Capítulo 4
Se estaba jugando el cuello a lo grande por Granger y lo peor del caso era que estaba emocionado por ello. Casi esperaba ansioso su encuentro con el Lord, Granger por el contrario estaba ansiosa.
La había ocultado con algunos hechizos para llevarla hasta el viejo estudio de su abuelo Abraxas, oculto en lo mas profundo del ala este de la mansión. El favorito del Lord desde que visitara la mansión por primera vez.
De eso habían pasado algunos minutos en los que Granger se había paseado a placer por el lugar ignorando la basta estantería repleta de viejos volúmenes de defensa contra las artes oscuras y de artes oscuras ordenados con mimo y cuidado por uno de los viejos elfos domésticos que había servido a su abuelo y aun limpiaba todo como si el hombre viviera.
Le sorprendía un poco que no se encontrara sentada en algún rincón con un libro en sus manos, pero no podía culparla. Encontrarse cara a cara con Lord Voldemort acojonaba a cualquiera, él mismo aun se sentía un poco intimidado por el Lord a pesar de que había pasado bastante tiempo en su presencia.
"Calmate Granger, siéntate en un rincón a leer. Él Lord debe estar por llegar y mi querida tía estará con él, te ocultare hasta que sea prudente mostrarte."
Hermione lo miro irritada, no era una niña pequeña para ser tratada así pero entendía que si Bellatrix la veía el Avada saldría de su varita mas rápido que un parpadeo y terminaría muerta antes de tener su venganza.
Mascullando incoherencias que la hacían sentir mejor se sentó un una esquina de la habitación y tomo un viejo libro magníficamente bien conservado y comenzó a leer mientras Malfoy colocaba un hechizo desilucionador y algunos mas que no logro escuchar.
Luego de algunos minutos de cómodo silencio la puerta se abrió lentamente, Nagini, la serpiente del Lord, se arrastro por la habitación hasta llegar a Draco a quien miro unos segundos para luego acomodarse cerca de la silla favorita de Voldemort.
Bellatrix entro solo unos momentos después siguiendo a su señor con una sonrisa retorcida y sádica en los labios, si miraba cuidadosamente su ropa negra parecía mojada y unas diminutas gotas rojas salpicaban su piel.
Sangre... evidentemente no la suya.
"Lord Voldemort Bienvenido"
Hermione dio un respingo desde su escondite, perdida en su lectura no se había percatado de que voldemort había llegado y suspiro de alivio cuando lo vio acomodarse en el butacón mas grande de la habitación sin reparar en su presencia.
Agradeció a Merlin internamente por los hechizos que la ocultaban, aun que ignoraba cuales eran y se dedico a observar en silencio.
"¿Esta cerrado el trato con los Vampiros, Malfoy?"
El Lord parecía de lo mas cómodo con el lugar, miraba fijamente a Malfoy mientras jugaba con su varita distraídamente.
"A esta hora debe estarlo."
Vio con sorpresa como Malfoy sonreía de lado mientras con una floritura de varita el fuego se avivaba un poco y algunos bocadillos aparecían en una mesa cercana.
"Te ordene vigilar que nada saliera mal."
Enarco una ceja al ver a Bellatrix preparar una taza de té y entregársela a su señor quien miraba a Malfoy con sus ojos carmesí entrecerrados.
"Blaise no lo arruinaría, sabe que las consecuencias serán ejemplares tratándose de él. Antes de llegar al lugar ocurrió algo... inesperado señor."
Durante muchos años Hermione había imaginado a Voldemort como una especie de ser maligno y sobrenatural incapaz de pensar en nada mas que matar a Harry por lo que verlo en una actitud tan humana como beber una taza de té caliente le resultaba impactante.
"¿Que ocurrió?"
Tenia que mantener al margen a su tía, al menos por el momento. Su nuevo plan dependía de la supervivencia de Granger y sin lugar a dudas la impulsividad de su tía la llevaría a lanzar el Avada primero y averiguar después.
"Preferiría discutirlo a solas señor."
"Vete, Bellatrix."
"Si mi Lord."
Bellatrix frunció el ceño al ver que su sobrino la echaba del estudio y estaba por lanzarle una maldición por impertinente cuando la voz siseante de su señor la obligo a marcharse obedientemente, aun cuando deseaba intensamente moler a maldiciones a su sobrino.
"¿Que ocurrió Malfoy?"
Una vez a solas Malfoy sonrió ante la impaciencia del Lord, sin medias tintas ni charlas estupidas.
"Hermione Granger me contacto esta noche."
Hermione aun oculta vio impresionada como Draco Malfoy aun permanencia cómodamente sentado, con un aspecto tan relajado como si se encontrara bebiendo te y comiendo pastas con sus amigos y no frente al mago oscuro mas temido del mundo.
"Interesante... muéstrame."
Voldemort se adentro en la mente del chico, viendo aquello que le mostraba con atención, su viaje hasta el bar junto a Zabini, como la chica lo había interceptado y acorralado.
La conversación que mantuvieron y como le pidió ayuda, vio con atención los recuerdos que ella le dejo ver y el descubrimiento sobre su ascendencia mágica junto con otros secretos que el había recabado de la mente de la chica sin que ella lo notara.
Rio con maldad al decidir que ese jovencito era brillante. Una suerte que superara ese miedo que lo atenazaba meses atrás y que su mente estaba bajo sus ordenes.
Aun cuando eso solo fuera cierto en partes, sabia que Malfoy no era como Lucius. No lo apoyaba por miedo, tampoco por que se sintiera obligado por el deber y la seguridad de un ser amado como Narcissa o por ciega lealtad como Bellatrix.
Draco Malfoy lo seguía por que quería. Sabia que solo obedecía por conveniencia, y eso solo lograba que le agradara el chico. Tenia las agallas como para pensar por si mismo y aun así obedecer por que sabia que era lo mejor.
"Magnifico, simplemente magnifico."
La risa del Lord oscuro lleno la habitación y Draco fijo sus ojos grises en la esquina donde Hermione se ocultaba. Había llegado el momento de que ella apareciera.
"¿Donde esta?"
Con una sonrisa Malfoy realizo una complicada floritura de varita que anulo todos los hechizos que la ocultaban, Hermione miro a Voldemort fijar sus ojos en ella y un estremecimiento la recorrió de pies a cabeza al sentirse completamente indefensa.
"Explicame por que debo dejarte vivir... eres después de todo una mas de los miembros de la orden del fénix."
Hermione respiro profundamente y se levanto del suelo, dejando el libro a un lado y caminando hasta estar de pie cerca de Malfoy. Tomo una respiración mas antes de hablar, intentando sonar calmada.
"Puedo ayudar. Tal vez Dumbledore nunca confió del todo en mi como para contarme los detalles de su planes o misiones pero aun así aprendí a escuchar y ver todo a mi alrededor, se como piensan y también su manera de actuar. Ser tachada de ratón de biblioteca tiene la ventaja de que ellos me ignoraban como si fuera invisible en cuanto me veían con un libro en las manos"
Como pudo se mantuvo estoica, sabia que convencer a Malfoy había sido relativamente fácil pero lograr que Voldemort, el mago mas oscuro de todos los tiempos, el mas temido y odiado, era mas complicado.
"Quizá por ahora con una mente brillante tengo suficiente. Después de todo la orden esta cayendo poco a poco bajo nuestros planes. Es cuestión de tiempo que caigan y Potter muera, como debió hacer hace años"
Sentía los ojos del mago serpentiforme evaluándola, midiendo silenciosamente su honestidad y que tan útil podía ser a sus planes... sabia que tenia que convencerlo de que era útil. Necesitaba vivir para vengar a sus padres. Si moría esos repugnantes muggles estarían libres para masacrar a mas familias. No es que eso le importara tanto como debería pero los quería muertos. Asesinados con la misma saña y maldad con la que sus padres habían muerto.
"Ella sera muy útil señor. Dejando de lado su cerebro con su sola inclusión en nuestro selecto grupo aseguramos un duro golpe a Potter"
Hermione miro sorprendida a Malfoy, no esperaba su ayuda en esos momentos pero al ver a Voldemort mirarlo fijamente mientras el rubio bebía tranquilamente su té supuso que el brillo astuto en los ojos del mago oscuro era una señal de que estaba considerando seriamente las palabras de Malfoy.
"¿Que planeas Draco?"
Los ojos castaños de ella se abrieron aun mas al escuchar a Voldemort llamar a Malfoy por su nombre, no por el hecho en si, mas bien por el tono curioso y emocionado, como si esperara realmente escuchar lo que estaba tramando el hurón en su platinada cabeza.
"Algo grande y dramático al volver al castillo. Quizá debas fingir un poco, mostrarles que estabas sola en algún lugar llorando a tu familia y mantener su confianza unas semanas..."
Cerro los ojos mientras lo escuchaba hablar, era un magnifico plan. Al menos en teoría, ella podría espiarlos y pasar la información a Malfoy fácilmente pero no podría sonreír con ellos como antes. No podría verlos a los ojos y jurarles que los quería y apoyaba cuando lo único en su mente era esa noche, hace unas horas solamente, cuando había visto los cuerpos de sus padres quemados y mutilados.
"No podría, se que terminare maldiciéndolos en cuanto los vea, cuando ellos me llamen Hermi o Mione solo podre escuchar las voces de mis padres en agonía. No puedo. Quiero estar lejos de ellos"
"Esta bien Granger..."
Draco fijo sus ojos en ella un segundo y lo entendió todo. Ella no podría fingir, no cuando la ira que veia en ella era casi mortal. Pero sin duda eso no era problema... quiza si cambiaba un poco el plan y lo aceleraba funcionaria...
"Gray"
"¿Que?
Tanto Voldemort como Malfoy la miraron interrogantes, pero solo el rubio vocalizo la palabra que rondaba a ambos magos por los pensamientos.
"Gray. Hermione Gray, Malfoy. Granger era el juguete de Ron y Harry. Granger era la listilla que todos pisoteaban y que soportaban solo por ser un genio que hacia sus tareas. Fue a Granger a quien engañaron, insultaron y lastimaron demasiadas veces…"
"De acuerdo Gray, se exactamente como torturarlos durante el verano, el golpe de gracia lo daremos en el colegio al volver"
Voldemort permaneció silencioso observando a ambos jóvenes, la ira casi tangible de Gray y la comprensión y las nuevas ideas brillando en los ojos de Malfoy. Quizá tener a los jóvenes magos mas prometedores trabajando para el volvería esta guerra de los interesante y provechosa para él.
"Heredase el talento de los Malfoy en las artes oscuras y la inteligencia de los Black, no me falles Draco. Jamas lo has hecho y no tolerare que comiences a hacerlo... Comienza cuanto antes con tus planes y tienes dos semanas para comenzar a enseñarle lo que debe saber antes de que sea marcada"
"Muy bien Lord Voldemort"
Draco se acerco a la puerta con una reverencia casi imperceptible. Al principio estaba furioso por tal impertinencia del chico pero luego de un tiempo de observarlo entendió que el chico era un Malfoy Black hasta la médula del hueso y eso lo hacia incapaz de arrodillarse ante alguien completamente. Una vez superados sus miedos el chico había adquirido mas agallas y sangre fría que muchos magos del doble de su edad. Así que esa casi reverencia bastaba y le confirmaba que había elegido bien a su mano izquierda.
"Gray... traicionamos y estas muerta"
"Lo se"
Hermione lo sabia. La guerra había comenzado y esta vez... esta vez era real. Ella había elegido ya su bando y no se retractaría. Quizá Granger había sido una orgullosa heroína, miembro de la orden del fénix pero esa pobre chica había muerto junto a sus padres esa misma noche y Gray había nacido de su ira y dolor. Gray sin duda alguna aceptaría gustosa la marca.
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