Parte 7
Mi vida era un drama total. No sabía si reírme de la vida o simplemente llorar por todas las pruebas que me pone.
Era Jueves,por lo tanto me encontraba en la preparatoria. Las clases de esta mañana habían sido muy pesadas y aburridas, tanto así que me llamaron la atención por haberme quedado dormida en una de ellas. Me fue algo imposible evitar el sueño.
No había dormido nada la noche anterior¿por qué? Pues mi querido y amado Evan volvió a escribirme, sí, otra vez. Al parecer su novia no le importaba un comino ,en el fondo decir "su novia" me resulta extraño porque antes yo era esa.
Lo que no acabo de entender es que si ya había pasado un año desde nuestra ruptura y él había comenzado de cero¿ Por qué volvía a mí? ¿ Por qué no me suelta? Sólo quiero que me deje olvidarlo tranquila, pero él lo complica todo.
Había hablado varias veces con Linda acerca de éste tema,le conté todo con lujos y detalles. Admito que su respuesta bien en el fondo dolió.
"Él no te quiere,¿Sabes lo que esta haciendo contigo? Te esta utilizando porque sabe que estás ahí para él . Él aún sigue con esa chica y lo sabes"
Dolía admitir ese hecho, porque en su momento él fue mi verdadero amor. Fué algo tan bonito que no creo poder encontrar algo parecido en ningún cuento de adas. Y entendí la razón; la vida no se trata de un cuento de Adas, dónde llega un príncipe y rescata a su amada ,no. La vida es realidad,es tipo una montaña rusa donde podrías estár en la cima y sin esperarlo podrías caer. Luego luchas y consigues alguna parte de lo que deseas , pero la felicidad no será para siempre y eso es lo que más duele de todo esto.Que por más que quieras algo o a alguien,no siempre podremos tener la opción de su presencia en nuestras vidas.
Sabía que Evan forma parte del pasado,y que no tengo nada que buscar en él. Pero también sé lo mucho que le quise y lo poquito que aún le quiero.
Alejo esos pensamientos de mi mente por el momento.
Había salido unos minutos atrás de la cafetería para luego esperar el taxi que me llevaría a casa. Estaba sola delante de la escuela en un pequeño parque que se encontraba enfrente de esta.
Yo , oficialmente era la única estudiante en toda la zona en la cuál me encontraba. Todo se sentía solo , pero disfrutaba mucho el silencio.
El viento azotaba mi corta cabellera. Mi piel estaba de gallina por las bajas temperaturas que comenzaban a sentirse.
Ya habían pasado más de treinta minutos desde que contacté al dichoso taxi pero seguía sin aparecer.
No sabía si irme a una estación de Uber cercana o si seguir esperando muriendo de frío. Puede que la primera opción no sea tan mala.
Estaba comenzando mi caminata( que por cierto,no sería para nada fácil) sentía que alguien me observaba. Fué ahí cuando todas mis alarmas de emergencia se activaron.
No quiero morir virgen,Diosito.
Apresuré el paso sin que fuera muy notable el cambio de velocidad. Pero de igual forma me sentía como en el inicio.
Por un momento pensé en detenerme para echar una ojeada rápidamente, pero había visto demasiadas películas de terror, la mayoría de muertes sucedían cuando las personas se las daban de héroes o detectives ,y que yo sepa no soy ninguna de las dos así que me centro en alejarme.
Ya podía ver la esperanza ante mis ojos, pero todo se esfumó cuando sentí una mano totalmente fría agarrarme por la muñeca. Mi cuerpo se debilitó al sentir su tacto.
Si hubiera reaccionado en ese momento no me hubiera sido difícil escapar , pero ya a este punto era demasiado tarde.
Sentía la muerte acercarse poco a poco , pero le suplicaré que si me desarrollará que me deje en un lugar dónde no sea difícil encontrarme-mi drama en estos casos eran enormes-.
La presión que hizo esa mano totalmente desconocida me obligó a darme la vuelta para quedar frente a frente con dicha persona.
Quedé impresonda al identificar el rostro de la persona.
Era Noah.
—¡Estás mal de la cabeza!¡Me haz dado un susto de muerte! —le reclamo soltándome de su agarre de una vez.
La poca luz que había en nuestros alrededores me permitió ver su rostro. Vestía de negro,lo que hacía resaltar su piel pálida. Se veía tan sexy con esos labios tan suaves y rositas.
¡Pero Sasha! Control en la situación.
—Perdón ,chica tímida. No sabía que eras tan cobarde —dice burlante.
—¡No soy cobarde! Es de noche y no hay personas por esta zona¿Qué querías que hiciera? Qué diera saltos de alegría porque alguien me toma de la muñeca en plena noche¿Es eso?
—Te ves hermosa enojada¿Sabías eso?
Ash,me daba aún más rabia su comportamiento en tranquilo y despreocupado.
Pero aún más me daba más rabia que el motivo de mi rabia fuera él.
—Déjame en paz.
—Pero primero te dejaré en tu casa.
—Ni lo sueñes,he llamado a un taxi.
—¿Y dónde está?
—Dónde está¿Qué?
—El taxi, porque se supone que ya debería de haber llegado hace unos díez minutos atrás.
—No es asunto tuyo.
—Me rindo. Quédate sola aquí en el medio de la nada. Quizás mañana te encontramos en un basurero echa pedacitos.
Se da la vuelta para marcharse para en dirección a la acera donde ví una moto negra estacionada.
Dudé por un momento de que fuera de él, pero efectivamente, era de el imbécil.
Bueno, ahora las cosas comenzaron a sentirse un poco más escalofriantes que antes.En el fondo sabía que no estaría de más que me llevara,ya que sí era demasiado tarde y el dichoso taxi me había dejado plantada. Pero ya le había dicho que no y mi maldito orgullo no me permitía retractarme.
Vamos ,Sasha. Es peor que vengan y te secuestren que perder tu orgullo por una hora y media.
Para nada, luego de esto me lo sacará en cara todo el tiempo.
Ni siquiera lo conoces, seguramente mañana ni se acuerde.
No,ni lo pienses,no le diré nada.
Bueno, luego no protestes cuando tengamos que llegar caminando a casa. Y si llegamos, claro.
Odio hacer esto.
—¡Evan! — su mirada conecta con la mía enseguida—lo estuve pensando y creo que no estaría demás aceptar tu ayuda.
Una risita de satisfacción ilumina su rostro.
—Yo también lo estuve pensando y creo que no necesitas mi ayuda.
Ash,mi sangre soltaba humo ,dios.
—Pero,si quieres montarte quiero algo a cambio.
—Ni piensas que me acostaré contigo...
—No, para nada —baja de su moto para acercarse a mí con cautela—, jamás me acostaría contigo.
Eso dolió.
—¿Entonces qué quieres? —digo irritada.
—Un beso.
—¿Perdón?
—Lo que escuchaste, quiero besarte.
Gracias por leer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro