Capítulo 13: Caras vemos, corazones no sabemos
El Alfa llegó algo tarde al restaurante debido al tráfico matutino, a estas alturas se preguntaba si estaría bien comprar una bicicleta para no tener que seguir en las filas de coches y usuarios que intentaban llegar a sus destinos. Todos le saludaron cuando cruzó la puerta, excepto alguien, Jimin quien solo le dirigió la mirada, una pequeña sonrisa y una respuesta silenciosa. ¿A qué se debía eso? Deseó atribuirlo al hecho de que ahora lo vería más seguido por ahora.
—Señor —canturreó MinHye cuando se acercó a la mesa—, lo está esperando el señor Min en su oficina.
—Claro.
Dejó sus cosas en su lugar, se acomodó su ropa dirigiendo sin querer su mirada hacia Jimin quien seguía haciendo sus labores bastante concentrado.
Caminó hacia su oficina con la idea de ver a YoonGi y hablar con él sobre el caso que había tomado. Sonrió cuando abrió la puerta y fue recibido por un abrazo por parte del Omega. Hablaron un poco antes de mencionar el tema de ser un papá por un tiempo.
—Supongo que va bien —respondió— ya que todos estamos ocupados con nuestras propias labores.
—¿Hablaste con tu padre? —tuvo que desviar la mirada ante la pregunta— Disculpa, no debí preguntar.
—Descuida —volvió la mirada hacia el Omega—. Tengo buenas noticias, ayudaré a otra familia.
—Oh… supongo que felicidades Jungkook.
Sabía que hablar de estos temas para él eran difíciles, YoonGi por lo general le pedía que dejara esa situación, y aunque no insistía tanto en eso, Jungkook prefería no tomarlo como algo malo.
Después de todo, ellos tenían la suficiente confianza para hablar de eso sin temor.
—Como quiero ganarme su confianza, necesitaré de tu ayuda.
—Esta vez paso —la respuesta de YoonGi lo hizo mover la cabeza—. No quiero entrometerme. Sé que eres una excelente persona y sobre todo… un gran Alfa, así que, seguro lograras que esa familia confíe en ti.
—Me gustaría estar seguro —Jungkook mordió su labio inferior mientras se cruzaba de brazos—. Siento que esta vez será diferente, porque parece que tendré a un padre muy especial.
YoonGi parecía incomodo con la conversación, podía notarlo cuando vio cómo se removía en su lugar.
—¿Ocurre algo?
—Nada —dijo YoonGi, sonrió tras revisar la hora en su reloj—. Tengo que irme, tengo muchas cosas que hacer. Si pasa algo te llamo.
Se despidieron con un abrazo, y en su intento de ser amable y considerado con YoonGi, le dejó un beso en la frente. Eso fue algo que provocó sonrisas en ambos.
—Te veré el fin de semana —susurró acariciando la cabeza del Omega—. ¿En eso quedamos, cierto?
—Claro, porque mi…
—Señor Jeon, quería…—se percataron de la interrupción en el momento que vieron a Jimin ingresar a la oficina— Oh cielos, disculpen… yo…
Tanto YoonGi como Jungkook tuvieron que separarse, sonrieron tras susurrar un pequeño adiós. Tuvo que invitar a Jimin a pasar, pues notó al Omega bastante apenado con la situación e incluso le huyó la mirada a YoonGi siendo que era una persona muy amable.
—Discúlpeme por favor, por favor —decía Jimin tras el momento que YoonGi salió de la oficina—. Pensé que… usted…
—No te disculpes, no estábamos haciendo nada malo —sonrió restándole importancia al asunto—. Además, creo que viniste en el tiempo más oportuno.
—¿Sí? —preguntó Jimin levantando la mirada.
—Sí. ¿Te parece si esta tarde empezamos?
—Supongo… si no tiene nada que hacer, estará bien a eso de las cinco, ¿le parece?
Jungkook solo asintió, quería iniciar debido a muchas cuestiones personales, que tenían mucho que ver con YoonGi. Esperaba que eso no moleste a Jimin.
La mañana en el restaurante fue más productivo del que esperaban, ya que habían tenido más afluencia de clientela especialmente a la hora del almuerzo, y eso incluso había ayudado al humor de SeokJin tras terminar con todo el menú y los comensales que agradecían tales delicias.
—Como sabrán —habló SeokJin tras cerrar el lugar— hemos tenido un excelente recibimiento y por eso estamos planeando tener un turno nocturno.
—¿En serio? —preguntó MinHye al igual que todos los presentes parecían emocionados con la idea.
Jungkook dejó de prestar atención al discurso que daba SeokJin cuando vio el rostro de Jimin bastante iluminado por la idea, con una sonrisa radiante mientras se apoyaba con algunos de sus compañeros. Nunca antes se había fijado tanto en eso, en el como una sonrisa de una persona puede ser así de contagiosa. ¿Por qué? Porque indudablemente él también estaba sonriendo.
—¿Vieron? Hasta nuestro querido jefe Jeon está feliz por la noticia —SeokJin lo abrazó del hombro—. Deberíamos celebrar, así que, escucho sus propuestas.
—Yo no podré acompañarlos —habló Jimin tras levantar ligeramente su mano—… tengo mucho que estudiar y en serio, quiero disculparme.
—No deberías —SeokJin le restó importancia y sonrió— sabemos que algunos tienen cosas que hacer, por lo que esto no es obligatorio.
Muchos parecieron estar de acuerdo con la idea de ir a beber y comer carne asada que pagaría su jefe, y a estas alturas tuvo que disculparse debido al hecho de que se había comprometido con el supuesto estudiante. Tenía mucho que hacer esta tarde.
Unas cuantas despedidas bastaron y todos tuvieron que irse cada quien, a sus hogares, exceptuando a los dos jefes que se quedaron en la oficina conversando sobre cierto tema bastante importante.
—Así que el universo se puso de tu lado —SeokJin sonrió— eso es bueno Jungkook. Deberías llevar algo para que puedan compartir, no sé, algún pastel de disculpa o algo.
—No pienso llevarte.
Sabía que en el momento que él sugería llevar algún pastel es porque quería conocer de la situación personalmente. Aunque claro, algunas veces terminaba siendo más una pequeña molestia a alguna ayuda. SeokJin solía ser bastante agradable o una carga cuando se lo proponía.
—Eres terrible Jeon Jungkook. Intento ayudarte, no ser perjudicial.
—La última vez que te llevé, casi arruinas lo que estaba haciendo.
—Te prometo que no volverá a pasar. Solo esta vez —el Alfa frente a él imploró juntando sus manos mientras abultaba su labio inferior—. Por favooooor.
Jungkook esperaba no arrepentirse de su decisión al momento que asintió.
Eran las cinco de la tarde cuando ambos Alfas tocaron la puerta, SeokJin sostenía en sus manos una caja con un pastel de arroz pequeño en su interior. En el momento que abrieron la puerta de ese departamento, una muchacha salía mientras parecía despedirse.
—Cuídate SoYeon. Oh…
Se quedó quieta al notar que tenía dos visitantes, y abrió la boca al ver de quien se trataba, Jungkook tuvo que saludar, sin embargo, quien no realizó algún saludo fue SeokJin que estaba igual o más sorprendido ya que tenía la boca abierta. Movió su brazo intentando llamar la atención de su amigo.
—Perdone —dijo SeokJin mientras realizaba una reverencia—. Un gusto, soy Kim SeokJin.
—Moon Byul-Yi…
Jungkook estaba sorprendido debido al tema de que era la primera vez que veía de esa manera a su amigo. Quería opinar al respecto e incluso decir algo, sin embargo, escuchó las risas de una pequeña niña que llamó su atención, sonrió cuando la pequeña le saludó.
—Deberían entrar —habló finalmente la Omega—, creo que… Jimin los espera.
—Sí —respondió SeokJin mientras desviaba la mirada—. Fue un gusto verla.
Restándole importancia a esa situación pasó tras despedirse de la señorita Moon, esperaría a que SeokJin espabile para poder continuar con esta situación. Se tomó su tiempo para cambiarse los zapatos.
—SoYeon, ven… aquí. ¿Señor Kim?
—Te explicaré después —mencionó tras ver la sorpresa de Jimin en sus ojos—. Lamento la demora.
—Descuide.
La pequeña SoYeon no dejaba de verlo ya que estaba en su hogar, al menos eso interpretaba debido a que no le quitaba la mirada y seguía sus movimientos. Hasta que lo señaló.
—Bonito, papá.
Tanto Jimin como Jungkook se sorprendieron, se miraron a los ojos, la incomodidad se percibía en el aire. Jimin se acercó a su hija para susurrarle algo, le gustaría romper esa pequeña burbuja familiar, pero, extrañamente eso causaba algo en su interior. Tal vez se debía al hecho de que en unos días se festejaría el Chuseok, y su familia solía insistir bastante con su presencia.
Temas aparte a los que no debería prestarle importancia.
—Oh cielos, perdonen —decía SeokJin mientras ingresaba al lugar, y el Omega acudió a ayudarlo—. Jimin, gracias.
Pasaron unos minutos para que todos se pusieran cómodos mientras picaban el pastel que SeokJin había traído, sin embargo, el Alfa parecía no estar presente en esa sala. Jungkook solo rio llamando la atención de Jimin.
—Veo que está bastante animado —mencionó mientras le daba de comer a la pequeña—. Creí que, de esto, sabían muy pocos.
Jungkook tragó saliva, agachó la mirada evidenciando su vergüenza.
—Hay muchas cosas que explicar, pero no es el momento. Me gustaría hablar con SoYeon.
En el momento que dijo el nombre de la pequeña, ella dibujó una sonrisa en sus labios y observando a su padre con los ojos brillosos. Tenía la misma expresión de Jimin que en la mañana; de tal palo, tal astilla.
—Claro —respondió el Omega, dándole una cucharadita del pastel a la pequeña— pero, ella no suele hablar demasiado.
Jimin acarició el cabello de su hija, ella se levantó de su lugar y se acercó a su persona. Sorprendido observaba los movimientos de la pequeña hasta que se abrazó a sus piernas, por lo que tuvo que acariciar su cabello intentando ser paternal con ella mientras sonreía.
—Es… la primera vez que… veo que hace eso.
Bueno hoy quería actualizar otro, porque tenía tiempo. Ya sabéis si veis algo que no cuadre me avisáis. Espero os guste. Se despide:
—almin♡
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