Me levanté con la mirada borrosa, me pesé en la báscula, pesaba 50 kilos, demasiado. Había subido de peso dos kilos porque los chicos de una u otra manera lograban que comiera más de lo que acostumbraba, estos dos meses eran los más largos de toda mi vida, aunque lo bueno de todo esto era que la comunicación entre mi hermano y yo iba de maravilla, aunque no podía decir lo mismo de mis padres.

— ¡¿Cuánto más voy a tener que esperarte huesos?!

El grito de Miriam desde abajo me ponía de mal humor, no tanto por el insulto, todo este tiempo ya me había acostumbrado a ella, Vivian era quien aún no se acostumbraba a ella, era maravilloso que mi mejor amiga y la otra psicópata estuvieran conmigo, ambas eran geniales pero si las dejáramos solas se matarían la una a la otra.

Bajé a toda prisa topándome con los chicos y ellas, creía que entre ellos se volverían novios pero, supongo que debería de leer tantas novelas cursis.

— ¿Irán con nosotras al centro comercial? — preguntaba desconcertada —. ¿No me digan que hoy tampoco nos dejaran ir solas?

Esa parte era más que cierta, no nos dejaban ir solas a ningún lado, aunque una parte de mi odiaba eso, no me sentía como protegida por ellos, sino todo lo contrario, siempre he creído que sólo nos vigilan por algún motivo que desconozco aún. Mi fuerte era el arma que siempre traía conmigo a escondidas de todos. Por mucho que me duela decirlo, ya no confío más en Michael, me iría con mucho gusto de su casa pero, siendo inteligente y si uso un poco el cerebro, no me conviene que sepa que no estoy de su lado.

— Michael nos dio órdenes de dejarlas esta vez — sonrió Maick —. Pero sólo porque surgieron otros asuntos que necesitan ser atendidos de inmediato

Ellos salieron dejándonos solas, ambas me miraron aliviadas, tampoco soportaban la idea de que siempre estuviéramos escoltadas.

— Eso quiere decir que podremos ligar a unos cuantos — guiñó el ojo Miriam

— No vamos a putear — interpuso Vivian —. Por lo menos nosotras no, pero tu puedes ir sola mientras nosotras compramos algo lindo — me tomó del brazo para irnos

Esta vez era Miriam la que iba manejando mientras cantaba las canciones de Kim Wilde, Vivian por su parte estaba hablando por teléfono con sus compañeros de universidad, ya casi era tiempo de que sus vacaciones terminaran y tuviera que volver.

(...)

Estacionamos el auto y nos dedicamos a comenzar nuestro recorrido, no era tanto como ellas de probarse miles de cosas para llenar el guardarropa, pero quería salir de ese encierro por lo menos un par de horas.

Vivian entró a uno de los vestidores con un par de vestidos mientras que la otra se disponía a analizar a cada chico que mostrara buena pinta.

Mi mirada de decepción fue a dar a una chica embarazada con un hombre alto, alcancé a ver que se trataba de Louis y para terminar de atar cabos sueltos, era más que obvio que se tratara de Janet. Miré al vestidor donde estaba Vivian y decidí a ir a dar un vistazo.

— ¡Hola Louis! — saludé hipócrita, también lo odiaba a él

Él por su parte sólo puso los ojos en blanco viendo de reojo a Janet quien se encontraba pagando

— Sé que a ella no le caigo bien, pero tampoco soy tan perra como para saludar sabiéndolo, ¿no es así? — lo miré divertida sin obtener respuesta de su parte

Llegué hasta ella y la saludé

— ¿Cómo has estado Janet? — la miré esperando

— ¿Eres tan hipócrita como para aún así saludarme? — me miró más que enojada

— Bueno, aquí la víctima vendría siendo yo ya que tu hermano casi me mata así que, supongo que no tienes porqué ponerte a la defensiva — sonreí aún así —. Además esos gemelos que llevas en tu vientre son mis sobrinos.

— Tu y tu hermano sólo son unos hipócritas que se metieron en nuestras vidas

— ¿Entonces por qué se empeñan en estar con este par? No creas que me agrada mucho la idea de estar en la casa de alguien a quien ya no conozco, que me ama en la mañana y en la tarde me apunta con una pistola — reproché

Pude ver que se disponía a hablar pero no lograba articular ni una palabra

— Son traidores y oportunistas — soltó simplemente

— ¿Traidores? Eso son ustedes, ni siquiera dejaste a mi hermano enterarse de la existencia de sus hijos, y yo no he hecho otra cosa que amar a tu hermano desgraciadamente. ¿Puedes explicarme por qué somos nosotros los traidores? — la miré esperando respuesta

Se dio media vuelta, pude alcanzar a ver que Miriam estaba ahora con Louis, supongo que quiere ayudarme dándome un poco de tiempo con Janet, en estos momentos sinceramente se merecía un gracias de mi parte.

— Janet, pongamos las cartas sobre la mesa y dejémonos de rodeos, ¿qué quieren de nosotros?

Ella me miraba con los ojos llorosos

— ¿Por qué no te dejas tu de ser una doble cara? Que estabas dispuesta a entregar a mi hermano a la policía

Mis ojos se abrieron de asombro

— ¡¿Pero de qué mierda estás hablando, Janet?!

— Lucy nos dijo esa noche lo que tramabas, no te hagas la inocente Hannah

— ¿Disculpa? Pero si ella fue la que me dijo que...— paré de hablar en cuanto me había dado cuenta de todo —. Tu tienes miedo de que tu hermano te haga daño a ti y a tus bebés en un momento de ira

— ¿Qué? ¿De dónde sacaste eso?

— ¿De dónde? — reí irónica —. Palabras inmortales de tu mejor amiga Lucy — me di media vuelta dispuesta a ir tras ella a que me diera un buen motivo para no mandarla al infierno

— ¡Hannah...! — soltó un grito ahogado que mi hizo dar vuelta al instante

— ¡Janet! — grité y fui de inmediato con ella al ver que se le había roto la fuente

Llegué y le levanté la cabeza del piso, justo en esos instantes Miriam y Louis llegaron con nosotros, la cargó para ir hasta su coche, no dije nada más y subí con ellos al coche directo al hospital, ella no dejaba de sudar y de llorar, me estaba poniendo nerviosa, jamás me había enfrentado a una situación como esta.

— Aguante señorita Janet — decía Louis desde adelante —. Hannah, contacte a Michael y dígale que vamos al hospital

Asentí y tomé mi teléfono, pero no fue a Michael a quien decidí contactar primero.

"Ya te mando la dirección del hospital, tus hijos están por nacer, ven de inmediato"

Mi hermano tenía y merecía estar con ella también.

(...)

— ¿Cómo está mi hermana? — llegó Michael muy alterado junto con esa perra de Lucy a quien no dejaba de analizar con la mirada

— Tranquilo Michael, ya la están atendiendo — le argumentaba Louis

Tras eso vi a un hombre con un suéter muy holgado y con la capucha cubriéndolo

— Demian — dije haciendo que Michael le diera una mirada desaprobatoria

— ¿Cómo están sis? — llegó hasta mi preocupado —. ¿Todo bien?

— No nos han dicho nada, pero puedes esperar con nosotros — contesté viendo cómo Michael nos miraba con molestia

A lo lejos pudimos ver que el doctor se acercaba, mi hermano fue a toda prisa con él

— ¿Cómo está mi hermana doctor? — cuestionó al instante — ¿Mis sobrinos?

— Todo salió muy bien — dijo logrando tranquilizarnos a todos, mientras que inesperadamente Lucy se abrazaba de Michael al instante —. Pueden pasar a verla pero sólo de dos personas, diganme...¿El padre quién es?

— Él — dije de inmediato —. Si me preguntan sería mejor que el hermano y el padre pasaran primero — sonreí

— Hannah — contestó Michael molesto —. Sabes bien que...

— Que es una excelente idea, vayan. — el doctor sonrió y se los llevó

Louis se sentó al lado de Lucy en una de las típicas sillas azules de la sala de espera, me senté a un lado de ella y susurré.

— Ya sé cómo puedo escapar de Michael, pero necesito un poco de tu ayuda — decía sin dejar de mirar al frente

— Louis, si Michael pregunta por mi fui a la cafetería — dijo esta

Le di un par de segundos en lo que se adelantaba, estaba esperando que la siguiera desde luego

— Louis, voy al baño ya vuelvo

— Adelante

(...)

Llegamos hasta afuera del hospital, ella ya se encontraba en su coche así que entré por la puerta del copiloto

— Has tomado una buena elección Hannah, alejarte de Michael te hará muy...

Sus palabras se perdieron en el aire en cuanto vio mi arma apuntándole disimuladamente a una costilla

— Si eres inteligente sabrás que no me ando con rodeos — le escupí en la cara —. Vas a manejar a donde yo te diga y ya, ¿ok?

— No...no eres capaz

— Bueno, tal vez no, pero eso ya no será muy mi problema, si disparo ahora no escuchará nadie, ya habrás notado que la pistola tiene un silenciador, y si no obedeces te voy a disparar para que sangres poco a poco, Janet ya está al tanto de tu mentira así que aunque no te mate, lo hará Michael al saber que tu eres la traidora, ¿no crees? Al menos hay una mínima probabilidad de que yo sólo te deje un poco moribunda, ¿acaso eso no es mejor que morir por parte de un gánster auténtico como Mike? — arquee una ceja a lo que ella sólo asintió —. Sabía que serías inteligente — reí sin dejar de apuntar

— ¿A-a dónde vamos? — cuestionó arrancando el coche

— Tu sólo conduce, ya veremos. — dije fría —. Será un corto viaje, después de todo...— sonreí dirigiendo mi vista hasta ella —. Tengo que volver para conocer a mis sobrinos

Continuará...

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Ya sé, 😅 la he abandonado un poco, pero ya les traje el capítulo 😅 espero que les haya gustado. Dejen sus comentarios

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