Capítulo 10: Instinto.
"Good Omens es una serie de Amazon Prime y un libro de Terry Pratchett y Neil Gaiman"
Los demonios son en si una especie de cazadores nato, pero Crowley resulto ser engañado bajo este percepto, había pasado una buena parte de su vida en la tierra acechando a cierto ángel de cabello rubio y ojos azules, intentando que este viera sus intenciones, con palabras dando a entender sus dobles intenciones; pero nada.
A veces no sabia si Aziraphale era muy ingenuo, o en realidad ignoraba deliberadamente sus avances con él.
Eso lo frustraba, él quería gritar sus sentimientos, pero sabía que, si aceleraba el ritmo, el ser de luz se espantaría, incluso podría rechazarle...de nuevo.
El día que visitaron aquella vieja mansión en Tadfield, se sorprendió cuando su instinto cazador salió a la luz, no le importaba el hecho que pensaran que era bueno, pero era la excusa perfecta para poder azotar al ángel contra la pared de aquel recinto, había sucumbido a sus más instintos deseos de tener el cuerpo de Aziraphale contra el suyo, y por un instante juró que vio la lujuria correr por los ojos azules de su contrario.
— No soy bueno — le susurró, y era verdad, era un demonio, adoraba hacer maldades y causar el caos, no merecía un ser tan puro como aquel que tenia entre sus brazos, la mirada azul lo midió un momento, sintiendo un escalofrió recorrer su cuerpo.
— No es necesario que lo seas para todos, querido — escuchó en su mente, era la voz de su ángel, pocas veces podían comunicarse de esa manera, clavó su mirada enfundada en lentes oscuros en los ojos azules que se fundían en él con una expresión que él no sabia como nombrar, por temor a equivocarse.
Una voz femenina los había interrumpido, causando su furia inmediata, después de ese incidente la excitación aún se mantenía en ambos, Asmodeo estaría orgulloso de aquella tensión sexual en el ambiente.
De regreso en el Bentley incluso se había llevado de gane a una pobre incauta, quien paseaba en altas horas en una bicicleta por el pueblo, ¿Quién diablos manejaba una bicicleta hoy en día en la noche? Se pregunto con furia cuando Aziraphale lo obligo a llevarla a su hogar
Crowley manejaba molesto, y decidió pasar a cenar a un restaurant a petición del glotón ángel, que, aunque no necesitara comida para existir, era como un capricho que el pedía de vez en cuando al demonio.
— Enserio debo de quererlo mucho para aceptar hacer todo esto — pensó al verlo engullir comida barata de aquella cafetería, el ángel le sonrió de una forma que hizo que el demonio volteara a otro lado.
Sin duda alguna Crowley estaba demasiado perdido en cada bocado que pensó por un momento que volvería a caer al infierno por aquel rostro lozano, trago en seco la bebida que tenia en aquella taza que lucía antihigiénica.
Aziraphale se limpio la boca y ahí en ese momento supo que por primera vez el cazador resulto cazado.
N.A. Deshonor a mi vaca, pero bueno intentare terminarlo de forma lenta pero segura.
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