—¿Dónde fue papá...?

—Entrate.

—¿Fue a comprar Helado?

—¡Que te entres mocosa!

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Me sentia sola, esa sensación vuelve... Amaba las noches, las amaba pues había tranquilidad y paz, pero me metía tanto en mis pensamientos que recordaba mi pasado.

Recordaba su cara y sus palabras, como no me di cuenta de que cada vez era mas distante y como no me di cuenta de que me abandonaría con una cualquiera.

Ni siquiera se preocupó de dejarme con alguien bueno, de verdad me odiaba...

—¿Otra vez llorando? —Preguntó Katsuki, solo sonrei y me di la vuelta para ver a la pared. Esto de compartir cuarto esta siendo horrible.

—Katsuki... ¿Por qué lo hizo?

—Escuchame maldita, ni idea de porque el bastardo hizo lo que hizo, pero a ti que te importa. ¡Me tienes a mi! A la vieja y al viejo que te cuidan, olvidalo. No lo veras mas, pasado es pasado y vive el puto presente.

—Supongo que... Si, pero todavía me siento mal, culpable.

—¿Si quiera recuerdas su nombre de héroe?

—Umh... No. —Miento.

—En fin. Solo es un malparido que solo pensaba en él. Ahora callate que mañana me tengo que levantar temprano. —El burro hablando de orejas...
Tal vez Katsuki tiene la razón, bueno... Si la tiene pero es que no comprendo.

No entiendo que hice mal, ¿Fui una mala hija?

Y ahora... Pensar que lo vere, pensar que todo lo que habia logrado olvidar me caerá encima.

Tendré que verlo a los ojos, vivir con su presencia. Sin duda la vida me odia.

Pero, ¿importa...? Mientras tenga a mamá, papá y a Katsuki estare bien, Soy una Bakugo y siempre lo sere.