GABRIEL

Me quedo pasmado ante la escena que se mostraba frente a mi, no podía entender porqué Lilianne estaba haciendo esto; sabía que no era ella del todo pero, no podía evitar dejar de verla.

Alzabú cae rendido al suelo, sin duda Lila era más fuerte ahora, lo que sea que le haya hecho Adán, haría que nos mate a todos. Anton estaba tirado un poco más lejos, y aproveché que ella estaba distraída con Alzabú para ir a curar al muchacho.

-Oye, despierta.- susurro, poniendo mi mano en su herida-. No te puedes ir ahora, ella te necesita.

-No...- balbucea, con los ojos cerrados-. Lila...

-Shh...- empiezo a curar su herida, la cual se cierra por completo a los segundos-. Levántate idiota, no te mueras.

-Ya, gracias.- él rueda los ojos, yo lo ayudo a pararse y miramos a Lilianne-. Iré yo.

Cuando iba a caminar, Adán se interpone y yo hago que Anton se regrese a mi lado; los dos estamos alertas a cualquier cosa, Adán luce con una expresión de enojo, pero sabía que había algo que le incomodaba.

-Ya te dije, Dios te va a matar y tu dale de terco.- Anton habla, yo entiendo todo-. ¿Si o no, Gabriel?

-Si, es verdad; las hijas de Jesús nos dieron la noticia.- Adán se sorprende ante mis palabras, pero vuelve a negar; que necio-. Los ángeles no podemos mentir. Simplemente omitir palabras.

De reojo veo que aparece Eris, pero transformada en el demonio que es; y a su lado Mathew quien se dirige hacia Lilianne y Alzabú; no me había fijado que él de alguna manera estaba calmando a nuestra hija.

-No te estamos mintiendo.- Anton da un paso hacia adelante, Adán le advierte con la mirada de que se quede quieto-. Bueno... entonces que te lo explique ella.

Adán voltea justo cuando Eris se lanza sobre él, los dos caen algo lejos, Anton corre hacia Lilianne ya que Alzabú había logrado que ella vuelva en sí y junto con Mathew, los tres le estaban sacando el demonio que llevaba dentro.

Jesús llega a mi lado y los dos observamos como Adán es devorado por una furiosa Eris, que parece no detenerse; los gritos de agonía de Adán poco a poco van disminuyendo hasta solo tener un silencio sepulcral en el oscuro y denso bosque.

Las antorchas que rodeaban el lugar, se apagan, quedando a completa oscuridad; cuando Eris vuelve a su forma humana, Jesús va a auxiliarla y ayudarla a cubrirse.

Yo camino hacia los demás para ver a Lilianne expulsar de su cuerpo una sombra negra, que poco a poco toma forma. Las antorchas se vuelven a prender y todos podemos observar mejor.

-No pueden romper un trato.- era Asmodeus, Alzabú suspira al levantarse algo herido pero lo ayudo-. Adán me ofreció el cuerpo si yo le sacaba su poder y se lo daba.

-¿Si sabias que luego te iba matar, no?- Anton habla, la cara de confusión de Asmodeus me causa risa y todos me miran.

-Perdón, solo que me es gracioso saber que todos los demonios buscan poder.- Asmodeus me mira serio-. Lamento desilusionarte, a menos que quieras estar en el cuerpo de mi hija.

Su cara es de sorpresa total, se nota que Adán no le había dicho nada.

-Y es mi novia, pero tampoco te había dicho eso.- Anton agrega, Lilianne parece sonrojarse.

-Que asco, no se que habrá visto la chica en ti.- Anton ríe por las palabras, Asmodeus mira a Alzabú y suspira rodando los ojos-. Oí por ahí que ahora eres más humano... y con eso te va mejor que antes; yo... lo siento ¿si? pero ya, nadie diga nada. Sigo siendo el mismo de siempre.

-No te preocupes, nadie dirá nada.- Alzabú ríe por lo bajo.

Asmodeus le hace una reverencia a Lilianne y voltea a ver a Adán, o bueno, lo que queda de él. Se acerca y jala lo que queda de su mano de donde sale su alma. Ouh esto no será bueno.

Todos nos alejamos de la enorme piedra que se estaba convirtiendo en un portal hacia el infierno. Lilianne luce sorprendida viendo el portal.

-Ya te dije, papá; sin trato hay castigo.- Asmodeus jala con fuerza el alma de Adán.

-No... ¡no!- sus gritos son lejanos, Eris le despide con la mano y una sonrisa burlona-. ¡Lo pagarán! ¡Hijos de su puta madre! ¡Volveré por todos ustedes, malnacidos!

-Cállese viejo mierda.- Asmodeus le refuta, cuando ya están cerca él voltea a vernos-. Adiós hermanitos, los veré algún día; tal vez en doscientos años.

-Adiós, Deus.- le dicen Anton, Alzabú y Eris.

El alma de Adán es empujada por el portal, su grito de agonía es escucha cada vez más lejos; Asmodeus se convierte en su forma natural de demonio, y sin duda; él es uno de los que da más miedo. Entra por el portal y este se cierra, quedando en la roca la marca de un pentágono.

Las antorchas se mantienen encendidas, pero la paz que se siente es increíble, una que no sentía hace mucho. Alzabú abraza a Lilianne, Anton y yo nos unimos al abrazo.

De reojo veo que Eris y Jesús abrazan a su hijo, y por unos momentos prefiero quedarme así, con mi familia.

-Te amo papá, lamento tanto esto.- susurra Lilianne-. En verdad lo siento, a los tres.

-No eras tú, mi amor; tranquila.- la calmo besando su frente, todos nos separamos y le tomo las mejillas a mi hija-. De hecho, tu padre y yo queremos saber algo.

-Hemos pensado en que podríamos hacerte como nosotros, ya sea un demonio o ángel; aunque lo último es algo más difícil.- Concluyo.

Anton le había dado su camiseta ya que estaba casi desnuda, se veía mejor ahora, el color de su rostro había vuelto.

-Tal vez... prefiero ser yo misma, soy una bruja ¿no?- Alzabú asiente.

-Espera, tú si eres un ser celestial.- recuerdo lo de Mathew también-. Los dos lo son, ¿lo recuerdas?

Miro a Alzabú, quien asiente con lentitud recordándolo; Lilianne me mira confundida y yo miro a Mathew quien se acerca.

-Ustedes dos al nacer, trajeron una energía celestial consigo, y ahora que tú eres un demonio y tu una bruja; esa magia ha crecido.- los dos se miran unos segundos-. Son arcángeles.

-¿Eso no le afecta a lo que mi hijo es ahora?- Eris pregunta, yo niego.

-Son semidioses....- susurra Jesús, todos lo miramos; yo asiento-. Es por eso que Dios quiere matar a Lilianne, también lo hará con Mathew cuando sepa quien es.

-¿Que? ¿Por qué me quieren matar?- Lilianne pregunta, algo angustiada-. Yo no hago nada malo, soy una persona buena.

-Lo sabemos, Lila; pero ellos siempre creen tener la razón.- Anton le toma la mano y le deja un corto beso-. No dejaremos que nada te pase.

-Eso incluye que sólo hay una manera de protegerla.- habla Mathew-. Que estemos juntos, puede venir a vivir con nosotros, ¿no?

-¿Que?- Anton niega-. Ni en tus pesadillas dejaré que mi novia viva con el hijo del hombre que quiere matarla.

-Te recuerdo, muchacho; que mis hermanas y yo no somos como nuestro padre.- habla Jesús, yo suspiro-. Yo no asesino a todo lo que se me cruce, yo si me fijo en lo que es bueno y malo.

-Si vas a crear toda una vida, no puedes luego matarla como si nada.- Anton vuelve a hablar, Jesús frunce el ceño ya algo enojado-. Siempre se han creído la santa trinidad pero de santos no tienen nada.

-¡Ya, Antoniel!- Alzabú le toma el hombro y lo sacude un poco-. Ya basta con tus comentarios hacia ellos, no los defiendo pero tampoco a ti, entiendo tu enojo hacia la Ciudad Blanca pero te recuerdo que el padre de tu novia también viene de ahí.

-Papá, déjame hablar con Anton.- murmura Lilianne, le toma la mano y se alejan de la zona.

-Lo lamento por él, Anton no es así, solamente que... tiene problemas.- murmuro, Jesús asiente y Eris le abraza.

-No puedo creer que mi hermana esté con ese idiota.- murmura Mathew-. Ella merece a alguien que realmente sea una persona de bien, así sea un demonio o un unicornio; me da igual.

-Lo sé...- es lo único que digo, soltando un suspiro.

Al menos ya todo había acabado, ¿no?