Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

014

LILIANNE

Me quedo sentada unos segundos, ya que mi papá se levanta y me mira, sabía que sus últimas palabras me habían dejado algo perpleja; pero en el fondo lo veía venir, era algo que presentía.

-Vamos, es mejor ir.- murmuro, sonriendo levemente y tomando la mano de mi papá para salir de mi habitación.

En lo que vamos a la sala, mis nervios aumentan; vería a mi hermano después de tanto tiempo, él es tres años mayor que yo, por lo que tengo entendido; pero ahora que es un demonio no sabía con exactitud cuántos años tendría.

-Ahí están.- Gabriel se levanta de la silla donde estaba sentado, acercándose a nosotros-. Lilianne, hija; él es Mathew.

Suelto la mano de mi padre para dar dos pasos hacia adelante, viendo a un muchacho frente a mi. Era del mismo color de cabello, anaranjado; ligeras pecas como las mías y tez blanca. Era alto, pero tampoco tanto. Y sin duda, esos ojos eran los míos.

-Hola, pequeña Lila.- su voz era neutra, su suave sonrisa me hace sonreír a mi-. Me alegro de conocerte, por fin.

-Igualmente, Mathew.- le tomo mano cuando me la extiende-. Y me alegra saber que estás bien.

-Si... ven, te presento a mi madre.- me toma la mano para ir hacia una mujer que estaba sentada en el sofá.

De reojo veo a Anton hablando por teléfono en la cocina, quería ir pero por el momento debía estar con Mathew. Era increíble todo esto.

-Hola, mucho gusto.- le digo a Eris, ella me sonríe cálidamente-. Me alegro mucho de que mi hermano la haya encontrado y la quiera como a una madre.

-Igual yo, es mi todo.- le sonríe y luego me mira a mi-. Y ahora mi hermanito es tu padre, me sorprende que Alzabú sea tan amoroso con una humana.

-Ella no es humana.- mi padre aparece por detrás, poniendo sus manos en mis hombros. Lo que me hace soltarle la mano-. Es una bruja.

-¿Una bruja?- Eris se sorprende-. Pues... si, puede ser; tiene una energía diferente. Mathew es un demonio ahora, pero eso no malogrará su relación de hermanos.

-No no, para nada.- Mathew niega, y me mira-. Hay muchas cosas de que ponernos al día, ¿tienes un momento?

-Si, solo denme un segundo.- murmuro, me suelto de mi padre y voy hacia la cocina-. Amor...

-Lila, preciosa.- Anton apaga su celular y se acerca a mi para darme un beso-. Te noto tensa, ¿todo bien?

-Si, si; solo que esto es algo incómodo.- expreso con sinceridad, suspirando. Anton me toma las mejillas y me da un corto beso-. Y siendo sincera, esta vida me gusta pero a la vez me aterra.

-Lo sé, para ti que recién te estás integrando a todo esto debe ser complicado asimilarlo todo; pero una vez que ya te vayas familiarizando más, todo será como algo normal.- Anton juega con mi cabello, yo asiento levemente-. Lamento haberte mentido, solo que... desde que te conocí, supe que podíamos ser mucho más que solo una pareja del momento y ya.

-Me mentiste otra vez con ese archivo.- él se queda callado, yo ruedo los ojos-. Pero continúa.

- Me gustas. Y eso abarca mucho, pues eso es lo que siento por ti; ¿Alguna vez no has pensado en cuantas estrellas hay?- Yo niego levemente-. Infinitas, mueren y nacen cada minuto; pues yo creo que así definiría mis sentimientos por ti.

Dejo mis manos en su pecho, sus manos van a mi cintura para pegarme más a él; juntamos nuestras frentes y por un momento me olvido de la gente que está afuera, aquí solo estoy junto al chico del cual estoy enamorada desde que soy una niña.

-No quiero a nadie más que no seas tú.- murmuro, él sonríe-. Te quiero mucho.

-Te quiero antes.- frunzo el ceño ante su respuesta-. Cosas de demonios.

Los dos reímos para luego besarnos, Anton es tan delicado al tomar mis mejillas, soy como su muñeca de porcelana; podrá ser algo rudo en algunas cosas pero cuando se trata de mi, es como un niñito.

-¿Como hacías para que tus alas sean como las de Gabriel?- pregunto.

-Soy un demonio, puedo crear visiones alternas a quienes quiera; es una ventaja mía.- lo dice con tanto orgullo-. Así te gusto.

-Quisieras.- Le doy un palmazo en el pecho, los dos reímos-. Yo te tengo aquí, aquí.

Le enseño la palma de mi mano, él rueda los ojos con sarcasmo y empieza a hacerme cosquillas, yo intento alejarme pero me es inevitable.

-Disculpen, chicos.- los dos nos detenemos para voltear a ver a Mathew quien se asoma por la entrada-. Herm... Lila, ¿tienes unos minutos?

-Está hablando conmigo.- Anton responde, yo lo miro advirtiendo que no diga nada ofensivo.

-Ahí voy.- le doy un beso corto a Anton y me separo de él, quien se pone serio mirando a Mathew.

Los dos nos vamos a mi habitación, en lo que pasamos por la sala, solo están Jesús y Gabriel conversando.

-¿Y mi papá?- le pregunto a Mathew.

-Se fue con Eris a hablar fuera.- me dice, yo asiento-. Bueno... ven.

Nos sentamos en mi cama, yo me apoyo en la pared y él en la cabecera de la cama.

-¿Que quieres hablar?- le pregunto, poniendo una almohada sobre mi regazo para apoyarme.

-Cuéntame sobre ti, ¿puedo decirte hermana?- su tono de voz está lleno de emoción, aunque intentaba contenerse-. Bueno... ¿Como ha sido...? Ya sabes.

-Un infierno, te soy sincera.- él suspira arrepentido de haber preguntado-. Alzabú me salvó la vida, al igual que Gabriel y Anton; sin ellos tres mi vida hubiera sido una basura total.

-Entiendo, lo mismo con Eris y bueno, ahora con Jesús.- los dos reímos bajo-. ¿Quien diría, no?

-Nunca creí que Jesús fuera así... pensé que era, como dicen los libros.- pienso unos segundos-. Pero el hombre parece salido de una revista de Calvin Klein.

Me aguanto la risa al igual que Mathew. Y así seguimos conversando casi toda la tarde y noche, ya sea sobre cómo fue nuestra vida antes de conocerlos y ahora. También me contó sobre su vida con Eris, y todo lo que Adán les hizo. Al darnos cuenta, mi padre y Eris ya habían regresado, Anton se había ido a su casa y ya era casi media noche.

-Luego me gustaría conversar contigo, pequeña.- Eris me toma de la mano, yo asiento.

Ya todos estábamos en la sala, porque mi hermano y su familia ya se iban.

-Por supuesto, cuando vuelvan podremos conversar.- yo le sonrío levemente-. Y un gusto conocerlos.

-Igualmente chicos.- Jesús da una sonrisa pequeña.

Antes de que se vayan, Mathew me da un abrazo que dura poco pero se siente muy bien, claramente se lo correspondo.

-Ya habrá tiempo de salir los dos, pasar más momentos juntos de los que hubiéramos querido.- murmura cuando nos separamos-. Lamento no haberte sacado de allí antes.

-Ahora estoy bien, eso es lo que importa.- le sobo el hombro-. Cuídate, Adiós.

Los tres salen y Gabriel cierra la puerta. Mi papá me da un beso en la frente y luego nos vamos cada uno a nuestra habitación.

Me quedo un rato más mirando la televisión, ya cuando el sueño me va entrando me levanto para ir a lavarme y me dijo en que mis padres ya se durmieron. Cuando me voy a acostar, veo a Adán sentado en mi cama.

-Siéntate, Lila.- suspiro intentando no tensarme y le hago caso-. Tienes algo que me interesa.

-No tengo nada que sea tuyo, maldito.- escupo con cólera.

Mis ojos se oscurecen y de mis manos salen chispas violetas, Adán está impresionado con ello pero cuando aprieto mis puños, le hago sentir dolores.

-Eso es...- se retuerce, yo frunzo el ceño y le hago sentir más dolor-. Ese... poder... será mío.

Con sus fuerzas, me da un puñetazo y caigo inconsciente al suelo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro