¿Podrías Enamorarte de mí?
Seungmin fácilmente podría tener un ataque de ansiedad, su caminar rápido y agitado aceleran al doble su ya acelerado corazón, sus manos tienen un ligero temblor y su boca seca le provoca un poco de náuseas, necesita hablar con su amigo, necesita que alguien le expliqué como paso de ser un chico totalmente heterosexual a ser un chico que muere por ser besado por Hwang Hyunjin.
Se detiene frente al dormitorio de su amigo y toca dos veces la puerta, esta se abre a los pocos segundos, Beomgyu, uno de los compañeros de habitación de Jeongin es quien abre la puerta.
—Ah, Beomgyu, buen día, disculpa que moleste tan temprano, ¿puedo pasar a ver a Jeongin? —se disculpa con voz temblorosa y pide permiso para pasar, el chico en la puerta asiente adormilado con sus cabellos plateados agitándose leve.
Seungmin entra despacio cuidando no despertar a los demás chicos que duermen, camina silenciosos hasta la cama de su amigo y cuando estaba por despertarlo se detiene a mirar que a su lado descansa un rubio conocido de algún lugar, el chico rubio se aferra a su amigo disfrutando de una sueño profundo seguramente, su mirada se dirige a su pelinegro amigo y no puede evitar sonreír cuando nota lo lindos que se ven los dos chicos durmiendo con tanta tranquilidad, se pregunta unos segundos si debe perturbar esa linda escena o debe esperar un poco más, mira su móvil y la hora le indica que de verdad ha despertado muy temprano, las ganas de hablar con alguien sobre lo que le sucede fueron demasiadas, quería sacar lo que siente, sin querer despertar a su amigo decide irse del dormitorio de chicos de la universidad.
Su cabeza justo ahora es un desastre, no tiene idea de por donde empezar a acomodar sus ideas y despejar sus mente, es confuso el hecho de lo mucho que disfrutó de los labios de Hyunjin, no es como que haya tenido muchas oportunidades de besar a alguien y Hwang a sido el primer hombre, se detiene para sentarse en una banca de un parque al que no tiene idea de como llego, se acomoda sobre el asiento y eleva la mirada al cielo buscando respuestas, no las encuentra y sigue pensando en lo que tiene.
Hyunjin es un tipo agradable a primera vista, muy apuesto y amable, alguien de quien cualquier persona podría enamorarse, pero es un hombre, no es que Seungmin piense que las relaciones del mismo sexo están mal o algo parecido, pero la cosa es que el jamás había pensado en alguien del mismo sexo de forma romántica, nunca ningún chico le llamó la atención o le atrajo su apariencia, ni siquiera su mejor amigo que es verdaderamente hermoso. Pero Hyunjin tiene el poder de la duda en su favor, porqué podría arriesgarse a probar con él, pero... ¿Y si las cosas resultan mal y después de todo resulta de solo le gustan las chicas? Además de haber jugado con los sentimientos de Hwang, también se engañaría a sí mismo, se lanzaría a un hoyo sin fondo en el cual podría encontrarse con un gran y doloroso golpe en cualquier momento.
No saber con exactitud que quiere le está destrozando la mente, no tiene forma de salir de sus lagunas de pensamientos, se siente hundido y vulnerable, ¿estaría bien usar a Hyunjin como prueba para saber que quiere? ¿Hyunjin estaría de acuerdo?
—Estás confundido ¿verdad? —esa voz, es imposible no reconocerla cuando esa voz fue la misma que declaro ser la persona que escribía las notas, —no deberías estar aquí solo, tan temprano Seungmin. —Dijo Hyunjin sonriendo para él, Seungmin desvío la mirada no queriendo tener más motivos para confundirse más.
—¿Me estás siguiendo? —preguntó a la defensiva. Hyunjin soltó una risa pequeña y sus ojos se cerraron un poco, hermosos ojos oscuros, el negro podría convertirse en su color favorito solo de verlo en esos lindos ojos.
—¿Ves el edificio de allá? —señalo Hwang con la mano derecha, es un edificio de departamentos, algo costoso, —bueno yo vivo en un departamento allí y todos los días camino por está calle para ir a la cafetería, es normal pasar este parque. —Terminó de explicarse y Seungmin bajo la mirada de pronto algo avergonzado por insinuar cosas sin fundamento.
—Yo... lo siento, estaba pensando cosas raras, —se excusó sin mirarle.
—Entiendo, —Hyunjin suspiró, —¿puedo sentarme contigo?
Seungmin negó, pero Hyunjin no le hizo caso, solo se sentó a su lado ignorando su negativa, hay distancia entre sus cuerpos, Seungmin se siente algo tenso en incómodo al tener a Hyunjin cerca, pero sin rozar ni un solo músculo.
—Te dije que no.
—El parque es para todos.
Seungmin lo fulminó con la mirada, ahora se siente enojado.
"¿Para qué pregunta si hará lo que se le da la gana?"
—Bien, siéntate, yo me voy. —Habló firme, con la voz algo molesta, se puso de pie y se detuvo, como si esperara que Hyunjin lo detuviera, pero nada paso. —Me voy. —insistió, pero Hyunjin solo le miraba.
Estaba por dar un paso al frente cuando finalmente, Hyunjin le tomo del brazo para evitar que siguiera. Seungmin suspiró aliviado de que lo detuviera y ese pensamiento solo le trajo más dilemas.
—Estabas esperando que lo hiciera, —dijo un Hyunjin de pronto muy coqueto, su cabeza ligeramente inclinada hacia un lado como insinuando que a Seungmin le gusta su cercanía, ojos fieros con una mirada que te desnuda el alma, Seungmin sentía su piel arder ante el suave tacto en su brazo, necesitaba que Hyunjin se acercará más.
—No es verdad, yo... estaba pensando.
—Estabas pensando que querías que yo te detuviera, —ahora la cercanía comenzaba a volverlo loco, —¿quieres que te bese, Seungmin?
Min negó, pero sus labios ya estaban deseando sentir los de Hyunjin otra vez.
—No quiero, —mintió, Hyunjin acomodó su mano derecha sobre su cuello, Seungmin cerró los ojos por inercia disfrutando la caricia, sentía la respiración de Hyun rozar su mejilla, los dedos suaves se enredaron en su cabello y sus ojos ya no querían abrirse hasta sentir esos gruesos labios de nuevo.
—Si no quieres, entonces no puedo besarte Seungmin, —y Hyunjin se alejó. —Deberías ir la cafetería, te invitaré un pastelillo si gustas, —se fue.
Seungmin no tenía ni palabras ni ganas de reclamarle por lo que hizo, provocarlo, dejarlo esperando para finalmente irse, joderlo cada vez más, obligarlo a desear tenerlo cerca, poner su mundo de cabeza.
Con un profundo sentimiento de derrota caminó de regreso a la universidad, mientras caminaba envió un texto a Jeongin, quedaron de verse en la biblioteca de la universidad a la hora de salida, el tiempo que tardó en regresar a la universidad fue el justo para que la primera clase iniciara, trato de mantener la cabeza perdida en los libros entre clase y clase, pero la realidad es que su cabeza solo pensaba en la increíble sensación de los dedos de Hyunjin enredándose en su cabello, sin querer estaba acariciando la misma zona donde estuvo la mano de Hyun, cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo se reprendió mentalmente, pero ya era tarde, las sonrisas ya se habían escapado de sus labios como si estuviera, enamorado...
Cuando la tarde llegó ya sentía que tenía que hablar con su amigo o terminaría perdiendo la cabeza, con los pasos pesados y la mirada decaída llegó a la biblioteca, pudo notar a Jeongin sentado junto al chico rubio, ahora que lo piensa bien, su nombre es Felix, un chico de sonrisa bonita, hay otro chico sentado frente a Felix, no lo reconoce bien, pero alguna vez lo había visto. Camino rápido hasta llegar con Jeongin, los otros chicos estaban hablando por lo que no quiso interrumpir presentándose.
—¿Estás bien? Te ves horrible, —le habló Jeongin.
Seungmin negó queriendo lanzarse sobre su amigo para un abrazo reconfortante, pero su humor le juega mal, su respuesta fue áspera.
—Muy gracioso, Yang, estoy en un dilema con el señor Hwang, —soltó un suspiro, —y no sé cómo manejarlo.
—No puede ser tan malo, dime que paso, —entonces Min comenzó a liberar sus tensiones contando a Jeongin lo de la librería y lo sucedido esa mañana, Jeongin no mostró incredulidad ni burla, eso le hizo sentirse cómodo, Jeongin siempre ayudándolo.
Cuando terminó de contar sus dilemas comenzó a sentir que algo de peso se iba de sus hombros tensos, suspiró deseando dejar de sentirse mal. Dio una mirada fugaz a los otros chicos y entonces escuchó algo que le pareció interesante.
—Esa sonrisa grita Lee Minho, —escuchó a Felix.
—Acaba de invitarme a una velada... romántica o algo así, quiere que me vista formal, pero no tengo idea de que usar, —respondió el chico.
—Ohhh, yo puedo ayudarte con eso, si me lo permites, —agregó Jeongin, después de unos segundos de pensar las cosas sus palabras salieron solas.
—Tú... —comenzó hablando bajo, —¿Tienes pareja... hombre? —soltó sin pensar que podría ser brusco preguntarlo así.
—¿Eres homofóbico? —le preguntó el chico con una mueca de incomodidad. Seungmin se apresuró a negar con la cabeza. —Me alegra, pareces buen tipo como para tener prejuicios tan anticuados, —escuchó decir al chico, —y si, tengo un "novio" es muy tierno, y amable, algo difícil, pero buen tipo, —le vio sonreír.
Seungmin casi se contagia de esa linda sonrisa, pensó que debía disculparse por sus palabras toscas por ello dijo: —me disculpo si fui grosero o amenazante, lo que sucede es un poco complicado para mí y no sé como manejarlo, —sintió a su amigo abrazarle, ello le hizo sentir bien.
—No sigas pensando en ello, solo te confundes más, —dijo su amigo y Seungmin solo se encogió de hombros.
—Tal vez, si nos cuentas que pasa, podemos ayudarte, —miró a Felix, este ya le miraba como intentando ofrecerle su ayuda, el otro chico asintió.
Entonces Seungmin sintió que podría ser bueno hablar con otros, personas que no le conocen y pueden ver la situación con más calma, el chico del que no sabía su nombre se llama Jisung, él y Felix resultaron ser de muy mucha ayuda, le explicaron que Jisung tampoco era muy seguro sobre sus gustos, pero que con un beso de Felix pudo descubrir que en efecto se siente atraído por los chicos, para Kim es algo más confuso, él ya recibió un beso de Hyunjin, pero este solo desarregló todo en su vida, Jisung le recomendó ser firme y enfrentar a Hyunjin, darle una oportunidad de verdad, de corazón, sin pensar en ello como una prueba para comprobar su sexualidad, Seungmin pensó que eso podría ser lo mejor.
La noche llegó más pronto de lo esperado, la tarde fue muy relajante y productiva, ahora tiene nuevos amigos. Otra vez está caminando sin un rumbo fijo. Trata de ordenar su mente.
Primero se enamoró de las hermosas palabras de un hombre unos cinco años mayor que él. Tal vez menos, tal vez más.
Segundo, este hombre le ha besado y él disfrutó demasiado del beso.
Tercero y mucho muy importante, él de verdad quiere seguir tratando al señor Hwang, conocerlo un poco más, descubrir sus misterios, aprender de él y si fuera posible, enamorarse.
Es verdad, el jamás había visto a ningún hombre de forma romántica, pero Hwang Hyunjin tiene algo que le atrae demasiado, y luego está lo de las notas, Seungmin adora esas notas, leerlas en sus ratos libres siempre le eleva el ánimo, le hace feliz, Seungmin quiere estar con quién le haga feliz, no importa para nada el género.
Al principio fue un poco impactante, estaba algo asustado por el cambio repentino, pero ahora que puede pensarlo detenidamente entiende que Hyunjin se enamoró de él.
Con la mirada caída y suspiros de lamento llegó al mismo parque de la mañana, se sentó en la misma banca y elevó la mirada al cielo nocturno, es bastante tarde, pero sabe bien que la cafetería del señor Hwang ya aún está abierta, con el pulso acelerado comenzó a caminar rumbo a la cafetería.
Llegó más rápido de lo que esperaba, Hyunjin estaba acomodando unos libros en algunos estantes, Seungmin podía verlo desde la cafetería, respira profundo y ahora que lo piensa es muy ingenioso que la librería, la cafetería y la biblioteca se encuentre muy juntas, el café y los libros son muy importantes para los universitarios, un lugar tranquilo, con libros y café cerca de la universidad es realmente muy buen negocio, además de que la ubicación es muy favorable, no está ni tan lejos y tan cerca, es una esquina cerrada de un lado por lo que no hay mucho ruido de autos, la cafetería tiene un ambiente cálido, la biblioteca en el segundo piso siempre huele un poco a café por lo que es agradable estudiar allí y por último la librería es perfecta, si algún libro te interesa, fácilmente puedes cruzar la puerta al lado derecho de la cafetería para ir a comprarlo.
"Parece que el señor Hwang tiene ideas únicas"
Ya casi dan las diez, y la cafetería cerrará, no tiene ganas de beber café, pero ir directamente a la librería y enfrentar a Hwang no era opción, sabe que Hyunjin siempre cierra primero la librería, recibe el informe de las ventas en la cafetería y cierra, por ello esperará sentado cerca de la puerta a la librería para que él lo vea.
Justo a como lo esperaba, diez minutos antes de la diez, Hyunjin cruzó la puerta de la cafetería, lo miro unos segundos, Min podía sentir es mirada profundizando en su cuerpo, Hyunjin caminó hasta Yeonjun, el chico que se encarga de caja, hablaron unos minutos, pudo escuchar como Yeonjun le decía que todavía quedaba un cliente, él por supuesto, Hyunjin le dijo que lo atendería personalmente por lo que Yeonjun se fue minutos más tarde.
—Pensé que no volvería por aquí, —dijo Hyunjin mirándolo de nuevo, ahora con sus ojos más suaves sobre su rostro.
—Me debes un pastelillo gratis —dijo simple y sin mirarlo, no quería encontrar esos ojos que podían ver su interior. Hyunjin sonrió y se dirigió a la nevera de la cafetería, regresó con un trozo de pastel de fresa y lo dejó frente a Seungmin.
—¿Te gustan las fresas? —Seungmin asintió tomando el tenedor para cortar un poco de pastel. Hyunjin lo miraba como si adorara una obra de arte, detallando cada lugar trazado sobre una tela especialmente para esa pintura, Seungmin se sentía vulnerable, desnudo cuando está cubierto hasta los pies. —Seungmin... —llamó Hyunjin con la voz en un susurro, —¿Qué haces aquí?
—Vi-ne, por el pastel, —mintió, iba a llenar su boca con más pastel, pero su mano alejó este de sus labios manchando de crema su labio inferior, de pronto ya no quería comer más, iba a pasar su dedo para limpiar su labio, pero Hyunjin le tomó la mano y se acercó tanto que sus narices se tocaban.
—¿Estás vengándote por lo de esta mañana? —preguntó Hyunjin y Min negó leve, —entonces, ¿porqué me tientas con tus lindos labios, Seungmin? Acaso quieres que pase mi lengua por tu labio para limpiar la crema, —Seungmin asintió.
Seungmin asintió, aunque en realidad no estaba pensando en ello cuando la crema rozo su labio, él no lo hizo a propósito, pero ahora está deseando que Hyunjin limpie la crema con su lengua, sentirla sobre sus labios podría darle la respuesta que necesita, esta puede ser la oportunidad que necesita para por fin decidir si desea lanzarse a ese hoyo para golpearse en algún momento.
—Eres demasiado inocente, Kim Seungmin, —Hyunjin soltó su mano y estaba comenzando a alejarse.
—Espera, —gritó, —no te alejes, —pidió dejando en Hyunjin confusión, no supo en que momento sus manos ya estaban sujetando la camisa de botones del mayor, limpió su labio pasando su lengua rápido, —¿Por qué te alejas?
—No quiero apresurar las cosas, si vas a aceptar mis sentimientos por ti, debes hacerlo sin presiones.
Seungmin no podía creer lo que escuchaba, —si querías que eso pasara, no debiste besarme nunca, —iba a empujarlo, pero en realidad no quería que se alejara, por ello solo ajusto su agarre, —pero debías darme algo para dudar, tenías que dejar una espina que molestará cada que recordara tus labios sobre los míos y así me volviera loco por sentirlos de nuevo. —Estaba gritando sus palabras, Hyunjin con su mirada coqueta y esa sonrisa de satisfacción, está molesto, Seungmin está molesto por que Hyunjin confirma sus sospechas con esa hermosa sonrisa.
—Es verdad, tenía que cautivarte, pero no pensé que fuera tan...
—Tan rápido, —interrumpió y se burló de sí mismo con una risa falsa, soltó la camisa de Hyunjin. —Caí muy rápido, es de verdad estúpido, soy tan estúpido que he venido aquí para tratar de obtener una respuesta, y darme una oportunidad de conocerte, pero solo te burlas de mí. —lo empujó un poco, solo lo suficiente para que pudiera levantarse e irse.
—No estoy burlándome de ti, Seungmin, yo jamás lo haría, por favor no te vayas, —trato de regresarlo a su lugar, pero Min no cedió.
—No quiero seguir hablando contigo sintiéndome estúpido.
—No eres estúpido, Seungmin te juro que eres increíble, precioso, único entre los demás, un chico hermoso de corazón, incluso inocente, mi bello ángel, por favor, sonríe de nuevo.
Seungmin se paralizó unos segundos, la frase que siempre terminaba las notas ahora tenía una voz, la voz más perfecta que jamás habría imaginado. Seungmin sonrió.
—Eres igual que en las notas, —le miraba, ahora podía mirarlo.
—Claro, yo las escribía solo para ti, Kim Seungmin.
—Son palabras bonitas, lees mucho, ¿verdad? —Hyunjin asintió, y Seung tuvo una duda, —¿Por qué... por qué escribir notas? ¿No querías que supiera que eres un hombre?
—No es eso, cuando te conocí viniste a comprar un libro de medicina, uno de poesías cortas y una novela clásica, —Hyunjin dio dos pasos más cerca, su mirada siendo penetrante de nuevo, su cuerpo moviéndose de forma coqueta, —siempre que te veía en la cafetería o la biblioteca de aquí, estabas leyendo novelas, solo pensé que, si escribía mis sentimientos en notas, como si fuera una novela, sabrías apreciar mis palabras e incluso enamorarte de ellas.
—Lo lograste, —dijo cerrando los ojos al sentir la mano de Hyunjin enredándose en sus cabellos castaños, —me enamoré de todas las notas.
—Y de mí, Kim Seungmin, ¿Podrías enamorarte de mí? —preguntó Hyunjin sin esperar respuesta, acaricio los labios de Seungmin con los suyos, su mano derecha sosteniendo su cuello y la izquierda acariciando su cintura, lo besó, lo besó por que Seungmin quería que lo besara y Hyunjin está feliz de poder provocar esos sentimientos en su ángel.
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