23
Los días pasaban y con ello la angustia de aquel día oscuro. Solo aquellos que conocían la verdad entrenaban sus cuerpos y mentes para la batalla, algunos sentían remordimiento, otros ponían su talento en la creación de nuevos equipamientos. Cada uno tenía sus propios problemas y pensamientos.
Entrenar duro para una batalla que al parecer se conoce un hecho, pero no significa que ganaran ¿o sí? Mientras que otros viven en armonía al no tener idea de lo que está por venir. Pronto sus vidas iban a cambiar ya sea para bien... o para mal.
Durante el desayuno Izuku y Ochako se dieron cuenta que habían recibido una invitación para asustar a un salón, se trataba de una reunión titulada como: «Reencuentro Clase A». No lo iba a negar, pero Ochako se sentía feliz de volver a ver a todos, pero sus ánimos decayeron al saber con fines se volverían a ver. Para recibir una noticia amarga. Sus compañeros no tenían idea de que se enfrentarían, pero sabe que son héroes y deben de estar preparados. Por otro lado, Izuku se sentía nervioso, no les iba a contar absolutamente todo, pero, ¿qué más da? Él está más que seguro que derrotará a All For One, entonces ¿para qué ocultar que su poder nunca fue suyo? Aun así, no dejaba de sentirse nervioso. La primera vez que vio a la mayoría de sus compañeros no lo recibieron con los brazos abiertos.
La heroína que manipula la gravedad se dio cuenta que su novio estaba divagando en sus pensamientos. Quizá ensañando mentalmente algún discurso que diría esa noche. Se acercó a él y le entregó una taza de té. Le mostró una sonrisa y tomó su mano.
—Tranquilo -le sonrió dándole ánimos, -lo harás bien.
Él la miró y asintió para luego corresponderle con una sonrisa. Solo debía hablar con el corazón porque solo así llegaría hasta lo profundo de ellos. No sería difícil, después de todo, fueron sus compañeros.
La castaña se despidió de él con un beso en la mejilla, tomó su bolso y camino directo hacia el hospital. El de hoy lo tenía libre, cada vez que tenía tiempo decidía darse una vuelta por el hospital para ver a su mejor amiga. La chica seguía dormida, pero agradecía que cada día que la veía las vendas sobre su piel reducían. Tenía unas en las sienes de la cabeza y en los brazos.
Lo que no le gustaba en absoluto es no poder conversar con ella. Porque, de hecho, no había despertado desde ese incidente. Ryuku había mandado a un héroe para servir como guardaespaldas, pero en el hospital que había sido transferida la menor es uno para héroes heridos. De cualquier forma, Ryuku no quería inconvenientes.
Inclinó su cabeza a la enfermera por haber cuidado de Tsuyu, y entro a la habitación, las flores que llevaba consigo las colocó en el florero vacío. Cada vez que se marchitan, la castaña le traía nuevas. Abrió la venta y recorrió las cortinas para dejar el aire fresco entrar. Se sentó en una silla cerca de la cama y suspiro, sujeto la mano de su mejor amiga y apretó su labio inferior. Aún que de lo decía que no era su culpa, ella creía que sí. Que por su culpa su mejor amiga aún seguía en el hospital.
-¿Huh?
Escuchó el balbuceo de una persona entrar. Giró su cabeza y vio a una persona que jamás creía que vendría. Estaba aún lado del marco de la puerta su compañero de entrenamiento, él cruzó sus brazos y arrugó las cejas.
-¿Bakugo? -Preguntó con duda soltando la mano de su mejor amiga. Le parecía extraño que visitará a alguien en el hospital. El rubio trono su cuello y observó la habitación en silencio. La castaña quería hablar, pero no sabía cómo iniciar la conversación, y bajo l
a mirada.
Recodo aquella noche cuando regreso a su departamento y él la "atacó", otra vez escuchó esas palabras haciendo eco en su interior.
"Tu ambición causo esto".
La persistencia de querer conocer los misterios que ocultaba Izuku Midoriya tenía un precio, uno que ella no pagaría, pero alguien más. Bakugo estaba siendo un doble agente. Estaba en esa delgada línea entre ser un héroe y un villano, y estaba ahí por culpa suya. Por su curiosidad, su amigo se convirtió en un traidor. Y eso era jodido, tenía que mentir todo el tiempo, pese al orgullo que tenía el rubio.
Se sentía miserable, Izuku moriría pronto, Tsuyu estaba hospitalizada aún sin despertar, Bakugo se convirtió en un traidor. Sabía que no podía hacer nada respecto al destino de su novio, pero sí pudo hacer algo para que Tsuyu y Bakugo no terminarán así. Un nudo en su garganta se formó, comenzó a ver borroso, pronto las lágrimas saldrían. Al levantar la vista notó como el cenizo se marchaba.
-¡Ba-bakugo, espera! -Gritó implorando a qué no se marchará. Se había levantado de la silla para poder ir tras él. Y estaba en el pasillo. Sus miradas se cruzaron. Los ojos chocolate mostraban tristeza y los rubíes del rubio no mostraban ninguna emoción, parecía que estaba en un estado neutral.
-¿Qué? -Preguntó de mala gana y chasqueó la lengua.
La chica arrugó sus cejas con tristeza, acto seguido inclinó la cabeza. Una costumbre que tienen en forma de pedir disculpas o en agradecimiento. ¿Era quizá ambas cosas? Sí, pero, sobre todo, se estaba disculpando. El cenizo no dijo nada, la contempló en silencio con una mirada sería y apretó sus manos formando un nudillo. Estaba perdiendo la paciencia eso era seguro.
-Lo lamento -musitó con timidez aún sin levantar la cabeza. -D-de verdad... -se escuchó en un débil susurro. La castaña apretó su vestimenta con impotencia.
-En verdad eres fastidiosa -dijo en un tono gélido. Lo cual hizo que la castaña dejara de respirar por unos segundos, tal fue su sorpresa que levantó la mirada para ver su rostro. La mirada con molestia, eso era seguro.
-Bakugo... -dijo su nombre con pena y apretó uno de sus brazos por el nerviosismo. El nombrado la ignoró y retomó su camino. -¡Yo no quería esto!
Aquel grito era una mezcla entre dolor y enojo. El rubio no es de esas personas que no se quedan con las palabras en la boca. Detuvo su paso una vez más, giró un poco su cuerpo y sonrió con sorna.
-¡Pareció que sí carajo! ¡¿Y crees que yo lo quería?! ¿Piensas que es fácil tener que fingir todo el tiempo? Mentir, mentir y solo mentir. ¡Ese es mi puto trabajo! -Cada vez que levantaba la voz daba un paso más hacia ella. La chica lo miraba en silencio con un rostro afligido. -Te dije que no te metieras en esto, pero lo hiciste. ¡Y mira ahora en dónde estoy! -Alzo sus brazos, como si señalará a su alrededor.
Ochako quería decir algo, pero no sabía qué y cómo hacerlo. Solo se quedó callada con sus pensamientos y la mirada al suelo. Por una parte, Bakugo tenía razón. Quizá solo quizá, si ella no estuviera investigando que le ocultaba Izuku Midoriya, todo esto sería diferente.
-Es una puta mierda. El papel en que estoy es una mierda. Quisiera explotar todo, pero no puedo -dijo con voz calmada, pero aún su tono molesto se podía notar.
-¿Por qué lo hiciste? -Preguntó encontrándose con esos ojos escarlata. Él estrujó el ceño.
-Porque soy un héroe, carajo.
-No. Lo pregunto en serio. ¿Por qué lo hiciste? -volvió a preguntar. Sabía que eso de hacer las cosas porque es un héroe solo era una excusa. Normalmente no lo preguntaría, porque sabe lo orgulloso que puede ser Bakugo, pero quería oír la respuesta, aunque fuera tan obvia.
Katsuki la miró arrugando sus cejas con fastidio, y al ver que la chica realmente quería saber el motivo se cruzó de brazos y le dio la espalda.
-Porque eres importante para Deku. ¡Solo por eso! -Y en parte era verdad. No le iba a confesar que también era importante para él. Odiaba pensarlo, pero Ochako se había convertido en su amiga. Y eso hacen los amigos, ¿no? Se protegen unos a otros. -¡Si tienes tiempo para bajar la cabeza, entonces tienes tiempo para entrenar, Uraraka! ¡Me fastidias! -Y se marchó.
La castaña no sabía realmente que pensar. ¿Solo por eso, porque era importante para Deku, él decidió ser un espía? No importa como lo viera. Bakugo estaba sufriendo. En esos momentos que ella callaba observaba su rostro y debajo de sus ojos, había marcas de que había señales de insomnio.
Volvió a la habitación donde se encontraba su mejor amiga descansando, y se quedó mirándola en silencio con una sonrisa de tristeza, dejo salir un suspiro y se sentó en ese banquillo de madera. Cerro los ojos con fuerza, y así salieron un par de lágrimas.
-No deberías de estar llorando, no estoy muerta...
Al escuchar un murmullo, abrió los ojos sorprendida y se limpió las lágrimas, para después sonreír.
-¡Tsuyu! -Grito su nombre con alegría y le dio un abrazo, no tan fuerte por las heridas que aún tenía su amiga. Finalmente se separó de ella y movió los cabellos azabaches para contemplar aún más su rostro.
-Por favor dime que solo estuve días -le dijo mientras miraba a su alrededor, lentamente movió sus brazos, aun sentía a un roce fuerte le ardían. Ochako hizo una mueca nerviosa. -No... -hizo un puchero, -¿en serio?
-B-bueno -balbuceaba jugando con su cabello, -técnicamente son días.
-¿Cuántos?
-14 días... -la menor se le dilató los ojos. Estaba sorprendida y solo pudo soltar un suspiro cansado. -Han pasado muchas cosas, Tsu. Y no hablo respecto a mí, pero antes de decírtelas, debo primero pedirte disculpas -hablo en un tono serio tomando su mano.
-¿Era por eso que estabas llorando, kero? -Le pregunto en un tono calmado. Tal y como es la esencia de ella. -No tienes que pedir disculpas, ya que no lo entiendo. ¿Por qué motivo te disculpas?
Ochako apretó aún más la mano de su mejor amiga y arrugo sus cejas y torció sus labios.
-Porque saliste herida... -hizo una pausa y desvía la mirada, -Dabi me iba a atacar a mí, pero lo que dijo me paralizó, y dude de mi -recordó esos momentos, la sonrisa maniática de Dabi le dio horror, miro los ojos de su amiga, -tú me protegiste de sus llamas. Yo debería de estar en esa cama no tu -dijo con tristeza.
La menor no dijo nada. Comenzó a moverse, sentía ardor en su cuerpo, pero no le importo. La rodeo con sus brazos vendados y la abrazo, tocaba el cabello castaño de su amiga y lo masajeaba con tranquilidad.
-Pobre. Has estado pensando eso desde que he estado aquí -dijo con tristeza, no quería que su mejor amiga tuviera esa clase de pensamientos, pero últimamente la había notado extraña, desde que Midoriya regreso.
Era completamente diferente a superar un viejo amor, una declaración de amor fallida, solo eran problemas de amor de una adolescente, pero lo que le estaba pasando a Ochako era muy diferente. Creía que ella no era suficiente, que no podía hacer mucho y comenzaba a menospreciarse. Esa impotencia de no poder hacer nada la estaba dañando. Y lo peor es, que ella misma no se daba cuenta...
Tsuyu desde luego intento que los ánimos de su amiga cambiaran, y la note sonriendo, pero no era la misma sonrisa que mostraba cuando cursaban la academia, o cuando veía que había ofertas en los supermercados. Sonreía, si, pero no reflejaba nada más, una sonrisa vacía, que solo servía para apaciguar los corazones de los demás excepto el suyo. Ochako le conto lo que había sucedido en los días que ella estaba inconsciente y le conto ciertas cosas, la visión que esa chica Akane vio, la guerra que se aproximaba, solo eso, lo demás, lo oculto.
El sol se había ocultado dando por finalizado el atardecer y con eso se aproximaba la hora acordada para la reunión. La invitación que les llego les decía que debían ir formales. A la pareja no le hizo gracia que debían ir bien vestidos para dar una noticia mala... Shoto Todoroki no quería que sus compañeros de clase sospecharan, aunque puede ser que como el viene de una familia prestigiosa este tipo de reuniones eran las más comunes.
Faltaba media hora para la reunión, en la invitación decía que debían estar el salón a las ocho de la noche, no estaba tan lejos de donde vivían y aun que no tuvieran carro, Shoto se había ofrecido para que una persona los llevara personalmente al lugar acordado.
-Me parece una estupidez esto -dijo el mirándose al espejo intentando ferozmente ponerse la corbata, pero el nudo se le desbarataba cuando terminaba de hacerlo, un suspiro frustrado salió de sus labios.
-¿Te refieres a tener que vestir así? -La achocolatada apareció en la habitación con una sonrisa nerviosa y se señaló el atuendo que llevaba. Un vestido ceñido a su cuerpo color mostaza, solo tenía un tirante en su hombro derecho y una flor gardenia de color blanco, el vestido tenía una abertura en sus piernas para que lograra caminar con más facilidad, sus tacones también son de un color blanco.
-B-bien, no es tan malo después de todo -embozó una sonrisa con un colorete en sus mejillas. -Luces hermosa -después su sonrisa se borró, -no llevaré una corbata.
Ella soltó una pequeña risa y se acercó a él. Lo rodeo con sus brazos a la altura de su cuello.
-Que el próximo héroe número uno se rinda ante una batalla de hacer un el nudo de la corbata me parece sumamente divertido, cielo -tomo los pliegues de la corbata y en unos momentos el nudo de la corbata color negra estaba en perfecto estado.
-Eres increíble, Ochako. -Dijo con una gran sonrisa contemplando su corbata. -Sin duda alguna serias una excelente esposa.
La castaña se asombró por esas palabras y sonrió con tristeza. Lo más probable era que Izuku Midoriya sabía que lo que tenían era solo un amor pasajero, que debía de terminar, pero confiaba en que Ochako lo superaría y volvería amar, y así poder formar una familia. Ella no quería tener una discusión, porque después de todo Izuku quería que fuera feliz. Han tenido largas conversaciones, como aquella en la cual él quería irse y olvidar por completo todo, y lo haría por ella. Tenían deseos que no se podían cumplir porque dependían del otro para lograrlos.
El celular de Izuku vibró, leyó el mensaje y sonrió con nerviosismo. Levanto la mirada hacia su bella novia y ella comprendió. El chofer los estaba esperando, tomados de la mano fueron directo hacia la planta baja del edificio.
No tardaron mucho en llegar al lugar esperado, el auto se detuvo y con eso la respiración del chico de cabellos verdes, se sentía nervioso y eso lo noto Ochako que tocando su mano fue hasta que reacciono, aun tomados de la mano entraron al salón, las puertas de vidrio se abrieron, nadie noto que iban juntos ya que cada uno estaban en sus propios asuntos.
Shoto Todoroki, el anfitrión de la velada estaba saludando y conversando con Kirishima, Kaminari y Fumikage. Algunos estaban dispersos conversando en pequeños grupos, unos estaban en el bar o en la mesa de bocadillos. Lo primero que llamo la atención de Ochako fue la decoración de ese gran salón, todo lucia tan perfecto y costoso, de colores blancos y dorados.
Seguro es un salón donde se reúne la familia de Todoroki. Por Dios, que elegante.
Pensó la acompañante de Midoriya viendo cada mínimo detalle.
-A-adelántate -dijo Izuku mientras soltaba su mano. Ella asintió y camino hacia donde estaban sus amigas reunidas. Mientras que, el, camino hasta la mesa del bar.
-¡Ochako, chica! -La abrazo la bella dama de piel rosa con un vestido blanco con escote.
-Hola, chicas. Si que ha pasado un largo tiempo -le sonrió a Jirou, Yaoyoruzu y Hagakure.
-¡Mucho! -Dijo animada la mujer invisible, -pero, no les parece extraño que el chico codiciado de la clase nos haya invitado a su gran salón -dijo con curiosidad, y la castaña arrugo nerviosa sus cejas.
-Todoroki-san es una persona reservada y la verdad no creo que haga esto sin tener un motivo -menciono la azabache tomando un sorbo de su champan.
-¿Creen que se trate sobre esas personas? -Jirou movió unos de sus cabellos llamando más atención de las féminas. Al sentir las miradas ella se sonrojo. -¿No lo saben? Bueno supongo que Yaomomo no al estar en el extranjero, pero ustedes deben de saberlo.
-¿El que Kyoka-chan? -Pregunto desesperada Hagakure.
-Hace un mes hubo incidentes en los callejones oscuros de la ciudad. Mi superior creyó que fue una redada de villanos que no termino bien, una supuesta alianza que no se dio. Sin embargo, antes de eso, la agencia de Endeavor y Ryuku fueron emboscadas, ¿verdad? -Le pregunto mirando a la mujer de vestido mostaza.
-Eh s-sí, salió en las noticias, incluso la agencia de Iida-kun tuvo percances...
-Estuve investigando por mi cuenta, pero esos sujetos ya no volvieron a aparecer, me temo que sea lo que sea que estaban buscando ya lo obtuvieron y deben de estar planeando un ataque.
-Con una supuesta alianza que te refieres a -hizo una pausa la de cabellos rosas, -¿La Liga de Villanos?
El silencio reunió por unos segundos. Se sentía que se trataba de un tema delicado, no era para nada sencillo olvidar las complicaciones que los llevo a tener varios enfrentamientos cuando comenzaban a entender lo que significa ser un héroe.
-¿Alguien sabe algo de Tsuyu-chan? -Pregunto Toru cambiando el tema de conversación.
-Es cierto, no la he visto por el salón -corroboró Momo.
Tanto Mina como Ochako se miraron entre sí, nadie sabía nada, absolutamente nada ni siquiera se dio a conocer a los medios de televisión, querían que todo permaneciera en silencio.
-Ochako ella es muy cercana a ti, ¿sabes dónde está? -Pregunto Jirou.
-Vaya, nunca creí verte beber -dijo el de lentes sin mirarlo, su vista estaba recta hacia lo que parecía ser los estándares de las botellas de licor.
-Tampoco yo. Es para los nervios -dijo tomando de un solo trago el tercer pequeño vaso de vidrio -es increíble que nadie se haya dado cuenta que estoy aquí, Iida-kun.
-Si, parece que están más ocupados conversando, y es entendible no muchos han mantenido contacto. ¿Dónde está Bakugo? Ya han pasado 20 minutos -pregunto ajustando sus lentes.
-¿Qué tal caballeros? -Saludo la señorita rubia de vestido azabache con toques blancos, -lo mismo que el -señalo a Midoriya. Ella giro su rostro y les sonrió.
-¿Melissa? -Pregunto confundido el de cabellos alborotados. No creía que la vería en esta reunión ya que se trataba solo de los ex alumnos de la clase A.
-Melissa-san que bueno verte aquí -le sonrió Iida.
-Recibí una invitación y ella también -señalo a la señorita de cabello corto ondulado color rosa que caminaba justo hacia ellos.
-Hola pies rápidos y Midoriya.
-Ya te lo dije siempre. Mi nombre es Tenya Iida, no pies rápidos -dijo molesto mientras movía sus brazos. La chica le sonrió sacando su lengua.
-Vaya, sí que es una gran sorpresa, Hatsume-san -dijo Midoriya tomando a Iida para que dejara de mover los brazos con tanto alboroto.
-Mi colega y yo recibimos esta invitación por parte de Todoroki, no somos heroínas y preferimos estar mejor en nuestros laboratorios, pero parece que se tocara un tema importante. -Comento Hatsume mientras que retiraba el cuarto trago a Midoriya y lo bebía.
-Por favor pueden reunirse en el centro, damas y caballeros -anuncio Shoto Todoroki con un micrófono en su mano. Los presentes caminaron hasta el centro y dejaron de hablar para prestar atención a su anfitrión. Midoriya dejo que los demás se acercaran para el ir hasta el final y así nadie lo notara.
Miro su celular y escribió un mensaje de texto para su amigo de la infancia preguntando en donde estaba. No recibió respuesta.
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Esta es una parte del capitulo ya que el capitulo fue muy largo con un total de 7619 palabras. Y evidentemente se que se les haría muy fastidioso de leer, así que por eso lo dividí, pero no contara con el titulo de parte 1 o parte 2.
Publico el capitulo desde la página web y no la aplicación así que más tarde o quizá mañana le ponga los separadores. Lamento mucho si hay faltas ortográficas, lo revisaré también mas tarde. Quise publicarlo de una vez porque los hice mucho tiempo esperar.
Reto: si este capitulo llega a 15 estrellitas antes de las 12 pm se les publicara el capitulo 24 hoy mismo, sino tendrán que esperar hasta mañana.
PD: Al escribir en Word no te tilda las palabras y eso me molesta, solo unas lo hacen, por eso escribo en el celular.
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