Capítulo 25
Hermione no podía negar que ese sábado había sido un día productivo, había logrado aprender algunos hechizos interesantes en la sección restringida, había entrenado con Draco en el bosque prohibido por algún tiempo y había tenido una amistosa charla con Luna que le había relajado de sus preocupaciones.
-Recibí un búho de mi madre.
Draco no pareció sorprendido de verla en su habitación, después de todo ya era un extraño habito dormir juntos, algunas veces en la habitación de el y otras en la de ella, le dedico una mirada rápida a las piernas largas de ella que su camisón dejaba expuestas al estar relajándose con un libro sobre la cama y decidió ocuparse de su túnica primero.
-¿Algo de interés?
Se desnudo con algo de irritación al recordar la criptica carta de su madre repleta de banas charlas superficiales que escondían el verdadero mensaje a ojos de extraños si la carta fuera interceptada y no dudaba que lo fuera.
-Tiene un regalo de compromiso para ti. Un par de joyas para que uses. Esta muy impaciente por nuestra visita para comenzar los preparativos de la fiesta de compromiso.
-¿Deberíamos ir pronto?
Dejo sus ojos que de nuevo eran castaños vagar por la espalda delgada pero tonificada del chico frente a ella que cambiaba su camisa escolar por una suave pijama de seda negra y sonrío ampliamente al verlo inclinarse para sacar los pantalones de su baúl y darle una magnifica vista por la que estaba agradecida.
-Iremos mañana, pero le respondí a su carta diciendo que iremos el día de navidad. Estoy seguro que el viejo está vigilando.
Hermione dejo a un lado su libro y se recostaron uno junto al otro mirándose con seriedad. Se estaban jugando el cuello cada día y no podían permitirse olvidarlo. Confiarse seria igual a la muerte y ninguno deseaba eso particularmente.
-Sospecha que eres su verdugo.
No necesitaba confirmación, era obvio en la mirada de ridícula preocupación que el viejo solía fijar en Draco cuando estaban en el comedor aparentando en todo momento que era un viejo y dedicado director preocupado por un estudiante que estaba encaminando sus pasos por el sendero equivocado. Pero no podía engañarla.
-Definitivamente es así y su intención de colarse furtivamente en mi mente es obvia, no es muy sigiloso en sus tanteos.
Lo sabía, ese viejo lo intentaba con ella a cada oportunidad pero ya era experta en ocultar su mente tras una barrera de pensamientos, recuerdos falsos y conocimiento enciclopédico. Encontrar algo en su mente era mas difícil que encontrar un galeón en los bolsillos de Weasel.
-¿Le dejaste ver algo?
Le daba curiosidad ver que clase de cosas estaba mostrando Draco al viejo, durante su entrenamiento de legeremancia había tenido un breve vistazo a la enorme variedad de recuerdos que abarrotaban su mente para ocultar un extraño velo flexible que ondulaba en el fondo y ocultaba aquello que deseaba ocultar.
-Soy muy bueno modificando recuerdos. Creo que al viejo le fascinó la parte donde el Lord amenazó con matar a mi madre si no consigo matarlo.
Soltó una risita incrédula al imaginar la cara del viejo al ver exactamente lo que deseaba ver en la mente del rubio y se imagino cuanto debió luchar por contenerse se mostrar su alegría al ver que los Malfoy caerían de la gloria de su señor y su enemigo perdería valiosos aliados.
-Eres tan dramático Draco.
Se acomodo junto al rubio, a pesar del tiempo el clima frio de las mazmorras no le resultaba agradable ni siquiera con los hechizos que calentaban la habitación, el frio del lago parecía colarse en sus huesos y encontró el calor corporal de Draco como un alivio bienvenido y agradable en las noches.
-Solo le doy realismo Mía, siempre será más fácil que se crean las mentiras si coinciden con lo que quiere oír.
Sabia aun sin verlo que se estaba riendo al recordar sus malas acciones y aunque la parte de ella que fue una miembro honoraria de la orden del fénix le gritaba que lo que hacían no era bueno para el mundo la otra parte suya, la que vio los cadáveres chamuscados de sus padres era mas fuerte mandando a la primera al carajo y diciéndole a siseos serpentinos que si su vida era una mierda y no era justa no tenía por que hacer que la de los otros lo fuera.
Sus ojos vieron la túnica que había estado usando ese día y que había usado sobre su camisón para llegar a la habitación del rubio con el bajo lleno de polvo, al menos los elfos la lavarían por la noche y por la mañana estaría de nuevo inmaculada.
-Odio esa habitación polvorienta, arruina mis túnicas.
Se recordó mentalmente bajar las protecciones unos minutos antes de dormir para que los elfos pudieran llevarse la ropa sucia.
-Un par de semanas más y esta mierda de farsa termina. Muerto el viejo su amada orden estará en caos.
Los dedos largos de Draco comenzaron a trazar indefinidos patrones en su cintura sobre la tela del camisón y Hermione comenzó a relajarse.
-Harry Potter no podrá unirlos ni guiarlos, no le dan las neuronas para pensar en como destruir al Lord.
Era verdad, el cerebro tras todos los planes, las maquinaciones y las redadas era Dumbledore. Muerto el viejo su organización perdía la cabeza, era la diferencia entre ambos bandos. Incluso cuando su líder había permanecido aparentemente muerto y algunos fueron encarcelados los Mortifagos restantes habían continuado operando sin problemas a un perfil bajo y cuando su líder regreso no les había supuesto problemas volver a alzarse.
-Dumbledore trama algo.
Pero Dumbledore era un intrigante viejo que no se daría por vencido fácilmente. Dudaba que simplemente matarlo detendría sus maquinaciones por que a estas alturas ya debía estar tramando como dejar a alguien que continuara sus planes y si tenia un poco del cerebro que todos decían que tenia seria alguien mas además de Harry.
-Lo hace, esta buscando los tesoros del Lord.
Inevitablemente sentía curiosidad, sabia que debía ser algo increíblemente valiosos y poderosos para que el Lord los considerara tesoros.
-¿Sabes que son?
-Lo se. Aunque originalmente eran seis el viejo ya logro poner sus manos en dos de ellos.
Eran objetos, y Dumbledore ya destruyo un par de ellos. Supuso que incluso ese inútil vejestorio tenia sus momentos de buena suerte y luego recordó el diario que había poseído a Ginny y que Potter había apuñalado con un colmillo de basilisco. Recordaba el sutil halo de magia poderosa que emanaba y que declaraba que no era un objeto común.
-El diario... el diario que Potter apuñaló con un colmillo de basilisco.
-Chica lista, ese fue el primero. El segundo es un anillo. Una reliquia maldita que está matando lentamente a nuestro querido director.
-¿Si ya está muriendo porque no simplemente dejarlo morir por la maldición?
Seria una muerte lenta y agonizante si el mismo señor oscuro había colocado la maldición en el anillo, dudaba que fuera algo insignificante y estaba segura de que era algo espeluznantemente doloroso y mortal.
-Esta buscando las cuatro piezas restantes y estoy seguro de que tiene una pista para encontrar una de ellas. Es un buen oclumante, su mente es casi impenetrable pero es arrogante y la arrogancia lleva al descuido y logre sondear su mente discretamente mientras intentaba ver más allá de los recuerdos que le mostré.
-¿Que son exactamente esas piezas Draco?
El diario, el anillo y cuatro piezas mas... era intrigante y su insaciable sed de conocimiento no había cambiado. Le escocia no saber algo. Le irritaba que sus conocimientos sobre algo no fueran completos y simplemente necesitaba saberlo.
-Magia antigua y poderosa. Fragmentos de su alma anclados a este mundo por objetos. Horrocruxes.
Horrocruxes.
La sola palabra le causaba escalofríos. La magia detrás de esa palabra debía ser algo demasiado oscuro, demasiado poderoso. Algo que atentaba contra los mismos principios de la vida si lograba que su señor volviera de la muerte.
Fragmentar el alma inmortal en partes.
Y no una o dos veces.
Su señor lo hizo en seis ocasiones.
-¿Fragmento su alma seis veces?
-Si. Mientras esos objetos permanezcan intactos no importa cuántas veces se destruya su cuerpo el podrá volver.
Hermione estaba perdida en su mente, recordando, buscando pistas de los momentos en los que la orden se reunía, las conversaciones con Harry, las cosas que Lupin o Arthur dejaban escapar en murmullos cuando creían que estaba absorta en los libros. Pero solo una cosa podía estar relacionada.
-Ese es por que Dumbledore le está mostrando las memorias del Lord a Potter, están buscando pistas.
-Si, pero cada objeto esta a salvo excepto por uno. Fue robado hace mucho tiempo por un traidor y aun no a sido encontrado.
Draco permanecía tranquilo junto a ella y había cerrado los ojos, aun permanecía despierto y su mano aun se movía sobre la tela de su camisón con lentitud, casi como si no fuera un movimiento voluntario, solo movimientos distraídos que mantenían su cuerpo tan ocupado como parecía su mente. Un ancla física para no perderse totalmente en sus pensamientos al igual que ella mordía el extremo de sus plumas.
-Me sorprende que el Lord te contara sobre esto.
-No lo hizo directamente, simplemente conecte algunos puntos y cuando me pidió verificar que algo en esta misma sala aún estaba aquí lo entendí todo. Estos objetos tienen una presencia bastante notable.
La voz de Draco era baja, estaban solos en una habitación sellada a cal y canto pero toda la conversación tenia un cáliz distinto, peligrosa y confidente a partes iguales.
-Tu sabes cuales son esos objetos.
No esta totalmente sorprendida por ello, sabia que su señor confiaba en Draco, también sabia que su mente aguda era impresionante. Recordó con tristeza a su madre diciendo que lo que mas había amado de su padre era su mente y la entendía, no podría vivir con un hombre estúpido. La inteligencia era indispensable en cualquier relación y la hacia preguntarse por que desperdicio casi seis años en Ronald y Harry.
-Logré ver algo de información en la memoria del viejo e investigado sobre Horrocruxes entendí por que ese objeto que se me ordenó vigilar era tan extraño.
Recordaba vagamente ese diario, había tenido un extraño encanto, un aura mágica poderosa que atraía y la que probablemente fueran los rastros de magia antigua y poderosa y el fragmento del alma de él Lord.
-Seis tesoros... un diario, un anillo, un objeto perdido y tres más que aún desconozco.
Cuatro objetos valiosos para el señor oscuro que contenían un fragmento de alma inmortal... Hermione frunció el seño mientras pensaba profundamente en cuan terrible seria dividir el alma.
-Por el diario y el anillo no debemos preocuparnos, fueron destruidos. Tres de ellos están a salvo y en estos momentos el Lord esta buscando el cuarto.
Draco aliso con sus dedos el seño fruncido, su prometida no debía tener arrugas prematuras por el bien de su imagen publica.
-¿Quien fue tan idiota como para robarle?
Casi deseaba reír al ver la cara de incredulidad de la chica en sus brazos, enormes ojos castaños y un cabello negro liso y suave, con el rostro sin maquillaje y un simple camisón blanco solo le faltaban sus rizos castaños para ser la misma chica sabelotodo que conoció el primer día en el tren.
Pero sus ojos ya no eran alegres y llenos de asquerosa bondad y sentido de justicia. En la profundidad de sus pupilas podía ver el dolor, la pena y la desesperación que ya formaban parte de su ser. Sus ojos eran fríos y calculadores y brillaban con esa chispa de locura que te deja tantear en la magia mas oscura y era eso la principal razón de que nadie la reconociera, la Hermione Granger miembro de la orden y mejor amiga del niño que vivió era incapaz de tener unos ojos así.
Pero para Hermione Gray, prometedora mortifago y su prometida eran exactamente como debían ser. Después de todo el era un Malfoy, lo único impórtate era el poder y ella era poderosa y aunque a las masas no se les debía decir aun esa información su sangre mestiza era justo lo que necesitaban para revitalizar su línea de sangre ancestral y evitar el deterioro endogámico que muchas familias comenzaban a padecer.
-Para vergüenza de mi familia materna fue Regulus Black. Están intentando encontrar donde lo oculto pero la tía Bella esta furiosa por que la ancestral mansión Black esta oculta incluso a ella.
Claro que estaba bien oculta, era el cuartel general de la orden y nadie sin permiso del viejo loco entraba allí, incluso Snape no podía revelar la ubicación y salvo quizá el viejo elfo de los Black nadie vivía allí permanentemente por lo que vigilar a alguien y seguirlo tampoco era simple.
-Lo se. Es imposible entrar a ese lugar pero quizá existe una forma...
Recordó al elfo, Harry le había contado que el elfo lo odiaba por ser mestizo y le era leal a los Black y a el solo lo obedecía en parte por ser el heredero de la casa pero no lo respetaba. Quizá seria obediente con la sangre Black y pese a lo que se decía sobre una casa extinta lo cierto era que aun había personas con sangre Black en sus venas, uno de ellos estaba en esa misma cama a su lado.
-¿Qué quieres decir?
-Tu madre y tu tía son Black por nacimiento. ¿Los elfos familiares pueden ser llamados por ellas?
Si los miembros de una familia podían llamar a sus elfos entonces existía la posibilidad de llamar al elfo Black y obtener su ayuda. Después de todo le juro obediencia a Potter pero siempre encontraba maneras de torcer sus ordenes para desobedecerlo.
-Si alguno aun vive debería ser posible pero no sabemos si quede alguno.
-Kreacher. Esta atado a Potter desde que Sirius murió y lo nombro su heredero pero lo odia por ser mestizo. Quizá si tu madre o Bella lo llaman acudirá, es un viejo elfo demente pero fue el elfo de Regulus.
Hermione sonrío ampliamente al ver los ojos de Draco fijos en su rostro, sus labios en una sonrisa satisfecha y la incredulidad de encontrar tan simplemente una solución a un problema complejo escrita en todo su pálido y aristocrático rostro.
-De verdad mereces ser llamada brillante Mía.
-No siempre se necesita un plan demente y complicado. A veces se necesita sutileza... deberías saberlo príncipe de Sly...
Su burla mordaz fue cortada por unos labios sobre los suyos y una mano tibia subiendo por la piel de su pierna izquierda con deliberada lentitud, sonrió en medio del beso y enredo sus manos en ese cabello rubio tan suave que tanto le gustaba y decidió cobrar la recompensa ofrecida. Nada alejaba las pesadillas de una mejor forma que dormir agotada y si era con una buena sesión de sexo con el rubio mejor.
.x.X.x.
Harry Potter había pasado mucho tiempo encerrado en una pequeña alacena bajo la escalera de la casa de sus tíos por lo que sabía mejor que nadie sobre soledad, frio y oscuridad. Había visitado el bosque prohibido como un niño pequeño recién llegado al mundo mágico, había luchado contra un basilisco en la cámara secreta y también sabia lo que era sentirse rodeado de incertidumbre y peligro en todas partes pero ese lugar era infinitamente peor a todo lo que había enfrentado antes, era tan oscuro que parecía completamente negro, frio era subestimar la gélida sensación que lo rodeaba y voces estridentes con ecos terribles lo estaban volviendo loco.
-¡Harry!
Ginny, esa era su pelirroja, era su voz rota y asustada diciendo su nombre era una de esas muchas voces que llenaban el lugar. No veía nada, no sentía nada mas que frio y el sonido parecía salir de todas partes y de ninguna a la vez pero lo escuchaba tan fuerte y claro en su cabeza como si la chica gritara justo en su oído.
-¡Ayúdame Harry!
Ron... esa era la voz de Ron, de su mejor amigo. Sonaba cansado, como si se encontrara al borde de la muerte. Cerro los ojos pero obviamente no supuso diferencia alguna, la oscuridad rodeándolo aun era asfixiante. Quería llorar pero sabia que no serviría de nada, no podía ver a Ginny ni sabia donde estaba Ron.
-Hijo huye...
Su madre, no podía recordar su voz claramente pero algo en su pecho le gritaba que esa voz era la de su mamá. Quiso gritar, correr y alejarse pero estaba inseguro de dar un paso, no sabia que era lo que lo rodeaba y lo único seguro que tenia en ese momento era el diminuto espacio donde estaban sus pies, incluso si no esta seguro del todo si estaba de pie o flotando en una nada aterradora.
-Es tu culpa Harry, todo esto ¿Lo sabias?
Hermione, esa era la voz de su amiga. ¡Era Hermione!
Si alguien podía ayudarlo era ella, su castaña amiga que siempre tenia las respuestas tenia que saber que estaba pasando. Harry estaba por hablar cuando un fogonazo violento de luz lo dejo ciego por unos segundos y al recuperar parcialmente la vista la imagen ante el lo congelo.
-Tus padres murieron para salvarte, Sirius murió por tu necedad de intentar llenar el papel de héroe.
Su casa en el Valle de Godric con una gran marca tenebrosa flotando amenazante sobre ella. La casa comenzó a arder en violentas llamaradas atrayendo su atención hasta que una nueva pesadilla se formo a su derecha.
Sirius, su padrino Sirius cayendo al velo. Su padrino muerto por protegerlo. Vio con aterradora claridad el momento exacto cuando la luz se extinguió de sus ojos y su cuerpo se torno gris un segundo antes de que el velo lo tragara. Había muerto por su culpa y ni siquiera tenia el consuelo de un cuerpo para sepultar.
-Tu novia, ¿La vez? Esta allí, justo en el centro de ese charco de sangre... no la salvaste.
Dio un paso e intento llegar a Ginny que se encontraba a su izquierda completamente llena de heridas y la gran mancha roja se extendía tanto y tan rápido que temió que la pequeña y frágil chica estuviera muerta ya.
-Eres débil, estúpido y el papel de salvador del mundo mágico te queda grande..
Frente a el estaba el principio de su maldición, el recuerdo de esa noche donde perdió a sus padres y fue marcado como igual del mago oscuro mas malvado y temido del ultimo siglo, a su derecha Sirius cayendo al velo y a su izquierda Ginny en un profundo charco de sangre y a unos pasos de Ginny el cuerpo de Ron tomo forma. Pálido y agonizante extendía la mano intentando alcanzar sin éxito a su hermana.
-Les fallaste. Me fallaste Harry Potter. Mataron a mi familia por tu debilidad y yo...
Y tras el la voz de Hermione. Su voz rota, dolida y llena de amargura lo dejo helado, temía volverse a mirarla por que si la había perdido a ella también entonces estaría solo de nuevo, sin padres, sin amigos... completamente solo.
-Mírame...
Se negó a mirarla, cerro los ojos con fuerza incluso cuando el frio aumento y el olor a sangre fresca lo golpeo, sabia que ella estaba mas cerca pero si la miraba el ultimo fragmento de cordura lo abandonaría.
-Dije que me mires Harry...
No, no quería mirar, no quería ver su casa arder, a su padrino morir, no quería ver a su dulce Ginny y su mejor amigo rotos y moribundos en el suelo. Solo quería huir, quería alejarse y olvidar todo el dolor, las muertes y el miedo.
-Mira bien a tu mejor amiga y no olvides que mi muerte también es tu culpa...
inevitablemente y como si su cuerpo no fuera el suyo sus ojos se abrieron de golpe y la vio, pálida, profundas ojeras negras bajo los ojos, su indomable cabello parecía sucio y podía ver donde la sangre seca lo había vuelto pesado y oscuro.
de sus labios salía un hilo de sangre y todo su cuerpo parecía estar lleno de cortes y hematomas, algunas partes de su piel parecían despellejadas y una de sus piernas estaba torcida en una extraña dirección.
Pero era la aun sangrante herida en su pecho lo que le decía que su amiga estaba muerta y había vuelto solo para atormentarlo.
Vio la mano de ella acercarse y no pudo evitarlo... gritó.
.x.X.x.
-¿Cuanto tiempo me queda Severus?
los ojos oscuros de Severus Snape miraban la mano ya inútil del viejo director intentando pensar, jamás había visto tal daño y no había nada que hacer, no sin la contra maldición y aun cuando su orgullo como mago estaba escociendo no tenia una forma de curar al hombre.
-Imposible saberlo con exactitud. Pero incluso las mejores pociones no lograran mas de un par de meses más. La maldición es demasiado agresiva.
Esperaba una reacción mas dramática del hombre al que le acababa de dar la fecha aproximada de su muerte pero el irritado suspiro que escucho encajaba mas con el anciano mago que veía la vida como una extensa partida de ajedrez.
-Me preocupa no tener suficiente tiempo para preparar a Harry.
Ese chiquillo idiota nunca estaría listo, no tenia el carácter necesario para mantener la cabeza fría ante las dificultades y su personalidad pesimista siempre jugarían en su contra.
-No esta listo para una guerra. Lo eh visto estos meses derrumbarse por la responsabilidad. Es un mocoso idiota Albus. Ninguna cantidad de preparación será suficiente.
Vio los ojos de Dumbledore perderse en el fuego de la chimenea y lo entendió, el no concebía la idea de estar equivocado, de que sus intrincados y meticulosos planes no resultaran como esperaba por que creía que era mucho mas inteligente que los demás y todos actuarían tal como el lo esperaba.
-El es nuestra última esperanza Severus.
-Entonces estamos perdidos...
No, su bando no estaba perdido. Pero el de Dumbledore lo estaba, sobre todo por que estaba vivo por que su muerte era parte de un gran plan y su señor lo estaba manteniendo vivo por un mero capricho de un buen y dramático espectáculo para demostrar su poder.
.x.X.x.
Se que en este capitulo demoré demasiado pero realmente esa charla al principio y sobre todo la pesadilla me costaron mucho trabajo. Incluso en esta versión no estoy del todo satisfecha con la pesadilla, quería algo oscuro, dramático y traumático y no estoy segura de que lo logre....
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