¿Qué le gusta a las chicas?
Preguntarle a Yang Jeongin sobre chicas no era mucho problema, el problema es que no se detiene después, el joven y tierno chico es todo un casanova, demasiado extraño a decir verdad.
Nadie en su sano juicio pensaría que ese amable y atento chico es un rompecorazones, nadie excepto Kim Seungmin, su mejor amigo desde la escuela media.
—No creo que vestir a sí me haga ver más guapo, —dice Seungmin mirándose al espejo del vestidor dónde se encuentra vistiendo unos jeans de cuero ajustados moldeando sus buenas piernas y su pasable trasero(palabras de Jeongin).
—Guarda silencio y ponte está, —silenció Yang entregándole una camisa de botones blanca, después le entrego una chaqueta negra de cuero y algunas otras prendas, Seungmin se probaba conjuntos y conjuntos elegidos por su amigo.
—No creo que esto le guste a ella, —se quejó Seungmin de nuevo, —mi estilo es más de ropa sencilla y casual.
Jeongin blanqueo sus ojos y soltó una risa de burla, —Minnie te vistes como contratista de seguros que odia su trabajo, tus suéteres de rombos son un asco, además, —se sonrió al ver lo sexy que se mira con el conjunto que eligió para él, —yo sé que le gusta a las chicas, tú no, —presumió.
Kim dibujo una sonrisa tierna en sus labios, desde que lo recuerda Jeongin siempre ha sido igual de sincero.
Kim suspiró mirando su imagen en el espejo, a decir verdad le gusta mucho lo que ve, pero... No sabe si le gustará a su admiradora de palabras bonitas, Seungmin no es inocente, por supuesto que sabe mucho sobre sexo e incluso ha visto pornografía la cosa es que es un chico serio, no se le dan mucho las fiestas y ni que decir de su peculiar forma de vestir, no es inocente pero si inexperto.
Que alguien le dejé notas con lindos textos constantemente es algo muy especial para él, acepta que desearía dejar el drama y conocer a la chica ya mismo, pero trata de llevarlo con calma, trata de no caer en la desesperación que su soledad crea en él, la sola idea de gustarle a alguien con su forma de ser actual es muy importante para él.
—Y... ¿Qué les gusta a las chicas? —preguntó con un tinte rojizo en las mejillas, Jeongin cayó en cuenta de que Seungmin fácilmente es lo que cualquier chica busca.
—Pues... Verás a las chicas les encantan los chicos detallistas, y amorosos, a algunas les gusta que sean muy demostrativos y a otras no tanto, eso tienes que descubrirlo poco a poco, mmm... Les gusta sentirse protegidas a lado del chico que les gusta, y no te preocupes no tienes que ser musculoso para hacerla sentir protegida, a y también, —Seungmin espera expectante, —les gusta mucho el sexo, a unas les gusta ser quien lleve el mando de la intimidad y a otras le gusta mucho la dominación, que seas tú quien lleve el mando.
El tinte rojizo en las mejillas de Seungmin se encendió un poco más con el último comentario y se pregunta, ¿Cómo será tener sexo? ¿Hacer el amor? ¿Follar, joder coger? ¿Qué se siente eso?
—Parece que realmente sabes mucho.
Jeongin sonrió una vez más para entregar otros conjuntos. Después de algunas horas de visitar tiendas y probarse mucha ropa, Kim Seungmin puede decir que gastó sus ahorros de todo un año comprando la ropa que según su mejor amigo le hará ser un conquistador.
—Waaa, que cansado estoy, —habló Yang caminando tranquilo por la acera mientras su amigo se debate entre soltar o no las bolsas para descansar.
Seungmin bufo cansado, —¿Qué tal un café?
—Me parece justo.
Y aún con un montón de bolsas Seungmin y Jeongin caminaron a la clásica cafetería, que además de tener un área como biblioteca también es librería, ambos chicos conocen a casi todos los empleados del lugar.
Entraron sonando la campanilla de la puerta, eligieron un lugar algo íntimo para conversar y eligieron sus pedidos, un chico rubio muy lindo se acercó a ellos para tomar su orden, el chico es realmente hermoso y su vestimenta le va perfecto, luce muy guapo, Félix es su nombre.
Felix tomo la orden y ellos por fin pudieron descansar.
Seungmin viajó sus ojos a todo el lugar, recuerda la vergonzosa situación en la que conoció al dueño de tan atractivo lugar, un hombre joven con facciones muy masculinas y un semblante tranquilo, Seungmin se dijo que si vistiera de traje fácilmente podría pasar por un empresario experimentando.
Hwang Hyunjin es el dueño de lo que es la cafetería más visitada de la zona, pero cómo no si la universidad se encuentra a la vuelta y la oficina de una conocida editorial en la otra esquina.
Seungmin se encontró pensando si el dueño estaría por ahí, normalmente es el quien atiende la librería, el lugar está dividido en secciones, la parte principal es de la cafetería y librería, la segunda planta es de la biblioteca.
—Vuelvo en un rato, voy a comprar un libro, —avisó a Jeongin para dirigirse a la librería.
Seungmin caminó algo emocionado, llegó a la librería y comenzó a simular que busca un libro, buscó entre los libros de historia y nada, miro entre las novelas y le pareció verle, miro un poco más y en efecto es él.
El señor Hwang se encuentra hablando con una linda pelinegra, a Seungmin le parece haberla visto anteriormente en la universidad, solo que no la recuerda bien, trato de acercarse para que parezca un encuentro casual y pudo escuchar a la chica decir, —no vemos luego Oppa, —le dió un beso en la mejilla, —esas notas no se entregan solas.
Y la chica se fue sonriendo.
Seungmin soltó la novela en sus manos demasiado sorprendido, el sonido llegó a los oidos del hombre mayor parado a unos pasos de él, la chica ya estaba saliendo del lugar.
Hyunjin le miró y Seungmin sintió esa mirada, pero estaba tan perdido en sus pensamientos que dejó de importar lo demás.
¿Qué probabilidad hay de que esa sea la chica que pone las notas en mi casillero?
Se preguntó sin ver qué Hyunjin recogió el libro que dejó caer.
—Si no le gusta esta historia está bien, pero no maltrate la mercancía por favor, —trato de burlar Hyunjin con un leve tono tirando a lo gracioso.
Seungmin no respondió, está perdido imaginando mil formas de acercarse a esa pelinegra para saber si era ella.
—Seungmin, —llamó Hyunjin, pero no hubo respuesta, tocó su hombro y ya por fin obtuvo su mirada.
—Ahh, señor Hwang, —se sonrió nervioso, —d-disculpe, estaba algo distraído, —entonces se dió cuenta de que dejó caer un libro, se sintió avergonzado y un poco tonto.
Hyunjin esbozó una sonrisa y le acarició la mejilla, Seungmin solo pudo sonreír de vuelta.
—¿Deseabas algún libro en especial? —preguntó el mayor segundos después.
Kim nego recordando que ya había tardado mucho en la librería y que Jeongin le esperaba en la cafetería.
—Ohh, no en realidad, pero si tiene alguna recomendación pasaré a buscar el libro después, me disculpo, ya debo irme.
Y así Seungmin regresó emocionado a la cafetería alardeando sobre las probabilidades de que la chula linda y pelinegra sea su chica de las nota.
—Ella dijo: "esas notas no se entregan solas" —y Jeongin trato de no romper su burbuja, esa frase podría aplicar para muchas cosas, pero Kim Seungmin quería pensar que era por él.
Jeongin suspiró escuchando a su amigo, el chico se notaba tan alegre imaginando cómo sería hablar con la chica, Jeongin giró su cabeza para llamar al mesero y pedir otro americano y se encontró con el chico rubio mirando a Seungmin como si fuera la octava maravilla.
Sintió pena por él, Seungmin nunca se a parado a mirar si un chico es lindo o no, y él más que nadie lo sabe, ha luchado con sus sentimientos solo porqué adora a Seungmin y alejarse de él nunca fue opción.
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