Los 30 segundos hacia marte comenzarán mañana.

La muerte inevitable en el infierno empezará de madrugada.

La soledad se fundirá a tu alrededor y tu tan solo podrás observar.

Observar como los demás no están.
Como los deseos más blancos se desvanecen en la maldita blanca oscuridad.
Déjame ver la luz, déjame ver ese cielo azul que alguna vez fuiste tú, quien más daño provocó a mi desvocado corazón.

Viene el mañana nunca visto, vino el ayer más imprevisto.
Y yo me pregunto, ¿cómo evitar lo inevitable? ¿Cómo superar la cadena irrompible a tu paso?

Solo las personas son capaces de...
Putearte sin permiso.
Alejarte de quién mas quieres por vicio.
Desintegrar tus esperanzas.
¿Aquello es oscuridad?
Entonces mándame salir de esta puta ciudad.
La que nunca dejó de ser una cárcel.

Déjame volverte a querer.
Déjame volverte a enamorar.
Déjame volverte a abrazar.
Aunque tu quieras evitar mi mirada y menospreciar mi presencia, yo no podré dejar de quererte.
Algo grita en mi.

¿Cómo decirte que no me lances más piedras?
¿Como pedirte sentarme a tu lado y hablar como dos personas normales?

Destruiré mis recuerdos.
Mis más preciados sentimientos.
Los que una vez encadenaron mi corazón.
Los llenaré de odio.
Los volveré contra ti, y los desintegraré.
LOS MATARÉ.