La mejor
Capitulo final
.
—Hijo, tranquilízate— Akane Kagami comentó viendo que su hijo caminaba de un lado a otro.
—No puedo mamá ¿Y, sí algo sale mal?— cuestionó nervioso.
Akane sonrió —Es normal que estés nervioso, es el día de tú boda.
—No puedo creerlo— respondió pasándose una mano por el cabello.
—Vas a despeinarte— le sujetó la mano a su hijo para que dejara su cabello. —Tienes que tranquilizarte. En pocos minutos será la ceremonia.
—Lo sé— respondió soltando un gran suspiro.
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Tras haber anunciado su compromiso en la comisaría, su rutina se volvió agitada. No solo porque sus amigos se enteraron, sino porque algún misterioso "denunciante" la prensa se enteró de que el gerente de Mirror era hijo de Kagami Taisuke y la chef internacional, Akane Niji. Algo que sus padres y él ocultaban con recelo.
Agradecía vivir en un complejo de departamentos con alta seguridad; al menos no lo molestaban en la comodidad de su hogar. Y él no era el único que estaba incómodo con la situación, su pequeño Taisei andaba nervioso e incómodo por las miradas que recibía de los demás padres de familia cuando lo dejaba o recogían del pre-escolar.
Con Daiki todo iba bien, a excepción de la zorra que se le seguí insinuando a su prometido. Y a pesar de que el peli azul le demostrara cuanto lo amaba, se sentía paranoico a que fuera a dejarlo, no soportaría que lo abandonara. No solo por él, sino por Taisei. Su hijo al fin se comenzaba abrirse con Daiki.
Después de una semana caótica, Aomine Dai se presentó en su casa junto con la madre de Daíki y Kairi Aomine, una mujer morena y muy bella, su sonrisa era idéntica a las Daiki, y con un gran corazón. Hablaron sobre la boda y al final, acepto casarse en 3 meses, pues Aomine Kairi no recibía un no por respuesta; era tan terca como su hijo.
En cuanto a sus padres, tuvo que avisarles mediante una video llamada y casi les da un infarto, aunque ya se lo esperaban. Le confirmaron que estarían 15 días antes y después de la boda para ayudarlos con los preparativos y cuidar de Taisei durante la luna de miel.
Las semanas pasaban rápido entre el trabajo, los preparativos de la boda y huyendo de la prensa. Pues hasta ahora no había confirmado o desmentido ser hijo de Kagami Taisuke y Niji Akane.
También había otro pequeño detalle que no había comentado con nadie...Bueno, no exactamente; sí había alguien que lo sabía y ese era Midorima Shintarō, quien estaba amenazado y chantajeado.
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—¿Taiga?— cuestiono Akane viendo la mirada perdida de su hijo. El mencionado salto y parpadeo varías veces —¿Estas bien?
—eh.. Sí— respondió sonriendo.
—A bu... Adelante— indico Akane al escuchar la puerta.
—Ya llegó el juez— comentó Tetsuya desde la puerta.
—awww Te ves hermoso— dijo Akane mientras se acercaba y le frotaba el vientre al pelo celeste.
—Gracias— murmuró sonrojado. Tenía 5 meses de gestación y esperaba un varón, el primogénito de los Akashi. Taiga se acercó y le froto el vientre. Tetsuya y Akane miraban enternecidos la imagen –Vamos...
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—Tranquilízate. Taiga no va a escapar— comentó burlonamente Seijūrō viendo como su amigo no dejaba de acomodarse la corbata.
—Akashi-san tiene razón hijo— dijo Kairi sonriendo –Calma. Es normal que el novio se tarde.
—Pero ya va más de media hora.
—Apenas van 5 minutos desde que el juez llegó— explico Dai.
5 minutos más tarde, el piano resonó con la marcha nupcial.
El novio y los invitados miraron entrar un sexi pelirrojo en un impecable traje sastre blanco y corbata roja. A los ojos de Daiki se veía más hermoso y sensual que nunca.
Taiga busco a Daiki, se encontró con esos fascinantes ojos azules mirándolo con lujuria y no pudo evitar estremecerse. Al llegar junto a al juez, Daiki le tomo la mano y besó sin apartar la mirada, algo que hizo que se sonrojara.
El juez atrajo la atención de ambos y comenzaron la ceremonia; mientras el juez hablaba de sus obligaciones, ellos se miraban de reojo de vez en cuando.
—Aomine Daiki ¿acepta por esposo a Kagami Taiga?— cuestionó el juez.
—Acepto— respondió inmediatamente. Tomó el anillo y se lo colocó.
—Kagami Taiga ¿acepta por esposo a Aomine Daiki?— esta vez fue el turno del pelirrojo.
—Acepto— respondió con una gran sonrisa, y tomo el anillo para colocárselo al peli azul.
Tras firmar el acta junto con sus testigos el juez los declaro esposos.
Daiki acaricio la mejilla del pelirrojo –Te amo, Taiga— murmuro antes de besarlo.
Un beso suave y delicado que dejaba claro sus sentimientos –Daiki... Te amo— le dijo con lágrimas en sus ojos. Su esposo lo besó y limpió con sus pulgares las lágrimas.
Mientras que los invitados aplaudían y se unían a la lluvia de felicitaciones; fuera de la habitación yacía una mujer con la boca cubierta por una mano blanquecina y unas tijeras presionando su cuello –Te vuelves a meter entre ellos y te mato. Dices algo y también lo hago. Será mejor que renuncies y te mudes antes de que esto sea lo último que veas ¿Entendiste?
—hmmgg— asintió la mujer mientras lloraba.
—Vete— la soltó y la chica salió huyendo.
—Tetsuya ¿Dónde estabas? Te perdiste la ceremonia— preguntó Seijūrō llegando a su esposo.
—Lo siento. No me sentía bien y fui al baño— abrazó a su esposo y le sonrió.
—Dime cuando sea así, te pudo haber pasado algo— dijo besándole los labios.
—Está bien— respondió y besó a su esposo.
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Daiki bailaba muy pegado de Taiga –Te amo.
—También te amo— respondió besándolo.
—Toma— dijo entregándole una pequeña caja al pelirrojo. Taiga la tomo y abrió –Sí... es de nuestro hogar.
Taiga abrazó a su esposo y lo besó. Daiki le respondió de la misma manera al beso.
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—¿Lo habías visto tan feliz?— cuestiono Akane mirando a su hijo.
—Nunca. Tenías razón, lo mejor fue que Taiga regresara a Japón— sonrió y besó a su esposa.
—Espero ser bien recompensada— le susurró ella en el oído.
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—Adiós papi. Adiós papá— dijo Taisei desde los brazos de su abuelo Dai.
—Adiós amor. Obedece a tus abuelos— Taiga besó una vez más las mejillas de su hijo.
—Ya Taiga, se hace tarde— dijo Daiki acercándose nuevamente, y a su hijo le beso la frente y luego arrastro a Taiga a la camioneta.
Tras abordar el Jet privado de Akashi Corp, llegaron a Hokkaido. Donde fueron a un hotel, también de Akashi Corp, y se instalaron... Más bien, eso había intentado Taiga pero Daiki no lo dejo; apenas entraron a la suite, Daiki lo llevo a la cama – Ten cuidado— grito al sentir el impacto contra la cama.
—Créeme lo tendré, no te quiero lastimar... Seré muy bueno— usaba un tono seductor mientras se deshacía de la corbata.
Se excito de verlo y escucharlo. Un escalofrío recorrió miembro y se endureció –Apresúrate— fue lo único que logro decir.
Daiki se dedicó a devorar los labios, pezones y la piel de su esposo. Pronto, el pene de Taiga estaba su boca mientras él comenzaba a prepararlo. Sus dedos lubricados con la saliva de Taiga, entraban y salían simulando embestidas —aghhh entraa...ya— le había indicado su esposo. Liberó el miembro y retiro sus dedos; se acomodó correctamente entre las piernas de Taiga y froto, descaramente, su miembro en la entrada.
—Hazlo de una vez— jadeo desesperado. A los segundos, sintió como el miembro se abría paso entre sus paredes internas –agghhhh Daiki— gimió arqueando su espalda.
Se percató de las lágrimas y las limpió con su lengua para después besarle. Cuando comenzó a moverse, con sus besos, evitaba que los gemidos salieran. Movía sus caderas al ritmo del vaivén del de Taiga. Ambos gemían y jadeaban sus nombres mientras disfrutaban del placer que sentían.
– Taiga/Daiki— gruñeron al ser víctimas del orgasmo. El peli azul salió del interior del pelirrojo, lo giro hasta quedar a boca abajo y volvió a penetrarlo. Los gemidos y sus nombres resonaron toda la noche por la habitación.
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Taiga abrió los ojos y se encontró con su esposo profundamente dormido. Se liberó de los brazos del moreno y se levantó con cuidado –Bestia— susurro al sentir el dolor en sus caderas. Se dirigió a la sala donde sus maletas aguardaban, arrastro la suya a la habitación. Abrió su maleta y rebusco en ella, cuando encontró lo que buscaba y tomo su celular regreso a la cama. No pudo evitar sonreír por lo que estaba por hacer.
Daiki sintió que su mejilla era jalada y lentamente abrió los ojos para encontrarse que su esposo lo miraba con una sonrisa –Buen día— susurró antes de capturar los labios hinchados del pelirrojo.
—Buen día— murmuró cuando Daiki liberó sus labios.
—¿Qué quieres hacer?— preguntó haciéndose de lado para ver al pelirrojo.
—Desayunar y surfear...
—humm no lo veo tan mal— respondió.
—Sí, pero antes...— metió la mano debajo de su almohada y le entrego algo.
Ansioso, Daiki tomó el regalo y lo abrió —...— lagrimas surcaron sus mejilla –Es— el pelirrojo asintió –Gracias— dijo llorando. Se acercó al pelirrojo y le beso suavemente. Se abrazó a él y siguió llorando.
—No llores, Daiki— dijo limpiándole las lágrimas.
—Te prometo que esta vez será diferente. Los amo— bajo a la altura del vientre y hablo –Hola bebé, soy papá.
Taiga lloraba a moco tendido. Tomo el celular que había estado grabando, detuvo la grabación y envió a sus amigos y familiares el video. Dejo el teléfono en el buró, tomo a Daiki del rostro, lo atrajo hacia él y devoro sus labios una vez más.
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Daiki conducía la patrulla cómo loco, estaba dando unas rondas cuando recibió la llamada de su padre; inmediatamente activo las sirenas y se dirigió al hospital. Aomine Taiga había entrado en labor de parto antes de tiempo.
Al llegar sus padres y amigos estaban en la sala de espera —¿Qué sucedió?
—Estábamos platicando cuando entro en labor. Dé inmediato pedí una ambulancia y luego intente llamar y nada, llame a tú padre. Llegamos hace 30 minuto, no me dejaron pasar— dijo llorando.
—Tranquila— dijo abrazándola.
—¿Taisei?
—Tetsuya-san estaba con nosotros. Se quedó en casa con él y Shion-kun— respondió limpiándose las lágrimas.
Paso alrededor de una hora para que Midorima Shintarō saliera —¿Cómo están?— preguntaron en cuanto lo vieron.
—Están bien— respondió quitándose el gorro que cubría su cabello –El bebé está en perfecto estado, al igual que Kagami— vio la mirada de Daiki –...Aomine está estable, de hecho alguien puede pasar a verlo está en la habitación 321—.Daiki no lo pensó dos veces y salió corriendo hacía el elevador. Los demás sonreían al verlo correr, pues él era el más nervioso con el embarazo.
Daiki llego a la habitación que le indico Shintarō y abrió la puerta.
Se encontró con la imagen más perfecta. Aquella imagen que durante años deseaba haber presenciado: Taiga arrullaba a su hijo mientras sonreía con tanto amor y ternura.
Escucho un sollozo desde la puerta y miró. No puedo evitar que el corazón se le encogiera. –Ven.
Daiki limpió sus lágrimas y se acercó a su esposo, le besó y con cuidado tomo a su bebé –Es precioso— dijo admirando esos escasos cabellos oscuros.
—Preciosa. Shintarō se equivocó— dijo sonriendo. Su sorpresa fue muy grande cuando vio como sacaban a su hijo... logro ver sus partes íntimas y sorpresa ¡Era una niña!
—¿Niña?— dijo viéndola moverse –Hola princesa, soy papá— la pequeña agito sus manitas.
—¿Cómo la llamaremos?— pregunto sintiéndose adormitado.
—hummm no sé...— miro a su pequeña, quien lo miraba atentamente —Takara... Aomine Takara.
Sonrió –Es hermoso. Es nuestro tesoro— susurró antes de caer en los brazos de Morfeo.
—Gracias Taiga. Te amo— le dijo acariciándole la mejilla.
—¿Ya tienen el nombre?— dijo Shintarō, al ver a Daiki arrullando a su hija.
—Aomine Takara— respondió sonriendo.
—Excelente nombre. Cuando se duerma, déjala en la cuna y me llamas. Hay que llevarla a los cuneros.
—Gracias...
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Al siguiente día, Taiga despertó algo desorientado. Parpadeo varias veces hasta que se percató de que su habitación estaba llena de flores, globos y muñecos de peluche.
—Veo que despertaste— dijo Dai desde el sillón.
—Dai-san— susurro —¿Mi bebé?
—Tranquilo. Ahora llamo para que la traigan. Daiki se fue a bañar y no demora en regresar— informó mientras se levantaba y se acercaba a la puerta –Ahora regreso. Felicidades por mi nieta, espero pronto un nieto más— el pelirrojo se sonrojo y Dai soltó una carcajada.
Poco a poco fue recibiendo visitas de familiares y amigos. Su nena se la habían llevado recién bañada y alimentada, se dio cuenta por una razón: vomito a Kise Ryōta. Sin dudas sus hijos no querían al rubio.
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—¡Papá!...¡PADRE!— gritó una niña morena de cabello azul y ojos rojos.
—¿Qué sucede?— preguntó respingando.
—Te estoy hablando ¿Me pusiste atención?— dijo la pequeña de 10 años.
—Claro qué sí.... Cómo te decía, nos casamos en la mansión Akashi. Seijūrō nos la ofreció para la ceremonia y la fiesta— dijo sonriendo.
—Vale, pero eso no explica lo de papá— dijo con los brazos cruzados.
—Claro que sí. Daiki no quería casarse en la casa de Seijūrō, después de que hablaron y Daiki jamás se volvió a oponer. No sé qué le di.... Daiki.
—¡Papá!— exclamo Takara y corrió a los brazos de su padre.
—Princesa— le besó la cabeza —¿Cómo se comportaron?
—Bien. Papi me está contando cómo se conocieron— respondió.
—¿A ti también?— pregunto un adolecente pelirrojo.
—Sí, Tai-nii— respondió abrazándolo por la cintura.
—¿En que van?— cuestionó mientras le acariciaba la cabeza a su hermana.
—Donde papá no se volvió a negar casarse en la casa Akashi-san.
Daiki se estremeció —... ¿Daisuke?— preguntó para cambiar el tema.
—Estaba en una llamada con Yuta-kun— dijo la morena.
—No entiendo cómo puede tolerar a ese niño— dijeron Daiki y Taisei. Yuta era copia de Kise Ryōta.
—¿Es obvio, no?— dijo Taiga y los tres los miraron –Daisuke está "enamorado" de Yuta-kun.
—Papi ya llegaste— dijo un pequeño pelinegro, con un par de mechones azules y de ojos rojos, decencia por las escaleras.
—Estas castigado.
—¿Qué?— gritó colerizado, apenas lo venía haber después de una semana a causa de una misión.
—Tienes prohibido salir y hablar por teléfono con Kise— dijo enojado.
Puso los ojos en blanco. Siempre que había algo sobre Yuta Kise, siempre terminaba castigado –Eso si qué no, viejo— dijo sacando a flote el temperamento de la pantera.
—¿Cómo me llamaste?— gruño.
—Acaso estas sordo V—I—E—J—O— dijo lentamente sacando de quicio a su padre.
—Daisuke...— dijo Taiga.
—Mira mocoso, tú me vas a obedecer— dijo Daiki enfrentando a su hijo.
—¡Quisieras viejo! Y no te voy a entregar mi teléfono.
—DAISUKE— gruñó.
Taiga, Taisei y Takara miraban entre ellos. Siempre que discutían era lo mismo y al final ganaba el único doncel de la familia. Sorpresa se habían llevado cuando Midorima le había dicho que estaba gestando...nuevamente... en menos de un año del nacimiento de Takara. Cuando Daisuke nació su hermana acaba de cumplir su primer año.
—No te entregare nada. No dejare de hablarle a Yuta-kun y sí haces algo le diré a Seijūrō-san — dijo sonriendo.
—Va-Vale— dijo retrocediendo.
—Daisuke 24. Daiki 2— dijo Taiga. Todos comenzaron a reír a carcajadas y Taiga observo a su familia. Tenía la mejor familia del mundo.
Muchas gracias por leer, comentar y/o votar.
Me alegro que recibieran bien el fanfic, y les haya gustado.
Gracias :)
P.D: El próximo fanfic será un AoSaku ;)
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