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Capítulo 18: Lo que no puede pasar

Horas antes…

Jimin no había pegado un ojo en toda la noche, se había removido de un lugar a otro en la cama buscando comodidad o una posición que lo ayude a dormir, aunque claro, eso resultara imposible. Sentía su cuerpo muy sensible en ciertas zonas y el dolor en otras, o como la temperatura de su cuerpo subía, deseando atribuirlo a otras cosas y no a lo que deducía que era. Se levantó de la cama en plena madrugada, evidentemente preocupado y se dispuso a buscar en el baño los supresores que lo ayudarían a no pasar por ciertas situaciones un tanto embarazosas. Ya no quedaban muchas pastillas, según revisó, elevando aún más su frustración mezclada de preocupación.

—¿Jimin? —la voz adormilada de Byul-Yi llamó su atención y, a su parecer, fue su aroma quien lo delató— ¿Qué sucede?

—Lamento despertarte —musitó en voz baja— es solo que, estoy buscando algo.

—Si estás buscando los supresores, me temo que los tuve que reducir —dijo Byul-Yi con un tono serio cruzada de brazos—. Sabes que no puedes exagerar con ellos, que debes cuidarte muy bien.

Tenía la intención de replicar, pero solo asintió resignado. Darle la razón a su amiga era lo mejor que podía hacer a tan tempranas horas de la mañana, porque sí tenía razón, el abusar de los supresores sería contraproducente para su salud.

—Entonces, ¿cómo puedo calmar mi calor?

—Deberías estar tranquilo —ella sonrió— por lo general, tu celo no dura demasiado, será cuestión de horas o un par de días. Lo bueno de no tener un Alfa cerca.

—Espero que eso pase.

—Descuida, yo me haré cargo de SoYeon. Ya sabes, pasará lo de siempre y estaremos seguros. Tranquilo.

Agradeció una vez más. Cuando ella lo dejó solo en el baño, fue el momento que aprovechó para tomar, aunque sea una sola pastilla. Podía ser su celo cuestión de cierto tiempo, pero igual su cuerpo dolía ante el hecho de no tener a nadie con quien contar en este tipo de casos. Algunas veces Byul-Yi solía quedarse a su lado, pero también debía cuidar de SoYeon no podía hacer dos cosas a la vez, por lo que, siempre que acontecía el celo de cualquiera de los dos y para no hacer que la situación se torne incómoda, se quedaban en la casa de una amiga que siempre los recibía amablemente junto a su pareja.

Tenía la expectativa de que podría estar tranquilo si es que no sentía el aroma o feromonas de algún Alfa. El calor y el dolor se triplicarían si es que eso pasaba.

Apenas fue una hora decente para levantar a la pequeña, tras preparar el desayuno y sus cosas, le dijeron que se irían unos días a visitar a una amiga, algo que pareció llamar la atención de la niña que aceptó con gusto tal propuesta, sin tener que dar más explicaciones del porqué no los seguiría Jimin en esa visita. Pasada una hora, se despidieron, Byul-Yi le dijo que llamara cualquier cosa, asegurándole que no se preocupara cuando las vio marcharse. 

Se quedó sentado, en un intento por mantener su cabeza ocupada y no pensar en nada más.

Todavía su cuerpo no entraba en el pequeño trance que solía dejarlo atontado, no quería llegar a eso porque no estaba seguro de lo que sucedería.  Se cubrió con un cobertor esperando engañar a su cuerpo con el hecho de que se encontraba protegido si así se lo creía.

Todo era cuestión de tiempo. ¿Qué podría salir mal?

—Espera, no puedo hacer esto.

Salió de su pequeño trance, la voz que escuchó se le hizo lejana antes de regresar en sí; y ver en la posición que estaba frente a su jefe, hizo que abra los ojos con el espanto dibujado en su rostro.

Tenía la respiración agitada siendo la evidencia clara de que el aroma a vino y menta que desprendía Jeon Jungkook le había afectado más de lo que esperaba.

—Y-yo…—musitó esperando levantarse del regazo del Alfa, aunque no lo hizo— lo siento.

Sin desearlo en realidad, apoyó una de sus manos en el pecho del Alfa frente a él. Elevando la mirada se perdió en los labios del Alfa, no sabía cómo describirlos, tenía problemas para eso, aunque, sí se veían tentadores y eran muy bonitos. Con su mano libre, pasó su pulgar por el labio inferior provocando que el Alfa suelte un suspiro. La tensión sexual era palpable, el momento demasiado irreal para Jimin, parecía superficial, pero nada quitaba de su cabeza la idea de que quería besar a Jungkook. Estaban perdidos en la mirada del otro, Jeon parecía detenerse cuando deseaba tomar su rostro; necesitaban parar.

Alguien llamó a la puerta rompiendo aquel momento y provocando que el Alfa lo cubra con aquel cobertor, si no era algún conocido, tan solo daría media vuelta cansándose de insistir. Eso no fue lo que pasó. Las llaves chocaron con la puerta para que después la misma sea abierta dejando ver a Byul-Yi evidentemente sorprendida por la escena.

—Oh…—dijo tomándose su tiempo para procesarlo— cerraré la puerta y cuando entre de nuevo, haré como que no vi nada.

Jimin estaba avergonzado, así se sentía cuando escuchó la puerta cerrarse de nuevo. No era solo vergüenza, había algo más que no podía describir siendo inútil en ese momento. Tan solo volvió a susurrar un “lo siento” al levantarse del regazo del Alfa y aferrándose al cobertor, caminó hacia su cuarto con la cabeza gacha. Cerró la puerta de su habitación, se apoyó en ella solo para deslizarse y sentarse en el suelo.

¿Qué demonios había hecho?

Estaba un poco asustado, ya que nunca antes le había pasado algo así. Desde el nacimiento de SoYeon, por su cabeza no pasaba el tener algo con Alfas, mostrándose siempre como alguien a quien no debían acercarse por el simple hecho de ya tener una hija. Se había acostumbrado en estos cinco años a estar solo, a pasar solo sus días de celo, tener como prioridad a su hija y a nadie más.

¿Por qué justo hoy se había mostrado de esa manera frente a su jefe? Sí, había sido una equivocación abrir la puerta, sí, fue una equivocación suya el haber tomado esa posición con él. Así de simple.

Desde que el padre de su hija lo rechazó, se dijo a sí mismo que no volvería a estar con un Alfa, porque ese día no solo su orgullo quedó herido, también su lobo, era reacio al contacto con ellos.

Todo esto se le hacía muy extraño, sin contar el mar de sensaciones que parecía formarse en su pecho.

—Jimin, Jimin —la voz de su amiga le quitó esos pensamientos, golpeaba la puerta, seguro esperando alguna explicación—. Jimin, abre la puerta por favor.

Pudo levantarse, aunque abrió la puerta dándole la espalda a su amiga, sabía que lo regañaría. Lo esperaba de esa manera.

—Jimin —escuchó con voz dulce—. Sabes que puedes decirme si algo ha pasado. ¿Qué hacía tu jefe aquí?

—Quería saber si estaba bien —respondió con la voz baja—. Le avisaron que no podría ir a trabajar. Solo fue por eso.

—Pero…

—Sobre lo que viste —interrumpió, soltó una exhalación antes de continuar—. Yo tuve la culpa, no sé qué me pasó, pero no sucedió nada, de eso estoy seguro.

Giró sobre su lugar sin dejar de aferrarse a su cobertor. Byul-Yi le miró con preocupación porque ella conocía perfectamente su historia, solo que esta vez parecía no tener la intención de decirle algo al respecto. Tan solo le respondió con un movimiento de cabeza.

—Tu jefe está en el baño —comentó queriendo cambiar ese ambiente riéndose de lo que decía— tal vez creía que lo regañaría o algo.

—Esperaré a que salga, solo para despacharlo.

—Bien, pero hazlo desde una distancia considerada. No queremos que pase algo, ¿no es así?

Jimin asintió. La conversación siguió con la razón del porqué ella había regresado, por unas cuantas cosas de SoYeon y algunos apuntes, también porque quería saber si él estaba bien, aunque se llevó esa escena, no lo mencionó demasiado. Agradeció que la conversación no se alargara demasiado y Byul-Yi se retirara del departamento repitiéndole que volvería si se presentaba alguna emergencia.

Salió de su habitación solo para esperar a que su jefe salga del baño, todavía podía percibir en el aire el aroma del mismo, provocando que un estremecimiento cruzara por todo su cuerpo.

Exhaló fuerte tomando su cabeza con ambas manos y apoyó sus codos en sus muslos esperando que esto acabe de una vez.

—¿Pasó algo? —la pregunta fue hecha por el Alfa, quien se acomodaba su ropa teniendo su cabello ligeramente mojado, eso fue lo que vio cuando elevó la mirada sintiendo como su rostro se acaloraba.

¡Mierda Jimin! se regañó a sí mismo desviando la mirada hacia el piso.

—Solo quería saber si estaba bien —masculló— y como veo que sí, ¿podría…?

¿En serio le iba a pedir de esa manera que se vaya?, por lo general, evitaba ser un maleducado siendo extraño debido a su pasado, pero no imposible de disimular y mantener la compostura.

—Tranquilo Jimin, te dije que me iría y eso haré —subió un poco su mirada— no es algo que me incumbe, para empezar, no debí molestar de esa manera. En serio lo siento.

Jungkook le sonrió, al menos sus labios formaban una bonita sonrisa que llegaba a sus ojos. Jimin solo asintió desviando la mirada ante su sonrojo.

—Te veré cuando… te sientas mejor. Cuídate. —Jungkook se despidió de él, no respondió escuchando como la puerta se cerraba.

Y a eso, solo transcurrió una hora. O bueno, en realidad no sabía cuánto tiempo había pasado, el silencio del lugar no era su mejor compañía en esta situación, donde debía quedarse sentado observando algún punto en el suelo mientras pensaba en lo que estuvo a punto de hacer.

Agradeció el que, su jefe fuera alguien tan considerado, porque estaba seguro que de ser otra persona quien haya ingresado a su hogar… lo mejor era no pensar en eso, pues las cosas se dieron de esa manera por alguna razón.

Tal vez el Alfa no era tan malo como aparentaba, ni tan tonto al momento de actuar, había sido solo una manera de ver que podía confiar, aunque sea un poco en él. ¿No? ¿Podría darle una pequeña oportunidad de conocer ciertos aspectos personales?

Claro que lo que pasó en el departamento no contaba, solo fue una situación que no debía repetirse. Sin embargo, su mente no parecía concordar con la idea. Se repetía esa imagen de él sentado de esa manera, sintiendo el aroma de vino y menta rodearlo, de la respiración agitada por el momento.

—Ni se te ocurra —se regañó abrazando sus rodillas y apegándolas a su pecho, apoyando así su barbilla en ellas— eso sería demasiado hasta para ti. Podrá ser un Alfa diferente, pero recuerda que tiene pareja.

Solo ese simple recordatorio bastó para que su imaginación dejara de volar buscando alimentar sus pensamientos más profundos. Sí, no podía entrometerse, mucho menos romper una relación así; Jeon Jungkook lo ayudaba con darle trabajo, con ciertas cosas referidas a su paternidad, solo de esa manera podía definir el acercamiento que tenían, nada más. Una relación amorosa era otra cosa y él lo sabía, no podía pensarlo siquiera.

Bueno pues aquí tenéis act jeje. Ya sabéis lo de siempre, si veis algo mal me avisáis. Espero os guste. Se despide:

—almin♡

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