Supongo que todo empezó como un simple juego de adolescentes, dos chicos divirtiéndose y conociendo sus cuerpos, no recuerdo cuando las cosas empezaron a salirse de control, de repente se sentía como si yo fuera su única prioridad, incluso noté que estaba dejando atrás sus sueños y todo por mi culpa.

Se preocupaba por mi y yo por el, me lastimó y lo lastimé. Empecé a sentirme vacío, ya que aunque nunca lo haya admitido, lo amaba, el me hacía olvidar lo triste y patética que era mi vida; lo inmaduro y estúpido que me había vuelto. El tampoco me dijo que me amaba, pero no había que adentrarse mucho en nuestra relación para darse cuenta de que me había convertido en la única persona en su corazón, pero era más que eso, me había convertido en su debilidad y obsesión. Aunque para cuando quise darme cuenta, ya era demasiado tarde, el también se había convertido en la mía.

Ya había empezado a perder a mí familia y amigos, así que no me quedó más remedio que alejarme y tratar de deshacerme de esos sentimientos que interrumpían nuestras vidas. En aquel entonces creí que lo mejor era irme y permitir que el tuviera una mejor vida, no esperaba volver a reencontrarme con el, después de todo se había convertido en una gran estrella, el había cambiado o eso creía yo.