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27

Si Midoriya tendría que explicar en donde se encontraba diría que era en un lugar alejado de todo el mundo, en un plano existencial oscuro y vago, donde solo había ruinas como si fuera las construcciones mitológicas de la antigua Grecia.

Miro a sus alrededores, pero no había nada de vegetación, solo los escombros de los pilares caídos del color crema, miraba lo que el suponía era el cielo, pero no había estrellas adornándolo y por extraño que lo parezca no había una luna que iluminara su camino, aun así, él podía ver con exactitud entre tanta oscuridad. Mientras caminaba hasta encontrar algo o alguien, noto que su cuerpo era visible pero aun había una neblina que lo ocultaba del todo.

Ya sabia donde se encontraba, en aquel mundo de los vestigios del One For All.

¿Qué había pasado? ¿Por qué estaba ahí? Y un sinfín de ideas llegaron a su mente como si se tratara de una descarga eléctrica. Había recordado todo; Ochako le había tendido una trampa, solo recuerda el calor de la mano de su novia en su mejilla y la mirada achocolatada afligida.

A pesar de haber tenido el OFA desde sus 14 años nunca había recorrido algún camino como ese, si, había tenido charlas con los predecesores, había entendido cada quirk que ellos tenían y aun que quisiera decir que lo dominaba la verdad era que no era así y eso lo irritaba más. Estaba solo en esto y así seria, era el primero en abrir el núcleo de tal manera que podía ver con claridad a cada persona del OFA y tener una plática.

Finalmente llego a algo... Un gran templo descuidado y con grietas en cada parte sólida, no había techo, y una que otra pared agrietada había, lo que noto aparte de ver que el lugar estaba oscuro había gran niebla alrededor, había en media del templo una gran mesa para al menos diez personas y en esa mesa una lampara antigua donde se usa aceite como combustible.

—¿Hola? —Pregunto desconfiado y camino un poco más, —¿Predecesores? —pregunto tocando la silla blanca.

—Llegas tarde —dijo el Cuarto con una sonrisa socarrona. En un parpadeo estaban todos y cada uno de los predecesores sentados en esa gran mesa, sentados de acuerdo al número que les correspondían.

Había tres sillas vacías. Dos de ellas en muy buen estado, pero otra estaba casi rota, parecía extraño que tuviera un gran balance. El viento soplo fuerte y un escombro cayo lejos de todos los presentes, cayo a la nada infinita.

—Es la primera vez que debo caminar para verlos —se excuso Midoriya con una sonrisa amable y tomo asiento a lado de la silla vacía. Silla que sabia que le correspondía a Toshinori Yagi.

—Si, parece ser que el OFA quería que lo vieras todo por última vez —dijo el Quinto cruzándose de brazos.

—¿Por última vez? —Murmuro el de hebras verdes y después asintió. Por supuesto, era lógico, ya que después de todo el iba a morir. —¿Siempre —pregunto alargando la palabra mientras miraba a su alrededor y después miro a cada uno, —ha sido así?

—¿Así de hermoso? —Pregunto sarcástico el Segundo y el Tercero rio por lo dicho. Midoriya infló las mejillas sintiéndose avergonzado.

—No, la verdad no —hablo el Primero en un tono suave y amable sin borrar su amable sonrisa. —Solía ser un lugar muy bello, pero con la tormenta ha estado así últimamente.

—¿Tormenta? ¿Cuál tormenta? —Pregunto Midoriya sin entender nada. —¿Qué es exactamente este sitio?

—La verdad que nadie lo sabe —respondió el Sexto encogiéndose de brazos. —Todos estamos muertos, excepto tu por supuesto, nosotros podríamos decirse que somos los fragmentos de las emociones o fragmentos de la conciencia de cada portador manifestada por el inmenso poder del OFA. ¡Sorpréndete! ¿no es así chico?

Midoriya negó mirándolo y la sonrisa se le borro al Sexto.

Que chico mas aburrido.

—Da miedo y es peligroso no entender que es exactamente el OFA —hablo serio el Noveno portador.

—Por eso mismo la decisión que tomaste la aceptamos —habló el Primero. —Tu serás el último portador del OFA Izuku Midoriya. Creo suponer que la tormenta es debido a que el mismo OFA sabe que desaparecerá o porque en el peor de los casos será arrebatado por mi hermano mayor.

—Eso no sucederá.

—¿Por qué? —Preguntó tangente el Tercero con un tono irritado. —¿Simplemente quieres que confié en tu palabra? Nadie de aquí sabe que nos pasara si estamos con All For One. ¡No quiero ser poseído, carajo!

El Segundo ahogo una sonora carcajada. Le parecía gracioso que de ese rostro amable salieran malas palabras. La Séptima que se encontraba mirando en silencio le lanzo una mirada irritante al Segundo que solo murmuro la palabra: aburrida.

—Puede suceder —comentó el Quinto llamando la atención de Midoriya. —Se que lo has conocido, lo pude ver en lo profundo de tu conciencia. A Laoshi. Si no fuera por él que salvo mi vida, creo que estaba batalla ya estaría perdida desde hace al menos un siglo, pero me dio la oportunidad de transmitir ese gran poder a alguien más.

—No olvides que me suplicaste para ser parte de esto —dijo el Sexto con una sonrisa recordando como su antecesor lloriqueaba y suplicaba que aceptará el poder.

—Por favor no me lo hagas recordar —dijo sintiendo nauseas. —Como sea, el OFA si pude ser arrebatado a la fuerza por medio de algún quirk que nos obligue hacer cosas.

—¿Como el lavado de cerebro de Shinso-kun? —todos asintieron.

—No sabemos si mi hermano en estos últimos años de tu ausencia ha estado robando quirk, pero debes estar muy en alerta.

—La pregunta aquí es si serás capas de matar a All For One, Izuku-kun —pregunto la Séptima mientras unía sus manos a la altura de su mentón y miraba fijamente al Noveno.

—Si —respondió de inmediato sin dudar con esa mirada seria y el brillo de sus ojos se opacaba. El Primero hizo una mueca afligida y la mayoría de sorprendió por su rápida respuesta. —Lo había estado pensando y es lo correcto. All Migth casi lo lograba antes de conocerlo, fue encerrado y escapo de la prisión mas protegida de todo Japón, mientras siga con vida, el OFA también y he decidido darle fin al propósito de este poder —dijo mirando su mano izquierda donde tenía la cicatriz que se hizo en el festival deportivo. —Se que aquí han perdido a personas queridas, han perdido sus sueños y el deseo de tener una vida donde había paz y no quiero que por todo lo que abandonaron no haya valido la pena —dijo lo último mirando a la maestra de All Migth.

—¿Qué hay respecto a Shigaraki? —Preguntó la Séptima preocupada. —¿También lo matarás?

—No, a el planeo salvarlo —la Séptima recobró la esperanza y dibujó una sonrisa que fue contagiada por el Noveno. —Shigaraki no es una persona malvada él es así por el camino que All For One lo obligo a tomar. No te preocupes Nana-san, se su historia, aquí el único villano es All For One.

—Debes irte Izuku-kun, tus amigos te necesitan —dijo ella.

—Recuerda que no estas solo —habló el Quinto con una sonrisa —nos tienes a nosotros y sobre todo el quirk del Cuarto.

—Oh vaya, parece ser que solo para eso soy bueno —dijo en un estado pesimista bajando la mirada. El Quinto le dio un ligero golpe en la espalda mientras reía.

—Bueno estarás bien si no aparece eso —dijo el Segundo en un tono agotador.

. . .
Sección 5

Spinner

. . .

La adolescente de cabellos plateados se encontraba en el lugar donde pronto se armaría un caos total. Había tenido una riña con su padre adoptivo, levantando la voz le ordenó que por nada del mundo saliera de casa.

Era muy obvio que siendo una aspirante a heroína esas palabras no la detuvieron. Ella junto a un joven adulto de cabellos dorados partieron en carro hacia la ciudad central de Kamino.

Junto a su acompañante ayudaba a evacuar partes de los civiles, por supuesto que usaba un traje de héroe. Un prototipo que la clase de apoyo le había dado. No era nada llamativo, porque para usar un traje de héroe necesitas saber que cuál es el nombre de heroína que debería usar y sobre todo el traje debe ser apegado al quirk que ella posee.

Su traje de una sola pieza de color negro con franjas plateadas como sus mismos cabellos largos era lo único que se distinguía a simple vista. Como protección de identidad usaba un antifaz parecido al de Midnight.

Sin embargo, cuando notó que un gran domo en forma de hexagonal la cubrió por completo y veía como se apresuraban nomus por cada parte se preocupó.

¿Y por qué estaba aquí?

—Eri.

Mirando a su alrededor como unos de los civiles estaban heridos debido a los golpes por las edificaciones que se derrumban cuando una gran barrera creció ante ellos. Los héroes locales se hacían cargo de unos cuantos nomus, pero no podían lograrlo.

¿Qué quería probar?

Una estudiante a heroína que no se le permite usar su quirk libremente y un joven que había perdido su poder hace tiempo ¿podrían hacer algo?

—¡Eri! —Gritó Mirio sobresaltando a la menor que dio un brinco en su propio eje. La chica lo miró con preocupación. De esos ojos rubíes se asomaban pequeñas lágrimas.

—M-mirio —dijo con voz quebrada, —no debí venir. ¡¿Qué podría hacer?! —Gritó histérica llevándose sus manos a su cara, —no puedo usar mi poder sin lastimar a las personas —dijo llorando, con sus manos limpiaba las lágrimas de sus mejillas, —soy inservible —soltó con tristeza.

El joven arrugo las cejas molesto, no toleraba que nadie se expresara así cuando sabia que la persona tenía un verdadero y oculto potencial. La tomó de los hombros haciendo que sus miradas se encontraran.

—¡Escúchame, no digas eso! —Dijo en un tono molesto, pero suavizo su mirada al notar como la adolescente estaba ofuscada, —nadie es inservible ni mucho menos tú, ¿lo entiendes? Tienes miedo y dudas, pero lo que sientes es normal, ¡Esta bien tener miedo, Eri! Lo que esta mal es rendirte ante el miedo.

La adolescente miraba con asombro al de cabellos dorados y mirada zafiro, le regaló una sonrisa sincera para que la chica se tranquilizara. Tales palabras eran ciertas, no hacia falta que se preguntara qué debía hacer, porque era mas que claro: salvar.

—¿Hum? —Emitió un sonido confundido el reptil. Desenvainó ambas katanas usando una en cada mano. —Si que es una sorpresa encontrarme con ustedes, unos simples humanos —dijo a la par que miraba de pies a cabeza a ambos jóvenes.

Mirio arrugó el ceño con molestia. Sabía que era cuestión de tiempo encontrarse con un miembro de La Liga, al menos no era Dabi o Shigaraki; pero, si lo lograban capturar podrían descubrir cuales eran los macabros planes de All For One. Tanto Eri como el estaban ajenos a la reunión de preparación que se tuvo hace un mes con los héroes profesionales.

El de ojos zafiros miro de reojo a su acompañante que miraba aterrada a la figura delante de ella. Eri nunca había luchado contra un villano antes mas que simples entrenamientos en la academia, así que le preocupaba que ella saliera lastimada y, sumándole que su quirk es inestable solo hacia las cosas mas problemáticas. El podría retener a Spinner, a pesar de haber perdido su quirk hace años nunca dejo de entrenar.

—Mirio tengo miedo —susurro la adolescente con una sonrisa nerviosa sin quitar la mirada del villano, —pero quiero luchar —le dijo con una sonrisa temblorosa y el no pudo evitar embozar una sonrisa igual.

. . .
Spinner vs Mirio y Eri.
. . .

Habían pasado diez minutos donde ambos se encontraban en una complicada batalla. Mirio es un excelente combatiente, pero no se concentraba lo suficiente para pelear mientras defendía a Eri cuando estaba en aprietos, mientras que ella, la chica tenía un par de cortes en los brazos, pero de forma lenta sanaban sus heridas.

Aquel cuerno en su frente que con normalidad estaba grande había disminuido su tamaño señal de que su poder estaba activado. Parecía un juego RPG donde ella siendo el soporte debía de curar al combatiente, y eso en cierta parte le disgustaba, ya que sabía que podía hacer mas que solo servir como un botiquín de emergencias.

Y por estar sumergida en sus pensamientos Mirio había sido herido de gravedad en el pecho. Cayo al suelo de costado mientras que sangraba, Eri fue corriendo tras el y juntando sus manos en la herida trataba de curarla.

—¡Resiste, Mirio! —Grito como suplica mientras gimoteaba.

—Vaya —alargo la palabra Spinner con pena y rasco su nuca —en realidad no me gusta esto.

—¡¿Entonces por que lo haces?! —Le gritó al villano mirándolo mientras estaba sus lágrimas al borde. Spinner apretó los labios con fuerza y bajo la mirada. Eri dedico su atención a la persona por la que siente amor.

—Porque si no lo hago, seguro el que muera seré yo —dijo el en un tono sombrío.

—E-eri —tosió sangre el de cabellos dorados, —déjame, n-no quiero imaginar un peor escenario —volvió a toser sangre, —en donde tu seas capturada y seas usada como aquella vez en tu infancia.

La chica abrió los ojos de golpe sorprendida por las palabras de Mirio. Negó con los ojos cerrados, no podía hacerlo, no podía huir. Sus manos junto a su cuerno brillaron de un color verde claro, fue ahí cuando Mirio con una sonrisa perdió el conocimiento.

"¡¿Y cuándo sabré que estaré lista?!"

"Lo sabrás en su momento."

Las palabras solo serán palabras, pero las acciones demuestran lo que realmente decimos. Y fue ahí cuando al pensar que la persona por la cual le tiene un gran cariño corría peligro olvidó su temor y sus dudas se despejaron.

—¡Escúchame bien, Spinner! Mi nombre es Visperia y será la última heroína a la que te enfrentarás —dijo con euforia, de esos ojos rubíes el villano solo podía ver el autentico sentimiento de proteger a los que ama.

Y pensó si por todo lo que luchaba era lo correcto. Después de todo los ideales de All For One era distintos a los de Stain.

Stain...

Sonrió con melancolía al recordar al sujeto que le iluminó el camino. Esa mocosa era en verdad merecedora del titulo de un real héroe. Un golpe en su estómago fue lo que lo hizo volver de sus pensamientos, pero poco le importo. Se sentía agradecido de haber recordado cual era su verdadero propósito. La sociedad no estaba condenada por falsos héroes solo por villanos cegados por el poder.

—T-te lo agradezco Visperia —dijo en un quejido sin borrar la sonrisa sincera de su rostro. Ya no era Spinner, no era más un villano. Quien había caído al suelo era una persona tan normal como cualquier otro.

Eri soltó un jadeo sorprendida al notar como la apariencia de reptil de Spinner había desaparecido dejando relucir la piel de un humano. Al menos de este modo sus años en la cárcel serían menos.

Un gruñido fue la hizo mirar hacia atrás.

—¡Mirio! —Gritó con alegría soltando un par de lágrimas. Aún había manchas de sangre en su ropa, la herida había sanado por completo. Fue corriendo hacia él para darle un abrazo. —¡Auch! —Se quejó al haber impactado contra el suelo. —¿Mirio t-tú? —Parte de su torso había sido atravesado por Eri.

—¡Lemillion ha vuelto! —Gritó con alegría el de mirada zafiro.

. . .
Cuartel general: Agencia Ingenium
. . .

Midoriya abrió los ojos estrepitosamente, se sentó en ese sillón y llevó su mano a su nuca, le dolía un poco por haber recibido una inyección. Levanto la vista encontrándose que todo a su alrededor era una especie de barrera tecnológica, una malla en forma de pequeños círculos cubría cada centímetro del lugar. Se acerco hasta la venta que estaba frente a él, pero no lograba ver nada.

—Ah —soltó un suspiro cansado. Usando uno de sus dedos lanzo una ráfaga de aire hacia la puerta, pero la malla recibió el impacto y no se rompió nada. Arrugo las cejas irritado. Toco la malla electrónica pero no recibió alguna descarga eléctrica como creía. —¿Y si...? —estiro su brazo y dio un fuerte golpe, pero nada ocurrió.

Noto que la tecnología con la que estaba construida la malla era la misma con la que su traje fue hecho. Absorción de impacto. No importa que tan fuerte fuera el golpe la tecnología del traje absorbería la energía cinética, ¿pero no debería de en algún punto liberarla?

Aun así, me preocupa que esta pasando del otro lado.

Pensó el joven héroe mirando hacia la ventana. Se sentó en el suelo cruzando sus piernas, cerro los ojos, su pecho subía y bajaba con serenidad, respiraba de forma tranquila. Lo único que escuchaba era su respiración.

"Midoriya-chan, piensa en las personas como si fueran conectores y tú el cable que une ambos para lograr pasar la energía. Cada ser vivo posee una energía única y especial, se puede sentir de todo, sentimientos como la alegría y la esperanza como también la soledad y el odio. Tengo la sospecha que si haces fluir la energía del One For All lo podrás sentir."

—Si maestro Laoshi.

La habilidad que tanto le costo dominar a Izuku llamada energía sensorial estaba siendo uso de ella con ayuda del OFA, su cuerpo brillaba por los rayos verdes que lo rodeaban. Ahora lo veía todo, no con perfección, pero conocía las siluetas de las personas. En el edificio estaba Yaoyoruzu, Iida y All Migth. Fluyo mas poder hasta llegar a la ciudad central de Kamino.

Frunció el ceño al sentir la desesperación de sus amigos y los héroes aliados, se dio cuenta que sus compañeros habían sido separados y cada uno de ellos se encontraba en su propia pelea, y sumando a eso que el lugar estaba infestado por nomus y los cuerpos inertes uno que otro héroe. Se concentro más, y finalmente la encontró. Ochako estaba junto a Asui y su oponente era Toga Himiko. Agradeció internamente soltando un suspiro aliviado de que no fuera Shigaraki o Dabi, los mas fuertes de La Liga de Villanos.

Visualizaba cada sección de ese domo hexagonal pero no encontró a All For One el aún se mantenía encerrado en ese hospital. Abrió los ojos y se puso de pie, pero sin romper la conexión con la habilidad sensorial para saber que ocurría en el campo de batalla, se acerco a la entrada de la habitación donde se encontraba en su puño se canalizaba muchos destellos color esmeralda.

—¡Detroit Smash!

Al escuchar semejante estruendo los miembros del cuartel corrieron hasta llegar al origen de ese sonido. Delante de ellos estaba el héroe que tanto necesitaban y buscaban. Creati sonrió aliviada, All Migth miraba a su discípulo con asombro e Iida solo se mentía serio.

—Así que estabas aquí —dijo sin borrar la sonrisa Creati. Midoriya asintió mientras se ajustaba sus guantes blancos con líneas verdes.

—Me voy y nadie me va a detener —advirtió mirándolos serios a los presentes. Tal mirada hizo asustarlos, el característico brillo de sus ojos jade se había esfumado.

—N-no pensamos hacerlo, Midoriya-san —dijo Creati con una sonrisa nerviosa. Le incomodaba ver al héroe con una mirada y tono serio, ya que siempre era tan amable y gentil.

—Midoriya-kun me gustaría detenerte —hablo Ingenium, pero el nombrado movió su cabeza negando, el de cabellos lacios trago saliva y rio, —pero se que no es lo correcto. Todos te necesitan.

—Joven Midoriya los héroes han sido embocados por nomus y sumándole a eso que han sido separados por un enorme domo.

—Lo sé. Kuroguiri se ha aliado con nosotros, Spinner ha perdido su quirk, Todoroki-kun y Endeavor-san estaban en una pelea contra Dabi y Gigantomachia. Yo iré contra —su cuerpo emanaba rayos color esmeralda, —Shigaraki.

—¿Cómo sabes eso, joven Midoriya? Creímos que habías estado inconsciente.

—Lo estaba, pero hay otra forma de saber que ocurre en ese lugar.

Y un parpadeo el ya no encontraba en la sala. Únicamente veían como un relámpago verde se movía de un punto a otro. Los tres miembros volvieron a ir a la sala principal para ver los movimientos de Midoriya con el rastreador.

Cuando llego a la ciudad central examinaba la gran estructura que cubría a sus aliados, arrugo las cejas, dio un golpe, pero el hueco se volvía a reconstruir. Midoriya sonrió, había comprendido el mecanismo de defensa del domo.

Se alejo un poco y concentrando un porcentaje de su fuerza en la pierna abrió un gran agujero lo suficiente grande para que el entrara, pero al instante se reconstruyo.

—¡Midoriya! —Dijo con alegría Red Riot. Su rostro mostraba una gran sonrisa entre ese labio roto que tenía, pero borro su sonrisa, —¿Midoriya? —se preguntó confundido creyó que el dispositivo que construyo la científica funcionaria. —Si..., la pared se vuelve a construir. Ni siquiera yo o Tentacole pudimos romperla.

—Yo si puedo —dijo Deku con voz ronca. Red Riot pestañeo ¿acaso escuchó en sus palabras aires de grandeza? —Sera mejor que te apartes.

Red Riot quería decir algo, pero la brisa de aire lo había golpeado, no tan fuerte, pero lo hizo callar para observar que es lo que haría Midoriya. El de cabellos rizados sonrió, tomo impulso, y los rayos lo rodearon, se dirigía a una gran velocidad a la pared y de un puñetazo la rompió, y no se detuvo así continuo hasta llegar a cada sección de cada uno de los combates.

—Maldita sea... —masculló con rabia Shigaraki al ver como una silueta color verde se veía desde el cielo rompiendo la parte de arriba del domo, toda la estructura se rompió. Tenía entre sus manos a un hombre de vestimentas coloridas y poco a poco se hacía polvo.

—¡Hawks! —Grito Deku desde el intercomunicador.

—¿C-cómo? —Dijo impactado por ver semejante fuerza. —No importa, debo atrapar a Cementoss —voló en picada hasta noquear al héroe perdiendo la conciencia.

. . .
Sección 1
Toga Himiko vs Uravity y Froppy
. . . 

Ochako Uraraka había atrapado con sus cables a un par de nomus que atacan a Froppy. Escuchó un gran estruendo cada vez rítmico por todo el domo, los contó, eran seis en total. Habían sido seis golpes tan fuertes y de inmediato arrugó sus cejas. Cuando miró hacia arriba donde estaba el techo del domo que los cubría notó de quién se trataba.

¿Cómo no iba a reconocerlo? Esa gran fuerza, tenacidad y sumándole los rayos esmeralda qué lo rodeaban. Su plan había fallado, bueno uno de ellos fallo. Mordió su labio inferior molesta.

Tomó impulso y usando un gran escombro lo uso para impulsarse y brincó. Tocó su traje para aligera el peso, los escombros del domo caían, ella los comenzaba a tocar, cada vez que tocaba uno daba un brinco en este para impulsarse y seguir avanzando hacia arriba.

Los héroes a los lejos veían como una gran pila de escombros mantenía flotando en el aire.

—P-parece como si fueran los anillos de Saturno —dijo Kaminari nervioso al notar que cada vez el número aumentaba.

—No tenía idea que ella pudiera hacer esto —opinó All Migth usando el intercomunicador.

No solo estaba haciendo flotar los escombros de su sección también hizo flotar lo que antes era la sección número dos y tres. Uravity decidió tocar toda esa cantidad de escombros para que no hubiera más heridos. Sus compañeros creyeron que ella estaría a su límite, pero lo cierto era que no. Había entrenado tan duro esos seis años y además su mentor era Katsuki Bakugo. Cuya persona no tenía piedad en los entrenamientos.

"¿Qué tan limitado puede ser mi poder? ¿Puedo hacer flotar un edificio de 100 pisos?"

Recordó aquella vez cuando fue al departamento de Bakugo a entrenar.

"Puedes hacerlo. Estoy seguro que tú puedes hacer flotar lo que quieras, no eres una mujer débil, eso lo sé bien desde nuestra primera pelea."

Uravity sonrió. Y se posicionó en medio de su enorme pila de escombros.

Gracias Katsuki-kun por haberme permitido entrenar contigo. Debo darlo todo en esta pelea.

—¡Liberar! —Gritó uniendo la punta de su yema de sus dedos. Un tercio de los escombros eran dirigidos al encuentro entre Toga y Froppy.

—¿Ah? —Dijo Toga con una sonrisa traviesa. —¿Tan atrevida es Ochako-chan de lanzar esas piedras aún cuando sus aliados están aquí? —Soltó una carcajada mientras tocaba sus sonrojadas mejillas. —Ay, Ochako-chan realmente te adoro.

Su sonrisa se borró al notar como los escombros dañaban a los nomus, pero los héroes estaban a salvo.

Sin tan solo tuviera más de su sangre...

Deku que se encontraba inmovilizado a los nomus mientras que Oboro los teletransportaba a otro lugar miró hacia el cielo. Notó de quién se trataba. Corrió hacia ella y subió hasta llegar a su altura. Nadie decía nada, ambos se mantenían callados con la mirada puesta al campo de batalla.

—Ochako... —masculló mirándola, pero ella mantenía su vista en el mismo lugar. —Lo que hiciste estuvo mal. ¿Te das cuenta que estabas sacrificando a todos solo por mí? —Preguntó con tristeza en su calmada voz.

Ella apretó su puño y el cristal de su casco se abrió. Y lo miró, examinaba cada facción de él. Quería saber si en sus ojos se encontraba la decepción o el enojo, pero no sabía que como describir lo que veía. Él estaba tan tranquilo, mucho más que antes. Y notó que en sus ojos no reflejaba nada, ni siquiera estaba ese brillo que hacía resaltar más sus ojos jade. Una expresión tan neutral.

—Si, me doy cuenta de lo que hice —se dijo llevándose su mano a su pecho mientras la estrujaba. —¡Y creeme que no dudaría en volverlo hacer, Izuku! —dijo sería.

Deku soltó un suspiro cansado. Entonces el amor que Uravity le tenía comenzó a preocuparle. ¿Eso era amor, un verdadero amor? ¿Sacrificar a los demás por él? ¿Dónde había quedado esa bondad de ella? Y se replanteo que si estuviera en una situación parecida él haría lo mismo.

No.

Esa fue su inmediata respuesta. Quizá parecía tan gélida y cruel, pero eso dictaba sus ideales. Porque después de todo él siempre deseo ser un héroe no importará el costo. O solo quizá, quizá en el fondo no la amaba lo suficiente como para igualar lo que ella estaba haciendo por él.

Rodeó a Uravity entre sus brazos y la estrujó tan fuerte como pudo. Ella se sorprendió, pero correspondió el abrazo, el tono rojizo inundó sus mejillas y sonrió con la esperanza de que Deku la comprendiera.

—Adiós, Ochako —le susurró en su oído y la chica agrandó sus ojos por lo dicho. Incluso los escombros habían tambaleado un poco por su falta de concentración. Él se separó de ella.

Uravity estaba perpleja por lo dicho, eso era una clara despedida. Una que no quería oír. Sintió como su corazón se estrujaba, le temblaban las piernas, respiraba con dificultad y comenzaba a sentir náuseas. Estaba pasando por un auténtico corazón roto. Una lágrima se escapó de su ojo que él con la yema de su pulgar retiró.

—En el pasado, presente y en dónde que quiera que esté, ten por seguro que te seguiré amando —besó su frente y antes de que ella dijera algo se había ido.

—Izuku... —dijo en un hilo de voz mirando hacia enfrente. —Vuelve a mí —suplicó entre un llanto mientras se dejaba caer de rodillas al escombro.

La gran pila de escombros brillo al momento en que Uravity dejo caer sus manos. Como si fuera una reacción en cadena cada uno comenzó a brillar por un corto instante de color rosa. La gran pila de escombros se dirigía hacia la enorme bestia que Endeavor y Todoroki trataban de controlar. Dabi había sido noqueado y congelado por Shoto Todoroki.

Los escombros cayeron hacia Gigantomachia. Pero por extraño que lo parezca no los podía, levantar no era cualquier escombro común y corriente, estos eran tan pesados que la gran bestia quedó atrapada entre ellos.

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Y por eso el capítulo extra es importante. Y lo será en un futuro.

Así quedé cuando me dije que la historia sería corta y tendría 20 capítulos: 🤡🤡🤡

Ahora ya voy por el 30 jajaja

Si leen con atención notarán cada detalle que poco a poco se irá conectando.

Pd: Me volví a quedar sin luz desde ayer xc pero de buenas que ya tenia el capitulo así que de una vez lo publico. 

Pd de la Pd: No me gusta publicar avisos en las novelas porque yo se que ustedes quieren leer el capitulo y solo se ilusionan cuando ven que hay actualización por eso mismo me gustaría que me siguieran porque en mi perfil aviso si voy a actualizar o no. 

Pd ultima: Mañana habrá un poco de te verde en el anime, ¿están listos? 

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