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xxviii.

Isagi se levanta del suelo, y Bachira no tarda en hacer lo mismo que él, salen de la habitación para terminar encontrándose con Reo saliendo de una de una puerta al otro lado del pasillo con Chigiri y Nagi.

—Oh, aquí estaban. ¿Todo bien, Bachira? —El pelirrosa es el primero en hablar mientras se acerca para darle una palmada en el hombro al nombrado.

—Todo bien, amigo. Solo necesitaba un poco de espacio para pensar. —responde el de ojos amarillos mientras sonríe un poco.

—No te agobies demasiado con eso. Haz lo que creas mejor para tí. Y sea lo que sea que decidas, seguramente Kurona lo aceptará. Es un idiota bastante comprensivo. —Chigiri remueve el cabello de Meguru para luego reírse un poco, pues ambos llegan a entenderse bastante bien en este tipo de situaciones.

—¿Dónde dejaron a Rin? —pregunta el de ojos azules, sin ánimos de interrumpir el momento pero con la latente preocupación de que su novio termine peleando con alguien.

—Cálmate, Isagi. Él está con Kurona y Kunigami. Debe estar bien. —responde Reo restándole importancia. Isagi se relaja un segundo, pensando que el pelinaranja puede controlar la situación hasta su llegada pero la calma dura muy poco tiempo cuando ven a Kunigami acercarse a ellos después de salir del baño.

—Hola, chicos.

—Kunigami, ¿Qué haces aquí?

—Vine al baño porque los de abajo estaban ocupados ¿Por?

—¿Entonces Kurona y Rin quedaron solos? —pregunta Isagi con el ceño fruncido.

—Sí, y Kurona esta triste... —Chigiri habla y la despreocupación en su rostro, cambia a una mueca. —Uh, tal vez no fue buena idea dejarlos solos.

—Seguramente no pasará nada malo. Ambos son adultos ¿No?

—Rin llamó a Isagi y estaba gritándose con Kurona. —dice Bachira con una sonrisa ligeramente divertida. —Y Rin le gritó a una chica que intento coquetear con él.

—Vaya, no sabía que era agresivo. —comenta Reo.

—Rin no es agresivo pero... Podríamos decir que su paciencia se reduce estando ebrio. —responde Yoichi con algo de duda.

Desde la fiesta en la que se conocieron, no había vuelto a ver a Rin en ese estado de ebriedad, pues su novio no parecía ser fan del alcohol, más allá de beber una o dos copas de vino en las noches que pasaban juntos, no bebía más que eso. Y el Itoshi también odiaba beber en las reuniones de trabajo porque lo distraía, podría decirse que el de ojos turquesa solo bebía demás cuando se dejaba llevar, lo cual sucedía pocas veces. Incluso la noche en la que se conocieron, Isagi recuerda lo suficiente para saber que Rin no fue agresivo con él en ningún momento, simplemente se desesperaba bastante rápido cada vez que Yoichi lo hacía parar o lo interrumpía al hablar.

—Y Kurona bebe demás cuando está triste además de volverse un gritón de mierda cuando está ebrio. Eso es una mala combinación. —dice Hyoma, apartando un mechón rosa de cabello de su rostro.

—Los dejamos cerca de la barra de la cocina. Seguramente siguen ahí junto al bartender. —explica el pelimorado. Empezando a caminar con algo de calma en dirección a las escaleras.

—¿Contrataste un bartender?

—¿Realmente eso te sorprende?

Kunigami no puede decir nada contra eso, y Nagi se ríe mientras camina con calma detrás de ellos. Isagi suspira con algo de preocupación, pues aunque no cree que su novio esté en peligro, no puede evitar sentir ese ligero sentimiento de miedo en su interior al pensar que podría ocurrirle algo.

Todos bajan las escaleras con rapidez y siguen a Reo en dirección a la cocina, pues es él quien está encabezando el grupo. A medida que se acercan, lo primero que pueden oír por sobre el bullicio de las personas y la música de fondo, es el sonido de una canción y una voz que todos pueden reconocer.

—Kurona está cantando. —dice Bachira con una pequeña sonrisa en los labios, exponiendo en voz alta lo que todos pensaban.

Muéstrame cómo. Muéstrame cómo te gusta hacerlo. —Canta Kurona, las personas alrededor aplauden y silban al escuchar la voz del pelirrosa. —Eres todo mío. Te haré sentir como si fueras el único. Quitate la ropa, dame tu confianza. Mírame a los ojos y confiesa tu lujuria.

Isagi mira a su mejor amigo por un segundo y al procesar la letra de la canción en su cabeza, se sonroja un poco, sin saber qué podría pensar Bachira de entender la canción.

—Joder. Kurona está prometiendole buen sexo a alguien con esa canción. —dice Reo con una sonrisa divertida. La cara de Bachira es un poema pues su sonrisa desaparece en cuestión de segundos, y Chigiri golpea al pelimorado por su falta de delicadeza. —O tal vez solo está caliente. No lo sabemos. El alcohol hace cosas raras al cuerpo.

—O quizás le está proponiendo sexo al novio de Isagi. —dice Nagi de repente, mientras saca su teléfono del bolsillo para grabar. —Lindos recuerdos.

—¿Tienen una competencia personal de ver quién de lo dos dice los comentarios más desubicados en el peor momento o qué? —pregunta Hyoma antes de golpear a los dos idiotas que hablaron. Isagi y Bachira apartan a Nagi en casi un empujón para ver mejor en la dirección donde se encontraban los chicos.

Ranze tiene una sonrisa retadora en su rostro mientras mira con burla al pelinegro frente a él. Rin les está dando la espalda, así que no pueden ver los gestos de su rostro, pero aún en esta posición pueden ver el micrófono en su mano.

—¿Tu novio canta? —pregunta Kunigami.

—Nunca lo he oido hacerlo. —responde el de ojos azules.

—Pues ahora lo descubrirás. —dice Nagi, sosteniendo su teléfono en lo alto.

Ponte de rodillas. Ruega que me detenga. Te prometo que te amaré si lo haces. —La voz de Rin no es ni de lejos tan coordinada y rítmica como la del pelirrosa pero aún así lo escuchan cantar sin desafinar demasiado. —Así que hazlo por mí. Dame tu mano. Te mostraré cosas que nunca has hecho.

Kurona parece decirle algo al más alto porque se ríe, y el Itoshi solo se cruza de brazos en un gesto que Isagi entiende fácilmente como molestia. Y esos dos para nada parecen estar coqueteando, sino más bien, estar en medio de una competencia rara, lo cual tendría sentido, porque incluso estando sobrio, Rin no puede evitar caer ante una provocación por culpa de su enorme competitividad.

Sostén mi cabeza. Te haré sentir como nunca antes. Quitate la ropa. Dame tu confianza. Mírame a los ojos y confiesa tu lujuria. —Kurona se quitó la chaqueta luego de cantar esa estrofa, ganando silbidos y gritos emocionados de las personas, mientras aparta un par de mechones de pelo de su frente.

Bachira contiene la respiración cuando los ojos rosas del cantante se encuentran con los suyos, Isagi imagina que eso ha de estar acelerando el corazón de su amigo, y ¿Cómo culparlo? Él tampoco se encuentra muy calmado de ver a su novio cantar por primera vez, y no conforme con eso, cantar esa canción que tiene una letra muy explícita.

—De acuerdo, me gustaría saber ¿Qué mierda dijo? —comenta el de ojos amarillos con la voz en apenas un susurro.

—Que te quiere ver desnudo, que confíes en él, y que le digas abiertamente lo mucho que quieres tener sexo. Eso dijo.

—¡Nagi! —regaña Hyoma mientras que el peliblanco se encoge de hombros.

—Él preguntó.

—¿Lo ves, Chigiri? No siempre es mi culpa. —dice Reo con una sonrisa ladeada..—Oh, mierda. Vienen para acá.

Isagi vuelve la atención al frente, Kurona logró que Rin deje de darles la espalda, y puede ver en sus ojos turquesa una mueca de sorpresa. El de dientes afilados parece decirle algo en el oído mientras se ríe y el Itoshi frunce el ceño antes de volver a mirarlos. Él respira profundo y abre la boca.

Oh, mierda. Isagi se siente paralizado por la sorpresa aunque seguramente está temblando, pues su mente no puede terminar de procesar el hecho de que Rin Itoshi, la persona más jodidamente seria, fría y directa que ha conocido este a punto de cantar.

Ponte de rodillas. Ruega que me detenga. Te prometo que te amaré si lo haces. Así que hazlo por mí. Dí mi nombre. —Rin canta, su pronunciación es perfecta y es un placer escuchar su voz tan ronca y gruesa al decir aquello pues la música es tan lenta que casi parece que se lo estuviese diciendo directamente a él, como una orden. —Todo lo que quiero hacer es escucharte gritar de dolor. Dí mi nombre.

—¿Rin? —dice Yoichi sin saber muy bien qué es lo que debería hacer en ese momento.

Se queda totalmente quieto en su lugar y Rin lo mira con esa forma tan peculiar que tiene de hacerlo mientras una sonrisa ladeada se extiende por sus labios.

Dí mi nombre. —Kurona canta la última parte, apareciendo detrás de Rin mientras extiende su mano en dirección a Bachira, quien se sobresalta por su repentina aparición. —Te prometo que te amaré si lo haces. Así que hazlo por mí.

—Bachira, acepta salir con él, joder. —dice Rin de repente, mientras aparta al pelirrosa de un empujón de hombros. —Con suerte dejara de llorar de una vez por todas.

—¡Rin no tienes que meterte en esto, imbécil! —reclama Ranze, regresandole el empujón.

—¡No tendría qué hacerlo si tuvieras el jodido valor de decirle de una vez por todas que te gusta, inútil!

—¡No es tu problema cuando decida yo decírselo!

—Me tienes harto, yo... —Rin sujeta al pelirrosa por el cuello de la camisa y ese es el momento en el que todos parecen reaccionar. Isagi es el primero en interponerse, sujetando la mano del menor mientras lo aparta empujándolo por el pecho.

—Ya basta, Rin. No hay necesidad de pelear por esto, eso es algo que deben resolver por sí mismos. —Yoichi aprieta la muñeca de su novio con algo de fuerza hasta que este cede, liberando el agarre de la camisa del pelirrosa quien a pesar de todo, no parecía ni un poco asustado por el repentino arranque del de ojos turquesa.

—Es que el idiota me hartó con su jodido drama. —dice en un intento de justificarse mientras se cruza de brazos con molestia.

—Lo dices como si fuera muy sencillo, apuesto a que nunca le dices tus sentimientos a Isagi. —contesta el de dientes afilados.

—Deja de buscarle pelea a Rin-chan. No empeores la situación. —Bachira jala del brazo a Kurona hasta ponerlo detrás de él, mientras lo mira con el ceño fruncido. El pelirrosa calla, bajando la cabeza en un gesto entristecido cuando ve la molestia en su rostro.

Rin abre la boca para contestar pero Isagi no está de ánimos para intentar frenar una pelea, así que lo empuja con bastante ligereza por el pecho hasta hacer que lo mire.

—No seas un idiota y ya detente. No necesitas seguir discutiendo con él. —Isagi habla con voz serena mientras se mantiene firme, pues no tiene la intención de que sea un regaño, simplemente que el menor se dé cuenta que está actuando como un idiota.

Las personas alrededor pierden interés al ver que no va a formarse ninguna clase de pelea, así que empiezan a dispersarse, volviendo a la sala principal. En la cocina quedan pocas personas y la mayoría ya no les presta atención. Rin y Ranze se miran con molestia pero solo chasquean la lengua o ruedan los ojos porque más allá de molestarse el uno al otro no parecen tener el interés suficiente para seguir discutiendo ni tampoco una razón para empezar a pelear.

—El bartender me dijo que bebieron un montón de cócteles. —dice Reo, mientras se acerca con un par de botellas de agua en las manos que les extiende a los dos que discutían. —Entre los dos se bebieron casi una botella entera de vodka y como tres botellas de bebidas energéticas. Deben tomar agua. Esa mezcla es una mierda que los empieza a deshidratar.

—Yo no... —Kurona no puede completar sus palabras, porque Bachira le quita la botella de agua para abrirla con facilidad y extendersela una vez más.

—Debes beberla ahora. No podremos seguir hablando si te mueres por ser tan descuidado bebiendo. —regaña el de ojos amarillos, sorprendiendo a la mayoría de sus amigos por su repentina faceta seria. El de ojos rosas asiente con suavidad antes de empinarse la botella de agua y beber al menos la mitad de un solo trago.

—¿Podemos hablar?

—Cuando estés sobrio. —responde Bachira.

—De acuerdo.

Isagi los mira con tranquilidad y sonríe porque aunque no tiene idea de cuál será la decisión de su amigo, piensa que al menos podrán estar tranquilos luego de hablar. Cuando vuelve la atención a su novio, este lo está mirando con seriedad luego de tomarse casi toda la botella de agua.

—¿Qué?

—Te quiero. —dice de pronto antes de sonreír con calma y abrazarse al cuello del de ojos azules como si no fuera la gran cosa y como si esas simples palabras no hubieran conseguido acelerar el corazón de Isagi incluso más que con la canción.

—Aww. Que lindo. —dice Reo con cierto tono divertido.

—Tu novio es muy random estando ebrio, Isagi. De repente tiene ganas de arrancarle la cabeza a Kurona y luego parece un osito cariñosito. —dice Chigiri quien se ríe mientras niega con la cabeza.

—Me siento mareado. —dice Rin de pronto mientras recuesta su peso contra Isagi.

—¿Quieres vomitar?

—No. No quiero. —responde con aburrimiento.

—Yo también estoy mareado. ¿Por qué la puta habitación da vueltas? —Kurona da un paso para atrás y parece a punto de caerse pero Bachira logra girar sobre sus pies y sujetarlo de la cintura para evitar que caiga de forma estrepitosa. —Tengo sueño.

—Que raro con la cantidad de cafeína que bebieron deberían tener energía para correr como cinco vueltas sin parar. —comenta Reo con curiosidad antes de encogerse de hombros. —Aunque bueno, cada quien reacciona diferente. Bachira, puedes llevar a Kurona a una de las habitaciones de arriba, no queremos que el idiota se muera intentando conducir su motocicleta.

—De acuerdo. Vamos. —dice Meguru, mientras tira del brazo del pelirrosa quien da un par de pasos antes de tropezar con sus cordones. Bachira tiene que salvarlo una vez más, antes de suspirar y simplemente levantar al de dientes afilados para cargarlo sobre su hombro.

—¡Mierda! —grita Ranze al verse repentinamente elevado.

—Así llegaremos más rápido. —responde el de ojos amarillos empezando a caminar.

—Ok. No me quejo. —responde el de dientes afilados mientras se abraza al cuello de su acompañante.

Isagi puede escuchar a los chicos reírse pero no les presta atención mientras antes de volver a mirar a su novio quien tiene una mirada perdida en la nada con los ojos entrecerrados.

—¿Qué sucede Rin?

—Quiero irme. Estoy harto de todo este montón de gente. Quiero ir a dormir.

Yoichi se ríe pues la respuesta suena bastante parecida a lo que Rin le diría incluso estando sobrio. Se despide de sus amigos quienes corresponden el gesto y Nagi promete enviarle el vídeo del Itoshi cantando aunque el de ojos azules le pide que lo elimine porque le da algo de vergüenza hasta a sí mismo y no quiere imaginarse la reacción de Rin cuando esté en sus cinco sentidos.

Aunque el Itoshi tambalea al momento de caminar, puede mantenerse lo suficiente para llegar al auto con expresión cansada.

—Rin, dame las llaves del auto.

—Pero es mi auto. —Se queja el menor con el ceño fruncido.

—Y tú estás ebrio. No puedes conducir.

—Tú también bebiste.

—Pero no lo suficiente para ser un riesgo. Dame las llaves.

—Pero...

—Rin ¿Quieres ir a casa y que me acueste contigo a dormir?

El menor se queda en silencio un par de segundos mientras parpadea antes de asentir como si fuera un gran pesar para él admitirlo.

—Sí quiero...

—Dame la llave.

Aunque lo hace de mala gana, el de ojos turquesa accede y se saca la llave del bolsillo del pantalón para dársela. Isagi piensa que Chigiri tiene razón y es difícil saber qué esperar de su novio ahora que está ebrio.

Rin sube al auto e Isagi hace lo posible para acomodarle el cinturón de seguridad al ver que al menor le cuesta un poco debido a su mareo. Y mientras conduce a no más de dos calles de distancia de la fiesta, piensa que el Itoshi se ha quedado dormido pero la verdad es que no es así.

—Yoichi...

—¿Qué sucede?

—Eres muy sexy. —dice Rin, arrastrando la última palabra. —Me gusta tu cuerpo, eres tan... Bonito.

—Gracias, Rin. También creo que eres lindo. —responde el mayor intentando no reírse de la repentina sinceridad de su pareja.

—También dibujas increíble... Y eres tan genial.

—Yo también creo que eres genial con tus fotografías.

—Y eres tan amable, inteligente y tienes tantos amigos... —Rin sigue hablando, la sonrisa de Yoichi crece tras cada palabra. —Y me entiendes tan fácil...

—Es difícil pero hago lo posible.

—¿Por qué estás conmigo?

Isagi abre los ojos con sorpresa y su sonrisa cae al darse cuenta del tono triste que tienen las palabras de Rin repentinamente.

—¿Por qué dices eso, Rin? Tu también tienes muchas cosas buenas. Eres un fotógrafo genial, eres inteligente, eres independiente y tú...

—Pero yo no... No soy así como tú y como tus amigos.

—No tiene nada de malo que seas diferente a nosotros, Rin. Tu personalidad está bien, no tienes porqué cambiar.

—Pero no me respondiste nada. —Se queja el de ojos turquesa mientras lo mira con atención. —¿Por qué mierda estás conmigo?

Isagi abre la boca y está a punto de soltar una larga lista de cosas buenas que podría decir sobre el menor, porque son muchas y no tiene la mínima intención de permitir que su novio se sienta mal pero antes de hablar. Una idea aparece en su cabeza y parece que es la respuesta indicada.

—Porque te quiero, Rin. —responde. Y cuando mira de reojo al menor, puede ver una pequeña sonrisa que se extiende en sus labios.

—¿De verdad?

—Jamás podría mentir con eso, Rin. Yo te quiero demasiado, idiota.

—Yo también te quiero demasiado, idiota.

Rin se ríe mientras recuesta la cabeza contra el asiento una vez más con expresión somnolienta y Yoichi sonríe porque no puede evitarlo. Se siente demasiado bien luego de escuchar esas palabras.

[...]

¡Gracias por leer! ✨💓

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