Capítulo 7: Especial de navidad
Marinette estaba muy preocupada, después de la última carta que había recibido, ella no había vuelto a saber de su amor anónimo. Estaba muy preocupada, ya que no tenía idea de lo que le había sucedido. Ya habían pasado varios meses desde que comenzó a leer aquellas bellas cartas de esa persona, pero, a pesar de esto, aún no sabía quién podría ser. Recorrió todo su barrio, pero habían varias personas de su misma edad que podrían entrar en su descripción. ya estaba volviéndose loca, ya que quería poder estar a su lado, compartir tiempo con él o ella y especialmente poder decirle lo importante que se había vuelto en su vida. Aún no podía entender cómo hizo para enamorarse de un desconocido, pero esas palabras lograron llegar hasta su corazón.
Ya hacía una semana que no recibía ninguna carta y estaba comenzando a desesperarse. Tenía miedo de que algo malo le hubiese pasado.
- Marinette, cariño, ¿podrías ayudarme con la tienda?
- Claro ma, ahora mismo bajo- Marinette fue inmediatamente a ayudar a su madre, después de todo era víspera de Navidad y las típicas personas que dejaban todo a último momento estaban haciendo sus compras de manera desesperada.
- Señorita, ¿podría darme ese pastel?
- Yo quiero dos panes dulces.
- Yo un cuarto de galletas de avena.
- A mí dame dos kilos de pan y un tronco navideño.
Estos tan sólo eran una pequeña parte de todos los pedidos que estaba recibiendo a la vez. Ella ya estaba entrando en pánico.
- Disculpe... ¿podría darme media docena de croissants?- preguntó una persona con una cálida sonrisa.
- Si claro, aquí tiene- Marinette le entregó su pedido, esa persona pagó y se marchó deseándole feliz Navidad.
El tiempo pasó y finalmente ya había llegado la hora para cerrar. Ella estaba cansada, quería ir a su habitación, pero cuando se disponía a hacerlo, pudo notar una pequeña cajita de regalo que estaba dedicado para ella. Estaba tan concentrada en el trabajo que nunca se dio cuenta de cuando lo habían dejado ahí. Lo llevó hasta su habitación y lo abrió. Cuando lo vio lágrimas de felicidad cayeron de su rostro. Lo que tenía dentro era un bello y delicado collar plateado con un dije que representaba un pequeño avión de papel. No podía ocultar su radiante sonrisa cada vez que lo veía, sin dudas era uno de los mejores regalos que tenía, ese y el bello vestido blanco que adoraba. Inmediatamente se lo colocó y se vio en el espejo, era bellísimo. Salió a afuera, para ver si tal vez podría recibir alguna carta, pero no pasó nada. Esto la desanimó un poco, pero nada podía quitarle la gran sonrisa que tenía.
- ¡Feliz Navidad!
- ¡Feliz Navidad para ti también!
- ¡Feliz navidad, Mamá, Papá, los quiero mucho!- todos se estaban saludando, ya que ya habían tocado las 12 de la noche. La azabache subió hasta su terraza para poder ver la bella vista del gran árbol de navidad. Su celular comenzó a sonar como loco. Tenía varios mensajes de todo sus compañeros, deseándole saludándola. Cuando finalmente había contestado todos, guardó el celular en su bolsillo, pero este volvió a sonar. Era un mensaje de un desconocido.
- Feliz Navidad mi ángel- su corazón se paralizó. ¿Podría ser posible? Era demasiada casualidad. Sólo una persona en este mundo la llamaba de esa forma.- ¿No vas a contestarme? Es malo clavar el visto a una persona y no contestar, mi ángel.
- ¿Eres tú?
- ¿Quién?
- La persona que me manda las cartas...- su corazón lo tenía a mil por hora, quería saber.
- Jajaja por supuesto que soy yo o ¿es que alguien más te llama mi ángel? Si es así creo que me voy a poner muy celoso o celosa de esa persona. Es más, ahora mismo voy a contratar a un investigador privado para ver quién es el maldito que trata de robarme al amor de mi vida- al leer esto la azabache soltó una fuerte carcajada.
- ¿De verdad harías eso?
- Por supuesto que sí. Nunca dejaría que te quitaran de mi lado, claro, siempre y cuando tú no lo desees- aquellas palabras hicieron que las mejillas de Marinette se sonrojaran como un tomate.- ¿Alguna vez te he dicho la bella risa que tienes? Estoy seguro/a de que si alguna vez llego a escuchar a los ángeles reír, lo harían igual que tú...
- ¡¿Me escuchaste?!
- Así es jajaja además... puedo ver lo hermosa que te vez sonrojada.
- ¡¿Me puedes ver?!
- Claro, desde mi ventana- ella levantó la vista por todas partes, pero no pudo ver casi nada, estaba todo muy oscuro.
- No es justo, yo también quiero verte...
- Pero si hoy me viste ;) - ¿Un guiño? ¡Esa persona le había enviado un guiño! Marinette había fijado su atención a la carita, pero cuando leyó bien lo que decía casi se le cae el celular de la impresión.- Jajajaja lo sabía, no me prestaste atención. Incluso hablé contigo y todo, pero estabas tan concentrada en atender a los demás que de seguro ni viste mi rostro, a lo mejor ni recuerdas mi voz jajajajaja- era verdad, fueron tantos los clientes que atendió que no recordaba a ninguno de ellos. En ese momento ella tenía ganas de golpearse la cabeza contra el barandal para tratar de recordar.- Aproveché de que estabas distraída y te dejé mi regalo de Navidad, ¿te gustó? Quería regalarte algo especial, además de que también quería poder estar cerca de tu corazón, cerca tuyo, aunque fuera de forma indirecta...- las lágrimas caían atrás de otra, esa persona se sentía igual que ella.- ¿Estás llorando?... Disculpa... no quise decirte nada malo, en verdad...
- No, no dijiste nada malo, estás son lágrimas de felicidad. Esas palabras fueron realmente hermosas y el collar... todo es perfecto. Y ahora podré hablar contigo todo el tiempo por aquí.
- Ahhh eso... hay algo que se me olvidó decirte... este no es mi celular, es de un amigo mío y ahora mismo me lo está pidiendo ya que se tiene que ir. Disculpa... en verdad me gustaría poder pasarme todo el tiempo hablando contigo, pero esto era tan sólo por esta ocacion. Espero que pases una hermosa navidad mi ángel.
- Hasta pronto mi querid@ anónim@- Si lugar a dudas ese era el mejor regalo de navidad de todos.
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¡¡¡¡¡Feliz navidad a todos!!!!! >w<
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