Reencuentro I
—Dai-chan— dijo una pelo rosada.
—Hola princesa ¿Todo bien?— dijo cargándola.
—Sí— respondió.
—Llegas tarde, Dai-chan— reprendió Satsuki.
—No fue mi culpa— dijo bostezando.
—No importa. Entremos que no demora en iniciar la ceremonia— dijo caminado hacia casa.
—No puedo creer que Tetsu al fin aceptará—comentó mientras entraban a la Mansión Akashi.
—Akashi.
—Llegan tarde.
—Me quede dormido. Guardia ayer— dijo Daiki. Saludo a todos, y como siempre, Himuro Tatsuya lo miró lleno de odio e ignoró.
—Adornaron muy bonito el salón— dijo Satsuki admirando la decoración.
—Sí— viendo la estancia. Habían removido los muebles y otros objetos, y fueron reemplazándolos con una mesa para el juez y a los costados una mesa con copas y uno que otro aperitivo —Deben ver el jardín trasero.
—¿No están retrasados?— preguntó Daiki al ver la hora.
—Falta el otro testigo. Aún no llega— dijo sonriendo. Cosa que a Daiki le entrañó, pero lo ignoró. Luego vio al jefe de policías saludándolo, se acercó a él y comenzaron a platicar.
10 minutos habían pasado y la boda iba retrasada por 20 minutos —Tatsuya llama a Taiga— ordeno Seijūrō.
Daiki miró al pelirrojo y una esperanza creció en su pecho. Observó como el pelinegro sacó su celular y marco.
Un fuerte sonido se escuchó haciendo que todos giraran hacía la puerta.
Su corazón se detuvo al verlo. Un sensual pelirrojo, con todo su cabello peinado hacia atrás haciéndole ver más sexy, caminaba hacía Akashi Seijūrō.
—Taiga— susurró. Por un segundo sus miradas se encontraron; dolor y tristeza, fue lo que en ellos se reflejaron.
Taiga lo ignoró y siguió —Siento la demora— caminaron con firmes pasos y seguros —Felicidades, Seijūrō.
—Sei-san— el pequeño Taisei se soltó y corrió a los brazos de su tío Seijūrō.
Aomine Daiki observó al niño. Una réplica de Taiga, pero con unos ojos azules que reconocería en cualquier lugar. Pues desde que tenía memoria, siempre los había visto en el espejo, en su reflejo. Él es su hijo.
—Tai ¿Qué te ha parecido Japón?— preguntó al pequeño.
—Es raro— respondió con un puchero, ganándose la risa de los más cercanos —Tat-chaaan— dijo al ver a su tío y se bajó de los brazos del pelirrojo.
—Tai, estas enorme. Has crecido bastante— dijo sonriéndole al menor.
—Papi me hace comer verduras. Dice que eso me ayudará a ser más alto que él— dijo con un mohín.
—Hace bien— dijo Shintarō.
—Midori-san. Hola— dijo al verlo —Wohhh si es más alto en persona.
—¿Me conoces a mí?— preguntó Kazunari.
—Halcón... no.. Takao-san— con una adorable sonrisa.
—Eres tan lindo— dijo abrazándolo.
—Kagamicchi— dijo Ryōta abrazando al pelirrojo mayor.
Taisei se soltó de Kazunari y miró feo al rubio que abrazaba a su papi —Suelta a mí papi— pegándole en la pantorrilla.
—ouchh— dijo Ryōta al sentir la fuerte patada.
—¡Taisei!— reprendió Taiga enojado —Te he dicho que no golpees a la gente.
—Pero papi ¡Te estaba tocando y solo puedo hacerlo yo!— dijo al borde del llanto, pero aún con el ceño fruncido y fulminando a Ryōta con la mirada.
Todos sus conocidos observaron al pequeño. Vieron a cierta persona en el pequeño, discretamente buscaron al peli azul y lo vieron llorando. Aomine Daiki estaba llorando mientras observaba al pequeño.
Intentó caminar hacia Taiga y su hijo, pero la puerta fue abierta y la marcha nupcial inició. Se limpió las lágrimas y no perdió de vista a ambos pelirrojos.
—Llegas tarde, Taiga-kun— dijo un enojado pelo celeste cuando llegó a tomar el brazo de su prometido.
Taiga se estremeció por la mirada —¡Lo-Lo siento! Tai no se quería vestir. Puedes preguntarle a Nemugasa-san— dijo retrocediendo con su pequeño.
La ceremonia civil comenzó, dio paso a los votos, anillos, firmas de los novios y testigos.
Taiga dejó con Tatsuya a su hijo y camino a firmar, cuando regresaba a su lugar y alzó la mirada y la vio. Satsuki cargaba a una pequeña pelo rosada, y desde allí se notaba el pequeño vientre abultado, indicándole que estaba embarazada.
La mirada de dolor no pasó desapercibida para ninguno de sus amigos. En especial de Daiki Aomine, quien volteó a mirar lo que el pelirrojo había observado: Satsuki y Sakura.
Taiga al ver la mirada de Tatsuya, rápido camino hacia él, cargó a Taisei y lo abrazó. No quería que nadie viera el dolor que estaba pasando. Satsuki y Daiki serían padres una vez más.
La ceremonia dio por finalizada, a pasos rápidos Taiga se dirigió al baño, llevándose a Taisei con él. Colocó seguro a la puerta y comenzó a llorar.
—¿Por qué lloras papi?— preguntó abrazando a su papá.
—Estoy feliz por Seijūrō y Tetsu— respondió. Estuvo un rato abrazando a su hijo hasta que sus lágrimas pararon. Bajó a Taisei y lo desabrochó su pantalón, pues quería hacer sus necesidades. Una vez que salieron del baño. Se dirigieron al jardín y caminaban hasta donde estaba Tatsuya y Atsushi. Pero en el camino fueron intervenidos por Riko Aida y Hyuuga.
—Bakagami... ¿Eres padre?— preguntó asombrada. Esos ojos azules le recordaba a alguien, pero no sabía a quién.
—Entrenadora, Sempai. Si es mi hijo. Es Taisei, tiene 4 años, va cumplir 5— dijo sonriendo.
—Así que te casaste ¿Y tú esposa?— preguntó Hyuuga acariciándole el cabello a Taisei.
—Soy padre soltero— dijo sonriendo.
—Ya veo. Lo has criado muy bien— dijo Riko al ver que Taisei platicaba con su esposo.
—Taiga ven— dijo Seijūrō desde unas mesas más lejanas.
—Ughh nos vemos más tarde. Tai, vamos— dijo cargando al pequeño —Nos vemos más tarde.
—Se parece a Aomine— comentó Hyuug viendo a ambos.
—Crees que Taiga es...
Los invitados volteaban a ver al pelirrojo.
Kagami Taiga vestía un traje sastre color negro algo ajustado, con una camisa manga larga en color rojo y una corbata negra. El traje le remarcaba su cuerpo, en especial su cintura y cadera. Y para rematar, su cabello lo había peinado hacia atrás. Habiéndolo ver muy sensual.
El pequeño Taisei vestía un pantalón formal negro, una camisa manga larga en color blanco, una corbata roja y un chaleco negro sin mangas. Habiéndolo ver súper adorable.
—¿Qué pasa, Seijūrō?— preguntó acercándose.
—Necesitó presentarte a unos socios. Así promocionarán Mirror— dijo sonriendo.
—Está bien. Déjame buscar a Tatsuya.
—¿Por qué no lo dejas en la zona de juegos? Allí tengo a varios cuidado a los niños— propuso.
Dudó unos segundos —Está bien— aceptó y ambos se dirigieron al área de juegos. Una vez que dejaron a Taisei fueron hacia los socios de Seijūrō.
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Daiki en ningún momento apartó la mirada de Taiga y su hijo, Taisei. Taiga había elegido un nombre hermoso. Debía admitir que su amor se veía mucho más sexy que hace 5 años. Años en lo que los había estado buscando. Años que tenía sufriendo por su desaparición. Años en los que se arrepentía... Sin tan solo se hubiese disculpado a tiempo no los hubiese perdido.
—Dai-chan ¿Te gustaría llevar a Saku a los juegos?— preguntó Satsuki sonriendo.
Daiki la miró por varios segundos y comprendió —S... Princesa vamos a jugar— dijo llevándose a la pequeña.
Satsuki sonrió y mando un mensaje. Necesitaba que llegara, necesitaba que esa persona estuviera en el momento exacto.
Daiki y Sakura se dirigieron a los juegos. Sakura corrió y subió a un poni que se movía al pinchar un botón. Daiki buscó a su hijo y lo vio tratando de subir a la mini tobogán —¿Quieres ayuda?— preguntó nervioso.
—Si— dijo sin ver quien fue. Sintió como unos brazos lo cargaron y lo colocaron al inició del tobogán y se fue deslizando por la rampa —Otra vez— dijo entre risas.
Daiki sonrió, volvió a colocar a su hijo y lo coloco nuevamente en el tobogán.
—Yo también quiero Dai-chan— dijo Sakura.
—Está bien pequeña— dijo cargándola.
—Otra vez— dijo Taisei, viendo el hombre moreno cargaba a la pelo rosada.
—Nee ¿Cómo te llamas?— preguntó Sakura a Taisei.
—Taisei Kagami— dijo sonriendo.
—Yo Sakura Wakama...— trató de decir, pero se deslizó por le tobogán.
—Wakamatsu. Sakura es mi sobrina— Taisei miró los ojos azules porqué Daiki se agachó a su nivel —Soy Daiki... Aomine Daiki.
Taisei recordó el nombre y que su papi le dijo que lo reconocería por sus ojos. El hombre frente a él, era moreno y de ojos azules idénticos a los suyos... Retrocedió.
Daiki se asustó al ver la cara llorosa de Taisei y trató de tocarlo.
—¡No te atrevas a tocarlo!— gruño Taiga cargando a Taisei. Estaba a la defensiva y con el ceño fruncido. Estuvo platicando con Seijūrō y unos socios, volteó a ver su hijo cuando lo escucho reír y vio a Daiki cargándolo. El enfado lo invadió y corrió por su hijo.
—Taiga— susurró levantándose. Le dolió que no le permitiera tocarlo. Taiga dio la vuelta para marcharse pero lo detuvo sosteniéndolo del antebrazo —Tenemos que hablar.
—No tenemos nada de que hablar— dijo tratando de soltarse. Vio que la pequeña pelo rosada los miraba de forma curiosa —Ve con tú hija.
—Ella no es mi..— trató de decir, pero un gritó lo detuvo y petrificó a Taiga.
—¡Papá!— gritó la pelo rosa.
—Princesa— dijo cargándola —Siento llegar tarde— agregó besándole la mejilla.
Taiga veía entre Kōsuke y la niña. Eran muy parecidos —No— dijo asustado. Él había escuchado bien. Daiki le dijo a Seijūrō que se casaría.
—Oh Kagami. Veo que regresaste. Satsuki estará más tranquila. La pobre ha estado sufriendo por el malentendido que creó ahomine. Se volvió más idiota desde que te marchaste— dijo sonriendo al verla cara de incredulidad de Taiga —Ella es Sakura. Es nuestra hija mayor. Nos casamos hace 3 años.
—Me-mentira— dijo retrocediendo.
—No es mentira, Tai-chan— dijo Satsuki llorando —Me había peleado con mis padres y luego Kōsuke. Le dije a Dai-chan que estaba embarazada, y el muy idiota le dijo a Akashimin que se iba a casar conmigo. Tú escuchaste eso. Ese día y todas las veces que intenté llamarte era para decirte que estaba embarazada de Kōsuke. Tú eres como un hermano. Jamás te traicionaría— dijo abrazando al pelirrojo.
Taiga miró a Daiki y Kōsuke, ellos le asintieron. Miró a Seijūrō y le asintió confirmando que era verdad —Yo...
—Lo sé. Me odias— dijo aun llorando.
—Calma. Le hará daño al bebé.... No te odió. Nunca podría odiarte.... Siempre fuiste una hermana menor para mí. Me dolió mucho— dijo al borde del llanto —Tai— su hijo lo miró — Ella es Satsuki. Es tú tía... Es como una hermana para mí.
—Hola Tai... ¿Puedo abrazarte?— preguntó Satsuki limpiándose las lágrimas. Taisei miró a su papá y éste asintió con una pequeña sonrisa. Taiga bajo a Taisei y Satsuki lo abrazó. —Eres hermoso— dijo llorando. Era una combinación de ambos.
Todos sonreían. Sabían que Satsuki esos años la había pasado muy mal. Ahora solo faltaba Daiki.
—¿Qué te parece si vamos a jugar? Sakura también quiere— dijo sonriendo. El pequeño miró a su papá y le asintió. Satsuki lo soltó y abrazó a Taiga —Escúchalo. Dai-chan te ama. Siempre te ha amado. El día que te fuiste, estuvo buscándote. Desde entonces lo ha hecho— soltó a Taiga y se llevó a los niños.
Taiga no sabía ni que creer, estaba confundido. Satsuki y Daiki no estaban casados. No tenían un hijo.
—Tenemos que hablar— dijo Daiki ahora más seguro. Se notaba Taiga estaba confundido. Lo tomó del brazo y lo jaló al interior de la Mansión. Taiga trataba de soltarse pero él no lo soltaba, ni lo soltaría —Es hora de arreglar las cosas.
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