
Capítulo 12: Excusas, algo que no se debe usar
Mientras Jimin estaba en el bus observando las calles y el pasar de los autos, se estaba preguntando si esto todavía era una buena idea. El señor Jeon no es una mala persona, todo lo contrario, fue amable y lo trató con mucho respeto por lo que confiar en su experiencia parecía un plus extra.
Era la primera vez en tanto tiempo que tenía una conversación decente con un Alfa sin que este intente hacer algo que no fuera de su agrado. Pero tenía tantas preguntas sobre este Alfa en especial, y su curiosidad era algo preocupante, al menos para él ya que siendo sinceros, Jimin no confiaba por completo en cualquier Alfa.
Observó una vez más aquel cartel que sacó de su bolsillo, tal vez estaba destinado a que las cosas siempre le salieran al revés. Su intención era alejarse de su jefe, no acercarse a él y pasar por lo menos una semana para que lo ayude con su hija. Mientras pensaba en eso, el bus en el que iba se llenaba poco a poco, por lo que necesitaría espacio para caminar cuando llegue a su parada.
—Jimin, te volviste loco, por completo —susurró para sí todavía observando la calle—. Por completo.
Debió pasar al menos media hora cuando llegó a su parada, tuvo ciertos inconvenientes para bajar, pero lo logró. Caminó un poco antes de llegar al edificio donde ahora vivía con Byul-Yi. Cielos, debería estar buscando un lugar donde pueda vivir con su hija sin causar más molestias de las que ya daba.
Ingresó al edificio bajo la atenta mirada de varios vecinos que seguro se preguntaban del momento en el que se había mudado y no lo notaron. Byul-Yi ya le había dicho que sus vecinos no eran precisamente la definición de buenos vecinos. A pesar de eso, entró al departamento con mucha cautela, y tras abrir la puerta un par de pequeños brazos se abrazaron a sus piernas impidiéndole pasar.
—¡Llegaste papi! —sonriendo con ternura, acarició la cabellera de la pequeña.
La tomó en sus brazos, dejó un pequeño beso en sus mejillas regordetas para que después ambos cierren la puerta del departamento. SoYeon rio escondiéndose en su hombro.
—¿Tu tía ya se fue? —preguntó esperando a que al menos la pequeña hablara, pero solo recibió un pequeño movimiento de cabeza— Bien.
Tal vez de lo que hablaría primero con el señor Jeon sería el tema de que la pequeña no hablaba demasiado con ellos. ¿Por qué demonios ahora pensaba en eso?
Las horas pasaron entre cocinar, jugar e incluso contarle algunos cuentos a la pequeña. Uno pensaría que viven en la época antigua ya que no salían o no le dejaba mirando la televisión como haría alguien más, pero no, Jimin no era muy fanático de la televisión y consideraba que el único programa que podría ver SoYeon a esta edad era Pororo. Por lo que cuando la hora en la que transmitían dicho programa llegó, él tomó asiento en el sofá esperando a que Byul-Yi llegara. Quería comentarle sobre sus dolores en el vientre bajo que, a pesar de lo ocurrido estos días no se presentaron con frecuencia, habían regresado con mayor fuerza y eso era alarmante para él. Se recordaba que durante su embarazo no fue del todo cuidadoso, y puede que eso haya generado una consecuencia de la que ahora pueda arrepentirse.
La puerta principal se abrió y recién pudo percatarse de que estaba lloviendo cuando vio a su amiga toda empapada intentando buscar calor. Se levantó para traer una toalla.
—Que frío —repetía la Omega, él saludó mientras le entregaba la toalla—. Jimin, gracias.
—Te dije que debías bañarte —bromeó y como respuesta recibió una carcajada por parte de su amiga—, el clima hizo tu trabajo.
—Muy gracioso, muy gracioso Jimin.
—Ve a cambiarte, en lo que yo te caliento la cena —dijo tras entregarle sus pantuflas— SoYeon también debe tener hambre.
—¿No te parece que es temprano todavía? —cuestionó ella poniéndose la toalla alrededor de sus hombros— Apenas son las seis de la tarde.
—Sabes que, si come tarde no podrá dormir después.
Byul-Yi sonrió—Espérame aquí, quiero saber cómo te fue esta mañana.
Esta vez Jimin no sabía cómo le diría sobre su encuentro con el señor Jeon y que no salió de la forma que esperaban. Asintió tratando de parecer sereno, aunque tuviera muchas cosas en la cabeza de las que debía preocuparse primero.
Calentó la comida, y tras que eso pasaba, veía como SoYeon y Byul-Yi jugaban teniendo como fondo las canciones de los artistas que estaban promocionando sus canciones. Sonrió con ternura, observó la mesa de la cocina con algo de preocupación.
—Vengan a comer —dijo tras apagar la cocina y comenzó a servir en los platos individuales— que esto se enfriará.
Jimin rio en el momento que escuchó como competían por ver quien llegaba primero a la mesa, eran aquellas cosas que de seguro le causaban una alegría increíble. Cenaron entre risas y bromas, Byul-Yi se la pasaba haciendo que la pequeña SoYeon coma e intente hablar de algo, fracasando en el intento. Sin embargo, tras la cena y la limpieza de los utensilios, hicieron que la pequeña logre acostarse sin problema alguno, pero Jimin sabía que ya no había manera alguna de evitar lo inevitable.
Sentados en el sofá, viendo la pantalla apagada de la televisión, parecían esperar a ver quién sería el primero en hablar. Soltó una ligera exhalación.
—¿Recuerdas lo que hablamos anoche? —preguntó intentando no parecer nervioso— Que usaríamos lo de rentar a un papá para alejar al señor Jeon.
—Claro, ya que al parecer tiene una seria fascinación por incomodar a los demás —Jimin asintió—. ¿Y, como te fue? ¿Te ayudará?
—Lo que pasa es que —agachó la mirada tras morder su labio inferior— sí me ayudará, dijo que haría lo posible, pero… el Alfa es… Jeon Jungkook.
En el momento que dijo esas palabras, la risa de su amiga estalló.
—¿Es una broma verdad? —continuó riendo hasta que tuvo que mover su cabeza en negación, lo que hizo que ella callara— Jimin.
—No pude prevenir eso, no es como que hayamos dado muchos detalles anoche —intentó burlarse, pero, al contrario, solo sonrió—. Me sorprendí de verlo, me sorprendí demasiado debería decir. Pero él fue amable, e incluso dijo que si no me sentía cómodo con él podría escoger a otro papá.
—¿Más? ¿Qué se supone que hacen ellos?
—Me dio un pequeño resumen, pero que me ayudaría en lo que pudiera. El tiempo se podría discutir.
—¿No será solo una semana? —preguntó Byul-Yi con curiosidad— Aunque tratándose de él, ya nada debería sorprenderme. Jeon Jungkook de seguro es la perfecta imagen de un Alfa que no quieres cerca.
—No te cae, ¿cierto? —sabía que hacer esa pregunta era tonto, pero ella no era de llevarse mal con nadie.
—Ahora no puedo decir nada porque te ayudará con esto, y espero que no te haga daño.
Jimin solo rio. ¿A qué se refería con eso? Tal vez su amiga estaba pensando cosas que no eran ni venían al caso.
—No lo hará. Él tiene a su pareja, aunque no sé si te referías a eso.
Tras una mañana algo ajetreada, esto porque tenía que salir a trabajar sin levantar a su hija fue difícil, y cuando llegó, el trabajo requería de toda su concentración y esfuerzo para evitar cruzar miradas cómplices con su jefe ya que, al parecer, nadie sabía de lo que hacía o quien era.
Jimin sospechaba que incluso el chef Kim SeokJin estaba metido en eso, pero por ahora no necesitaba saber eso. Mientras limpiaba las mesas, se percató de la llegada de un hombre de baja estatura, piel blanquecina y mirada seria que llevaba ropas bastante caras, a su juicio. Sonrió saludando a los demás, le dirigió la mirada y devolvió el saludo, aunque continuo con lo suyo.
—Señor YoonGi —MinHye saludó con una ligera reverencia— es un placer verlo por aquí. ¿Busca al señor Jeon?
—Descuida MinHye —respondió— me dijo que demoraría en llegar así que lo voy a esperar en su oficina.
Para su sorpresa, esa persona se llevaba bien con los demás y no intentó siquiera acercarse a él por curiosidad. Ya había escuchado antes ese nombre, era la persona que su jefe solía llevar algunas veces a cenar, por lo que, eso solo le daba una respuesta. El señor YoonGi era la pareja de la que hablaba.
Bueno, esa persona le ganaba por mucho. Jimin se consideraba una mala opción para cualquier persona, desde hace mucho y ver a la pareja de su jefe le dio a entender lo siguiente: claramente jamás se fijaría en él, porque tenía una hija y un pasado que dolía, poca gracia y sobre todo no tenía los recursos para costearse algunos lujos.
¿Inseguridades? Obviamente, pero podría usar eso a su favor para esta situación. Solo esperaba que el señor Jeon no lo incomode más de lo que ya pasó. Jimin no quería que esto de verdad se convierta en una excusa para ser… un hombre antes que padre.
Bueno eso es todo, más tarde que algunos días, porque se me olvidó, la verdad jeje. Si encontráis algo que no cuadre, me avisáis. Espero que os guste. Se despide:
—almin♡
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