—Espero que no sea demasiado difícil, eh.

Isagi niega con la cabeza, pensando seriamente que su novio tomó demasiada confianza bastante rápido. No sabía sí eso era algo bueno o no, al menos podría alegrarse por el hecho de que Rin se sentía cómodo en su círculo, solo faltaba saber si sus amigos también se sentían cómodos con...

—¡Joder! A cada minuto lo quiero más. —Bachira habla para luego reírse por las palabras de Rin. Junto a él, Chigiri aplaude un par de veces con diversión.

—Ya es oficial. Rin es uno más de nosotros. Ni Reo se atrevió a tanto. —El de largo cabello rosa empieza a reír. Yoichi gira su cuello para ver a su novio, y puede ver la expresión sorprendida en su rostro, así que decide abrazarlo.

—Parece que ya eres uno de nosotros, cariño. —dice Isagi mientras se ríe. El de ojos turquesa lo mira con espanto.

—Oh no...

—Todos ustedes pueden irse muy a la mierda ¿Eh? Llevo conociendolos desde hace un largo tiempo y prácticamente intentaron echarme hoy cuando llegué aquí con ustedes. Los odio. —Kurona se queja con voz ofendida mientras se cruza de brazos y hace un puchero con los labios.

—Por supuesto que eres del grupo, tiburón llorón. —responde Chigiri para luego golpearle el hombro.

—Solo que molestarte es muy divertido. —contesta Bachira, jalando la trenza rosada del chico para llamar su atención. —Creí que era muy obvio que eras nuestro amigo.

—No soy adivino, habría sido lindo que me lo dijeran alguna vez. —Kurona habla mirando con atención los ojos amarillos del chico frente a él antes de sonreír de costado.

—Ya basta. Recuerden el juego. —comenta Hyoma, mientras señala a los dos chicos que aún parecen estar pensando seriamente acerca del reto. —¿Lo harán o no?

—¿Por qué tanto interés? ¿Quieres hacerlo tú? —contesta Reo con un tono de burla en su voz.

—No tendría problemas en hacerlo. No es para tanto. —El de ojos rosas se encoge de hombros mientras mira a su amigo de cabello morado. —Es un pico nada más.

—Bien ¿Y entonces por qué...?

El Mikage no puede decir nada más porque Chigiri lo interrumpe dejando un pequeño beso sobre su labios, para luego alejarse y sonreír.

—¿Lo ves? No es la gran cosa.

—¿Qué? Pero yo... Kunigami... Mierda. —Reo parece estar procesando lo que pasó, los demás se ríen y Hyoma solo voltea a ver al pelinaranja con una sonrisa divertida antes de hablar:

—Piensa que besar a Reo es como besar un millón de dólares.

—No me sorprendería que el seguro de vida de Reo esté valorado por ese dinero. —comenta Isagi con diversión, mientras recuesta su cuerpo contra el pecho de su novio quien lo abraza con su brazo por sobre los hombros.

—En realidad, está valorado por más que eso... —contesta el de ojos morados.

—¿Dónde quedó la humildad? No nos restriegues así el dinero a nosotros los pobres. —Bachira dramatiza cubriéndose los ojos mientras cae de espaldas sobre el regazo de Kurona quien ríe con diversión.

—Nosotros los pobres solo podemos ver esa cantidad de dinero en televisión. —Se queja Ranze mientras le sigue el juego a los demás.

—Y eso cuando usamos tu cuenta de Netflix. —dice Nagi mientras toma un sorbo de su cerveza.

—¡¿Usan mi cuenta de Netflix?!

—¡Nagi, nos exhibiste! —Se queja Chigiri golpeando al peliblanco con uno de los cojines del sofá.

—En mi defensa, creí que sabías Reo. ¡Ellos me dijeron que estabas de acuerdo! —Isagi señaló a Seishiro y a Hyoma. Rin lo está mirando con curiosidad y los demás siguen discutiendo sobre si está bien o no usar las cuentas de Reo para no pagar.

—¡¿También usan la de HBO?!

—¡Es que tu tienes el plan VIP! Nosotros no tenemos dinero para eso, Reo. ¡No nos la quites! —pide Bachira en una mezcla de suplica y diversión porque tiene los ojos llenos de lágrimas por las carcajadas que ha estado soltando desde que empezó la discusión.

—Pudieron habermelo dicho. Y yo les daba la clave de la cuenta. —responde el pelimorado con resignación porque realmente no le costaba demasiado hacer eso por sus lunáticos amigos.

—Nagi nos la dió. Realmente creíamos que lo sabías.

—Reo me dijo que podía usar la cuenta porque somos amigos. —contesta el peliblanco.

—¡La cuenta era para tí, inútil! ¡Porque vives conmigo, no para ellos!

—¿No son tus amigos, Reo?

—¡Sí lo son, pero...! Agh. Ya da igual. Pueden seguir usándola. —responde el Mikage, rodando los ojos al escucharlos celebrar. —¡Pero la próxima vez que quieran usar mis cosas, pregúntenme a mí antes de hacerle caso a Nagi!

—Oigan, yo también quiero la clave de la cuenta. —dice Kurona mientras junta sus manos en señal de suplica.

—Te la daré luego. —dice Reo y Ranze agradece con una gran sonrisa en sus labios. —Ahora ¿Qué era...?

El de ojos morados es interrumpido una vez más, porque Kunigami lo sostiene por la barbilla para dejar un pequeño beso en sus labios. El pelinaranja se separa con algo de vergüenza y el rostro enrojecido desviando la vista a cualquier lugar que no sea el pelimorado.

—Reto cumplido. —dice Rensuke.

—Me estoy sintiendo abusado por ustedes justo ahora. ¿Por qué todo lo hacen sin mi permiso? —Se lamenta el pelimorado con voz de queja. Los demás se ríen mientras le dicen que lo sienten. Reo estira su camiseta, ya que es su turno, así que se viste de nuevo, se acerca para tomar una carta del mazo y su cara se deforma en una mueca al leerlo. —Dí en voz alta ¿Tendrías un trío con algunos de tus compañeros de juego? ¿Y quiénes son los afortunados? Pásame el vodka.

—¡Si quieres beber es porque la respuesta es sí! —acusa Bachira, mientras que el pelimorado lo mira mal.

—Oh, vamos Reo. Puedes responder esto. —dice Isagi con un tono burlón. El Mikage lo mira mal pero no parece tener la mínima intención de dejarse vencer por el de ojos azules así que toma aire antes de responder:

—Sí, lo haría. Con Nagi y Chigiri.

Reo toma un shot de vodka luego de hablar, Hyoma lo mira con diversión y Nagi indiferente solo agarra su carta del mazo.

—Me siento halagado. —contesta el de largo cabello rosa con una sonrisa ladeada. —Podría hacerlo, si hablamos de una buena cantidad de dinero.

—Chigiri, no puede ser. ¿Te estás ofreciendo? Lo de prostitutas era una broma. —dice Bachira entre risas.

—Amigo, mírame. Podría hacerlo gratis sin problemas. Pero hay que sacarle todo el provecho a las oportunidades. —responde el pelirrosa antes de empezar a reírse, junto a él, Reo también empieza a reírse más relajado por el hecho de que su amigo no lo tomó mal.

—Joder, Chigiri. Te amo, nunca cambies. —Le dice el pelimorado, y el pelirrosa ríe mientras chocan sus botellas de cerveza en un brindis improvisado.

—Oye, Reo. Creo que tienes una pequeña oportunidad de conseguir tu fantasía. —dice Nagi de pronto con su voz calmada y de esa forma captando la atención de todos los demás. —Te reto a tener un beso de tres con la persona a tu izquierda y otro jugador de tu elección.

—¿Qué? —Reo habla casi sin voz debido a la sorpresa. Chigiri también tiene los ojos muy abiertos mientras que Nagi los mira a ambos sin real emoción.

—¿Se atreven o tengo que beber? —pregunta Seishiro con cierto tono de burla en su voz. Mientras que el resto del grupo lo mira con incredulidad.

—¿Cuántas cervezas lleva? —pregunta Bachira.

—Creo que esa es la séptima que bebe. —responde Kurona. —No creo que esté lo bastante ebrio aún.

—Oh, entonces el juego lo está afectando.

—Ya. ¿Te crees muy atrevido, Nagi? Por supuesto que acepto, no tengo problemas con hacer ese reto. —contesta Chigiri sonriendo con soberbia para luego tomar lo que resta de su cerveza en un solo trago.

—No me sorprendería que hayas hecho algo como eso antes. —dice Isagi con la única intención de molestarlo.

—En realidad, sí lo hice antes. Con Bachira y una chica que no recuerdo su nombre. —dice el Hyoma, mientras escucha al pelirrosa de dientes afilados atragantarse con su bebida.

—¿Eso cuando fué? —preguntó Isagi entre risas.

—En la fiesta de San Valentín.

—Joder. Me arrepiento de no haber ido ese día. Maldito Ego y sus cuadros de último minuto.

—Realmente no te perdiste de nada. Ese beso de tres fue lo más interesante que pasó.

—Por supuesto que fué aburrida. Yo no organicé esa fiesta. —Se queja Reo.

—Se están distrayendo... ¿Debo beber? —Nagi estuvo a punto de servirse cuando el Mikage le quitó la botella.

—Que no se note el apuro. —Se burla Ranze.

—Ya. Hagamos esto de una vez. —Chigiri se levanta de su lugar, acercándose a los dos chicos. —¿Estás de acuerdo con esto, Reo? No quiero que creas que seguimos haciendo cosas sin tu permiso.

—Tú mismo lo dijiste. No es la gran cosa. —responde el de ojos morados entre dientes.

Isagi está algo alejado pero no es tan difícil notar los nervios del pelimorado. A Nagi parece darle igual y Chigiri parece especialmente divertido con todo el asunto.

Rin se recuesta sobre él, acomodando la cabeza contra su cuello y el mayor sonríe con diversión porque mientras que todos hablaban sin parar, su novio ha estado bebiendo daikiris. No cree que esté muy ebrio, simplemente está ligeramente mareado y algo aburrido porque no le interesa del todo el drama que sucede a su alrededor.

—Tus amigos son raros. —dice Rin, dejando un beso en el cuello de su novio antes de enderezar el cuerpo porque agacharse a su altura le resiente la espalda.

—Realmente lo son. —responde el mayor. Viendo como los otros tres parecen tomar el valor de acercarse y finalmente unir sus labios de forma algo desastrosa.

—Nunca había visto un beso de tres.

—¿No?

—No es algo que suela hacerse en las fiestas que acostumbro. —comenta el de ojos turquesa. —No digo que los modelos sean refinados todo el tiempo, pero generalmente no invitan a las personas del staff como yo a sus fiestas privadas por miedo a ser delatados con sus managers.

—¿Los delatarías?

—Me da igual lo que hagan. Y no me gustan esas reuniones porque parece que solo van a ligar en privado, así que dejaron de invitarme después de tantos rechazos.

—Me doy cuenta que este no es tu tipo de ambiente. —comenta Isagi, acariciando la mano de su novio con su pulgar. —¿Te sientes incómodo?

—No, es decir, esto es raro pero... Está bien.

—¿Por qué?

—Porque estás aquí. —responde Rin, apretando su mano. —Y tus amigos no son tan malos, aunque creo que los amigos normales no... Actúan de esta forma pero no soy quien para juzgar. Nunca he tenido amigos cercanos.

Rin se encoge de hombros, e Isagi realmente no tiene muchas bases para defender a los idiotas que tiene por amigos quienes se la pasan coqueteando, burlándose y haciendo bromas pesadas a cada oportunidad. Él se acostumbró a ellos o más bien, simplemente se unió a su grupo, porque ellos respetaban sus límites, sin insistirle ni obligarlo a actuar como ellos, a diferencia de antes, cuando vivía en Saitama y sus “amigos” lo trataban como un rarito cuando no estaba de acuerdo con algo.

Estaban locos, pero se daban el tiempo de escucharte, entender tu opinión respecto a las cosas y respetaban las limitaciones que tenía cada uno. Evitando las bromas que podrían incomodar pero sin dejar su esencia en ningún momento. Con ellos, Isagi aprendió lo que es pertenecer sin cambiar lo que uno es, dándose cuenta que allá donde te aprecian, te apreciarán permitiendote ser como eres.

—Bueno, yo creo que estos idiotas son un buen grupo para tener como amigos, Rin. —dice Isagi con una sonrisa. Riéndose cuando Nagi, Reo y Chigiri se separan de su desastroso beso de tres en donde terminaron con la cara babeada y con una mueca casi aterrada en sus caras.

—Nunca haremos esto de nuevo. —Se queja Reo.

—Que asco. —gruñe Nagi, limpiándose la baba con la manga de su camisa.

—Prefiero los besos por turnos. Hacerlo todos juntos es un desastre. —responde el pelirrosa con una mueca divertida mientras se limpia el rostro.

—Y tienes razón, son unos putos raros de mierda. —dice Isagi con una sonrisa apenada.

—No eres quien para hablar idiota con fetiche de morder. —acusa Chigiri, mientras que el de ojos azules se ríe. —Es el turno de Rin.

Su novio se encoge de hombros, recogiendo una de las cartas de la mesa. Su ceño se frunce ligeramente en una mueca de confusión.

—Creo que no puedo hacer esto. —dice de pronto.

—¿Y por qué no? —pregunta Yoichi con curiosidad.

—Porque no uso sostén. —contesta su novio, ganándose las risas del resto. —Te reto a quitarte el sostén hasta tu próximo turno. Supongo que está carta es para una chica. Y aquí no hay ninguna.

—Bueno, existe una solución bastante sencilla. —dice Bachira. Isagi ya sabe que no puede esperar nada bueno de esas palabras.

—¿Cuál es tu idea? —pregunta Kurona con curiosidad.

—Pues si para una chica es vergonzoso quitarse el sostén, pues solo hay que buscar el equivalente igual de vergonzoso para un hombre.

—¿A dónde quieres llegar?

—Rin debería quitarse los pantalones. —contesta Meguru con total seguridad.

Después de sus palabras, Rin se atraganta con su bebida e Isagi niega con la cabeza porque sabía que un comentario así se avecinaba.

[...]

Creo que estoy llegando demasiado lejos...

Como sea, por si no sabían, ayer publiqué un OS RinSagi por el cumpleaños de Isagi. Si no lo.han leído, los invito a hacerlo.

¡Gracias por leer! ✨💓