Querido Logan:

   Ha pasado un tiempo desde la última que escribí. Lo siento. Aquí todo es una locura.

   En tu última carta mencionaste que el pastor de la iglesia te dejó a cargo del grupo de jóvenes problemáticos para que los ayudaras a salir adelante, tal como tú lo hiciste ¡No sabes la alegría que sentí al leer eso! De verdad, estoy feliz de que todo esté marchando bien para ti. Siempre te deseo lo mejor, pues tengo bien en claro que si no fuera por ti, si no fuera por el acto de amor y sacrificio que realizaste ese día en nuestra infancia, cuando le rogaste a la trabajadora social que me alejara de nuestra casa, yo estaría perdido hoy...

   Te debo mucho, hermano.

   Como te dije, aquí es todo una locura. La academia de música que el señor Janks y yo dirigimos está teniendo más alumnos de los que esperábamos, así que tuvimos que ampliar el lugar, y además estuve ocupado con la mudanza que ya tenía prevista. Quería una zona más verde para estar con mi familia.

   Mi familia... A veces, cuando digo esa palabra, todavía suena a una ilusión como lo hacía en el pasado, pero se vuelve felizmente real cada vez que miro a mi esposa y a mi hija. 

   Por cierto, Linda te manda saludos, y te agradece muchísimo el regalo que enviaste. Cassie no ha dejado de jugar con esa muñeca desde que llegó, de verdad la ama. Gracias por hacer feliz a mi pequeña... Tal vez algún día puedas conocerla, estaremos encantados de que eso ocurra.

   Bueno, espero que me respondas en cuanto puedas para contarme cómo vas con los encargos en la iglesia. Estoy ansioso por saber de ti. 

   (P.D.: Esta es la primera carta que escribo solo, casi sin ayuda. Empieza a ser un hábito para mí esto de plasmar las palabras en papel. Por supuesto, nunca me resultará fácil, pero no importa lo mucho que me cueste, tengo que esforzarme por hacerlo... Jamás volveré a dejar palabras sin decir)

Con mucho amor,

Justin