Cap. 4. Visita
Otro día pesado en el instituto, gracias a que no vi en ningún momento a Michael se me hizo un poco fácil el día. Llegué a casa y tiré la mochila, sorprendentemente mis padres ya estaban en casa preparando su "cena" para su jefe, en este caso el padre de Mike. Mi hermano como siempre estaba tirado en el sillón mirando la televisión mientras yo sólo descansaba del pequeño ejercicio que hice hace unos minutos.
— ¿Se supone que se van hoy?
Cuestionaba a mi hermano que no despegaba la vista del televisor
— Si, esta cena es de despedida mocosa — respondió de mala gana — ¿Por qué mejor no vas a tu cuarto y te encierras como siempre? — sonrió con arrogancia —, es lo que mejor sabes hacer
Le aventé el cojín enojada y fui a la cocina para ver la clase de comida que prepararían, fue ahí cuando vi a una mujer con un delantal algo robusta, mis padres estando como locos limpiando todo ni siquiera se molestaban en presentarnos.
— Disculpa...— llamaba la atención de la señora —, usted es...
— Claudia, ella nos estará ayudando con todo mientras no estamos en casa amor — apareció mi madre
— ¿Será nuestra niñera?
— Mas o menos — rió
Claudia sólo asintió con una agradable sonrisa y un gesto inesperado al verme de pies a cabeza, no le di importancia y fui a servirme un vaso de agua, podía escucharse el sonido de la olla exprés en la estufa y un olor desagradable desprendiéndose de ella, no solía pasar mucho tiempo en la cocina, así que me daba un poco de nostalgia volver a cocinar y comer junto a mis padres.
— Oh Hannah, se me olvidó agradecerte — habló mi madre de repente
— ¿Eh? ¿Y eso por qué?
— Por ayudar al hijo del jefe de tu padre, es necesario quedar bien con esa familia amor
— De nada — respondí molesta
Si preguntaba el porqué y el cómo sabía eso era bastante obvio, me había llevado muchas sorpresas estos últimos días, así que me reservé los comentarios de mi parte.
Salí de la cocina y subí a mi cuarto para una ducha, fue en esos instantes cuando otro estúpido mareo me llegó haciendo que casi cayera por las escaleras, por suerte pude agarrarme del barandal, nadie al parecer se había dado cuenta así que lo pasé de largo y entré a mi cuarto. Tomé mi teléfono y vi que tenía dos mensajes nuevos, uno de Vivian y otro de un número desconocido.
"Kim, te extraño mucho loca, espero podamos hablar pronto hermana"
Un suspiro salió de mi y decidí leer el otro mensaje
"Iré a cenar, fuimos invitados por tu papá, espero verte ahí Campbell"
Mis ojos se abrieron de sorpresa, ahora ya sabía mi número, lo que pudo haber sido un amigo desde el principio ahora se había convertido en un gran problema como acosador en mi vida. Lo que más odiaba de esta situación era que no podía contar con el apoyo de mis padres, si se me ocurría decirles lago sobre el tema me dirían que me comportara, y mi hermano es un completo idiota para estos temas.
Le escribí un mensaje para ver si me respondía.
"Que bueno, quisiera platicar contigo"
— "¿Enserio?, qué bueno. Ya quiero verte linda"
"Puede que sólo podamos vernos en la cena, mis papás se irán de viaje"
— "Ya sé, mi padre me mantiene al tanto, puede que se me ocurra ofrecerme a cuidarte"
"Ni se te ocurra, ni que fuera una niña"
— "Tus padres dirían que si"
"No me dejarían con un extraño"
— ¿Apostamos? Dime qué estás dispuesta a perder
"Lo que quieras"
— Cuidado con tus palabras Campbell, te puedes arrepentir
"Lo-que-quieras"
— Mmm...bien. Entonces es un trato
"¿Y tu qué me darás si yo gano?
— "Un día siendo tu esclavo"
"Es un trato"
— Ok, y ponte algo lindo, prepárate para perder tu apuesta
Sonreí sin darme cuenta y me metí a darme un baño, me quité la ropa y me miré completamente al espejo dejando apreciar el cuerpo que tenía, trataba de hacerme a la idea de que el espejo me mostraba una idea errónea sobre mi, pero por más que trataba no podía, tampoco pude decirle a mi madre que no fui a la cita con el nutriólogo ayer, recibiría un regaño por no hacerle caso.
Tomé aquella navaja que estaba escondida en el cajón del baño, me metí en la tina y comencé a hacer pequeños cortes en los brazos, los que solía ocultar. Ya no podía parar con ello, se me hacía más fácil lidiar con el dolor físico que con el psicológico, lo hacía con el fin de que ese dolor tapara el otro por lo menos de manera temporal.
Puse música a todo volumen mientras me bañaba y dejaba salir la sangre poco a poco, esta era mi hora favorita del día, estar sola y relajada conmigo misma, aquí no había nadie que me dijera lo que estaba bien y lo que estaba mal, un espacio para mi misma sin nadie que me juzgara por hacer lo que hago, que no se me queden viendo por el cuerpo que tengo, ni sus miradas de lástima.
A veces me gustaría estar con alguien como yo, que me entendiera, que me quisiera pase lo que pase y me acepte como soy.
Nadie puede comprender que estoy echa una marrana y lo único que quiero es estar bien conmigo misma, nadie puede ver lo que yo veo, ¿eso los hace ciegos? O puede que yo sea la ciega y no puedo aceptarlo.
(...)
Salí después de casi una hora, me cambié rápidamente y bajé abajo para salir, hasta que fui detenida por mi mamá.
— ¡Hannah!
Me detuve de mala gana, me di media vuelta y me encontré con una señora un poco mayor que mi madre.
— ¿Qué?
— Saluda, no seas grosera
— Como sea, buenas tardes señora
— Viene a hablar contigo, ella es la madre de Michael. Las dejo solas — sonrió y nos dejó a ambas en la sala
Me crucé de brazos y me senté frente a ella
— Tenía entendido que llegarían en la noche señora — hablé con debilidad —, perdone mi actitud, así soy de fría y grosera aveces
Se acomodó dejando salir un suspiro acompañado de una cálida sonrisa: — Descuida Kim, quise venir antes porque...— se detuvo para cerciorarse de que no estuviera nadie —, vi que estabas apunto de salir, ¿te parece si vamos? — preguntó sin borrar en aquella sonrisa
Una mueca de confusión salió de mi cara, salimos de la casa y comenzamos a caminar sin rumbo aparente
— Gracias — agradeció de pronto —, Louis me dijo lo que había echo mi hijo ayer, te pido perdón en su lugar, es que...
— Descuide, comprendo. No fue su culpa y sé que tampoco quiso hacerlo
Me miró sorprendida
— Eso si es sorpresa, muchos dejan de hablar con él porque piensan que está loco — dijo con tristeza —, vine porque quería pedirte que no le dejes de hablar, él...extrañamente no deja de hablar de ti cada vez que regresa a casa — mis mejillas comenzaban a sonrojarse —, es la primera vez que lo escucho hablar tan bien de una persona.
— Wow, creo que compartimos ese sentimiento. Yo tampoco soy muy sociable que digamos — me encogí de hombros —, le seré sincera, él e asustó un poco pero...me gusta tener un amigo que no sea una copia de la sociedad — sonreí ante esto último
Ella muy amable me sonrió y seguimos caminando, la escuchaba atentamente decirme sobre Michael, lo mucho que lo quería y las cosas que sufría por su hijo, pude ver el amor de madre a través de sus ojos, claro que no podía ver en ella a mi madre, ella era todo lo contrario a la mía, que sólo fingía interesarse por mi.
— Disculpe, ¿po...podemos regresar? — mi respiración se hacía más agitada
— ¿Estás bien?
— Si sólo que...estoy algo cansada — reí —, pensé que tendría más energía
— Si, vamos Kim. — me tomó del brazo para regresar juntas
Sentía mi cuerpo muy débil, mis manos me temblaban y sentía que me faltaba el aire. Entramos a la casa, donde mi madre salió para atenderla a ella
— No tarda en llegar el señor Joe y mi esposo, ¿quiere pasar al comedor? — ofreció muy cortés sin siquiera voltear a mirarme
Al mirar a la puerta vi a mi hermano y a Derian entrar juntos, quien me miraba de manera extraña, podía suponer que ya le había dicho que iría con él para que Demian tuviera la casa sola mientras mis padres irían de viaje.
— ¿Ya está la cena? — se dejó caer a mi lado —, tengo bastante hambre
— Vendrá el jefe de mi padre — susurré — ¿No tendrás problemas al encontrarte con sus rivales?
— Nah, para nada, él no sabe que el hijo de su mano derecha está del bando contrario — alzó la vista hacia Derian —, tendremos cuidado en esta cena. Recuerda que si dices algo tendrás muchos problemas, no me importa que seas mi hermana — soltó para encender la televisión
Continuará...
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