Prólogo
*Tres meses atrás*
—Bien, el día de hoy aprenderemos a hacer pasta desde cero. Los ingredientes a ocupar...
Intentaba poner atención a la chef que daba la clase, pero me era difícil concentrarme debido a un intenso dolor de cabeza que me acechaba. La verdad era que todo el rato me estaba sintiendo así, pero había tratado de ignorarlo.
—Pam, ¿estás bien? —preguntó mi compañera de mesa. —No luces tan bien.
—¿Eh? —Volví a mirarla con mi mano acariciando mi ceño fruncido. —Sí, sí. Es que me duele un poco la cabeza.
Sí, un poco. Casi sentía que me explotaba.
—¿Segura? No me convences. Si quieres informamos a la chef para que te de permiso de ir a casa. Deberías descansar.
—No exageres. Está todo bien. Quizás sea que necesito usar los anteojos que me recomendaron. Es que no me acostumbro aún a ellos.
Saqué de mi bolso la cajita y me coloqué los lentes.
¡Wow! Sentí cómo la graduación me atacó con un mareo.
Afortunadamente la chica estaba cerca y me hizo sentar en una silla.
—Te lo dije, no estás bien.
—No pasa nada...
—Chef, Pamela no se siente bien. Creo que debería enviarla a casa.
—No, estoy bien...
La mujer se acercó y me examinó, después de unos segundos me dijo que era mejor que me fuera a mi casa.
Hubiera puesto los ojos en blanco de no ser que la acción misma me provocaría un mareo.
Dándome por vencida accedí. No sin antes impedir que llamaran a mi mamá, tampoco era que necesitara un guardaespaldas. Lo que sí no pude impedir fue que me acompañaran a la salida, lo que por suerte ocurrió.
Cada paso que daba me iba sintiendo peor, como si estuviera borracha. El piso se movía, parecía que caminaba sobre arenas movedizas. Caminaba muy lento y pude percibir cómo un brazo me sostenía. Sin embargo, la persona no pudo evitar que yo diera un paso en falso y cayera al suelo y luego no supe nada.
***
—Despertaste, por fin.
—Mamá —hablé muy confundida cuando abrí los ojos y vi enfrente a la mujer. —¿Qué pasa? ¿Dónde estoy?
—En el hospital, te desmayaste. Tranquila, no te muevas... —dijo ella por mi reacción de levantarme. —Te harán unos estudios para ver que todo esté bien. No pasará nada malo, no te preocupes.
Y esa fue la mentira más grande que me dijo mi mamá.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro