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16


La joven inventora se encontraba en su laboratorio. Estaba sentada mirando la amplia pizarra que tenía en frente, el tablero estaba lleno de fórmulas de derivadas e integrales, así como también un par de cálculos usando de la física.

En su escritorio hecho un caos había un par de bocetos de lo que era un nuevo traje y unos artefactos. La mujer miraba la pizarra atenta intentando descifrar que salió mal.

Se tocó su cabello y lo sacudió mientras daba un grito agudo. Se quitó sus lentes y tocó sus ojos y dejó salir un agotador suspiró.

—¿Por qué no logro encontrar la respuesta? —Se preguntó a sí misma. Tomó la taza de café y dio un sorbo.

Al instante recordó aquel día cuando llegó a la ciudad de Japón, como primer punto en su lista quería ver a su amigo Izuku, pero no creyó saber que él estaba por morir.

No sabía los detalles, pues él no quiso hablar de eso, pero es su amigo y quería ayudarlo, por eso estaba construyendo un nuevo traje para que sea resistente a cualquier cosa, pero sus intentos fallaban. El fabricarle un traje solo era un invento propio y no estaba relacionando con la empresa que la había contratado.

Melissa Shield estaba asustada y estresada.

Asustada porque la persona que quiere está por morir y estresada porque sus inventos están fracasando, además de que se está atrasando con su verdadera labor en la compañía.
Esta era su única forma de ayudar, no podía estar a su lado como ella lo deseaba: compartiendo momentos de alegría y tomar su mano cada vez que ella se sentía sola; pero entendía perfectamente que el corazón de Izuku le pertenecía a alguien más.

Muchas veces se debatió en decirle a los amigos de él sobre el secreto, pero no estaba segura si era su deber, confiaba en Izuku y estaba segura que había un motivo de porque lo ocultaba.

—Parece que no va bien, eh —dijo el presidente de la compañía STARS mirando todo el desastre en el laboratorio.

—S-señor Hitomiko, perdone todo esté caos, pero ya lo sabe, los grandes genios no somos nada ordenados, cuando aparece una idea solo la probamos —se excusó mientras reía.

—Está bien, son cosas de inventores —dijo con una sonrisa nerviosa. —Estaba pensando que las abejas robóticas que hiciste tengan una función para atacar o aturdir.

—¿Usted cree eso? Las fabrique con el propósito de espionaje, ¿eso ayudará a los héroes a cumplir su misión? —Ajustó sus lentes dando un pequeño empujón. —Abejas robóticas para atacar.

—Por supuesto, las actualizaciones son lo mejor —dijo sonriendo y se retiró del laboratorio.

Al entrar a su oficina estaba un hombre de cabello azabache esperándolo en un rincón.

—¿Y bien? —Preguntó con aburrimiento.

—Le he dicho que las fabricará, calculo que en unas semanas estarán listas, pero por favor, Dabi-sama no lastime a mi familia.

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En otra parte de la ciudad.
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Izuku Midoriya

Estiraría mintiendo si niego que todas las noches me pongo a pensar en Ochako, me siento como un adolescente a pesar de tener 24 años, pero esto, el sentimiento de amar es totalmente nuevo para mí. Cuando me separo de ella los días se me hacen eternos para volver a verla, la espera me carcome poco a poco, y siento al mismo tiempo tristeza al estar alejado de ella.

Ese mismo día en la playa después de hablar sobre nuestros sentimientos, Ochako y yo fuimos a mi casa y lo hablamos con mi madre, ella estaba muy emocionada que lloraba de la felicidad, después de eso, Ochako se quedó a cenar con nosotros, como una familia y grabe ese momento en mi memoria: cuando Ochako se había manchado la mejilla de espagueti y me madre riéndose se la limpió con un pañuelo, por primera vez en mucho tiempo me sentía tranquilo, me sentía completo.

En ese día olvide por completo mi responsabilidad como héroe, mi deber con All Migth. Solo era mi madre, mi novia y yo, pasando un momento en familia. Ahora recordar eso me causa nostalgia, un extraño sentimiento entre felicidad y tristeza.

Pero, puedo vivir una vida normal aun siendo un héroe, ¿no? Lo hare por ella, por mi Ochako.
Mientras tenia tiempo libre en la agencia, usaba mi celular para investigar algunos consejos para ser un novio ideal. Quiero que Ochako sonría en cada momento y no me gusta la idea de verla molesta por algún comportamiento erróneo por parte mío. Por eso mismo un día le mande flores, no tenia idea de cuales eran sus favoritas, así que le mande de todo un poco —ahora que lo pienso, eso fue exagerado—, y mientras estaba en las horas del almuerzo miraba en paginas departamentos en el área centro.

—Midoriya —me llama Todoroki-kun al sentarse en la misma mesa durante el almuerzo, coloca su bandeja de comida y después de beber un poco de agua continua: —te he estado observando —Todoriki-kun pone sobre la mesa un libro un poco grueso.

—¿Ah sí? ¿Debería preocuparme? —Pregunto nervioso y él comienza a disfrutar de sus fideos fríos.

—Para nada, solo lo hago un hábito.

—Oh, ya veo. Por cierto, Todoroki-kun —él me mira mientras mastica su comida, —¿De qué trata ese libro? ¿Harás también un hábito leer?

—Oh, hablas de esto —toma el libro y me lo da. Al leer el título veo que dice: «Código de héroe» —Endeavor hace mucho tiempo nos ordenó que lo leyéramos, son pautas que un héroe debe de seguir, también viene protocolos de cómo actuar ante una situación de rehenes y villanos.

—No tenia idea de que existía eso. En la UA nunca nos hablaron de este libro —cuando lo abrí había un índice de capítulos, me parecía interesante cada uno de sus títulos. 

—Es porque no existía en ese tiempo, un diplomático de Tokio lo escribió y es un requisito que los héroes de agencia lo lean —me dijo mientras miraba el libro.

—¿Me lo prestas para leerlo? —Todoroki-kun dejó de masticar sus fideos, después toma agua y guardó silencio. —O-oh quizá no —comencé a reír nervioso —tú lo estas leyendo, disculpa, Todoroki-kun.

El dejo los palillos en su charola de comida.

—No es eso, Midoriya, con gusto te lo puedo prestar, pero si, lo estoy leyendo, me quede en el capítulo nueve. ¿Estas buscando un departamento? —Me preguntó, luego comenzó a disfrutar de su soba frio.

—Eh si, estaba pensando que debo independizarme —sonrío sintiendo un ardor en mis mejillas, no sé por qué decir eso me hizo sentir vergüenza. Al mirar a otra parte noté como Kacchan entraba al comedor. —¡Kacchan, aquí! —Dije saludándolo mientras estiraba mi mano.

—¡Ja, como si quisiera pasar mi tiempo libre con un par de idiotas! —Cuando terminó de decir eso me dio un golpe el hombro y se fue a otra mesa para estar solo.

—Kacchan… —murmuro mientras lo veo.

—Déjalo, últimamente ha estado de mal humor, bueno mas de lo normal tú sabes.

—Ya veo… —asiento aun sin quitar mi mirada sobre mi amigo de la infancia, por alguna razón no me gusta verlo solo.

Desde que entramos a la UA y conoció a Kirishima-kun, Kacchan se ablando un poco, se le notaba, dejó de ser tan arrogante y orgulloso, era como si Kacchan debía de conocer a Kirishima-kun para poder ser él mismo, su amistad se convirtió en un vinculo especial, y en cierta forma los envidio, eso era lo que quería desde niño, posiblemente si hubiera tenido un quirk yo me podría convertir en su mejor amigo.

Ver a Kacchan sin compañía me parece extraño, siempre esta rodeado de personas quiera o no, pero esta vez es diferente, es como si él nos quisiera alejar.

Por otra parte, esta Todoroki-kun que después de tener un enfrentamiento en el festival deportivo y que él me ayudara con el villano Stain a mí y a Iida-kun, nuestros lazos se fortalecieron. Todoroki-kun no es tan energético como Kirishima-kun, pero su seriedad ante momentos cruciales me ha ayudado a despejar mi mente.

—Aquí tienes, Midoriya —me pasa una hoja con algo escrito, el ladeó su cabeza, y acepté la nota dudoso. —Visita estos departamentos, diles que eres un colega mío. —Me comienzo a reír y Todoroki-kun me mira confundido —¿Ah? ¿Dije algo gracioso?

—Sí —le respondo con una sonrisa. —No somos colegas, Todoroki-kun, somos más que eso, tú eres mi amigo.

Todoroki-kun se sorprende y desvía su mirada, después sonríe y me mira.

—Ya veo, siendo así. Para mí, eres mi preciado amigo, Izuku —me toco el hombro.

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Mi turno había concluido a medida que el sol se metía en el ocaso y el cielo se tornaba de un color anaranjado brillante. Caminaba por las calles de la ciudad para llegar a mi casa, no podía evitar dejar de sonreír, quizá lo que haga sea muy rápido, pero… no quiero perder cada minuto que tengo.

Mientras caminaba mirando el suelo —un hábito que hago desde niño para no caerme— note que había algo extraño en un lugar. Entre a lo que era un callejón sin salida, estaba mayormente oscuro al no haber alguna luz, estaba el lugar sucio y con botes de basura. Me incline sobre el sucio suelo al notar algo peculiar. Había marcas, como si un animal hubiera hecho rasguños con sus garras, podría parecer eso a simple vista, después con mi dedo toque el suelo y por su puesto mi dedo se mancho de polvo, mire hacia las paredes y había una marca, como si antes hubiera un clavo.

¿Señales de lucha?

Mire hacia las esquinas de las paredes y no había alguna cámara de seguridad, solo espero que no se trate de algo peor. Levante mi vista hasta el cielo y la luz de la luna iluminaba todo el lugar. Después de esto aprete mi puño con fuerza recodando una conversación que tuve hace dos semanas con Akane.

Solté un suspiro largo y negué.

Al llegar a mi hogar mi madre me recibió con un abrazo y yo solo sonreí al notar como ese gesto me daba más fuerzas. Después de hablar un rato con mi madre fui a mi habitación y busque el número de celular de Ochako.

Pero, me detuve un segundo antes de llamarle. Me congele por completo. No entendía mi comportamiento, mis manos temblaban y sentía que respiraba más rápido de lo normal, luego solté una pequeña risita. Me sentía nervioso.

—Oh, Izuku eres tú —la escuche del otro lado de la línea, sabía que estaba sonriendo, aunque no la viera, —quiero agradecerte.

—¿Agradecerme? No entiendo —respondí sentándome en mi cama y puse mi mano en la orilla de esta, pero se resbaló y casi me caigo. No te pongas nervioso, Izuku.

—Así es, —hace una pausa y las voces de fondo se silenciaron, —m-me gustaron mucho las flores —menciona en tono bajo, casi como un susurro, yo inmediatamente sonrío—me hicieron feliz.

—Ese era el propósito, ¿pero no te pareció exagerado?, son muchas flores y de muchos tipos —dije riéndome mientras me rascaba la mejilla.

—¿Huh? No lo creo, me gustó el detalle, sabia que eras una persona tierna, pero no creía que así —hizo una pausa y antes de responder ella rápidamente hablo: —¡Q-quiero decir! Me imaginaba que eras amable, pero no detallista en cosas del amor y m-me sorprendió, espera ¿¡Eres un experto en estas cosas?!

Cerré mis ojos y alejé un poco el celular al oír como Ochako levantaba la voz, no me estaba gritando porque quisiera pero, siempre que se emociona o avergüenza eleva su voz. Aún podía oír a Ochako balbucear y disculparse por sus gritos.

—Ochako —le llame y ella guardó silencio. —Eres y serás la única en mi vida. No soy experto en relaciones, soy en realidad un primerizo en esto, solo te doy el trato que te mereces.

—Deku… —susurró mi nombre sorprendida. Y sonreí.

—¿Tienes hambre? Vamos a comer. Esto es lo que llaman primera cita, ¿no? Conozco un lugar por donde vives, pasare por ti.

Me di un baño y al salir buscaba que ropa podría usar, mire una playera color verde oscuro de manga larga, el clima había estado cambiando y en unos meses la nieve blanca cubrirá los parques, por las noches el clima estaba fresco, pero no tanto como usar aun bufandas, guantes y gorros, luego mire una playera blanca que decía «HERO» y me la puse encima de la playera verde, después me puse unos pantalones sencillos de color negro y mi calzado color rojo.

—¡Madre, saldré por un rato! —Le avise con un grito tocando el picaporte de la puerta.

—¡Diviértete, cariño!

A veces me pregunto si esta bien no usar algún medio de transporte, según lo que leí en internet el chico usa un automóvil y recoge a la chica, pero tengo casi  mes que he llegado a Japón que no he tenido tiempo de comprar uno y tampoco es como si lo necesite. Puedo llegar a cualquier lugar usando mi poder, cuenta como un entrenamiento más.

Toque el timbre del departamento, Ochako vive un poco lejos de su propia agencia de trabajo, quizá este departamento le gusto mucho o no consiguió otro. Finalmente abrió la puerta y la mire, rápidamente la abrace y ella se sorprende, pero me corresponde estrujándome entre sus brazos, un aroma dulce entra por mi nariz. Ella huele bien.

Me separo y la miro, usa una especie de chaqueta ligera color verde claro, su chaqueta esta abierta y puedo ver una blusa color celeste con las letras «MHA» y por último una falda negra y zapatos del mismo color, su cabello esta recogido, pero sus dos mechones sobresalen.

—Te vez hermosa —le digo con una sonrisa mientras me rasco mi mejilla izquierda, noto como sus mejillas se tiñan de un color rosa.

Ochako y yo caminábamos de la mano, pero ninguno decía algo, realmente parecemos unos adolescentes, me sorprende que Ochako no haya tenido una relación antes siendo ella muy hermosa.

Ahora que lo pienso, me pregunto si Ochako alguna vez pensó en tener una relación, si tuvo la oportunidad de estar con alguien para siempre.

Para siempre...

Apreté mi mano y fruncí mis labios.

—¿Deku-kun todo bien? —Me pregunta deteniendo su andar y me suelta la mano para mirarme a la cara, puedo ver en su rostro preocupación. Creo que sin darme cuenta apreté su mano.

—Mira —le dije apuntando a un lugar, ella luego aparto la mirada, —es justo ahí.

Entramos a un restaurante con pinta de local hogareño, todo el lugar había sido construido de madera, estaba decorado con pinturas de las épocas feudales. Un restaurante de comida japonesa, la favorita de ella. Ochako se maravillo viendo todo el lugar.

Una señorita nos condujo a una pequeña habitación donde no había sillas, había un tapiz acolchonado y una mesa rectangular color negro, casi tocaba el suelo, en cada lado había unos cojines donde sería el remplazo de las sillas. La señorita dejo el menú sobre las mesas y se retiró.

Camine para sentarme, pero Ochako no se movía, por un momento me asusté creyendo que le pasó algo, pero parece que aún sigue sorprendida.

—¿No te gusta el lugar? Si quieres nos podemos ir —le dije y ella parpadeó un par de veces volviendo en sí.

—N-no, no es eso, es solo —caminó y se sentó frente a mí, —¿no es muy costoso? —Solte una carcajada ante su pregunta. —¿Por qué te ríes? —Preguntó haciendo puchero.

—Eso es lo de menos, amor —digo tocando mi estómago ya que me comenzó a doler por reírme tan bruscamente. Luego me doy cuenta como le llame y siento como mi cara comienza arder y ella se reí nerviosa.

Después de ordenar la comida y que llegara comenzamos hablar sobre cosas del trabajo.

—¿Deku-kun, tus amigos saben que somos pareja? —Me pregunta después de terminar su bocadillo de sushi. Yo arqueo la ceja confundido.

—No, la verdad es que no, la única que sabe sobre nuestra relación es mi madre. ¡Ah! ¡No se lo he dicho a All Might! Estará feliz cuando se lo diga. ¿Tú se lo haz dicho a alguien? —Ella niega y termina de beber el jugo.

—No se lo he contado a Tsu, a nadie de hecho. Me preguntó cómo reaccionara Mina y Kirishima, supongo que Mina hará un escándalo —me dice con una sonrisa nerviosa.

—Me lo imaginó, el día que llegue ella te escondió de mí, o bueno me daba es expresión.

—Sabes, Tsu fue quien me dio ese empujoncito que necesitaba para hablar contigo, para decirte que yo aún te amo —dijo Ochako jugando con su mechón de cabello.

—Asui-san es una persona de mente serena, me agrada que ella no pensara mal de mí —suelto un suspiro.

—Tsuyu —dijo en tono serio y su mirada cambio. —Perdón, Deku-kun, pero yo quería saber la verdad y en una libreta anoté mis teorías y hechos y bueno, ella la leyó, pero no ha dicho nada. Confío en Tsuyu —dijo mostrando un semblante firme.

Después de un tiempo encontré el momento preciso, respire hondo y solté el aire. Metí mi mano derecha en mi bolsillo del pantalón y apreté la caja.

—Ochako, se que esto es muy repentino —le dije mirándola mientras tocaba su mano. —Y estaré bien si te niegas, —ella me miró confundida, solté su mano y saqué la pequeña cajita y la abrí.

Ella se sorprendió.

—Esto es...

—¿Te gustaría vivir a mi lado? —Pregunte y ella tomo la llave color cobre entre sus manos. Todo este tiempo he estado investigando unos departamento para vivir y se me ocurrió que Ochako podría estar conmigo.

—¡Claro que sí! —Gritó de alegría mientras se cubría sus mejillas.

—No voy a desperdiciar mi tiempo. Quiero que valga la pena cada minuto —le digo tocando su mano.

—Deku-kun, tenemos todo el tiempo para estar juntos —me dice con una sonrisa.

Y yo sonrió para ella. Una sonrisa falsa, porque se más que nadie en este mundo que eso es mentira, tengo un tiempo límite y haré que valga la pena pasando tiempo con ella.

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Ochako Uraraka

. . .
Después de la cita.
. . .

Una vez que Deku-kun y yo nos despedimos, cerré la puerta y se recargue en ella. Esto es una nueva etapa para mí, vivir en el piso que Deku-kun me pone nerviosa pero ansiosa al mismo tiempo.

Sin embargo, no deje de pensar en lo último que dijo, sonaba como un último deseo.

Esa frase de no querer desperdiciar su tiempo. A pesar de ya hablar sobre su peculiaridad, aún siento que oculta algo, pero, no soy la adecuada para hablar sobre secretos cuando ni siquiera he dicho nada sobre ese día en la agencia Endeavor.

Deku-kun no me preguntó cómo había obtenido esa información de él, es probable que se le haya olvidado con todo lo que pasó o tiene su mente en otra parte. Aún así, no puedo dejar que ese sobre este conmigo, debo de encontrarlo.

Camino directo hacia mí habitación y abrí los cajones, en el primero no habría nada, pero me sorprendió que el segundo tampoco.

—¿Cómo? —Pregunte en voz alta con voz temerosa.

—¿Buscas esto? —Escuche una voz detrás de mí, lentamente me giro, y observo a la persona que estaba de pie en la puerta.

—Katsuki Bakugo —digo frunciendo mis labios, después miró que traía en su mano izquierda el sobre. —¿Desde cuándo tú—

No pude terminar mi pregunta, pues él se impulso con sus explosiones hasta mí. Me tiró al suelo y me inmovilizó para no moverme, él estaba arriba de mí bloqueado mis piernas y mis manos, muy astuto para no poder tocarlo.

—¡Tu maldita ambición causó esto, Uraraka! —Me gritó sin quitar su mirada fija en mí, yo solo lo miraba en silencio un poco molesta.

—¿Qué mierda dices, Bakugo? —Le pregunté enfadada tratando de liberarme, pero era inútil. —Tsk —solte un gruñido.

—Te lo dije. ¡Carajo, te lo dije ¿o no?! Que no deberías meterte en asuntos que no puedas manejar —luego se empieza a reír descaradamente y eso me comenzó asustar. —¡¿Qué fue lo que me contestaste?! «Puedo cuidarme sola» —Se volvió a reír, mi rostro cambio a uno de preocupación. Algo no está bien con él.

Con su brazo junto mis manos y me apretó de las muñecas, alzo su mano libre y género unas pequeñas chispitas. Cerré los ojos esperando a que llegará el golpe, pero no me impacto en mi cuerpo, a tan solo a lado de mi cara, estaba las manchas en el suelo de la explosiones y humo salió de la palma de mano. Bakugo dejo de meter presión a su agarre y me solté, usando una técnica marcial lo arroje contra mi clóset y este se rompió.

Me alejo de él, aún no se pone de pie.

—¿P-por qué? —Pregunto con voz quebrada. Miro hacia el suelo y está el sobre tirado, iba a levantarlo, pero habla:

—Ni se te ocurra —me dijo en un tono frío, y mi mano se detuvo antes de tocar el sobre. Vi a Bakugo que aún seguía sentado en el suelo, no alzaba la mirada, como si evitará hacerlo.

—Entraste a mi departamento —le dije, pero solo obtuve silencio por su parte. —¡Entraste a mi departamento sin mi permiso, al departamento de un héroe! ¿Sabes que significa? —Le grite para ver alguna reacción suya.

Entrar al hogar de una persona sin invitación está mal, pero es aún peor entrar a la vivienda de un héroe, no importa el motivo. Es una violación a mi privacidad. Y es una regla que ha roto, en el libro Código de héroe, se específica que entrar a la recidencia del héroe sin su permiso requiere un castigo, solo se aplica si se ha robado o hecho algo desagradable.

Escucho nuevamente esa risa desquiciada.

—Esa regla también se aplica para las agencias, Uraraka. ¿Dime, fue divertido ocasionar esa distracción para robar la información de Deku?

Guardo silencio sin saber que decir, luego él se pone de pie y se sacude un poco su ropa. Recoge el sobre y lo abre, y me comienza a leer el documento.

—Sabes, esa parte de ti decidida a hacer lo que te propones me gusta, pero, no sabes hasta cuándo parar. ¡¿Qué te costaba solo ignorarlo, eh, Uraraka?! ¡Estoy en un puto aprieto! —Se toca su frente y sacude su cabello.

—Yo... —aprieto mis manos formando un puño —¡Yo no tuve nada que ver con el ataque a la agencia! Pero es cierto que quería saber por qué Deku-kun se fue, parecía tan extraño y cosas no tenían sentido. —Mi tono de voz comienza a decaer, —Me hace sentir mal que use a Eri-chan para obtener esa información, pero yo nunca entre a la oficina de Endeavor. La niña me dio ese sobre.

—Ah —alargo la vocal y chasqueo la lengua, —ahora entiendo porque la mocosa dijo que te ayudó.

—Después de leer la información fui al hospital y recogí la ficha médica. Bakugo, lo se todo, sobre el One For All y la razón de porque Deku-kun se fue.

Bakugo saco de sus bolsillos una libreta pequeña de color negro, rápidamente mire el cajón y después a él y este asintió. Hizo cenizas tanto el sobre y mi libreta.

—Entonces conoces lo peligroso que puede ser esto en las manos del enemigo. Si Deku te confío su secreto más vale que te quedes callada y no sigas metiéndote en problemas —caminó hacia la salida.

—¡Espera, Bakugo! —Detiene su andar. —Hace poco mencionaste que estás en un aprieto, ¿Cómo puedo ayudarte? —Le pregunto en un grito.

Él se gira para verme.

—Ya haz hecho suficiente.

Me dice con una mirada fría, sus ojos estan vacíos, no había nada que resaltará en ellos, luego azotó la puerta.

Caí de rodillas al suelo.

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¡Hey, no está muerta! Aquí estoy aún.

Un capítulo de 4,000 palabras por mi ausencia.
No actualicé porque la escuela me lleno de tareas y exámenes, pero bueno qué se le puede hacer.
Sí, no actualicé un sábado, es que no los podía dejar sufrir tanto, no sé si actualice los sábados, quizá se entre semana.

Ya una vez en vacaciones ya podré escribir como yo lo tengo planeado.
¿Les gustó?

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