La insatisfacción que surge del deseo por lo inalcanzable es una tentación real. Por más que se intente evitar la ambición, con el paso del tiempo podrías transformarte en algo irreconocible, una paradoja de tu propio ser.

La arrogancia, cuando se apodera del corazón, puede corromper hasta los lazos más sagrados, llevando a uno a herir a aquellos que más ama; a tus propios amigos y familiares.

Eh conocido personas que te dirían que te aprecian, que eres su todo y aún así podrían hundirte y cambiar de opinión en pocos segundos.

La humanidad tiene transfondos oscuros que son inevitables, y con el paso del tiempo podrían sucumbir a ciertos deseos. ¿Qué sentido tiene querer abstenerse? 

¿Para luego ser un adulto más?

¿Y luego que más pasará?

Solo es una cuenta regresiva que se reduce todos los días y estamos conformes con eso viviendo como si nada. ¿Qué sentido tiene entonces?

No lo sé, nunca lo sabré.

Palabras de S...