xvi.
—¡Mira eso, Rin! ¿No son lindos?
Itoshi intenta concentrar su atención, y mira al lugar al cual señala el mayor, que es un puesto con algunos peluches tejidos a mano de distintos animales.
—Sí, lo son.
Aunque en este momento, Yoichi le parece mucho más lindo, porque camina por ahí con una gran sonrisa, mirando bastante emocionado los distintos puestos que se extienden frente a ellos, acercándose de pronto a aquellos que llaman su atención y hablándole a los vendedores cuando les dice lo bonitos que son sus productos.
Isagi alguna vez le había dicho que era una persona tímida, pero era algo que le costaba creer a Rin, siendo que, siempre que veía al de ojos azules interactuar con alguien más, estaba sonriendo y hablando con amabilidad.
Supone que, tal vez está demasiado acostumbrado a las personas distantes, y por eso el tener a alguien como Isagi a su alrededor lo hace ver las cosas de una forma un tanto diferente. Porque cuando está con Yoichi, no puede evitar sentir su incesante efusividad y emoción proviniendo de su ser por aquellas pequeñas cosas que a él generalmente le dan igual. Y sorprendentemente, no le molesta del todo, pues Isagi no es alguien infantil, simplemente es alguien que aprecia los pequeños detalles de la vida.
—¡Oh, Rin! ¡Me encantan esos collares! —chilla de forma repentina, tirando con demasiada fuerza de su brazo con dirección al siguiente puesto.
Rin se deja guiar hasta el puesto de una señora que miró por un par de segundos más de los necesarios sus manos unidas, el menor aprieta los labios, apunto de decir alguna cosa al respecto, hasta que nota como ella les sonríe con dulzura.
—¿Les gusta algo en especial, caballeros?
—Oh ¡Este me gusta mucho! —Isagi mira con atención un collar con el hilo trenzado de color negro y que tenía como dije una piedra angular de color turquesa, la cual parecía algo rústica pero no dejaba de ser de un color suave y brillante. —¡Aunque mira, este seguramente le encantaría a Bachira!
Ahora Isagi estaba señalando uno con el hilo trenzado en color marrón y un dije con forma de delfín hecho de madera. Isagi preguntó por el precio de ambos y empezó a buscar en su billetera. Rin, junto a él, solo lo miraba con atención.
—¿Podría darme este, por favor? —pidió el de ojos azules con una sonrisa, la señora asintió tomando el collar del delfín de la mesa para guardarlo en una bolsa de papel que le extendió luego al pelinegro cuando recibió el dinero. —Gracias.
—¿Qué sucede con el otro? ¿No te gusta? —preguntó el menor, viendo cómo Isagi guardaba la bolsa en su bolsillo al ser muy pequeña.
—Sí, me gusta pero... Uh, creo que no se me vería tan bien. —responde con algo de vergüenza esquivando su mirada.
—No seas idiota. ¿Puedo tomarlo un segundo? —El más alto giró su atención a la señora, quien asintió sacando el collar del pequeño exhibidor para ofrecerselo.
—¿Qué haces, Rin? No es necesa...
—Ya, solo haz silencio un minuto.
Rin toma a Isagi por los hombros para hacerlo girar sobre su lugar y así quedar detrás de él. Sujeta el collar entre sus dedos y lo desliza por el cuello del más bajo para luego abrocharlo de forma que el dije quede a la altura de su clavícula. Por el rabillo del ojo puede ver a la señora ofrecerle un espejo, el cual toma sin dudar para extenderlos frente a ambos.
Rin sonríe ligeramente viendo a Yoichi verse a sí mismo con sorpresa en el reflejo, porque el color turquesa del dije hace resaltar su pálida piel, y crea un contraste bonito con sus ojos azules, tal vez con la ropa que trae puesta ahora mismo no combina del todo, pero no deja de ser un collar que hace ver a Isagi demasiado...
—Eres muy lindo.
—¿Qué?
Rin se sobresalta al darse cuenta de que dijo en voz alta justo lo que estuvo pensando en su mente todo este tiempo.
—Que es muy lindo el collar. Debes quedartelo. Se te ve bien. —dice con rapidez, intentando disimular la vergüenza que lo golpeó de pronto al hablar demasiado. Rin le regresa el espejo a la mujer y saca su propia billetera para pagarlo.
—Rin, no tienes que pagarlo, yo...
—Es un regalo. —Itoshi corta la conversación con esas simples palabras. Pagó lo que debía y negó con su cabeza cuando la señora le ofreció una de las bolsas de papel. —Él se lo dejará puesto, no es necesario la bolsa.
—Son una pareja muy bonita. Gracias por comprar. —La señora les sonríe en grande, acomodando el espejo en su lugar. Isagi se sonroja y abre la boca a punto de decir algo pero el menor es quien se adelanta a hablar.
—Gracias a usted.
Rin no entiende porque Yoichi parece tan sorprendido por sus palabras, pues enseguida voltea a verlo algo aturdido mientras que el más alto simplemente frunce el ceño con algo de curiosidad. Isagi lo sujeta de la mano y
empieza a tirar de él un poco más allá, cruzando a la izquierda en un camino donde no estaban los puestos ambulantes y los árboles de cerezo aún sin florecer se extendían enormes sobre ellos. La brisa fría los golpea con algo de fuerza, y en este camino un tanto alejado de los pequeños techados puede darse cuenta que el cielo está bastante gris, aunque su atención rápidamente vuelve a esta sobre Isagi.
—¿Por qué nos alejamos del camino?
—Rin... ¿Querías saber porqué estuve evitandote?
Los hombros del más alto se tensan por un segundo y es que, obviamente quiere saber el porqué, aún no entiende qué es exactamente aquello que hizo mal para que Yoichi decidiera ignorarlo de la nada cuando las cosas parecían ir tan bien hace tan solo unos días, pero después de la conversación de su hermano, sintió que ese idiota tenía razón y que por lo menos le debía al mayor al menos el intento para demostrar que, realmente le importaba lo que ellos tenían.
—No entiendo porqué te alejaste de pronto. —responde. —Y sí, tal vez debí llamarte antes, pero como siempre eres tú quien llama o envía mensajes primero, creí que estabas ocupado o algo así. Mierda. No sé, supuse que solo vendrías cuando tuvieras la oportunidad porque... Así es como lo hacemos ¿No?
Rin se maldice internamente porque, joder. Suena como un niño inexperto quien no tiene idea de lo que está haciendo. Y es cierto que, él ya no es un niño pero... No deja de ser un inexperto en todo lo que involucra una relación.
—Sí, supongo que también es mi culpa por acostumbrarte a eso. —admite el mayor, acariciándose la nuca con la mano que no está unida a la suya. —Puedes llamarme cuando quieras, Rin. Si me encuentro ocupado, te lo diré pero puedes llamarme siempre que quieras.
—Te tomaré la palabra pero tampoco esperes que lo haga demasiado. No me gusta mucho hablar por teléfono. —contesta a la defensiva, y el de ojos azules solo sonríe.
—No hay problema. Seré feliz de contestar tus escasas llamadas.
—Ya. No te distraigas. Aún no me dices porqué te alejaste.
Isagi se tensa una vez más para luego bajar la mirada al suelo, así que Rin apreta el agarre de sus manos, mientras lo mira con atención.
—¿Qué sucede?
—Yo... Rin ¿Por qué le dijiste gracias a la señora cuando dijo que hacíamos linda pareja?
—Sé que mis modales dejan mucho que desear, pero aún así, sé que se debe agradecer cuando alguien te dice un cumplido. —responde con un tono de burla, porque según él, es una pregunta algo tonta.
—Pero... No somos una pareja.
—¿No lo somos?
Es difícil decir quien de los dos está más sorprendido en este momento, pues Isagi abre los ojos en grande mientras que Itoshi solo inclina la cabeza a un lado con algo de confusión y molestia.
—¡Tú nunca me pediste ser tu pareja!
—¿Debo hacerlo? Creí que como siempre venías a mi casa, nos besábamos y teníamos sexo, éramos una pareja. Tal vez no una formal del todo pero... —Rin no está seguro de cómo explicarlo así que solo se encoge de hombros. —No he salido con nadie que no seas tú desde que empezó todo esto, así que supuse que mínimo éramos serios en esto. Tal vez me equivoqué...
—¡No, no, Rin! Creí que no éramos serios en el sentido de... Joder, creí que no éramos exclusivos. —Isagi levanta la vista cuando Rin se suelta del agarre de su mano y puede notar el ceño fruncido que se plantó en el rostro del menor luego de la última palabra que dijo. —¡Y no te preocupes! ¡Yo tampoco he estado con nadie que no seas tú desde que empezamos a salir! Pero no sabía si realmente tú también considerabas que íbamos realmente en serio...
—¿Por qué razón no iría en serio contigo? ¿Me crees esa clase de persona? —La voz de Rin suena ligeramente herida al igual que ofendida al pensar que Isagi estuvo pensando mal de él todo este tiempo, que lo usó o algo por el estilo cuando realmente nunca fue así. —¿Creías que te estaba usando?
—¡No, Rin! ¡Yo no creía eso!
—¿Entonces qué, Isagi? ¿Qué mierda es lo que estabas creyendo?
—¡Yo...! Yo creía que... —Isagi agacha la cabeza por un segundo y aprieta los puños, antes de levantar la vista para ver directamente a los ojos del menor, quien puede notar un par de lágrimas asomándose por sus lindos ojos azules. —Sí, Rin. Creí que me estabas usando. Perdóname, realmente, te pido perdón por creer eso. No debí desconfiar así de tí cuando no me has dado razones para hacerlo. Fuí un idiota y me dejé llevar por cosas que no tienen que ver contigo... Yo... No trato de justificarme, pero... Una vez, me hicieron eso y yo... No pude evitar sentir que... Tenía miedo de que pasara otra vez porque... ¡Maldita sea, me estoy enamorando de tí, carajo! Y yo... Solo tenía miedo.
Itoshi aprieta los labios, mientras ve al mayor quedarse quieto en su lugar en espera de una respuesta y es que... No está seguro de lo que debería decir porque Isagi se siente muy mal, pero a Rin también le duele pensar que el mayor desconfió de él de esa manera.
—A mí también me han usado ¿Sabes? —comenta de pronto, captando la atención de Yoichi. —En la preparatoria, las chicas solo querían salir conmigo porque era el chico misterioso y popular al cual nunca nadie había visto con pareja. Y cuando en la preparatoria se enteraron que, no me importaba el género de la otra persona, no sé si eso empeoró o mejoró la situación, pues algunas se alejaron pero otras se sintieron incluso más atraídas, solo que ahora le sumaba otro montón de chicos de mi edad. Empecé a salir con personas porque... Ni siquiera lo sé, quería llenar un vacío en ese tiempo cuando Sae se fué y yo me sentía incluso más solo porque la única persona que me hacía compañía se había ido. En algún punto ya no sabía quién estaba usando a quién. Por eso no confiaba mucho en tí en un inicio, pues aquí en Tokio, solo ví personas que se acercaban con la misma intención vacía de antes.
Rin se acercó un paso, le dolía por supuesto, que Isagi pensase así de él, pero podía notar una diferencia bastante grande entre sus historias.
—¿Te enamoraste? —pregunta, Isagi desvía la vista pero el menor insiste. —¿Te enamoraste de la persona que te usó?
—Sí... —contesta, dejando salir un suspiro lleno de dolor. —Por eso dolió tanto darme cuenta de la verdad.
—Yo nunca me enamoré de ninguna de esas personas. —Rin lo dice, porque es la verdad, se sentía atraído por esas personas, por algún que otro rasgo, por su apariencia, por su forma de hablar, por su estilo de ropa, joder. Se acercaba hasta hartarse y llegar a encontrar aburrido aquello que llamó su atención en primer lugar lo cual no tardaba mucho tiempo en suceder, y a él no le gustaba mentir o dar falsas esperanzas ya que al momento de cansarse daba un paso atrás y simplemente se alejaba de esa persona antes de seguir dándole alas a un amor inexistente pero con Isagi... —Supongo que, eres la primera persona que me gusta, pues nunca había estado con nadie más de un mes, y contigo... Llevamos tres meses ¿No?
—Serán tres meses el martes. —contesta con los brazos cruzados.
—Genial, eso es un nuevo récord para mí. —dice el más alto, encogiéndose de hombros con soltura. —Dejé de dudar de tus intenciones desde que intenté echarte de mi apartamento y no te importó, seguiste estando ahí, incluso las noches en las que te decía que no íbamos a tener sexo y simplemente te quedabas a ver películas conmigo para acompañarme. Y empecé a considerar que íbamos en serio desde el momento que dejé de querer echarte por las mañanas.
—Eres alguien raro... —Isagi lo dice mientras restriega sus ojos con la palma de sus manos para quitar cualquier rastro de lágrimas.
—También lo eres y aún así, sigues aquí.
—Porque eres un raro que me gusta mucho, joder. —Isagi se ríe, es una risa mezclada con una exhalación que solo significa que aún tiene ganas de llorar. —Rin, lo siento, yo...
—Ya, deja de disculparte. Yo desconfíe de tí en un inicio, y aún así seguiste aquí con toda la disposición de demostrarme que estaba equivocado. Lo mínimo que puedo hacer justo ahora es quedarme aquí, porque, te gusto después de todo. —Rin lo atrapa en un abrazo que el más bajo no duda ni un segundo en corresponder, escondiendo la cara contra el cuello del menor. —Y lamentablemente también me gustas mucho, idiota.
—Imbécil. —Isagi lo golpea en el pecho con su puño, así que Itoshi ríe en voz baja.
—Lo soy, me gustas tú después de todo. —responde el menor encogiéndose de hombros. Y aunque Yoichi quiere enojarse solo se ríe porque Rin es un jodido raro que de una u otra forma consiguió hacerlo sentir mejor. —Ahora vamos, se supone que estamos es una cita y...
Un trueno interrumpió las palabras del más alto y un par de pequeñas gotas empezaron a caer del cielo.
—Maldita sea.
La llovizna se transformó en lluvia con bastante rapidez y en la mente de Rin empezó a cobrar sentido la razón por la cual los puestos ambulantes estaban en el único camino techado de todo el parque. Bajó la vista al sentir los hombros de Isagi moverse de arriba a abajo y cuando lo mira puede ver al idiota reírse contra su pecho.
—¡¿De que te ríes?! ¡Nos estamos empapando!
—¡¿No revisaste el pronóstico del clima?! —pregunta el más bajo en voz alta ya que el sonido de las pesadas gotas contra el suelo ahoga el sonido de sus voces, pero entre sus brazos puede sentir que aún se sigue riendo. —¡Si vas a ir a una cita al aire libre mínimo deberías hacer eso, idiota!
—¡Pues creí que si había una feria es porque habría buen clima! ¡Al parecer no es así! —gruñe en respuesta y la risa de Isagi se hace más fuerte. —¡Ya vámonos!
Rin sujeta de la mano a Yoichi, quien entrelaza sus dedos sin dudar y ambos tienen que empezar a correr en dirección al auto. No pueden volver a la feria pues se encuentran empapados y seguir así por mucho tiempo solo les conseguiría un resfriado asegurado.
Itoshi no tiene problemas en encontrar el camino pues conocía bien ese parque al haber hecho varias sesiones fotografías ahí cuando los cerezos florecieron la última temporada, así que no dejan de correr.
Están a pocos metros del auto cuando Rin siente un tirón en su mano que sujeta la de su acompañante, se gira con toda la intención de reclamar el porqué se detienen cuando están a punto de llegar pero lo único que recibe son los labios de Yoichi quien le roba un beso lento y suave mientras sostiene la mejilla del más alto. Cuando se separan no puede evitar verlo con una mueca de completa confusión en su rostro.
—¡Siempre había querido un beso bajo la lluvia! ¡No podía perder la oportunidad! —responde con una risa a la pregunta no pronunciada por el menor, pero la risa se detiene cuando Rin vuelve a atacar sus labios, abrazando al mayor por la cintura hasta pegarlo a su cuerpo, en esta ocasión es un beso mucho más casto, y duradero, lo suficiente para que sus lenguas se junten y se acaricien por largos segundos antes de separarse con las respiraciones pesadas.
—¡¿Satisfecho?!
—¡Bastante! —Isagi sonríe al responder, Rin descansa su frente contra la del más bajo, antes de dejar un pequeño y último beso en sus labios.
—¡Ya! ¡Es hora de irnos!
No hay duda de que ambos terminaron de correr el poco camino que les faltaba hasta el auto con una sonrisa en sus caras.
[...]
Vaya, desde el capítulo uno que ellos dos no se besaban. Sorprendente. ¿Alguien lo había notado?
Y recuerden, se debe intentar comprender el punto de vista de una persona que se siente insegura PERO la otra persona también está en su derecho a enojarse/sentirse ofendidx.
Al menos este es mi punto de vista pienso así, porque dependiendo de la inseguridad de la persona esta podría o no involucrar y afectar a la otra persona en caso de ser una inseguridad dentro de la relación.
Por ejemplo, justo aquí, todos estaban lamentandose y sintiéndose mal por Isagi ¿No? Eso está bien, pero ¿Alguien pensó en cómo se sentiría Rin de saber que Isagi pensó que lo estaban usando? ¿Cómo se sentiría Rin al saber que Isagi desconfió así de él en algún punto?
Aunque no fuese su intención, la inseguridad de Isagi lo hizo indirectamente desconfiar de Rin, pero como la inseguridad estaba basada en sí mismo, en no sentirse "la pareja oficial" nunca pensó siquiera en enojarse con Rin, estaba ocupado sintiéndose mal como para enojarse. No pensó en cómo eso afectaría su relación esa desconfianza o que su propia actitud fue aquella que la afectó en primer lugar (pues las inseguridades a veces son problemas que solo existen en nuestra mente).
No digo que no tuviese derecho a sentirse así, todxs podemos llegar a sentirnos insegurxs alguna vez, pero a veces de esta forma (sobretodo si se trata de inseguridades en una relación) podemos llegar a afectar a la otra persona.
Y en las lecturas, películas, contenido en general, tendemos a inclinarnos hacía la persona que siente esa inseguridad (al sentirnos identificadxs de cierta forma) y olvidamos a la otra persona. Damos por hecho que la otra mitad de la relación solo debe besar a su pareja y decirle que todo estará bien, porque cuando la persona supera su inseguridad todos los problemas serán solucionados y la realidad es que no es así todo el tiempo.
En fin, demasiada plática, seguramente se cansan de mis explicaciones y mi exagerado análisis de las cosas cuando no soy experta en estos temas.
¡Gracias por leer!✨❤️
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