"Sabía que le alegraría leer mi anterior carta, pero igual quería disculparme porque por mi culpa tu hermosa sonrisa desapareció en aquel momento. En verdad lo lamento. Aunque luego la recuperaste al recibir las buenas noticias, aun me duele. Por eso quería compensártelo. ¿Cómo? Bueno, me he puesto a pensar y descubrí que yo sé varias cosas de ti, pero tú no sabes casi nada de mí. Es por eso que quería decirte algo más sobre esta persona que tanto te ama.

Comencemos con lo básico. No te diré mi nombre ya que todo esto del anonimato sería desperdiciado, pero descuida mi ángel, que pronto descubrirás quién soy.

Tengo la misma edad que tú, por si llegaste a pensar que era una clase de pedófilo, tranquila mi ángel que yo jamás sería capaz de hacerte daño, después de todo eres una persona muy valiosa para mí.

Tengo varios colores favoritos, pero sin dudas el naranja le gana a todos, aunque también me encantan el azul marino y el verde.

Mi animal favorito es el gato. Amo a esas bolitas de pelo con patas, son las criaturas más tiernas del planeta, claro, las más tiernas después de ti mi ángel.

Sé tocar varios instrumentos, entre ellos el piano, el violín y la guitarra. Si deseas algún día puedo dedicarte una canción.

Tal vez te parezca raro lo que te voy a decir pero odio las galletas de chispas de chocolate, simplemente no me gustan. Prefiero mil veces mis deliciosos croissants antes que a esas galletas.

Bueno mi querido ángel, espero que estos datos hayan remediado un poco mi error. Por favor siempre sonríe, porque tu sonrisa es lo más bello de este mundo y no quiero que desaparezca por ningún motivo. Ya que ver esa sonrisa cada mañana al despertar es lo que me motiva a dar lo mejor de mí cada día.
En verdad te amo muchísimo mi querido ángel.

Atte. Alguien que te ama completamente y odia las galletas de chispas de chocolate."