Capítulo 6
Capitulo 6
Definitivamente Hermione no deseaba despertar. Estaba tan cómoda en la cama mullida y las sabanas cálidas que la envolvían. Suspiro ante las maravillosas sensaciones mientras su confusa mente comenzaba a aclararse poco a poco y entonces con un sobresalto recordó.
Recordó por que estaba envuelta en sabanas de seda y recostada en un mullido colchón en lugar de sus mantas de algodón o las viejas frazadas con alguna que otra rasgadura de la madriguera, vivía en la milenaria y ancestral mansión Malfoy desde hacia varias semanas, tenia una hermosa habitación para ella sola y todas las comodidades posibles.
Recordó con un estremecimiento que todo eso había sido a cuenta de la vida de sus padres y entregar su lealtad a Voldemort. Pero no quería pensar demasiado en ese escalofriante ser que por fortuna la había dejado al cuidado de Malfoy y no había requerido su presencia aun. Suspiro queriendo olvidar un rato mas el dolor, la sed de venganza, los largos y pesados entrenamientos diarios y la cada vez mas cercana fecha en que seria marcada como mortifago.
Aun con los ojos cerrados trato de no imaginar el dolor que sentiría al tomar la marca, ¿Sería insoportable? ¿Una agonía total? Un nuevo suspiro escapo de sus labios y decidió que no importaba realmente. Tomar esa marca era lo que debía hacer para obtener su venganza, obedientemente acatar las ordenes de ese loco hambriento de poder y del egolatra rubio manipulador que desde hacía días era su único aliado.
No deseaba despertar pero... debía hacerlo.
Malfoy llegaría en cualquier momento a su puerta a buscarla para el entrenamiento del día y obviamente no le interesaba que aun le dolía todo el cuerpo de la paliza del día anterior y que su orgullo aun estaba oculto en sótano de su mente incapaz de dar la cara.
"Es hora Gray, levantate y vístete rápido que vamos a salir"
Allí estaba él, como siempre ignorando los buenos modales y entrando a su cuarto como si fuera su casa... oh! Espera era su casa. Claro que tocar la puerta no lo mataría.
"¿Salir?"
Su des coordinado cerebro logro entender la palabra salir y no pudo evitar preguntarse si hablaba de los jardines o de salir de la mansión.
"Si, salir. Vamos de compras. Mi padrino ya arreglo tu transferencia al colegio por lo que necesitas túnicas nuevas y libros"
Al escuchar la palabra libros salto de la cama dispuesta a perderse unas horas eligiendo libros y por un día descansar de que le patearan el culo con vergonzosa y humillante facilidad.
"Te veré en el vestíbulo principal en media hora, quizá quieras usar algunos encantos para ocultar tu identidad, los gemelos aun mantienen su tienda y podrían ser un problema"
Hermione asintió distraídamente mientras buscaba algo de la ropa que le llevaran los elfos domésticos días atrás. Corrió al cuarto de baño y luego de una ducha corta pero relajante se vistió, extrañaba sus viejos pantalones muggles pero ahora debía vestir como toda una señorita sangre pura de alta sociedad a menos claro que estuviera entrenando en las mazmorras con Malfoy.
Al menos tenia que admitir que los vestidos eran hermosos. De un estilo gótico sorprendente mente elegante. Se decidió por un vestido negro, entallado en el torso y suelto hasta las rodillas lo suficientemente casual para usarlo durante el día. Las mangas largas eran de delicado encaje negro y zapatos negros de tacón medio. Tomo su abrigo largo del armario pues hacia bastante frio fuera y salio a encontrarse con Malfoy con solo cinco minutos de retraso.
"Estas igual Grey"
Malfoy solo la recorrió con la vista lentamente, desde su húmedo cabello castaño lleno de rizos hasta sus pies enfundados en zapatos de tacón, la vio sonrojarse ante su descuido y tomar su varita para apuntarse a si misma. Unas palabras murmuradas después sus cabellos castaños se tornaron lacios y negros como las alas de un cuervo. Su piel se oscureció un poco dándole un tono bronceado y sus ojos castaños pasaron a ser azules rodeados de pestañas espesas y largas. Sus pómulos mas definidos y sus labios mas delgados. Cambios sutiles que la trasformaron en una típica chica sangre pura.
"Estoy lista, Draco"
Hermione le sonrió ampliamente antes de tomar el brazo que el le ofreció con una mueca para que los apareciera, después de todo fuera de las protecciones de la mansión su magia si podía ser rastreada y eso era lo ultimo que necesitaban.
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"¡Ginny! ¡Harry!"
Harry y Ginny se detuvieron al escuchar la voz soñadora de Luna gritar sus nombres a pleno pulmón. Sonrientes saludaron a la chica y esperaron a que los alcanzara mientras Ginny veía algunas túnicas desde el aparador. Ya habían comprado las que necesitaban para volver al colegio pero Harry había insistido en que si deseaba alguna extra solo le dijera.
"Luna, ¿Cómo van tus vacaciones?"
La rubia los miro con la cabeza inclinada un momento antes de encogerse de hombros en señal de que nada interesante le había ocurrido, no había logrado encontrar nada, ninguna especie nueva ni podido probar la existencia de ninguna de las que ya había visto antes.
"¿Encontraron a Mione?"
La sonrisa de Harry cayo un poco al recordar a su amiga. Aun no encontraban a Hermione. No había rastros de su magia y no había datos en el mundo muggle tampoco. Todos los asuntos referentes a sus padres habían sido tratados por un abogado mestizo con gran confidencialidad y se había negado a decirle a nadie donde habían sido enterrados los restos de los Granger. Ni siquiera ser interrogado por Aurores había funcionado, ese hombre solo sonreía con fría profesionalidad y respondía con un escueto "Es confidencial".
"No, aun no tenemos noticias y las vacaciones terminan esta semana. Quizá la veremos en la estación"
Luna asintió con la cabeza y dejo de mirar a Harry recorriendo con la vista el callejón y vio a muchos chicos y sus padres comprando lo necesario al ultimo minuto. Sonrió al ver a un pequeño chiquillo correr sonriente para encontrarse con sus amigos y frunció el seño al ver como chocaba con alguien que lo lanzo directamente al suelo.
Draco Malfoy impecablemente vestido de negro sonreía con malicia al pequeño niño en el suelo, rodeado de libros, plumas y tinteros rotos. Resultaba obvio que disfrutaba de la humillación del chico y del terror que reflejaba su rostro al verlo.
"¡Deja al chico tranquilo Malfoy!"
Por su bufanda amarilla y negra era un tejón, vio el miedo en los ojos del niño disminuir un poco al ver al niño que vivió defenderlo y a Harry caminar rápidamente hasta el rubio. Junto a Ginny lo siguió y escucho la risa de Malfoy ante el tono amenazante de Harry.
"Yo no hice nada Cara rajada"
Harry estaba por responder al insulto cuando una chica se acerco con una sonrisa amplia pisando las manchas de tinta y los pergaminos sin darle importancia hasta tomar la mano del rubio y hablar con voz suave ignorando el caos a su alrededor y centrando su atención en el rubio que sonrió al verla.
"Draco... ¿Porqué demoras tanto? Quiero una varita nueva ahora."
Luna fijo sus ojos en la chica que por alguna razón le parecía familiar. Vagamente le recordaba a alguien, entrecerró sus ojos azules e inclino la cabeza... ella se parecía un poco a Hermione. Pero no podía ser ella, el pelo, los ojos e incluso sus facciones eran diferentes, sacudió la cabeza intentando alejar los Nargles que la estaban confundiendo.
"Lo siento Mya, ese chiquillo idiota choco conmigo y San Potter sintió la necesidad de jugar a ser héroe un rato"
Harry estaba boquiabierto, jamas había escuchado una disculpa de los labios del hurón alvino pero sobre todo esa chica ahora lo miraba con tanto odio en sus ojos azules que le recorrió un escalofrió ante su mirada. Hermione estaba deseando borrar la sonrisa de Ginny de su rostro, verla tan feliz paseando con su novio como si no estuvieran en plena guerra cargando bolsas de compra por lo que hablo con calma imitando el tono infantil y dulce que había escuchado en Bellatrix al hablar con su hermana Narcissa mientras le contaba como había cazado algunos hijos de muggles o convencido a un clan de hombres lobos de ayudarles en la guerra.
"Este es el famoso Harry Potter. Desilusiona, de verdad pensé que seria mas imponente"
La risa de Malfoy resonó por el lugar a ver las muecas ofendidas de Potter distrayendo a Hermione cuyos ojos ahora azules se habían deslizado por los rincones detectando a varios aurores que custodiaban a los jovenes amantes durante sus compras.
"Te lo dije Mya. Es mas fama que realidad. Sin la cicatriz no es nada."
Draco estaba gratamente sorprendido de Grey, estaba actuando bastante bien y los idiotas no tenían idea que estaban frente a su querida Granger, claro la poción para calmarla que había bebido como mera precausion la ayudaba a controlar sus emociones.
"Vayámonos Draco, quiero mi varita nueva"
El rubio sonrió entendiendo que realmente trataba de decirle que si no se marchaban ya ella cometería una imprudencia, quizá maldecir a Potter y sus amigos. Era mejor marcharse cuanto antes y conseguir una nueva varita para Grey, no podía continuar usando la misma pues de algún modo la conexión con ella se había roto.
No estaba del todo claro que había ocurrido, quizá solo estaba rota luego de haber caído sobre ella en los entrenamientos demasiadas veces o su cambio de actitud se contraponía al núcleo de su vieja varita, de cualquier modo debía llevarla a comprar una nueva y alejarse de Potter.
"Maldito Hurón... como te atrevés a..."
Los ojos azules como el hielo de la chica misteriosa como mentalmente la comenzó a llamar Luna se fijaron en el rostro de Harry y borrando la sonrisa que antes dedicaba al rubio hablo lentamente, con ese tono lento y condescendiente que se usa con un niño pequeño especialmente tonto.
"Draco no hizo nada malo Potter, en ningún lugar es ilegal caminar por la calle, si ese imbécil chiquillo no es capaz de ver por donde camina no es problema de Draco. Apartate Potter y dejanos terminar nuestras compras tranquilos"
Sonriente Draco ofreció su brazo a la chica que lo tomo altiva antes de alejarse del lugar charlando animadamente mientras caminaban sobre los pergaminos y restos de tinteros esparcidos aun por el suelo. Furioso Harry decidió arrastrar a Ginny hasta la tienda de los gemelos y volver a la madriguera, aun tenia toneladas de libros que revisar al menos en lo que encontraban a Hermione.
Luna le sonrió al pequeño que había permanecido en el suelo todo ese tiempo mirando intimidado la tensión hostil entre Potter y Malfoy y le ayudo a levantarse, con un discreto hechizo limpio el desastre y la ropa del chico que sonriendole agradecido se marcho con sus amigos y Luna decidió que sus compras estaban completas y era mejor volver a casa.
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"Bella... Llama al joven Malfoy"
Las semanas habían transcurrido sumamente tranquilas, habían dejado de atacar para darle a la orden un sentimiento de esperanza luego de dejar que en su ultimo ataque capturaran a algunos de sus peones de menos importancia. En esos momentos estaban confiados.
Pero ya era hora de que volvieran a atacar con fuerza para destrozar sus esperanzas de nuevo. La orden había estado confiándose mas a cada día que pasaba sin nuevos ataques, incluso Potter había salido de su ratonera a pasear con su novia. Sonrió al imaginar el momento en que se dieran cuenta que solo habían caído en sus planes actuando como marionetas sin voluntad todo el tiempo.
"Como ordene mi Lord"
Vio a Bellatrix marcharse apresurada mientras decidía si debía atacar directamente al ministerio, a San Mungo o tal vez el callejón Diagon. Tenia que ser algo que esos imbéciles recordaran, que destruyera su moral y dejara tantas bajas como fuera posible...
"Lord Voldemort"
Dejo de lado sus planes un segundo para mirar al chico rubio frente a él, estaba despeinado y su ropa tenia algunos rastros de polvo, jamas lo había visto tan desarreglado por lo que supuso que había estado entrenando a la chica y a juzgar por el aspecto de su joven mortifago ella estaba mejorando.
"Confió en que nuestra nueva aliada esta mejorando"
Una sonrisa complacida apareció en los finos labios del chico mientras recordaba los ataques de Grey ese día. Aun estaba furiosa por haber estado frente a Potter y la comadreja menor días atrás sin poder hacerles nada. Y la nueva varita que sostenía parecía reaccionar mejor ante los hechizos de artes oscuras que había estado practicando.
"Lo hace, confió en que ella sera muy útil"
Voldemort asintió complacido mientras le señalaba al chico un mapa de Landres mágico donde tres puntos brillaban, lo mejor de su joven seguidor era su astucia, una serpiente en todo su esplendor a la que no necesitaba explicar nada para que comprendiera sus intenciones, sus fríos ojos grises recorrieron el mapa y luego de algunos segundos pareció tomar su decisión.
"Debemos atacar en un punto que jamas imaginarían que resultará vulnerable. Ellos están resguardando esos tres lugares por que saben que son puntos tentadores, pero si atacamos a algo mas personal el golpe sera devastador, en lugar de un gran ataque es mejor cometer una secuencia de pequeñas muestras de poder al rededor de la ciudad comenzando por el escondite de Potter... esa sucia madriguera"
Draco se acomodo el cabello lo mejor que pudo con los dedos y comenzó a trazar en el mapa los lugares a atacar y a decidir junto al Lord quienes estarían en cada ataque y quien seria el responsable de cada grupo, el mismo Draco se encargaría del ultimo ataque a la casa de las comadrejas.
Suspirando se sentó y se resigno a pasar la noche planeando un sin fin de detalles, el ataque tenia que ocurrir en poco menos de dos días si quería que el efecto fuera reciente cuando llegaran al colegio.
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