrisa mientras peinaba su cabello en dos coletas-. Papá Jungkook no rompe una promesa.
-Parece que lo conoces muy bien -comentó todavía dejándose hacer, aunque algunos cabellos le jalaban el cuero cabelludo-. ¿Qué más sabes de él?
-Que te quiere mucho -la manera en la que respondió le sorprendió un poco, tan segura de lo que decía- me lo dijo.
-¿De verdad?
-Algo así -SoYeon rio para después soltar su cabello-. ¡Estás listo papito!
Ambos se observaron en el pequeño espejo que ella usaba cuando jugaba. Sonrieron y dejando el espejo de lado, continuaron en el juego que ella había creado en el momento, sin embargo, no fue hasta antes de la cena que alguien llamó. Notar en la pantalla que se trataba de Jeon Jungkook, provocaron que reconsiderara muchas cosas, no había esperado que eso pasara por lo que, era toda una sorpresa, bastante agradable debería decir. Contestó un poco emocionado.
-Hola Jimin, lamento molestarte, ¿estoy interrumpiendo algo? -aunque la voz del Alfa sonaba diferente, trató de no sonreír demasiado al notar que SoYeon le observaba con curiosidad.
-Estaba jugando con SoYeon -respondió- y creo que quiere hablar con usted.
Su hija tomó el celular con cuidado para después cambiar su expresión por una de notable alegría. Exclamaba "¡Llamaste papá Jungkook!" entre otras cosas que había mencionado en su carta, Jimin no quería interrumpirlos, SoYeon sonreía a medida que la conversación avanzaba y él se encargaba de la cena, le contaba todo lo que había hecho en la semana y el tiempo que esperaba para que regresara.
Jimin no esperaba que le dijera algo como eso. Un pequeño malestar se instaló en su pecho.
-Entiendo papá -su hija sonrió todavía observando su vestido-, estás prometiendo llamar y está bien para mí. Te quiero mucho papá Jungkook.
SoYeon fue la primera en colgar la llamada, sonrió mientras le servía la cena y esperaba a que ella tomara asiento.
-Papá Jungkook está ocupado y no podrá venir -confesó con un dejo de tristeza- dice que llamará de nuevo, pero yo quería verlo otra vez.
-Cariño -acercó un poco su silla hacia ella antes de tomar asiento y acercarla a su cuerpo- sé que eso querías, solo que... hay cosas que escapan de nuestro control.
"Más bien, del tuyo idiota, tú fuiste quien le pidió que se vaya" reclamó la vocecita de su conciencia bastante enojada.
-Pero puede que lo volvamos a ver -dijo, intentando dejar de lado sus propios regaños- recuerda la boda de tu tía, iremos a Seúl y... quizás asista.
-¿De verdad? -preguntó SoYeon con una sonrisa en su rostro cuando elevó la mirada.
-Sí.
Tenía la esperanza presente, algo que contagió a su pequeña. Eso ya no podía considerarse algo normal, sonreír y esperar cierto tiempo a escuchar su voz, sobre todo cuando él recibía las llamadas día por medio y escuchaba a su hija hablar con el Alfa. ¿En verdad tomaba las decisiones correctas o solo estaba pensando en cosas que no venían al caso? Esa sensación de estar feliz con un acto tan simple, lo hacían sentir estúpido, como si en verdad sus sentimientos estallaran con tan poco.
Cada tarde que llamaba, conversaban muy poco ya que SoYeon quería acaparar toda la atención, según Jungkook cuando comentaba cada que conversaban un poco. No lo negaba, participaba de la conversación en silencio o cada que ella lo mencionaba. El tiempo iba pasando, mientras ayudaba a Whee-in con los preparativos de la boda, también se iba preparando para ver a Jeon Jungkook en la fiesta, todo mientras observaba la noche recordando los bonitos ojos de aquel Alfa que lo hacía sonreír.
No importaba cuánto tiempo se hubiera preparado para este momento. Tenerlo frente a él fue demasiado para su propio bienestar. Su corazón latía con fuerza dentro de su pecho y, a pesar de mostrarse calmado, todo en él temblaba, eran demasiadas sensaciones para manejarlas ahora.
-¿Sabes? -escuchó decir por parte del Alfa- Cuando llamé la primera vez, creí que no contestarías. Habíamos quedado en algo, solo que SoYeon no participaba en eso. ¿Me doy a entender?
-No sabía que SoYeon esperaba una llamada suya -sonrió jugando con el mantel de decoración de la mesa, estaba nervioso-. De hecho, no sé qué fue lo que le escribió en primer lugar.
Jungkook se rio a su lado. Su risa... oh cielos, ahora le parecía lo mejor del mundo, un sonido especial que hacía estallar sus sentimientos más profundos.
-Me contó todo lo que había hecho, lo mucho que me extrañaban -lo miró un poco confundido mientras Jungkook observaba hacia algún lugar en especial en aquel salón antes de devolverle la mirada-. Sí, mencionó que era el único que te hacía sonreír.
Jimin se rio un poco avergonzado, buscando a su alrededor dónde estaba su hija, ya que ella solía ponerlo en situaciones así, al menos con el Alfa. La vio jugando con otros niños y niñas mientras parecían tomar algunos caramelos que habían puesto para ellos para volver a sonreír y jugar.
-No me sorprende que SoYeon no venga aquí -comentó, era su manera de fingir que no había escuchado lo último-, dijo que se divertiría lo suficiente y... no sé. Creí que ya lo había visto.
-Tal vez lo hizo pero no quiere molestar -el Alfa volvió a tomar un bocadillo antes de quedarse en un corto silencio algo incómodo, la música servía para que no parezca de esa manera, pero ambos parecían tener la intención de decir algo- ¿Qué te parece si salimos un momento? -sugirió Jungkook al final.
Aceptó solo con un movimiento de cabeza, ambos se levantaron y dejaron por un momento el salón principal mientras observaban el cielo nocturno, se podía sentir el frío en la brisa debido al invierno, rio un poco al notar como el vaho salía de su boca después de suspirar buscando tranquilidad.
-Creo que no fue una buena idea -dijo Jungkook riendo y abrazándose a sí mismo- debí pensarlo mejor.
-Está bien -Jimin sonrió observando el lugar en el que estaban, era como un jardín ahora decorado con luces de navidad a pesar de la poca nieve que se podía apreciar y hacía brillar el pastizal-. Es un bonito lugar y, creo que es... porque dejamos un tema pendiente.
-No quería comentarlo, porque creí que lo dejarías como un tema cerrado, no como algo pendiente -Jimin observó al Alfa, tenía los ojos cerrados mientras sonreía, admirando el brillo que capturaba su piel gracias a la luz de la luna-. Fue un impulso del momento, yo...
-¿Lo estás justificando? -había pensado en esa pregunta, en ningún momento creyó que lo diría en voz alta.
Por dos razones. La primera estaba en el hecho de que no tenía la intención de ilusionarse, sí, lo estaba viendo ahora y sobre todo tenía demasiadas emociones encontradas, siendo el foco de su principal temor. La segunda era que quería besar a Jungkook solo por recordar la sensación y sentir a su lobo tan emocionado con eso no ayudaba.
¿Qué le ocurría? Ya no se trataba de un simple "tal vez me gusta", no, porque si eso hubiera sido así ya no sentiría nada, solo lo vería como un buen amigo o algo parecido. No, esto se trataba de algo más que sería la causa de su pena o su dicha.
-Lo siento -respondió- y-yo no... solo...
-Ambos estamos nerviosos, ¿verdad? -y los dos rieron mientras observaban el firmamento, antes de que Jungkook hable de nuevo- Sé que es un poco difícil, no tendríamos que hacer esto, somos adultos. -de nuevo, un corto silencio.
-¿Puedo ser sincero contigo Jimin?
Tragó saliva cuando lo vio acercarse a él, acortando la distancia, mirándose a los ojos dejó que Jungkook sostuviera su mano... que a pesar del clima, lo hacía sentir cálido. Asintió a esa petición.
-Lo que hago no es para conseguir una pareja, de hecho, solo lo hago por una buena razón -Jeon agachó un poco la mirada y podía vislumbrar una pequeña sonrisa-. Mi principal regla es no enamorarme. Es una regla que había seguido hasta ahora, hasta que te conocí.
Jimin no podía creer lo que estaba escuchando, sentía los latidos de su corazón, mientras abría la boca esperando formular más que sonidos ininteligibles, de nuevo tragando saliva y al final mordiendo su labio inferior.
-Debes pensar que estoy jugando contigo. Créeme, jamás lo diría si no estuviera seguro, las dos semanas en Ulsan fueron... un poco reveladoras -Jimin quería soltarse del Alfa, pero algo le dijo que esperara a que termine-. El hecho de que quiera estar a tu lado y protegerte no hubiera pasado si no me confundieras tanto, no trato de hacerte responsable -Jungkook rio con un dejo de tristeza antes de mirarlo a los ojos- es solo que... tampoco lo haces sencillo.
-Oiga yo...-Jimin sonrió ligeramente y soltó un suspiro- no sé qué decir. ¿Por eso... m-me besó aquella noche?
-Creí que cumpliría mi palabra de no volver a verte y...
Jimin lo interrumpió. Se armó de valor y chocó sus labios con los de Jeon Jungkook, se permitió a cerrar los ojos y de nuevo disfrutar de aquella sensación igual a esa noche. Pensó que se había precipitado porque no era correspondido, solo que en el momento que estaba por retroceder sintió un brazo rodear su cintura y acercarlo aún más; la manera en que era correspondido provocaban demasiadas sensaciones.
Todavía parecía irreal, el cómo su mano era sujetada mientras disfrutaba de la suavidad de aquellos labios, era su manera de transmitir lo que sentía sin tener que buscar las palabras correctas para decirlo. Otra vez los pequeños chasquidos y las caricias lo hacían sentirse especial.
Aquella magia se rompió cuando ambos se separaron, fue corto el momento que se besaron pero ambos sonreían.
-Estamos a mano -masculló Jimin notando que la distancia entre ellos se había roto- y... no sé qué podría pasar entre nosotros. Yo... no quisiera que esto termine mal.
Estaba siendo sincero todavía recordando las palabras de Whee-in, sobre si es que podía darse una nueva oportunidad en el amor, algo que no tenía nada de malo si dejaba por un momento lo que había pasado y pensaba mejor en el presente. Dejar su pasado enterrado y no preocuparse un instante en eso.
La persona frente a él hasta donde lo conocía, nunca le hizo algo que lo haga cuestionar sus intenciones, siempre lo trató con respeto incluso cuando las cosas parecían estar tensas entre ellos. Siempre fue honesto y leal, nunca lo obligó a nada, era un hombre de ensueño.
-Te diré lo siguiente -Jungkook elevó sus manos entrelazadas y las sostuvo en el aire mientras le sonreía-. Si me das una oportunidad, prometo sostener tu mano el tiempo que estemos juntos, no importa que pase, estaré a tu lado...-y esa sonrisa se apagó por un momento- pero si decides otra cosa, soltaré tu mano y no volveré a insistir.
Jimin no estaba seguro de qué responder ante eso. Sí necesitaba que alguien lo sostuviera, alguien que lo vea a los ojos y le sonría, alguien que se quede a su lado mientras lo pasaba mal, en Jungkook encontraba eso y más. La idea no le causaba desagrado como habría esperado, de hecho, la idea de soltar la mano del Alfa solo le causaba cierto temor.
Al parecer su silencio fue suficiente respuesta para Jeon, quien bajó sus manos y estaba a punto de deshacer el agarre.
-Espera -Jimin sujetó aquella mano, aunque el agarre ya no era tan firme-. Sé que tendría que estar seguro de dar una respuesta. Sé que... podrías hacerlo, pero... pero y-yo no creo que sea lo suficientemente bueno para ti. Tengo una hija y un pasado del que tengo miedo -Jimin podía sentir como su labio temblaba y las ganas de llorar lo embargaban- y... y no quisiera que...
-¿Qué Jimin? -Jungkook sostuvo su rostro y acarició sus mejillas, ese simple tacto ayudó a que sus mejillas frías se calienten un poco.
-Que algo le pase o que sea yo quien le haga daño -confesó finalmente-. Sí siento algo... y solo quería cerciorarme de eso, sé que no me gustas, hay algo más...
Tragó saliva antes de ser envuelto en un abrazo. Se sentía muy bien. Estar rodeado de nuevo de ese aroma a vino y menta disfrutando del calor que emanaba a pesar del clima nocturno. En ese abrazo se sentía seguro, protegido, querido. Sentía todo lo que había olvidado y enterrado.
-También sé que hay algo más -la voz del Alfa llegó a él en un susurro que lo hizo estremecerse- por eso quiero intentarlo, aunque sea una vez. Se supone que la vida es un constante riesgo todos los días, dime, si no me arriesgo ahora a darte mi corazón, ¿sabremos lo que pueda pasar mañana con certeza?
-No...
Y en eso tenía mucha razón, puede que sus miedos no solo sean infundados y paranoicos, solo que, si esta vez le daba una oportunidad al amor puede que se lleve una linda sorpresa. ¿Verdad?
-Permíteme ser quien vele tus sueños y cuide de ti, de ahora en adelante -y esta vez sentía el cálido aliento del Alfa en su cuello, su cuerpo se estremecía ante esa sensación estando seguro de que se acostumbraría con facilidad-. ¿Quieres?
-Sí, sí quiero -musitó seguro, disfrutando de esas sensaciones.
SoYeon observaba todo desde el interior de aquel enorme salón con notable curiosidad.
Hace poco había terminado un juego y quería contárselo a su papá, solo que al no verlo en la mesa que le dijo que estaría, se espantó un poco ya que los adultos que estaban en ese lugar no los conocía para nada, su tía estaba saludando a algunas personas y estaba al lado del príncipe TaeHyung, la abuela Jung parecía estar en otro lugar porque no la veía cerca.
¿Dónde se había escondido su papá? Se preguntó en un principio, hasta que notó como la puerta que daba al jardín estaba entreabierta, asomando un poco su mirada notó a dos adultos ahí. Al principio creyó que estaban hablando cosas de grandes, hasta que... reconoció la voz de papá Jungkook y la risa de su papito Jimin.
No escuchaba lo que ellos decían, siendo testigo de lo que hacían y el cómo su papito Jimin le daba un besito a papá Jungkook. Según su tía, esa era una forma en que los adultos demostraban que se querían.
Esperen, ¿su deseo se cumplió?, ¿cómo es que Santa pudo cumplir con su regalo de navidad si es que no eran vísperas navideñas?
Casi saltando en su lugar, se acercó a ellos dos corriendo mientras compartían un abrazo.
-¡Papito! ¡Papá!
Aquellas exclamaciones llamaron la atención de los adultos que tuvieron que romper el contacto al estar frente a la pequeña.
-¿Qué ocurre mi amor? -cuestionó su papito Jimin con cierta preocupación, incluso se agachó a su altura para revisar sus bracitos- ¿Estás bien?
-Sí, sí estoy bien papito -sonrió y sin más abrazó a su papito Jimin-. Gracias papito.
-¿Por qué? -su papito la abrazó y acarició su cabellito.
-Por haber hecho que Santa cumpla con mi regalo de Navidad antes de medianoche.
-¿Y puedo saber qué pediste para Navidad? -esta vez fue papá Jungkook quien se agachó a su altura y, sonreía con notable alegría.
-Pedí que mi papá sea feliz, también pedí un papá de regalo, quería de nuevo a mi papá Jungkook.
Ambos adultos estaban sorprendidos por la facilidad con la que la pequeña decía lo que había pedido para navidad. El deseo inocente de una pequeña de siete años que solo quería una familia unida a la que se acostumbró solo en dos semanas y extrañó en todo este tiempo.
-¿Ahora sí te quedarás con nosotros, papá Jungkook? -cuestionó SoYeon separándose del abrazo de su papito solo para acercarse a quien veía como su papá, igualmente rodeándolo en un abrazo, tanto como su cuerpo se lo permitía.
Jimin le dirigió una corta mirada al Alfa, no esperaba ese tipo de petición, de hecho, se imaginó las cosas un poco diferentes. Que lo hablaría con calma con ella, porque era un paso importante en su vida y un cambio muy grande para ellos, que por muchos años solo fueron dos, así tuviera a Byul-Yi, a Whee-in, la señora Jung... siempre fueron solo él y su hija.
¿En verdad se lo estaba haciendo así de sencillo?
-¿Eso te haría feliz? -Jungkook preguntó, solo recibiendo movimientos de cabeza con un ligero "sí"- ¿Y crees que podría hacer feliz a tu papá?
-Sí. Porque eso fue lo que le pedí a Santa.
Jeon lo miró como si con eso pidiera su permiso para decirle algo a la pequeña. Solo sonrió y asintió en silencio, enternecido por la escena.
-Bueno, tu papá me dio permiso para quedarme un poco más con ustedes -el Alfa levantó a la pequeña para sostenerla entre sus brazos mientras él hacía lo mismo. JungKook se irguió en su lugar y se acercó a ellos-. Así que se podría decir que es un regalo anticipado de navidad, ¿no pequeña?
-Princesa. Ahora quiero que como mi papá oficial, me digas princesa.
Unas pequeñas risas resonaron por parte de los tres. Jimin acomodando el cabello de su hija mientras no temía acercarse un poco al Alfa.
-Está bien, princesa -respondió Jungkook-. ¿Algo más que quieras?
-¿A qué hora sirven la comida? Tengo hambre -cuestionó SoYeon devolviendo la vista hacia el salón donde la fiesta se desarrollaba.
-Supongo que lo harán en un momento -dijo Jimin-. Vamos a preguntarle a tu tía.
Los tres regresaron al salón, Jimin sosteniéndose del antebrazo del Alfa mientras su hija estaba todavía siendo sujetada por el Alfa quien no dejaba de reír por las cosas que ella contaba. Cualquiera que los vería, diría que se trataba solo de una familia habitual que la estaba pasando bien en una fiesta así.
Lo cierto es que, esta familia recién se estaba formando. Y esperaban que así durara el tiempo que fuera necesario, por mucho que existan ciertos secretos de lo que no se sabía demasiado por ahora.
Bueno y eso es todo jeje. Primero de todo muchas gracias siempre por todo el apoyo, me ponen muy contenta los comentarios al ver que os gusta. Gracias por los 800 seguidores, espero que tanto a los nuevos como a los más viejitos les gusten mis adaptaciones. Segundo siento mucho haber tardado tanto en actualizar, mi escuela y el estudio no me dan tiempo para más nada, espero lo entendáis. Se despide:
—almin♡
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