Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 26: Nada es coincidencia

Jimin observaba como los niños realizaban sus actividades con esmero o algunos lo llamaban porque no comprendían ciertas actividades. Lo que disfrutaba de las mañanas (muy aparte de pasar tiempo con su hija) era poder convivir con más niños.

—Pronto terminará nuestra clase de artes —mencionó la maestra Jung— y podremos empezar con nuestra clase de educación física.

Los gritos de alegría resonaron en el curso. Claro que eso era suficiente para que todos lo tomaran como motivación para terminar con sus trabajos de ese momento; por lo que, cuando se dio el cambio de materia, todos estaban listos para salir al patio especialmente preparado para los pequeños y con una maestra especializada en la materia.

Ambos maestros observaban como los pequeños disfrutaban de las rutinas que su maestra les enseñaba. Algo que aprovechaban para conversar.

—Te he notado un poco agobiado —mencionó Whee-in, sin quitar su sonrisa dirigida hacia sus alumnos y cruzada de brazos—. ¿Qué te preocupa?

Jimin se tomó su tiempo antes de responder, saludando a los pequeños que lo hacían llamando su atención.

—Bueno… tiene que ver con SoYeon —susurró.

—¿De nuevo pregunta por su papá? —asintió ante la pregunta— Oh, creí que lo dejaría después de lo que le dijiste.

—Está así después de la visita de TaeHyung —sonrió un poco dubitativo—, claro que no es su culpa, es solo que…

—Entiendo —Whee-in dirigió su mirada hacia él—. Jimin, también me mencionaste que ella recordaba a tu exjefe, ¿eso es malo?

—Sí, él no es su papá —masculló e infló sus cachetes en un pequeño mohín—. Quiero decir… tiene una idea algo interesante sobre ello, pero no me siento capaz de mentirle de esa manera a mi hija.

La Omega tan solo asintió volviendo la mirada hacia sus alumnos. El silencio solo era llenado por el bullicio alrededor; Jimin sí le había comentado a Whee-in sobre su exjefe, un hombre que pensaba muy poco en lo que diría y ante todos lucía como una persona amable. Pero para él, solo fue alguien que apareció en su vida y la puso de cabeza con sus tonterías, en un buen sentido.

—Oh, se me olvidaba comentarte —habló después de ese silencio corto sin borrar su sonrisa—. En una semana vendrá un abogado muy importante para dar una charla a los padres acerca de ciertas cuestiones legales que desconocemos. Podría interesarte.

—¿Sabes de qué hablará?

—Adopción y familia —Jimin sonrió—. Bueno, no tengo el itinerario completo, pero estoy segura de que esos son sus temas centrales.

—Oh, pero, ¿por qué ese interés en que hable con un abogado?

—Jimin, no es cualquier abogado, es hijo de uno de los abogados más reconocidos en Seúl. Su nombre es… Jeon DongJu, si no estoy equivocada.

—¿Jeon dices? —preguntó ciertamente sorprendido.

—Sí. No es un familiar ni nada, pero su apellido puede dar esa confusión.

Esta vez no respondió, al contrario, estaba pensando en ese apellido. Conocía a otro Jeon que también tenía su fama de abogado, de nuevo, su nombre hacía acto de presencia, Jeon Jungkook.

Eso le causaba cierto temor. O tal vez, solo lo estaba recordando porque desde la visita del prometido de Whee-in, su nombre volvió a su mente.

Dos años intentando olvidar todo lo relacionado a Seúl, con él y por mucho que haya intentado negarlo, no había logrado su objetivo.

—… podrías comentarle sobre tu situación y que pueda ayudarte para que los documentos no sean un problema. ¿No lo crees?

—Sí, sí, tal vez —respondió sin haber prestado atención en realidad.

Durante el transcurso de la tarde, Jimin no podía dejar de pensar en el famoso abogado que visitaría el colegio para brindar una charla. No. Lo mejor era no pensar en eso.

—Papi, papi —la voz de SoYeon llamó su atención—. Mira lo que hice.

SoYeon le mostró el dibujo que desde hace media hora le había mencionado que estaba realizando y sería una sorpresa. Si bien no se puede decir que los trazos eran perfectos y ahora pintaba mejor que antes, sonrió con ternura cuando recibió la hoja en sus manos.

Eran ellos dos, en un jardín rodeado de flores amarillas y con nubes esponjosas con un cielo azul, mientras estaba escrito en ellas: “Papá y yo somos felices, no nos hace falta nada” con apenas una caligrafía adecuada a su edad.

—¿Te gusta? —cuestionó la pequeña con evidente alegría.

—Por supuesto que sí mi amor —SoYeon tomó asiento a su lado—. ¿Papá te hace feliz?

—Eres mi papá, ¡eres el mejor papá del mundo! —exclamó lo último con efusiva alegría acercándose hacia él para abrazarlo desde su cuello y dejar un beso en su mejilla.

Su corazón se hizo pequeño y cuando ambos chocaron sus miradas dedicándose sonrisas, Jimin entendió que hasta ahora, a pesar de las circunstancias estaba realizando un buen trabajo, por así decirlo, era un buen papá y su hija lo apreciaba como tal. Era esa clase de amor incondicional que muy pocas personas llegaban a comprender, era ese sentimiento de alegría, cariño y amor multiplicado por una cantidad que no podía medirse tan fácil. Era tan solo el amor de padre e hija, una relación tan fraternal que no podía quebrarse con facilidad.

—No sabes lo orgulloso que estoy de ti —acomodó el mechón de cabello que caía en su frente—. Todavía no puedo creer que alguien tan linda como tú sea mi hija.

—Si soy así de linda, es porque tú eres muy lindo —respondió mientras inflaba sus mejillas y sonreía.

Jimin sonrió.

—Vamos a dejar este dibujo en la pared como la obra de arte que es.

SoYeon aplaudió para que ambos se pusieran de pie y caminar hacia la habitación de Jimin, tenía una parte de su cuarto para eso, aunque quizá le faltaría espacio y tendría que usar otra pared para poner los dibujos que ella hacía.

Park SoYeon era una niña pequeña, estaba consciente de eso, que si bien estuvo insistiendo con el hecho que quería conocer más de su otro papá, también entendía que su papá estaba ahí con ella, todos los días, cuidándola, brindándole cariño, amor y tantas cosas que muy pocos niños podían presumir. Eran una familia de dos y eso estaba bien.

Si ella podía decirle todos los días le decía que lo quería, eso sería suficiente para los dos.

Después de eso, ambos se dirigieron a la cocina para preparar algo para comer. Su noche se basó en eso, SoYeon viendo a su papá picar los ingredientes necesarios, en lo que ella ponía los platos en la mesa. Conversando de cualquier cosa teniendo su ambiente familiar agradable.

Cuando llegó la hora de dormir, se tenía una rutina especial, Jimin tenía que contarle su cuento preferido y una canción que él había compuesto, así y solo así ella podía conciliar el sueño.

—Érase una vez, en un reino muy lejano —relataba Jimin alzando un poco la vista para notar como SoYeon sonreía— en el que se conocía sobre un príncipe temeroso a encontrar el amor…

Ese cuento era especial, porque parecía contar un poco el cómo se sentía, hasta la llegada de una princesa que le enseñó que eso no era tan malo, vaya coincidencia. Cuando terminó su relato, comenzó su canción cuando ella comenzó a frotar sus ojitos.

—Papi —susurró la pequeña cerrando sus ojitos rendida ante el cansancio— te quiero mucho.

—Yo también te quiero mucho —susurró dejando un beso en la frente de la pequeña.

Con el pasar de los días, a nada de concluir una semana, en el colegio se podía escuchar un único tema de conversación alrededor. La charla que daría el abogado Jeon sobre los
diferentes asuntos legales que involucra la situación de adopciones, divorcios entre otros. Algo que sin duda llamó la atención de muchos padres.

No era secreto para nadie el hecho de que el tema de la adopción causaba malestar en algunas personas que siguen un pensamiento bastante antiguo, basado en la pureza de la sangre y el linaje que debe seguir manteniendo a la familia solo con descendientes sangre de su sangre.

Una de las razones por las que la adopción era tan mal aceptada, poniendo a los padres que tomaban esa decisión en situaciones incomodas y que el acoso escolar a estos niños, se tomen como casos aislados.

—Me sorprende la expectativa que causa la presencia de un abogado —mencionó uno de los profesores.

Estaban todos reunidos para ultimar algunos detalles antes de recibir al abogado Jeon, estaban ahí antes del inicio de clases, por lo que, la conversación también el debate se extendía hasta ese salón.

—Bueno, basta con buscar el origen que tiene, sin duda viene de una familia muy reconocida.

—El abogado Jeon es demasiado guapo —acotó una maestra con una sonrisa alegre.

Jimin escuchaba el debate que se creaba por el hecho de que Jeon DongJu llegaría en pocas horas. Sin duda estaba interesado de conocerlo, porque todos comentaban la fama que le precedía y lo que podría resultar de su visita para el colegio.

Tras terminar la reunión y el timbre resonó dando inicio a las clases, alcanzó a observar a un hombre alto, cabellera oscura, vestía un traje elegante y saludaba con alegría a quien lo hacía. Quizá se trataba de un padre que veía por primera vez.
Eso pensaba hasta que llegó la hora de aquella charla.

Las clases se desarrollaron solo hasta las primeras horas, dejando el último periodo para darle el tiempo necesario al abogado Jung, por lo que, en el momento que se presentó, Jimin se quedó aún más que sorprendido por como lucía.

—Buenos días padres de familia, sé que para muchos es una pérdida de tiempo, pero para otros padres es muy importante. Me presento —realizó una reverencia y sonrió hacia todo su público— mi nombre es Jeon DongJu, abogado especializado en el área familiar. ¿Algo más que deseen saber?

—¡Si es casado! —se escuchó una exclamación femenina al fondo del auditorio sacando risas a todos.

—No lo soy, pero gracias por hacer el ambiente más agradable. —DongJu elevó su dedo pulgar hacia el público— Si creían que los abogados somos serios y amargados, ¿todo bien? Están conociendo a un abogado muy diferente.

Todo el auditorio se llenó de aplausos, antes de que continuara con su presentación con un ambiente agradable. Comenzó explicando sobre el divorcio y como muchas ocasiones llegaba a afectar a los niños, conocido como la alienación parental*.

—Muchas ocasiones se conoce que esto se atribuye a las madres, aunque no hay buenos ni malos en la historia, ambos padres lo pueden hacer. Los niños solo son víctimas de las decisiones que tomamos nosotros como adultos, porque como responsables de ellos, tenemos que entender que no debemos tratarlos como si no tuvieran voz y voto, son pequeños, sí, pero tenemos que velar por su bienestar en todos los ámbitos.

Eso captaba más la atención de los padres presentes, quienes cuchicheaban como si concordaran con ello. No siendo el único tema en el que se repetía ese ambiente, incluso Jimin no parecía cansarse con la charla que escuchaba tan atentamente, hasta que tocó el tema del abandono en la familia y la adopción.

—Estos últimos años —dijo Jeon cambiando la diapositiva— el abandono en la familia se ve más sexista —eso causó algunas risas en el auditorio y el abogado se encogió de hombros—, porque siempre se lo atribuye a los padres. De nuevo, no. Eso no entiende de género, tanto una madre como un padre pueden tomar la decisión de irse de casa y dejar a su pareja con toda la responsabilidad. Es triste decirlo así, pero no todos están preparados para ser padres o formar una familia.

Jimin asintió de manera inconsciente ante esas palabras. Aunque, su situación era diferente, pero bueno, ya no tenía por qué seguir recordando eso.

Y todo terminó con la habitual ronda de preguntas que fueron respondidas con mucha amabilidad y, con una ovación teniendo a muchos padres agradeciéndole al abogado Jeon en persona. Fue en ese momento que Jimin se animó a acercarse para poder absolver sus dudas personales que no pudo realizar en su momento.

—De verdad muchas gracias por algo así —la directora le agradecía y cuando se percató de su presencia, fue quien le dio el espacio necesario para que pueda hablar con el abogado Jeon—. Lo dejo con el caso especial que le comenté.

Alcanzó a escuchar, se despidió de la directora y cuando estuvo frente al abogado, notó que se trataba de un Alfa. Estaba un poco nervioso porque solo sonreía como si la vida no le preocupara o sabía cómo vivirla, pensamientos de Jimin que no sabía cómo expresarse.

—Buenas tardes —saludó amablemente él—. Sé que es difícil hablar con alguien que no conoce, pero soy muy buena persona.

—Lo noté —sonrió y saludó—. Quería agradecerle por la charla que… acaba de dar.

—Muchas gracias —DongJu movió su cabeza en agradecimiento— pero creo que la directora me comentó su situación.

—¿En serio?

—Sí. ¿Park Jimin?

—Sí —Jimin asintió devolviéndole la sonrisa—. Yo… bueno, necesito su ayuda con algo importante.

—Entiendo, pero necesitaría evaluar su caso con alguien más especializado en este tipo de situaciones. Por lo que me comentó la directora —Jimin se mostró confundido todavía escuchando lo que decía el Alfa frente a él— usted no puede acceder a algunos papeles por esta cuestión de que no es casado y ese tipo de cosas puestas por la burocracia.

—En resumen, sí… pero creí que usted era especialista en esto.

DongJu parecía mostrarse apenado por la situación.

—Lo soy, pero mi hermano tiene mayor tacto con este tipo de casos. Créame, estaría dejando su caso en muy buenas manos. Solo que —el abogado elevó la mirada— tendría que ir hasta Seúl para eso. Solo si quiere.

—Podría pensarlo.

—Tendrá su tiempo, en lo que yo evalúo su caso con él —metió su mano a su bolsillo y cuando sacó su cartera, le entregó una tarjeta—. Cuando esté seguro, me llama.

Jimin recibió la tarjeta con gusto y correspondió la sonrisa que de nuevo le era ofrecida.

Porque nada era coincidencia, pero había que esperar un poco más por ello.

*Alienación parental: Conocida como el Síndrome de Alienación Parental (SAP), como una polarización de los hijos o hijas a favor de un progenitor y en contra del otro (generalmente con el que no conviven) creando un rechazo extremo sin motivo aparente. (Como demostrar el síndrome de alienación parental (SAP): La prueba psicológica. Psicolegalmente Periciales psicológicas.)

Les recomiendo buscar sobre el tema, que a pesar de no estar todavía considerado como un síndrome como tal en libros de psicología, muchos psicólogos lo están empezando a considerar porque también se traduce en una forma de maltrato infantil. Expuse este tema en clases y creo que es importante conocerlo también.

^Esto fue nota de la autora original, que me pidió ponerlo. Si quereis buscarlo estaría súper, porque de verdad es un tema interesante^

Hasta aquí, si veis algo mal, me avisáis. Espero os guste. Se despide:

—almin♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro