Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21: Un Alfa lastimado y un corazón roto

El timbre resonando y los golpes en su puerta lo despertaron. No tenía idea de la hora, pero estaba seguro de que golpearía a quién estaba interrumpiendo su sueño en medio de una noche tan agradable.

-¿Qué cara-? ¿SeokJin? ¿Byul-Yi?

-Lo siento, ella quería verte. -dijo SeokJin preocupado.

-Lamento molestarlo señor Jeon -habló la Omega asustada- pero necesito que me ayude.

-¿Qué ocurre?

-Jimin... él -de nuevo la Omega volvió a sollozar, esta vez apoyándose en el pecho de SeokJin-... él no está conmigo. Creí... que usted sabría... creí que...

Jungkook todavía aturdido por el sueño, no parecía captar lo que Moon intentaba decirle, frunciendo el ceño asomó un poco su cabeza fuera de la puerta como si buscara a alguien.

-Idiota -escuchó el susurro de SeokJin obligándolo a erguirse de nuevo en su lugar, viendo cómo la Omega solo se aferraba al Alfa a su lado-. Jimin huyó de su hogar, se fue y se llevó a su hija. ¿Ahora sí lo entiendes?

En ese momento pudo sentir como sus neuronas hacían corto circuito intentando llevarle la información a su cerebro. ¿Jimin hizo qué?

-¿Cómo? ¿Por qué? -se atrevió a cuestionar con preocupación.

-Déjanos pasar, así ella tendrá tiempo para explicarte lo ocurrido.

Por un momento había olvidado sus modales, notando así como la Omega se deshacía en lágrimas en los brazos de su amigo. Se hizo a un lado de la puerta, dejó que pasaran a su sala y tras cerrar la misma se dirigió a su cocina por un vaso de agua o algo para ofrecer.

Podía sentir como sus manos temblaban y su instinto protector le decía que debería salir a buscar al Omega Park, sin embargo, una parte de él le decía que no tenía por qué hacer eso. Lo había visto sollozar después de que él despachara al idiota de Jun, se preocupó y eso, pero no era su responsabilidad el saber qué hacía el Omega, así lo sintiera necesario... todo fue tan rápido, cielos.

-Aquí tienes -le ofreció el vaso con agua a Moon, quien tuvo que separarse del reconfortante abrazo de SeokJin para aceptarlo.

Eso lo hablaría después con él. Por ahora, quería saber qué había pasado con Jimin.

-¿Te sientes mejor? -preguntó, ella solo optó por negar con su cabeza sosteniendo el vaso de agua entre sus manos, apenas había bebido un poco- Sé que es una pregunta tonta, pero necesito que te calmes primero.

-¿Cómo podría? ¡Mi amigo está fuera, yendo a quién sabe dónde y con su pequeña! -Byul-Yi volvió a sollozar- Creí que él vendría aquí... quiero decir, parecía tener con usted... la suficiente confianza como para... acceder a su servicio.

Jungkook se removió en su lugar. Tragó saliva.

-Todavía, no era lo suficiente como para que me vea como alguien que podía protegerlo. No, él no me veía de esa forma, muy diferente de cómo te veía. En mí no encontraba esa clase de protección Byul-Yi.

Se quedaron sin decir nada. El silencio solo era roto por los sollozos de Byul-Yi, quien inevitablemente había vuelto a abrazarse a SeokJin. Jungkook no sabía cómo sentirse.

Sí, la noticia le pegó fuerte, puesto que, a pesar de no conocer mucho de Jimin, sabía que en el fondo todavía era frágil y temeroso de algo desconocido e imposible de descifrar, sabía que su hija era lo más importante en su vida y que a pesar de todo, era importante para él ayudarlo.

Hacerle entender que si bien era un buen padre, necesitaba que alguien lo apoye.

Sintió como una lágrima silenciosa se deslizaba sin su permiso, se limpió la misma tan rápido como pudo. Esperaba que nadie lo haya notado.

-Esto fue lo que él dejó -SeokJin le extendió un pedazo de papel- deberías leerlo.

Asintió. Aceptó el papel y lo desdobló, leyendo su contenido. Sintió una horrible sensación en su pecho, nunca pensó que una carta tan personal, le afectaría de esa manera.

-Y...-dijo, aunque no podía juntar las palabras correctas, hacía el intento por mostrarse tranquilo- y... ¿es así de fácil para él hacer esto?

Sí, era una pregunta estúpida, pero no sabía que más cuestionar. Esa sensación se convirtió en un revoltijo de sentimientos, donde la duda, el enojo y la tristeza dominaban. Inexplicablemente, se sentía herido.

¿Dónde se había ido Jimin? ¿Cuál fue el motivo por el cual tuvo que irse así como si nada?

Cinco días pasaron de ello. Aunque solo fueron tres días en los que sintió su cambio repentino, tres días que todo el mundo se mostraba preocupado por cómo estaba. No sonreía, no hablaba mucho, solía llegar tarde al restaurante o simplemente no aparecía.

Cómo ahora, se quedó en casa leyendo la carta, a la espera de encontrar alguna cosa que le brinde una respuesta sobre la ubicación del Omega.

Nada. Por más que leía y leía, no había nada. Se sentía mal, estaba mal, pero nadie podría entender lo que ocurría si ni él entendía aquello, encontrando como único consuelo el alcohol; odiaba beber desmesuradamente, pero hasta ahora le estaba funcionando.

-Jungkook.

Alcanzó a escuchar en el momento que alguien le elevó la cabeza, era YoonGi quien le miraba con preocupación.

-Mira cómo estás, santo cielo, ¿qué ocurrió contigo?

No dijo nada, tan solo volvió a agachar la cabeza, soltó un suspiro y tan solo esperaba que lo dejara solo. Pero no era la manera en la que pensaba YoonGi, puesto que lo hizo levantarse del sillón, así se quejara, el Omega tan solo le regañaba por haber bebido y no haber comido ni descansado de manera adecuada. Se sentía como un títere, un muñeco de trapo, al que YoonGi podía desvestir, bañar, cambiar y obligarlo a dormir unas cuantas horas.

-No me iré de tu lado -le susurró cuando él tan solo estaba acostado en la cama y con un pijama nuevo.

Era más fácil decirlo que hacerlo, de esa manera estaba pensando. Cerró sus ojos ante el aroma de YoonGi, agradable, tan tranquilizador que por un momento olvidó lo que tanta tristeza le causaba a su corazón.

-Jimin -susurró en medio de su sueño.

Park Jimin. Demonios, ni siquiera así podía olvidarlo. ¿Por qué hacía tanto drama? Se trataba de un Omega más, un padre, uno de sus trabajadores, alguien que apenas le soportaba por cómo era con los demás, alguien que tenía una niña tan adorable que fue capaz de decirle "papá" cuando apenas lo conocía, alguien que a pesar de sus tonterías, parecía agradecido con él.

Maldita sea, costaba admitir que no era solo un padre más.

Existía algo en todo esto, que no comprendía.
Se despertó después de unas largas horas, eran más de las ocho de la noche, claramente tenía un dolor de cabeza horrible y el aroma de YoonGi seguía en él. Un momento, ¿qué hacía YoonGi en su casa?

Tras levantarse de la cama, caminó con cierta lentitud hacia las escaleras. Podía escuchar como algunas cosas en la sala eran removidas, el sonido claro de latas de cerveza vacías siendo aplastadas; cuando llegó a los pies de la escalera, se sintió avergonzado mientras continuaba su camino hacia la sala.

-¿Qué haces aquí, YoonGi?

-Oh -Min levantó la mirada con una sonrisa todavía sosteniendo la bolsa de basura-. Tenía que verte, pero no me llevé la mejor sorpresa, nunca imaginé que te vería de esta manera, de nuevo.

-Lo siento. No quería preocuparte.

-Jungkook, ¿qué ocurrió?

-Nada -respondió con un poco de rudeza. Lo que menos deseaba era verse envuelto en un interrogatorio.

-Seguro. No pasó nada como para que te pongas a beber de esta manera.

-No te incumbe.

Sabía que estaba siendo demasiado hostil con el Omega, solo que, ni siquiera se entendía él.

-¿Qué carajos te pasa? -cuestionó YoonGi con molestia- Deberías estar agradecido con que alguien se preocupe por ti.

-Claro que lo agradezco -respondió- pero tampoco quiero responder tantas preguntas como si fueras mi pareja.

Abrió los ojos desmesuradamente cuando se percató de lo que había dicho. Aunque era tarde para retractarse, porque incluso escuchó como YoonGi había tirado la bolsa de basura a un lado. El silencio era tenso, ninguno podía dar lugar a esas palabras.

-No seré tu pareja, ¡pero maldita sea Jeon Jungkook! -Min exclamó con molestia- me tratas como si lo fuera. ¿Estoy en lo correcto?

-YoonGi.

-No, no. Me vas a dejar hablar a mí primero -YoonGi se acercó a él con clara molestia-. No soy un puto juguete Jungkook, ni siquiera soy la clase de Omega que puedes usar y humillar cuando quieras. ¿Te hice algo para que me trates de esta manera?

-Maldita sea, no. Pero si no quiero hablar de lo que me pasa, no tienes porqué insistir.

-Lo hago porque detesto que te hagas daño -YoonGi estaba dejando que algunas lágrimas escaparan y rodaran por sus mejillas-. Porque... realmente me importas... porque en verdad detesto que sufras. ¿Eso es malo?

-YoonGi, por favor, no llores.

-¡¿Y cómo quieres que no?! -volvió a exclamar, esta vez limpió su rostro con molestia- ¡Pero si lo único que voy a recibir, es esto, púdrete Jeon!

Jungkook detuvo a YoonGi sosteniéndolo de sus muñecas antes de que se fuera, sí, era más fuerte que el Omega, un poco, pero eso había bastado para que tan solo lo golpeara en el pecho y solloce.

-Mírame -habló tras un corto silencio, logrando que su orden sea obedecida- no fue lo que quise decir, es solo que... todo lo que me pasa es demasiado confuso. Lamento haberte lastimado todo este tiempo.

-¿A qué te refieres? -preguntó YoonGi en un susurró.

-Que si bien no eres mi pareja, ambos nos hemos tratado de esa manera, ¿no es así? -se atrevió a soltar una de las muñecas de YoonGi, para después limpiar las lágrimas que se deslizaban en sus mejillas- Lo siento, no sabía que sentías todo eso por mí. Fui un tonto creyendo que no pasaba nada.

Mentía. Porque algo dentro de sí siempre le dijo que todo eso lo llevaría en algún momento a esta situación, donde ninguno de los dos conocía qué tipo de relación ya tenían. Cuando solía decir que él era su pareja, para que no vean que sus acciones de manera errónea. No le gustaría admitirlo, antes era peor, pero sí había usado a su amigo, así sonara horrible.

-¿Esto...? ¿Por qué? -volvió a cuestionar YoonGi sin poder creer las palabras de Jungkook.

-Porque te irás pronto, no quiero ser una carga para ti, soy alguien que no te merece. No soy digno para ti, soy un hombre y Alfa patético que no pensó un segundo en lo que sentías.

-Idiota.

-También -esta vez él estaba sollozando-. Pero ambos sabíamos que de la forma que empezó, esto terminaría algún día. Perdón. No quería tratarte así, eres el único que vino a verme y fui un imbécil.

-Cállate, ¿sí? -YoonGi se separó de su agarre- Entendí el mensaje, no soy quien está en tu corazón, alguien más lo ha ocupado.

-No tiene nada...

-Basta, deja de mentirme. Leí la carta que dejó Park Jimin -Jungkook hizo a un lado su mirada- y a pesar de que no fue para ti, su partida te dolió.

-No es así. Él solo es alguien a quien me ofrecí a ayudar.

-Mira, no soy quién para decirte que debes hacer con tu vida, ni a quien debes amar -YoonGi tomó sus cosas-. Nunca me dijiste que me amabas, solo era alguien a quien podías acudir cuando te sentías mal o cuando querías algo más. Está bien.
Ahora no tengo derecho a reclamar que te atreviste a llamarme Jimin mientras estaba velando tu sueño.

El Alfa quería golpearse en estos momentos.

-Pero está bien, no me importa -cuando el Omega terminó de colocarse su abrigo y limpió sus lágrimas, mantuvo la mirada al frente-. Solo... deja de sufrir por familias que no son tu responsabilidad, sufres porque quieres. No eres patético, pero si te sientes así, que bueno.

-Cuídate YoonGi -tan solo respondió eso, porque sabía que lo que decía era porque sus exparejas le decían eso y las conocía de memoria. Buscaba lastimarlo.

-Lo haré. Adiós Jungkook, espero que nuestros caminos no vuelvan a cruzarse nunca más.

Solo escuchó como la puerta de su hogar era azotada y la soledad volvía a ser su compañera.

Así doliera y era una despedida amarga. Era mejor que seguir haciéndose daño, aunque para él, esto se daría de una u otra forma, YoonGi pronto se iría, dejaría Seúl y no quería que siga esperando algo que nunca llegaría. Lo vio aquella noche que lo invitó a pasar la noche, de seguro esperando más que un "felicitaciones" y, no podía ofrecerle eso.

Si hubo un corazón roto, era el del Omega, deseaba ahora que encuentre a alguien que cure las heridas que dejó. Por su parte, así su lobo aullara lastimado, no era por lo que acababa de pasar.

Sería duro, pero tenía que aprender a vivir con ello, ¿no?, porque después de todo, nadie ocupaba su corazón como decía YoonGi, ni siquiera Jimin estaba en eso. Esperaba que fuera así, no, tenía que ser así. Entre ellos nunca pasó nada que lo haga pensar así; era tonto pensar de esa manera.

Este cap está fuerte jajaja. Eso es todo, tal vez el Sábado actualice, aunque no lo tengo claro. Si veis algo mal, me avisáis. Espero os guste. Se despide:

—almin♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro