010
GABRIEL
No encontraba por ningún lado a Alzabú, busqué por todas las hectáreas del bosque pero nada; no hallaba nada, ningún rastro. Sigo caminando por un sendero no tan iluminado, y como estaba oscureciendo hice que mis ojos se volviesen blancos por completo, para mejorar mi visibilidad nocturna.
En eso, escucho crujidos de ramas secas, mis sentidos se activan alertas a cualquier cosa, me fijo a los lados para saber si alguien estaba allí pero nada, hasta que me asomo por unos arbustos y veo a Alzabú, pero en su forma demoniaca mientras se comía a un puma.
Mis ojos volvieron a la normalidad y di unos pasos hacia él, ya que pareció notarme puesto que se detuvo y volteó lentamente, sentí miedo ya que no sabía si estaba en si; pero esto, no lo hacía hace años, y temía de que volviese a esa vida.
O que Lilianne lo llegase a ver así. Sin duda, hasta ahora ella no ha mostrado miedo hacia su padre pero ella no lo conoce al cien por ciento de cómo es Alzabú como el demonio que es.
-Te estuve buscando por horas.- murmuro, él gruñe mirándome fijamente-. Necesitar... calmarte... Alzabú...
Empieza a caminar hacia mi, dando pasos lentos, sus afiladas garras rasguñan el suelo, yo me mantengo en mi sitio pero el horror que siento no lo puedo evitar expresar. Cuando está a centímetros de mi rostro, me examina con esa profunda mirada infernal, yo trato de evitarme el contacto visual así que agacho la cabeza.
-Alzabú... lamento tanto haberte mentido.- suspiro, jugando nerviosamente con mis manos-. Pero mi amor por ti siempre se ha mantenido e incluso crece cada día más, no debí ocultarte nada pero temía tanto que me dejaras, yo te confieso que nunca asesiné a ninguno de tus hermanos. Cuando huí contigo de arriba, estaba decidido totalmente a estar a tu lado... yo te amo.
Cierro los ojos, soltando pequeñas lágrimas; en eso, un pulgar me las limpia. Abro mis ojos y tengo a Alzabú frente a mi, estaba desnudo y manchado de sangre; me toma las mejillas y me besa con suavidad.
-Lamento haber reaccionado así.- sus ojos cristalizados me hacen pegarme más a él-. Soy un mounstro... no puedo controlarme en nada. No sé si soy buen padre, tal vez porque ella ya está grande, pero es mi niñita... y tú, tú siempre serás el amor de mi eternidad; sin ti no tendría sentido mi vida.
Le limpio el rostro como puedo, sin dejar de llorar en silencio por él. Lo amo, sin duda lo amo; no me importa si es un demonio o lo que fuese. Es mi novio, mío, mi demonio.
-Vayamos a casa, muestra hija nos espera.- murmuro tomando su mano, pero antes me quito la camiseta y se la pongo a él, para que al menos se cubra algo-. Listo, vamos.
Caminamos por el bosque, pero nos manteníamos ocultos por cualquier cosa, hasta que nos detenemos al oír algo. Volteo viendo entre los arbustos a un pequeño niño, era un elfo.
-Hola.- le sonrío con suavidad, este nos mira aterrado y cuando fija su vista en Alzabú, niega-. No te preocupes, él no te hará daño.
-No confiamos en demonios.- su dulce voz me hace suspirar, niego-. ¿Buscas a Lilianne?
-¿Viste a nuestra hija?- le pregunto, los elfos eran muy chismosos-. Yo le dije que fuera al departamento...
-Estuvieron con Adán.- los dos nos tensamos-. Él quiso llevársela pero el ángel no se lo permitió, están aún en la cabaña...
Sin más, se fue, miro a Alzabú quien se moría por ir así que los dos fuimos primero al departamento, para que pudiese bañarse y cambiarse, igual que yo. Al llegar, hacemos todo con una rapidez increíble, mientras esperaba a Alzabú, entré al cuarto de Lila y me fijé en algo de ella para poder detectarla.
Al estar ya listos, salimos volando de allí, literalmente; intento fijarme en alguna cabaña cerca porque tenía presentimiento de que allí había presencia sobrenatural. Al divisarla, bajamos los dos y veo a Anton saliendo con Lilianne en brazos.
-Hija...- Alzabú corre hacia ellos, cargándola como si fuera una bebé-. ¿Qué pasó?
-Adán vino, le dijo que él asesinó a su hermano mayor Mathew, de ahí Lilianne se la pasó vagando por toda la cabaña buscando alguna cosa sobre él.- Anton tenía un tono de tristeza en sus palabras, me acerqué a abrazarlo y él me correspondió-. No puedo protegerla de sus pensamientos, soy un pésimo novio.
-No lo eres, no digas eso.- Alzabú lo sorprende por sus palabras-. Admito que no me caes porque mi hija es muy chica para novios, pero la haces muy feliz, eres su apoyo.
-Queremos acabar el colegio de una vez y dedicarnos netamente a nosotros, en un futuro ser una pareja de bien.- Anton limpia sus lágrimas, se acerca a besar los labios de Lilianne-. Yo la quiero y siempre la quise desde que éramos niños, es mi persona favorita. Ella me hace...
-Humano.- concluye Alzabú, yo sonrío por este momento-. Te entiendo, muchacho.
-Es mejor irnos.- les digo, asienten-. Y esperemos que Adán no se aparezca en nuestras vidas otra vez, o le irá muy mal.
Alzamos vuelo hacia el departamento, ya era de noche, así que Alzabú acostó a su hija y se quedó con ella en la habitación; le dije a Anton que se fuera con cuidado hacia su casa ya que él no vivía con nosotros, y como mañana tenían clases no queríamos perjudicarlos.
Estaba pensando en ir y hacer que acabasen ya sus estudios, pero prefería que se dediquen a eso, y hablaría con Alzabú para no involucrarlos más con todo esto. No podíamos interferir más en su futuro, porque a fin de cuentas Lilianne aún merece una buena vida.
-Amor...- susurró parándome en el marco de la puerta de la habitación de Lilianne-. Vamos a dormir...
-Dormiré con ella hoy, ven.- me acomoda un espacio en la cama, yo me acerco para acostarme junto a ellos-. Siempre quise dormir así con los dos, pero como no te aparecías...
Le doy un pequeño golpe en el hombro, él ríe bajo.
-Los quiero con todo mi ser.- murmuro, dejo un beso en la frente de mi niña, se había vuelto como una hija para mi también-. Buenas noches.
-Buenas noches.- susurra mi novio, pasa su brazo por arriba para acariciar mi cabello, mientras que su otra mano está en la cintura de Lilianne.
Cierro mis ojos, empezando a dormirme poco a poco.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro