Yoichi suspira mientras que traza otra línea en el cuaderno que tiene entre sus manos, y levanta la vista por un segundo para ver a Rin, quien justo ahora se encuentra junto a otro hombre que parece ser quien controla las luces.

El Itoshi parece darle un par de indicaciones, las luces cambian y se mueven un poco más a la izquierda, iluminando el perfil de la chica de cabello celeste, que si no mal recuerda, su nombre es Ukara.

Ella luce muy bonita con su vestido morado claro con volados, que se ajusta a su torso con un corset negro. Sus piernas están decoradas por las largas cintas que traen sus tacones, los cuales tienen el mismo color del vestido y sus ojos resaltan con aquel delineado de color blanco y pequeños brillos. Isagi no sabe tanto de moda como Chigiri, quien de sus amigos, es el que más parece interesado en el asunto, así que no puede saber con exactitud que clase de estilo es el que está usando la chica, pero no deja de sorprenderle pues más allá de verse tierna con su cabello semi-recogido con un lazo detrás de su cabeza, aquel corset que le pronuncia el escote le da cierta sensación de que intenta ser algo más que solo ser tierna.

Isagi vuelve la atención a su cuaderno, e intenta recrear aquel efecto tan ligero que tiene la falda del vestido. Pues aunque al principio quiso dibujar algo simple para distraerse como un gatito o una silueta, su atención siempre volvía a ese vestido, y en lo bonito que es. Además de verse sumamente complejo de ilustrar, tuvo que rehacer la curva del corset una tres veces antes de que quede bien y ya parece faltarle poco para terminar el retrato de la única chica que fue amable con él, pues en su último descanso para beber agua, ella se acercó a saludarlo e invitarle una de las bebidas del bufet.

No es que las otras hayan sido especialmente malas con él, aunque no es ningún tonto como para no haber notado la mala intención que tenían sus comentarios. Sabía que no debía darles atención, pero era imposible el no sentirse algo incómodo al respecto, pues ellas no tuvieron ningúna clase de reparo en recordarle que Rin salió con un modelo de la agencia y que fueron muy lindos juntos.

Isagi aprieta los dientes con molestia. No tiene sentido enojarse con Rin, porque ese chico es parte de su pasado, que aunque no le ha contado mucho tampoco puede reclamar, pues Isagi tampoco le ha contado a Rin sobre su ex, lo que pasó y lo que hizo para romperle el corazón. No lo ha hecho porque no quiere, porque no siente que sea necesario traerlo a colación, cuando es algo que ya ha superado por sí mismo, y es una cicatriz que aunque se mantiene en su corazón, ya ha terminado de sanar. Le molesta recordar la forma en la que fue tratado y todo aquello que permitió creyendo que era amor cuando no fue así. Rin le ha mostrado la forma correcta en la que se deben tratar los enamorados, que sin importar su personalidad o su actitud pueden ser cariñosos con su pareja, pues cualquiera que quiera quererte hará lo posible para hacerlo de la forma correcta.

En su interior siempre habrá un ligero rencor, más que a su ex, ese rencor es hacía el viejo Yoichi que en algún punto empezó a mendigar amor. Pero al mismo tiempo se perdona a sí mismo por su inexperiencia, y se agradece por haberse dado cuenta a tiempo para poder salir de esa relación.

Ahora tiene la oportunidad de querer una vez más, de disfrutar de las cosas bonitas que un romance puede ofrecer pero así como todas las cosas bellas en este mundo. Incluso un romance tiene sus altas y bajas, sus momentos felices y los no tan felices.

En su interior hay una mezcla de molestia, de celos y de una inseguridad naciente de solo pensar en que hubo un chico antes que él que seguramente era más guapo, más elegante, más adinerado y más refinado.

Levanta su vista una vez más, y puede ver a su novio arrodillarse en el piso mientras que Ukara se sienta en la pequeña banca de madera, cruzando las piernas, acomodando su cabello y sonriendo de costado. Este es un mundo diferente al que Isagi está acostumbrado pues aquí rebasa la hermosura en casi cada esquina. Los modelos actúan con un aura coqueta casi innata y su belleza solo les ayuda a resaltar. Ellos sonríen, ellos caminan y ellos posan de una forma que no puedes apartar la mirada y los modelos lo saben pues es lo que han buscado lograr a cada momento, ese es su trabajo y es el entrenamiento que han llevado.  Aunque Rin ahora sea su novio no puede dejar de tener ese ligero piquete de miedo, pues aunque sea algo tonto ahora es completamente consciente de la abismal diferencia que existe entre él y las personas que están por lo general en el mundo de Rin.

Y es cierto, Rin eligió estar con él y no desconfía, pero es que...

—¡Woah! ¡Que lindo dibujas!

Isagi se sobresalta pues no esperó la voz que repentinamente se escuchó detrás de él. Cuando voltea, puede ver un chico que a simple vista parece ser un par de centímetros más alto que él, con el cabello plateado dividido a la mitad y cuyos mechones cubren ligeramente parte de sus brillantes ojos naranjas, rozando con sus pómulos definidos y contrastando con la piel blanca de su rostro que tiene un par de lunares.

Y, joder, de los modelos que ha visto hoy, admite que todos son atractivos, de las chicas, sin duda podría decir que según su opinión, Ukara es la más hermosa, no solo en personalidad, sino también en apariencia con sus grandes ojos púrpuras, los rizos de su cabello celeste y sus finos labios. De los chicos, había decidido que el más llamativo era Sae, con su cabello pelirrojo y sus ojos turquesa, que aunque tenían una mirada indiferente, no dejaban de ser llamativos de cierta forma combinándose con su aura de chico misterioso, pero con solo ver a este nuevo desconocido, no duda en cambiar de opinión. Sae es guapo, pero wow, este chico es demasiado lindo.

Y sí, Yoichi tiene novio y es consciente de eso, por supuesto que no cambiaría a Rin por ninguno de ellos, ya que él también es demasiado guapo pero Isagi tiene ojos para ver. Y podría decirse que se siente nervioso de estar rodeado de tanta gente atractiva.

—Gracias. —responde Isagi, mordiéndose la lengua para no decir una tontería por los nervios de saberse atrapado. En lo personal, nunca ha sido fan de que alguien vea sus dibujos antes de terminarlos.

—Realmente, la forma del vestido de Ukara es increíble y ella se ve preciosa en tu dibujo. Eres muy talentoso. —comenta el chico una vez más, antes de levantar la vista y mirar a Isagi. El más alto muestra algo de sorpresa, antes de sonreír una vez más, viéndose más lindo si es que eso es siquiera posible. —Y también eres muy guapo. ¿Eres nuevo en la agencia?

El de ojos azules traga saliva con algo de nerviosismo mientras desvía la vista a su cuaderno por un segundo, siente que sus mejillas se sonrojan un poco, y se siente halagado realmente de escuchar esas palabras.

—No. Solo vine aquí como invitado. Mi novio es uno de los fotógrafos. —contesta, porque aunque ese chico no tenga la intención de coquetear con él, lo mejor es dejar las cosas claras desde un inicio. Pues aunque es un chico muy guapo, él solo tiene ojos para Rin.

—Oh, es una lástima. —contesta el de cabello plateado. —De ser modelo, seguramente tendrías un club de fans. Tienes un rostro bastante fotogénico, con todo respeto hacia tu novio. No intento coquetear contigo, solo digo la verdad.

Ese chico sonríe, y su sonrisa es tan amable, que Isagi no siente razones para dudar. Y solo mira como el de ojos naranjas alcanza una de las sillas cercanas para sentarse junto a él.

—Gracias. Mi novio suele tomarme muchas fotos. —responde Isagi con un deje de orgullo en su tono. Podría decir que su autoestima subió un poco más después de esas palabras, pues aunque no duda de Rin cuando él le dice que es guapo, escucharlo de alguien más, causa una sonrisa enorme en su rostro, sin ánimos de sonar egocéntrico.

—Sería algo tonto de un fotógrafo el no darse cuenta de tu potencial. Me alegra saber que ese chico es capaz de apreciarte, eso es algo difícil de encontrar. —dice el de ojos naranjas con una sonrisa bastante suave. Isagi siente la amabilidad en sus palabras, así que no puede evitar sonreír un poco.

—Es cierto, tuve una mala experiencia antes y... Podría decirse que nunca me había sentido tan apreciado como ahora.

—¡Adorable! Me encanta el amor, así que perdona mi emoción. —El de cabello plateado se ríe, mientras aplaude un par de veces de forma bastante silenciosa. El más bajo supone que es porque ese chico está acostumbrado a mantener su tono bajo dentro del ambiente en el que se encuentran.

—No te preocupes. La verdad es que, sí es algo lindo, yo también suelo dibujarlo a veces...

—¡Oh, que genial! Combinas tu talento junto a los sentimientos que tienes. Tan hermoso. Desearía que alguien hiciera eso por mí. —dice el chico con un pequeño puchero al final de la oración.

—Seguramente podrás encontrarlo en algún momento. Eres muy lindo. —dice Isagi en un intento de subirle el ánimo, el de ojos naranjas sonríe apenas.

—Sonaré un poco pretencioso pero mientras más personas piensen que eres lindo, más difícil es que alguien te tome en serio. —responde, cubriéndose la boca con su mano que tiene un par de anillos. —Por lo general, piensan que por ser atractivo, eres alguien frívolo, así que la mayor parte del tiempo, solo te ofrecen relaciones por conveniencia. Alguien lindo con alguien lindo, es igual a más popularidad. Sobretodo cuando estás en un mundo tan competitivo como el modelaje.

Yoichi puede notar el tono triste en la voz del chico, y se siente un poco mal por él, pues lo que dice no es muy diferente a lo que Rin le ha contado que vivió en su adolescencia.

—Me gustaría encontrar algo como lo que Sae-san tiene con su novio. —dice de pronto con una sonrisa divertida. —Son bastante extraños, y probablemente no me gustaría tener su dinámica en una relación, pero aún así, creo que es bastante obvio que se quieren.

—Sí, son bastante raros esos dos, pero yo también creo que se quieren. —contesta Isagi, pues aunque no haya pasado tanto tiempo con ellos, le quedó claro desde la primera vez que los vió que eran una pareja y supone que aunque tengan una forma tan particular de quererse no les quita valor a sus sentimientos. —Pero ¿Sabes? Desde mi punto de vista, yo creo que es cuestión de intentarlo. Al final, incluso aunque al principio sea algo superficial, la otra persona puede darte una sorpresa y corresponder tus sentimientos de una forma que no te imaginabas.

—Suena como algo que entiendes bien. —responde el de ojos naranjas con una risa divertida.

—Podría decirse que tuve una conversación bastante parecida a esta con mi mejor amigo hace una semana, ya que él tenía algo de miedo de intentarlo con un chico porque básicamente vimos como ese chico se enamoró y se le rompió el corazón para luego sentirse atraído por mi amigo. Le estaba costando creerle y yo le dije que no podría saberlo sino lo intentaba.

—A veces tenemos que apostar nuestro corazón. Tal vez termine roto o tal vez encuentre a su otra mitad.

—¡Eso fue lo que le dije!

El de cabello plateado se rió, e Isagi no pudo evitar corresponder su risa pues era bastante contagiosa y se sentía feliz de ya no estar tan preocupado como antes.

—Me alegra saber que existe alguien que piensa como yo. —dice el de ojos azules con una sonrisa, inclinando su cabeza en señal de respeto. —Llevamos tiempo hablando y ni siquiera me he presentado. Perdón por eso. Soy Isagi Yoichi, un gusto.

—El gusto es mío. —responde el de ojos naranjas, correspondiendo la inclinación. —Yo soy Fukui...

—¡Haruka! ¡Ya volviste! —chilla la chica rubia que si no mal recuerda se llama Mai. Ella se acerca a velocidad con una gran sonrisa, mientras que Isagi abre los ojos con sorpresa. —¡Oh! ¿Ya conociste al novio de Rin?

El chico parece atragantarse con el aire porque enseguida voltea a verlo con sorpresa mientras se cubre la boca con su mano.

Isagi no está muy seguro de como debería sentirse ahora.

[...]

Este quedó mucho mejor, me gusta. Gracias a todxs los que pensaron que el anterior no era feo. Lxs quiero 💓

¡Gracias por leer! ✨❤️