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| Nunca calles ni guardes nada. Lo único que ganas es acumular rabia en ti, y esto se verá reflejado en tu mirada y afectará a tu entorno. |

Katsuki Bakugo

Desde ese día nada ha sido igual. Todos los días de alguna manera se tornaron grises para mí, no hay nada en particular que quiera hacer, no puedo distraerme tan fácilmente porque mi cabeza esta dando vueltas sobre ese maldito día, esa noche.

No creí que el convertirse en héroe tratara de hacer esta clase de cosas, pero, no es por eso. El que sea un héroe no significa que haga esto, es algo más, si fuera solo una conocida seguramente no me rendiría y lucharía, haría todo un escándalo.

Si Kirishima, Deku, Ojos de Mapache, El Cara de Tonto o Mitad-Mitad estarían en esa situación... Si, no dudaría, así que, para mi, Cara Redonda es mi amiga. Y por los amigos se hacen estupideces como esta. ¿Acaso estoy sacrificando mi libertad? Una vida esta en riesgo y mi deber es salvarla, no tenía elección después de todo.

No los estoy traicionando.

¡Katsuki Bakugo no es un traidor!

Dos semanas pasaron y lo único que hacía era alejarme de todos cuando se supone que debo hacer todo lo contrario para obtener algo de información. Lo único que hacia era ir a la agencia, hacer mis labores y regresar a casa. Encerrado en mi departamento acostado en mi cama por horas mirando techo, pensando y pensando mientras maldecía al aire.

Me levanté de mi oscura habitación y salí al patio trasero, es pequeño, si organizo un evento solo mis amigos cercanos los invitaría, pero no hago esas tonterías, lo uso para entrenar o hacer ejercicio.

Trueno un poco mi cuello y camino hacia un saco de boxeo y comienzo a darle unos cuantos golpes. Después noto como mis nudillos sangran.

—Oh mierda —digo mirando mi mano viendo como está está enrojecida y lastimada.

—Siempre te he dicho que debes de usar guantes o al menos usar protección en los nudillos —me dice con una sonrisa y deja su pequeña mochila en el suelo.

Había olvidado que le había entregado una llave de mi departamento. O más bien, había olvidado que ella me exigió darle una copia de la llave de mi departamento.

Comenzó a vendarse sus nudillos, y se acercó a mí. Con sus dedos desnudos tocó el saco y este floto.

—Había estado pensando, ¿Qué tan limitado puede ser mi poder? ¿Puedo hacer flotar un edificio de 100 pisos? Eso entra incluido los empleados. —Toma mi mano y me lleva hasta sentarme en una silla. La pierdo de vista ya que entra a la cocina y regresa con alcohol y algodón.

—Oh, mierda, duele carajo —comienzo a quejarme por el ardor y ella se comienza a reír.

—Que llorón eres.

—Puedes hacerlo —le digo y ella levanta su vista y arquea una ceja. Desvió mi mirada hacia el saco de boxeo. —Estoy seguro que tú puedes hacer flotar lo que quieras, no eres una mujer débil, eso lo sé bien desde nuestra primera pelea. Pero, ¿quieres poder, quieres fama o quieres salvar vidas?

—Apuesto que tú dirías el poder, ¿no? De ahí nace el salvar vidas y la fama.

El dolor me hace regresar a mi realidad, había estado recordando una plática de hace meses con Uraraka.

¿Qué si quiero el poder? Quién no quisiera tener una cantidad exagerada de poder, pero, ¿de qué me sirve tener tanto poder si no puedo salvar a nadie? La fama no me interesa, el poder es necesario para salvar vidas, ¿no es así?

“Te veías como si estuvieras pidiendo ayuda”.

Deku intentó salvarme sin tener un poder, un don nadie, pero sus acciones lo llevo a obtener un gran poder. Nunca le interesó la fama o el reconocimiento.

Aún que sea estúpido, esa es clase de héroe que quiero ser.

Incluso la misma inteligencia puede superar el poder. Solo es cuestión de saber manejar la situación a mi convencía.

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Me encontraba en la terraza de un alto edificio cerca de la Agencia Endeavor. El héroe flama nos había ordenado patrullar en un radio de 300 metros para verificar si hay actividad sospechosa.

Por lo de aquella vez.

No había nada. Me cruce de brazos y me recargue en la pared donde se encontraba esa puerta para bajar al piso. Cerré mis ojos y solté un suspiro.

—¿Huh? —El sonido emitido por Mitad-Mitad me hizo arquear una ceja y aun con los ojos cerrados seguí ignorándolo. —¿No has dormido bien, Bakugo?

Pude escuchar como su voz se incrementaba, y escuchaba pasos, estaba caminando directo hacia mí. Solté un gruñido.

—Eso no tiene importancia —abrí los ojos y antes de que él me tocará el hombro, le doy un golpe con mi mano. Mitad-Mitad hace una mueca.

—Los sentimientos de mi colega de trabajo son importantes para mí, así que imagina lo importante que debe ser para decirle esto a un amigo —me dice tocando su mentón y después me mira de pies a cabeza.

—¿Ah? ¿Me quieres irritar? —Le preguntó mientras me pongo en posición de pelea. Él no se inmuta.

—Creo saber que te sucede —yo guardo silencio por unos segundos. —Te preocupa está situación. Hace dos semanas no ha ocurrido nada con esos villanos y nos han robado información de nosotros, están planeando algo y no saberlo nos hace estar impacientes.

Me vuelvo a recargar en la pared.

—¿Y qué harías? —Le pregunto con voz suave cerrando mis ojos.

—¿De qué?

—No solo a nosotros nos robaron información, también a la Agencia de Ryuko. Y si, deben estar haciendo un plan, pero ¿qué harías tú —camino hacia él y lo señalo — en esta situación? ¿Irías por tu propia voluntad y comenzarás a investigar?

—No. La comisaría es la encargada de la investigación de campo, nosotros solo entramos a la escena.

—¡A la mierda la comisaría, bastardo! ¿Es que no te das cuenta? Ellos solo nos están atrasando, ¡no nos han dicho nada en dos putas semanas!, ¿no te parece extraño? Además, esa rubia, ella—

—¡Bakugo, basta! —Me grita molesto y lo único que hago es mirarlo con rabia. —Deja a la teniente Hayate en paz. Ella hace lo posible por encontrar respuestas. Los héroes siempre trabajan con la policía y no pueden actuar si ellos o el gobierno superior está de acuerdo. ¡Actúas así porque ella te dijo la verdad!

—¡¿Qué verdad, bastardo?!

—Siempre has sido halago por tu fantástico quirk y eso te cegó. No puedes evitar que los demás te rebasen en cualquier cosa porque sientes envidia y enojo. Subestimas a los demás porque crees que son inferiores a ti, entonces cuando la teniente Hayate sin tener un quirk te ganó, enloqueciste. ¡Jamás serías lo suficiente compresivo para sacrificarte por otros porque tienes nublado el juicio!

Toqué la pared que estaba atrás de mí y la hice explotar. Un fuerte sonido se oyó por todo el lugar acompañado por un gran humo negro. Mire el suelo y había trozos de escombros.

Podía escuchar como algunos civiles comenzaban a preguntar qué había ocurrido. Mitad-Mitad no dijo nada.

Sacudí mis manos y me troné el cuello.

Camine hacia él y a la altura de su oído me detuve y le susurre algo. Después usando mis explociones me fui de ahí.

Es un imbécil. No sabe siquiera lo que ocurre conmigo, se que eso es lo que pueden ver de mí, pero realmente estoy tratando de borrar todo eso.

Siento como mi celular vibra y me detengo en una de las terrazas.

Era un mensaje de la rubia.

<<Hola, traidor. Nos vemos en el callejón que está atrás del cine Live. No llegues tarde, besos>>

Llegué al lugar y ella se giró para verme.

—Fue rápido, ¿estabas patrullando? —Me pregunta con una sonrisa falsa.

—Eso no te impor... —la rubia arquea una ceja, guardo silencio y ella se ríe.

—Recuerda, Katsuki-kun todo lo que hagas me importa. No olvides la posición en la que estás, porque después de todo, tú fuiste quien se arrodilló suplicando por la vida de tu amiga. El Gran Katsuki Bakugo de rodillas, ¿creíste que ese día llegaría?

—El que sea tu informante no te da el derecho de insultarme, rubia desquiciada.

—Ay, pero si es lo que siempre habías hecho en toda tu vida. Insultar, humillar y golpear, ¿verdad? Ahora como estás indefenso dices eso. Imagina las tantas veces que Izuku-kun te dijo que lo dejaras en paz, ¿alguna vez lo consideraste? ¡Oh espera! Haces esto por él, ¿no? —Comienza a reír y yo la miro arqueando una ceja sin comprender.

—¿Qué cosa, loca?

—Estas protegiendo la vida de Ochako-chan, para que Izuku-kun no esté lastimado. ¿Este es tu acto de redención para pagar por todo lo que le has hecho? Cuidar a la mujer que él ama. Por eso la entrenaste todos estos años.

—No lo hice por él, lo hice por ella.

—Por ambos —me dice con una sonrisa y se acerca a mí, después gira y ella está ahora detrás de mi y me toca los hombros. —Piénsalo. La entrenaste para que fuera mas fuerte y así ella se pueda cuidar por si sola, para así aliviar la preocupación de Izuku-kun, por eso digo que, —me susurra, —lo hiciste por ambos. Ya que ese día, en aquel festival tu jugaste con ella.

Yo me aparto de ella y le muestro una mueca disgustado y ella solo sonríe de forma cínica.

—Sabes demasiado para ser solo una simple teniente. ¿Realmente eres una teniente o —la miro directo a los ojos, —estas suplantando una identidad? No, es ilógico que puedas suplantar a una persona. Solo eres un miembro del gobierno que cambio de ideales.

—Quien sabe —la rubia se cruza de brazos. —¿Dónde esta el expediente que te pedí?

—¿Lo que tomó Uraraka, no? —Ella asiente, doy un suspiro y trueno mi cuello, —aún no lo consigo. —Noto como ella cambia de semblante y sonrío ante eso, extiendo mis brazos y con calma hablo: —No he podido verla, no es como que, si le dijera «Cara redonda, me podrías dar el expediente que robaste esa noche en el hospital».

Y en un parpadeo siento como mi mejilla arde y deja salir un hilo carmesí, mi mirada cambia a una mas seria y al mirar hacia atrás veo como en la pared esta clavado lo que es un cuchillo militar, la rubia cambió su semblante a uno más sombrío, podía notar como en sus ojos se veía su sed se sangre.

—No me gustan tus juegos, Bakugo —dice con un tono un poco grave, después camina hacia donde estaba su cuchillo y lo guarda en unos de sus departamentos de su pantalón. —Consigue ese maldito expediente o nuestro “trato” terminara una vez que Uraraka esté muerta, no me hagas perder la paciencia. —Con su dedo pulgar retira la poca sangre que el corte me hizo. Después me da una palmada en mi abdomen y yo toco mi cuerpo al notar que ella me estaba dando algo. Es una foto donde aparece Uraraka saliendo de un supermercado.

—¿Acaso tú, maldita—

—Solo para recordarte que mi amenaza va en serio —me sonríe y se retira del callejón.

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No tenia el valor de ir al departamento de Uraraka, no sabia como carajos le iba a quitar ese expediente, pero debía hacerlo, la teniente ha estado observando a Uraraka y me molesta que ella no se haya dado cuenta, ¿Qué clase de entrenamiento te di? Se suponía que Cara Redonda esta entrenada para poder tener reflejos hábiles.

Aunque cabe la posibilidad de que la teniente no la siguió, la rubia al estar en la comisaria puedo tener un control solo las cámaras de la ciudad...

Siento como si me estuviera volviendo loco.

Hay una posibilidad de entrar a su departamento... debo entrar cuando ella este en su agencia, no hay de otra manera. Mire mi celular y son las 16 horas, ella aun esta en la agencia.

Entre a su departamento gracias a la llave que ella un día me dio, al final resulto útil su idea de tener una llave para emergencias. Si, esta es una emergencia de vida o muerte. Al entrar a su departamento noto como hay fotografías de ella con su familia —de niña y adolescente—, también están unas de sus amigas y amigos de la UA. Sin embargo, había algo extraño, en la mesa había un florero con una variedad de flores que desconozco, pero había rosas de un color rojo, y eso me disgusto.

Le he dicho a muchas personas, sobre todo fanáticos de ella, que Uraraka es mi pareja para que dejen de molestar con regalos extraños, aun así, siempre recibía algunos regalos, pero siempre los donaba o algunos se los quedaba si era comida. Me acerco hasta donde esta el florero y veo que hay una nota.

<<No sabia cuales son tus favoritas y por eso hay de muchos tipos, pero la belleza de estas flores no se compara contigo.

-Izuku>>

¿Qué mierda acabo de leer?

Deku le había regalado flores a Uraraka, como si todo lo que pasaron no hubiera existido. Me resulta extraño que ella no las haya tirado, porque se supone que debe estar molesta o dolida por haberla dejado. Caminé hasta su dormitorio y vi que en su habitación había un desastre, seguramente se había levantado tarde.

Empecé a buscar por los cajones del buró, y al levantar la vista vi dos marcos de fotografías, uno donde aparece Deku y ella abrazando a Pulgarcita, otra donde solo esta ella y Deku sonriendo de forma tímida, ambos vestían el uniforme de la UA, creo que esa foto es de segundo año.

“Para aligerar mi dolor, todo lo que está relacionado con Midoriya lo guarde en una caja”.

Recordé lo que había dicho hace tiempo cuando la invité a entrenar conmigo. Primero, veo unas flores, segundo, las fotografías, eso solo puede significar que...

—Mierda —me dije tocando la frente, —estos idiotas están en una relación. Y tenia que ser precisamente en este momento cuando las cosas están en un punto grave —me comencé a reír de forma cínica. Abrí el cajón y busqué entre sus cosas y no vi nada. —¡Joder, Ochako, dónde esta!

Abrí el otro cajón y vi una libreta color negro, como una agenda, tenia post-it de colores en las hojas, en unas páginas había escrito ideas de sus próximos movimiento y ataques especiales, había uno en particular que me llamo la atención: «Uranometría, las 88 constelaciones». Uraraka siempre le había gustado combinar su poder como si se tratara del espacio o la astronomía, por eso mismo uno de sus movimientos especiales se llama Lluvia de meteoros.

Este nuevo movimiento había escrito ideas de como quería que fuera su movimiento especial, pero luego hay tachones y garabatos, supongo que se rindió. Al hojear mas la libreta veo que esta escrito cosas, como: «¿Midoriya se fue a una misión secreta?, Bakugo y All Might saben el motivo».

Veo como hay un sobre amarillo en el cajón y lo abro, mi sorpresa fue en ese sobre se encuentra el expediente de Deku, el de la Agencia Endeavor, su ficha medica de adolescente y, por último, lo que la rubia quería, ese expediente de cuando Deku era un niño.

Eso significa que..., ella...

“No es para nada extraño que en la Agencia Ryuku y la Agencia Endeavor tuvieran un ataque al mismo tiempo y les robaron lo mismo. Los expedientes de los héroes, esa información en manos equivocadas nos puede perjudicar”.

Recordé las palabras de Mitad-Mitad.

¿Acaso Uraraka tenia algo que ver con ese ataque?

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Y eso ha sido todo por el capítulo de hoy. Espero y les haya gustado, me gustaría que me siguieran ya que no soy de esas personas que ponen avisos en las novelas, lo odio 😆😬

¿Han visto un anime en donde el personaje dice algo pero no sé escucha nada y solo mueve la boca?

Cuando Meliodas le dice algo a su hermano Zeldris (cuando se lee el manga ya sabe que le dijo).

Bueno fue justo lo que pasó. Bakugo le  susurró algo a Todoroki.

El siguiente capítulo ya tengo algo escrito y les va a gustar como lo narra Deku.

Hippolyta, fuera. 💕

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