¿Qué puedo decirte que te pueda ser útil, excepto que tal vez estás buscando algo con tanta insistencia que consigues no encontrar nada? Hermann Hesse.

"Estás despedido"

Ésas fueron las últimas palabras que Michael escuchó de su jefe al anunciarle que iba a investigar todo lo relacionado con Logan sí o sí. En Future no querían saber nada del tema, pero a él no le podía importar menos el puesto. Llevaba queriendo dejarlo siglos. Intentaba contactar con Lisa o con Kondor a través de las líneas seguras que éste le había facilitado durante su encuentro hacía una semana, pero el problema es que no respondían. Había vuelto a ir al lugar donde se reunieron la primera vez, pero allí ya no había nada ni nadie. Había quedado un solar vacío hecho piso.

La preocupación fundamental de Michael en esos instantes era Lisa, por encima de todo. Quería saber si estaba bien o no. En más de una ocasión había querido proponerla que se fuera con él. Irse los dos juntos, desaparecer de las respectivas realidades donde vivían actualmente. Quiso ofrecerla todas las facilidades del mundo, quiso dejarlo todo por ella. Pero, en el último instante... En el último y maldito instante había decidido recular y callar. Le servía estupendamente como topo y como contacto. Todas sus fuentes eran las fuentes de él y los conocimientos que podría brindarle él la hacían más experimentada y útil a ella sobre el terreno.

Sus emociones subían como la espuma, pero sus oportunidades de futuro estaban en caída libre. Y él mismo batallaba contra su propia identidad, contra su propio estatus, contra su propio trabajo. Pero es que al final del día, podría haber mirado, deseado o tratado con muchas mujeres que quien copaba la mayor parte de sus pensamientos era Lisa.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la súbita llamada de su vuelo a los Alpes. Hacía media hora que había recibido un chivatazo anónimo en forma de mensaje de texto sobre una posición a investigar. Y sólo había perdido tiempo para dos cosas: dejar escrito un mensaje importante y volver a llamar a Lisa otra vez. Hecho lo primero y sin conexión en lo segundo, Michael alzó la vista y miró firme a la puerta de embarque.

Logan miraba por la cristalera cómo caía la noche en sus dominios, y con ella más nieve. Su último clon había estado vigilando la puerta como se le ordenó y en esos instantes hacía una ronda interna por la base.

- Que hayan muerto los otros... ¿Significa que estamos en problemas? –preguntó en voz moderada.

- Que hayan muerto los otros significa que se han creído que los clones eran mi única creación –contestó Logan sin remordimiento-. Ningún plan sale según lo previsto, pero de momento no hemos dejado ningún puerto sin atracar en la tormenta. Sigamos como hasta ahora, esperemos que lo de la bolsa funcione y en una semana aproximadamente todos recordarán mi nombre gracias a mi proyecto definitivo. Tranquilo, mis mayores creaciones no verán la luz hasta cuando yo lo diga.

Era un momento de vital importancia y grandeza para Logan. No obstante, se vio un tanto empañado cuando divisó algo en el extremo derelicto de lo que había sido un trozo de pasarela. Al principio pensó que sería otro copo de nieve. Después vio que estaba agachado. Acto seguido se percató de que su cara era extraordinariamente pálida, no le llegaba a resultar familiar del todo pero tampoco la percibía como extraña. Era algo extremadamente raro, penetraba en sus huesos y le inquietaba hasta al tuétano. Pidió unos prismáticos a su clon. En cuanto vio una máscara fantasmagórica mirándolo fijamente a lo lejos portando una capucha y una capa oscuras, bajó los prismáticos y quedó silenciosamente inquieto. Si enviaba a su único clon, corría el riesgo de dejar la base desnuda. ¿Y si no era nada? ¿Y si era algo que ultimaba una trampa? ¿Y si veía cosas al no estar durmiendo como debería? Decidió dejarlo estar hasta que tuviese novedades de esa '¿aparición?' más cerca de la base. En última instancia racionalizó que, a esa distancia, fuera lo que fuese tampoco era lo suficientemente peligroso para él.