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Cap. 19. En el hospital

Los disparos seguían por todo la casa, Miriam y yo nos arrastrábamos hasta llegar a la cocina, sabía que mis padres habían puesto un viejo sótano debajo de la casa, supongo que era para estas situaciones, el sonido de las cosas quebrándose me estaban aturdiendo, cuando por fin pudimos llegar a esa puertilla para meternos, los disparos cesaron, la abrí lo más rápido que pude, por suerte no se veía puesto que una gran alfombra la escondía, estaba al lado del refrigerador.

Al meternos pudimos escuchar cómo entraban tumbando la puerta, los sollozos de Miriam llamaron mi atención, pude percatarme que se estaba quejando porque tenía herido el brazo, no sabía que hacer, aquí abajo habían muchos botiquines y comida enlatada, le indiqué que los usara mientras yo trataba de escuchar lo que decían aquellos hombres.

Lo único que podía escuchar eran los pasos de ellos acercarse y alejarse, nos estaban buscando para que terminaran con nosotros, o por lo menos de mi, porque no creo que supieran que Miriam estaba conmigo. Tomé mi teléfono, lo puse en silencio y decidí mandarle un mensaje a Derian, con mi hermano no podía contar en estos momentos.

"Hubo un tiroteo en mi casa, estoy escondida en un sótano, ayúdame"

Lo curioso es que la primera persona que pensé para que me ayudara era Derian, Louis y Michael se acababan de ir al igual que mi hermano, mis padres no me respondían, y la policía no me ayudaría en nada, sino por el contrario, harían que confesara todo sobre mis padres.

"No te muevas de ahí, voy enseguida, ¿estás herida?"

Su mensaje me daba alivio y preocupación al mismo tiempo, sabía que contaba con su ayuda, pero no quería que le pasara nada a él tampoco.

"Estoy bien, pero no vengas solo, no quiero que te pase nada"

Guardé el teléfono nuevamente y escucho los pasos más de cerca, mientras mi corazón se aceleraba cada vez más, Miriam se acercó a mi con lágrimas en los ojos, lo que no sabía es que si las lágrimas eran por el dolor físico o por la situación en la que estábamos, me sorprendía a mi misma por no hacer lo mismo que ella.

—¡No se la pudo tragar la tierra! —gritaba uno de ellos —. El patrón fue muy claro, o es la cabeza de esa chica o es la de nosotros, ¡así que vean cada puto rincón de esta casa Joder!

—¡Si!

Ahora mis dudas se habían despejado por completo, me querían muerta, puede que ellos sean los hombres con quienes trabajaba mi hermano, rogaba a Dios porque no se apareciera por aquí en estos momentos, temía porque lo estuvieran buscando también a él.

Encendí las luces sabiendo que no podrían encontrarnos aquí, y fue cuando me llevé la sorpresa de mi vida.

«Entra aquí en caso de emergencias pequeña» —recordaba las palabras de mi padre

Habían algunas pacas de dinero, varias armas, ahora ya no sólo se podía ver la comida y el botiquín, sino todo eso, debía aceptarlo, me daba un poco de miedo saber que todo esto estuviera aquí.

—No sabía que todo esto estaba aquí —susurré

—¿Por qué nadie viene a ayudarnos? —se quejaba Miriam —¡Los malditos vecinos no tienen oídos o qué mierda?

—Tranquila Miriam, ya pedí ayuda —trataba se tranquilizarla pero yo era la que me estaba alterando por dentro, además de ver tanta sangre recorriendo su brazo

Volví a acercarme para ver si seguían buscándome, y efectivamente seguían ahí, se escuchaba que estaban destrozando la casa, me daba un poco de miedo estar en este tipo de situaciones, no era muy fanática de escuchar mucho escándalo, me alteraban los nervios y sentía cómo se me estaba yendo el aire a cada segundo que pasaba.

—¿Hannah? —preguntaba Miriam —. Tengo miedo —se hundió en mi pecho haciendo que mis ojos se abrieran por completo

Por primera vez la escuchaba llamándome por mi nombre y no "huesitos", supongo que esto es lo único bueno de estar las dos en peligro de muerte. Pasaban unos minutos y me llegó un nuevo mensaje de Derian.

"Ya voy llegando, no salgas hasta que yo te diga"

Puse una cara de alivio, casi podía respirar tranquila, sabía que él podría ayudarnos.

—¡¿Quién llegó?!

—Es Derian señor —dijo otro de ellos

Miriam estuvo apunto de salir hasta que le hice una señal para que se mantuviera quieta, estaba al tanto que Derian y mi hermano trabajaban juntos, pero al parecer, y de lo contrario a mi hermano, él seguía trabajando para ellos.

—¡¿Pero qué les pasa, bola de imbéciles?! —escuché su voz

—Fueron órdenes del patrón

—¿Bueno, no pudieron haberse ido cuando terminaron?

—Él quiere que le llevemos el cadáver —argumentaba

—¿Y dónde está?

—Aún no la encontramos

—Idiotas. Vámonos, ya debieron llamar a la policía, debió escaparse, yo hablaré con el jefe, me encargaré yo mismo —sentenció —¡Ahora vámonos! No quiero que las personas puedan identificarlos

Terminado su pequeña discusión, esperé a que me dijera que ya podía salir, Miriam sólo me miraba con confusión, ella no sabía que lo que había dicho Derian sobre mi sólo era para protegerme.

—¿Aún no podemos salir? —cuestionó dudosa —. Hannah, estoy muy mareada y no sé si es por la falta de sangre o por el susto —me dijo con voz débil

—¡Estúpida! —grité por lo bajo —¡¿No te hiciste un torniquete?!

Me aparté de ella para ir por un par de vendas, le apreté fuertemente la herida y limpié el sudor que comenzaba a salir de ella, estaba muy fría, lo que hacía que me preocupara.

—Oye, tu teléfono —señaló

"Ya puedes salir, apresúrate y ten cuidado con la policía, un taxi pasará en un momento por ti para que te lleve con tu hermano"

—Tenemos que irnos —la levanté con fuerza para salir

Era como me lo esperaba, todo estaba patas arriba, había muchos destrozos, y los muebles perforados por las balas, sentía un poco de tristeza ver a mi casa en ese estado.

—Espera aquí —dije para subir de prisa a mi habitación que estaba peor todavía, tomé mi mochila con algo de mi dinero y bajé nuevamente

Tomé las llaves de la casa saber el porqué y salimos por la parte de atrás

—Tranquila, ya te atenderán —le dije mientras llegaba el taxi que me había dicho Derian —. Al hospital por favor

—Lo siento señorita el señor Derian me dio instrucciones de...

Lo interrumpí sacando el arma que Demian me había dado antes: —Dije al hospital —informé poniendo el arma en su sien

—S-si —respondió con voz temblorosa

Sabía que me serviría muy en el fondo

(...)

Llegamos al hospital, le di una buena propina al chofer del taxi, sobre todo como disculpa por haberlo amenazado, ojalá que no tenga mucho problema por eso.

—¡Señorita! —llegué apenas porque me ganaba el peso de Miriam —. Mi amiga está muy mal, atiéndala lo favor

—¡Enseguida! —dijo tomando el teléfono —¡Camilleros! —los llamaba sin soltarse del teléfono

Llegaron y de inmediato me la quitaron, me dolía mucho el hombro, si pesaba a mi parecer, no los seguí, sólo me senté en una de las sillas de espera muy cansada.

Un fuerte dolor en mi cabeza aparecía, estaba bastante abrumada puesto que todo estaba pasando bastante rápido, ni siquiera sabía cómo contactar a los padres de Miriam.

—¡Señorita! —me llamó aquella enfermera de nuevo

Fui hasta ella y me dio el teléfono, al parecer tenía una llamada, esto me daba un poco de miedo.

—¿Hola?

—Soy Derian —dijo del otro lado de la línea

—Oh, que bueno que me llamas

—¡Me hubieras dicho que Miriam estaba contigo! Ahora se complican las cosas, el de ahí ya, no tarda en venir la policía

—¡Pero no la puedo dejar aquí!

—Hannah, no me compliques las cosas. Te quiero ver fuera de ahí ya, ¿me oyes?

—¿Me estás espiando?

—Tengo a varios que trabajan ahí en el hospital para mi, ¡nos atienden de otra manera especial así que tu te sales ya!

—Entiende que no la puedo dejar aquí sola

—Llamaré a sus familiares, pero ya tienes que irte

—Está bien —dije sin ganas para darle el teléfono nuevamente a esa enfermera —. Gracias señorita

(...)

Había regresado a casa. Un grave error al parecer, el lugar estaba lleno de policías, pero lo bueno era que Louis estaba con ellos, eso me hizo respirar tranquila, me acerqué a él y le di un gran abrazo

—¡Louis! —le di un gran abrazo entre sollozos —. Tenía mucho miedo

—Tranquila, ya está todo bien, estás segura

—¿Y Mike?

—Con su hermana, perdió el control cuando supo lo que había pasado y tuve que sedarlo, más tarde te llevaré con él, pero ahora...tienes que dar tu declaración con la policía —me miró con seriedad

—¿P-pero y si digo algo que nos comprometa?

—Descuida, tu no sabes el porqué del ataque y tus padres están de viaje, niega todo sobre tu hermano, él se escapó de casa hace mucho y punto, ¿ok?

—Eso dañará a mi hermano —reclamé

—A él ya lo están buscando, mejor que lo encuentre la policía a que lo encuentren ellos —me dejó de ver cuando venían los policías

—Señorita, acompáñenos por favor

Continuará...

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