Su regreso a Gotham se sentía tan indescriptible, su ciudad, por fin después tanto tiempo había logrado volver después de su "muerte", todo seguía igual pero a la vez tan distinto un cambió que no sabía identificar.

Todo está en orden gracias a Dick. Debía de admitirlo hizo un bien trabajo cuidando de Gotham en su ausencia.

Incluso aún con el devuelta dejaba que siguiera con el manto de Batman y saliera a limpiar las calles turbias de la ciudad del crimen.

Entonces si todo iba en viento en popa ¿por qué se siente tan molesto he irritado?

-Grayson, prometiste que me enseñarás como hacer cuatro mortales hacia atrás- la voz irritada de Damián retumbó en las paredes del salón.

-Pero estoy cansadooooo, me duele todo mi sensual cuerpo y lo más importante, aún no desayuno - Dick se encontraba tirado sobre el sofá en una posición de lo más incómoda mientras Damián lo movía de un lado a otro.

Lo único que escuchaba eran las quejas que llenaron el lugar de parte de ambos. Damián gritando a los cuatro vientos y Dick soltando gemidos lastimeros.

-Damián, compórtate - Las quejas de parte de ambos se detienen abruptamente y ambos pares de ojos lo observaban, el un silencio de lo más incómodo.

-Vamos Little D. Te enseñaré mis mejores trucos- Dick en un movimiento rápido tomó a Damián de la mano y lo saco de la habitación.

El malestar no hacía más que aumentar.
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Otra vez, ambos se la han pasado todo el día juntos. Damián sigue a Dick a dónde quiera que él vaya, aun cuando la mayor parte del tiempo el menor se queje, reclame he insulté. Siempre va a los lugares a donde el mayor va y Dick siempre dejando que Damián revolotee a su alrededor.

Eso es bueno ¿no? , entonces ¿por qué lo molestaba tanto?

-Damián, ¿quieres entrenar un poco?-

-Lo siento, pero voy a salir con Grayson -

-Damián ¿quieres salir a patrullar?-

-No gracias, Grayson quiere ver la representación de una feminista que rompe el estereotipo de mujer tomando las armas en tiempos de guerra, aun cuando esto puede ser castigado con la pena de muerte -

-¿Verán un documen- no pudo terminar la pregunta ya que un grito interrumpió sus palabras

- ¡Little D! ¡Apresúrate ya empezó Mulan! -

- Suerte en tu patrullaje-

Desde su regreso Damián ya no lo buscaba, ya no se metía en problemas para llamar su atención, incluso la palabra padre cada vez dejaba de escucharse en los labios de su hijo.

Había días en los que incluso no encontraba su figura en la mansión o en la cueva, en las misiones el niño hacía todo a una velocidad sorprendente y con una precisión envidiable, su estilo de pelea había cambiado, algo que nadie parecía notar excepto el. Los movimientos ya no eran tan erráticos y brusco, ya no se lanzarse a los golpes, su estilo de pelea que antes asemejaba al propio habían sido olvidado, ahora sus pasos eran calculados haciendo piruetas en los aires y cayendo con una elegancia que solo había visto en alguien más.

Incluso hace poco lo escucho hablar con Alfred.

-Penywold. Podrías recortar la capa o simplemente quitarla, me estorba para dar los giros al patrullar-

Las palabras nunca las espero, Damián pidió y exigió la capa durante tanto tiempo y ahora simplemente decía que ya no la quería, el malestar no hacía nada más que aumentar, tenía que ponerle un fin.
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- Hubieras visto Bruce.

Babby bird, nunca había comido un hot dog en su vida, cuando intento comerlo solo mordió el pan y la salchicha se le cayó al piso - la risa de Dick retumbó en la cueva contando la nueva anécdota que el simplemente podía imaginar

- Entonces le compre otra y se le callo toda la verdura AJAJAJAJAJAJ -

Un suspiro nació en sus labios, cansado de esas pláticas donde él nunca había visto nada de lo descrito por su hijo mayor, nunca había visto esas sonrisas o pucheros que Dick tanto platicaba.

-Dick, tengo que hablar contigo -

-Claro Bat-dad -

-Estuve pensando y agradezco la ayuda brindada.

Hiciste un gran trabajo como Batman y cuidaste de Damián -

El pecho de Dick se llenaba de orgullo, Bruce estaba reconociendo sus esfuerzos y logos algo muy raro en el murciélago.

-Pero creo que ya es tiempo de que regreses a Bludhaven- Las palabras lo golpearon más fuerte que Bane..

- Has dejado a tu ciudad sin cuidado, pero creo que ya es momento de que regreses-

-Pero Bruce que pasará con Damián- Damián el pequeño se había pegado a él y el al niño. No quería dejarlo, al menos no así.

-Damián es Robín y Robín se queda con Batman, Nightwing. Así siempre han sido las cosas siempre-

-pero yo... Bruce quiero quedarme un poco más, déjame despedirme apropiadamente de él, decirle que vendré a visitarlo cada vez que pueda -

-Tu ciudad se ha quedado sola suficiente tiempo Dick, tienes responsabilidades que debes cumplir lo antes posible-

- si pero no puedo dejar a Damián así como así. Damián es aún muy pequeño me necesita y no puedo-

-Dick, Damián es mi hijo, no es tu responsabilidad es mía-

Hipócrita, justo ahora le venía con eso, cuando hace poco le dejó la responsabilidad de una ciudad y un niño que había sido abandonado, privado del amor, del juego y libertad. Un pequeño que no sabía la diferencia entre una caricia y un golpe.

Pero no podía decir nada, como negarte al hombre que consideras tu padre, tu mentor que te dio todos, no podía arrebatarle a su hijo aun cuando quisiera llevárselo con él.

-¿Puedo despedirme de él?-

-se breve en una hora saldremos a patrullar-

Sin que nadie fuera consciente de la pequeña figura, acurrucada en una de las grietas de la cueva, observando todo desde su lugar privilegiado, decepcionado, cansado y traicionado.

Grayson prometió nunca abandonaron como sus progenitores,
Prometió amarlo y cuidarlo de todo mal.
Entonces ¿porque lo abandonaba como todos los demás? el dolor en su pecho era insoportable, dolía incluso más que el abandono de su madre porque ella nunca le enseño a amar, ella nunca cuido de sus sueños, ella nunca hizo promesas.

Maldito sea Grayson por enseñarle a amar.

Maldito sea Grayson por enseñarle que era un corazón roto.

Maldito sea su padre por arrebatarle el amor.

Bendito sea la soledad
La única que nunca lo abandonara.