37.
Miraba en silencio como Shota cocinaba, llegue hace un rato a su casa, estoy muy nerviosa, ahora un poco menos que cuando llegue, pero estoy nerviosa. Hablamos un poco al principio, pero ahora vinimos a la cocina, él se encontraba cocinando y yo estaba sentada en una silla mirándolo, tomando bebida. A pesar de que estamos en silencio, no es incomodo ni nada, me gusta, es uno comodo y que me da seguridad.
—Este silencio... Cuando pequeña lo odiaba, ahora me es comodo y me relaja, estaba nerviosa, tomo esto como un tiempito para pensar y ver esa cara que pones cuando cocinas, jaja. —El levanto la mirada y me miro, levanto una ceja y solto una risita para después seguir cocinando.
—Eras una niña, te gustaba jugar, cantar y hablar. En momentos así, fue un gran error callarte por esa manía que tenía de que uno cuando esta cocinando se esta en silencio.
—Sigues cocinando en silencio.
—Porque estoy solo. —El silencio reino otra vez, el se quedo pensando en lo que dijo y suspiro para sonreír a lo bajo.
—Eso da pena.
—Ni me digas.
—Cuando Katsuki cocina también le gusta estar en silencio, en realidad ya me tiene prohibido entrar a la cocina y hacer algo. Diría que es porque tiene su manía, y en realidad si es eso, pero también queme el sartén la última vez.
Me volvió a mirar, reía mientras seguía cortando las verduras. ¿Como le digo que no me gustan? Dejando de lado todo eso, solo me quede viendo la cicatriz debajo de su ojo, esas ojeras que tanto se notaban, sus ojos en si. Claramente mis ojos y ojeras de el salieron, con la cicatriz me entro la duda, pero tomando en cuenta todo lo que a pasado, no me quiero ni imaginar lo que paso. No quiero ni pensar en la cicatriz del brazo, ni en su cara de cansado.
Recuerdo que de pequeña llego un día con una herida en el brazo, no recuerdo mucho, pero la foto del album, que ya le devolví, me ayudo a recordar. Llore toda esa noche, toda la noche abrazándolo y llorando. El solo me correspondió y trato de calmarme, fue en esos tiempos donde estaba distante, pero me abrazo con fuerza y me dijo que todo estaba bien, que no me preocupara por favor. Claramente no me calme, el se acomo conmigo aferrada a él y comenzó a cantarme una canción de cuna.
—Umh... ¿Por qué quisiste ser un héroe? ¿Por qué todo esto?
—¿A qué te refieres?
—Con todo lo que me paso fácilmente pude desparecer y luego volver siendo "villana". Pero realmente me daba flojera y además no le encontraba sentido, nada se arreglaría con eso, al final crecí y entré a U.A. Decidí ser un héroe solo para estar con Katsuki. ¿Pero tú? ¿Por qué eres un héroe?
—No lo sé.
—¿Como que "No lo sé?
—Bueno, ayudar a la gente y acabar con todos esos villanos era lo principal, pero Oboro también influencio, supongo que quería ir con mi amigo. Pero no lo negaré, también era mi sueño bien el fondo, ser un héroe es el sueño de la mayoría de los niñitos, tener la oportunidad de cumplirlo de grande no la tienen todos.
—¿Quién es Oboro?
—Muchas cosas pasaron, pero me termine convirtiendo en un héroe, mi meta nunca fue ser el numero uno, solo quería ayudar, poder aportar algo y acabar con todo esto. Luego esta Nemuri, que también lo hizo y años después me anotó sin mi permiso como profesor de U.A. Muchas cosas han pasado.
—Pero-
—No quiero hablar de esto, se que tienes tus dudas y tal vez es un tema interesante para ti, ¿pero podríamos no hablar mucho de mi pasado en ese sentido, por favor? Espero y no te moleste.
—¡Ah, no, esta bien! Tranqui, me resultaba curioso porque decidiste ser un héroe. ¿Tantas cicatrices valen la pena? Suerte y me sali, con suerte puedo aguantar cuando me raspillo la rodilla cuando me caigo.
—¿Hablas por la cicatriz del brazo y el ojo? Entonces si, casi muero, pero por todo esto tu hermano y los demás chicos estan bien, Asui lo esta. Y claro, gracias a tu hermano y todos los chicos es porque yo estoy bien. Valió la pena.
—Oh jaja, que lindo.
—Si, si, ve a poner la mesa.
—¿Ya esta lista la comida?
—Esto y esta listo, ahora pequeña, ve a poner la mesa.
Le hice caso, fui a poner las cosas. No había mucho que decir, también comimos en silencio, a veces decíamos una que otra cosa, pero mamá me enseño a hablar después de comer, según ella es de mala educación hablar tanto mientras, estas comiendo. No me importa mucho, pero ya es costumbre.
Después de comer fuimos a ver una mini serie, como también hicimos pulseras, tenia las cosas para hacerlas ahí después de tanto, como muchas cosas. En especial mis muñecas, que también les di un tiempito para peinarlas. Shota ni al caso, estaba concentrado haciendo su pulsera, mientras que tenia su cabello peinado, su ceño fruncido y esa mirada de concentración.
Realmente tenia muchas dudas sobre su pasado, pero solo me las guarde, se notaba que no era algo fácil, así que solo tenia que esperar y respetar, si es algo delicado no es llegar y contar.
Reí un poco y me acerqué a él, se veía bien con sus trencitas, la estoy pasando muy bien, esto es muy bonito, no hay problemas ni pensamientos malos, estoy feliz.
—¿Puedo abrazarte? —Pregunté, tal vez sea muy de repente, pero quiero un abrazo.
—Espera que termine la pulsera. —Me quede con la boca abierta, iba a reclamar pero solto una carcajada y me abrazo, me abrazo con fuerza.
—Broma.
—Chistoso, me reí.
—¿La estas pasando bien? —Preguntó en un susurro, se escuchaba un poco nervioso, jugaba conmigo de pequeña, pero al fin y al cabo todo esto es nuevo, tomando en cuenta con todo lo que paso.
—La estoy pasando muy bien.
—Que alegría... —Se separo y me dio un beso en la frente— Te quiero, hija.
Miró a la tele, justo un personaje se murio, esa mirada de felicidad y nervios enseguida cambio por una de confusión y sorpresa. Solo reí y seguí con lo mio. Solo tenia que disfrutar la tarde.
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