Cap. 18. Pain
La situación seguía igual, Demian y Janet no decían nada, sólo podían verse sus lágrimas cayendo sin que ambos dijeran una sola palabra.
—Bueno, ¿ninguno piensa hablar? —inicié yo de mal humor —¿Demian? —lo señalé amenazadora con la mirada
—Yo...—miró a Michael con una expresión de miedo —, primero que nada debo iniciar con un "Jamás me dijo que estaba embarazada"
—¡¿Qué?! —dijimos Mike y yo al mismo tiempo
—Demian es el padre de mis hijos —dijo finalmente Janet
En ese momento vi que Michael se acercaba con furia hacia mi hermano, así que me puse en medio de ellos para que no hicieran una escena en el estado de su hermana
—Michael espera, deja que Demian nos de una explicación —volteé a mirarlo —. Por favor Demian, explícate
Él sólo se rascaba su nuca nervioso y estaba bastante pálido, parecía papel, pero quería saber lo que estaba pasando y el porqué había dicho que él era el padre de los niños.
—Nos conocimos hace casi un año, antes de que tomara un camino que...desgraciadamente ya es tarde dejar —iniciaba la conversación —. Estábamos planeando irnos juntos sin la aprobación de nadie y...
—Me enteré que trabajaba en un negocio similar al de mi padre —continuó Janet —, y lo terminé. Al pasar un par de semanas, fui al médico para hacerme unos análisis. En ese entonces me sentía muy rara, y fue cuando me enteré que estaba embarazada
—Todo hubiera sido diferente si me hubieras dicho que estabas embarazada —se acercó mi hermano pero Mike lo detuvo con un puñetazo
—¡Michael!
Le grité mientras trataba de alejarlo pero no podía, fue en ese momento cuando Louis me ayudó y lo sujetó.
—La verdad no sé si merezca este puñetazo —se defendió mi hermano —. ¡Yo no sabía que iba a ser padre! —le gritó —, Janet. Espero que puedas perdonarme, quisiera que me dejaras ser el padre de esos niños —se inclinó frente a ella
—No —negó ésta firme —. No estoy dispuesta a estar con alguien que está en un negocio de mierda, bastante tengo con soportar que mi padre nos tenga en peligro a nosotros. No le daré la misma vida a mis hijos —se levantó
Todos mirábamos como ella salía enojada, dejando a mi hermano ahí en la misma posición. Louis soltó a Michael, quien salió de prisa por su hermana, yo por mi parte no podía decir nada, Janet le había dicho a Demian las mismas palabras que le había dicho yo a su hermano, era como si los papeles se estuvieran invirtiendo.
—Lo siento Hannah —se disculpaba Demian —. Ella tiene razón, no puedo dejar que ellos sufran lo que nosotros sufrimos.
"Sufrimos", a mi me vale lo que me pase
—La verdad no sé qué decirte. Entiendo cómo se siente Janet, y creo que es mejor que quieras a esos niños de lejos —me senté a su lado sin mirarlo —. Escogiste un camino erróneo y ahora estás viendo las consecuencias —pausé —. Sabías que Janet estaba aquí, y que era la hermana de Michael, ¿no es cierto? Por eso no querías bajar.
—No tenía cara para verla, lo que no sabía era que la había dejado embarazada —se justificó con lágrimas en los ojos —. Ojalá que pueda perdonar lo que hice —se cubrió la cara con sus manos para que no lo viera
No me había dado cuenta pero yo también estaba llorando un poco.
—¡Hannah! —entró Louis de pronto —, Michael me dijo que te avisara que se irá con su hermana hoy, no la quiere dejar sola
—No te preocupes, sólo que...sube a mi habitación por sus pastillas para que se las des, no quiero que se salte ninguna —dije sin expresión alguna, sin apartarme ni un centímetro de Demian
Podía escuchar sus sollozos, me sentía muy mal verlo así de destrozado, jamás hubiera imaginado estar en una situación como esta, odiaba ver sufrir a la gente que amaba, estaba comenzando a odiar a mis padres por darnos este tipo de vida a mi hermano y a mi, aunque...mi hermano eligió su propio camino, aquí la pregunta era...¿Qué camino elegiría yo?
—Demian...—traté de levantarlo pero se negaba —¿Por qué no te vas a costar un rato?
—No —habló cortante —. Es mejor que me vaya —se levantó
—¿P-pero a dónde?
—Por tu seguridad es mejor que no lo sepas, te llamaré luego hermanita —se levantó con los ojos rojizos hasta la puerta, donde se detuvo un momento pensativo —. Ten cuidado con el camino que vayas a tomar tu —dijo sin siquiera verme —. No sigas el mio. —abrió la puerta de golpe y salió más que deprimido
¿Eso es todo lo que pude hacer por él?
(...)
Llevaba más de media hora tratando de localizar a mis padres, no me contestaban y me tenían algo preocupada, quería preguntarles varias cosas que tenía en mi cabeza y comentarles lo que había sucedido en estos últimos días, pero sólo conseguía ser mandada a buzón de voz. Con la preocupación que me cargaba, me gustaría pensar que estaban ocupados en su trabajo y no por otra cosa.
Ya me estaban comenzando a doler los pies de tanto caminar por toda la casa con el teléfono en mano, estaba algo aburrida pero a la vez feliz de no tener a nadie más en la casa, estos momentos eran mis favoritos.
Tomé el control remoto y encendí el televisor para ver si habían programaciones buenas, pero como siempre era todo lo contrario. Le cambiaba pasando por todos los canales y finalmente me detuve en una de mis series favoritas, "Gravity Falls", amaba esa serie desde que era niña, y más porque me la paso enamorada del Tío Stan, era bastante gracioso.
Justo cuando comenzaron los anuncios me levanté para ir al baño pero el sonido del timbre me llamó a la puerta, hice un puchero y fui casi arrastrándome hasta la puerta, llevándome con una gran sorpresa al abrir.
—¿Tu?
—Hola huesitos —saludó como siempre de arrogante —. Traje palomitas —alzaba una gran bolsa negra —¿Puedo?
—Pasa —respondí de mala gana —. ¿Puedo preguntar cómo conseguiste dar con mi dirección? —me crucé de brazos mientras veía como la rubia sacaba todo lo que traía en su bolsa, poniéndolas en la mesilla de la sala
—Te seguí —respondió sin tomarle importancia —. Cuando me acusaste injustamente —me miró con una amplia sonrisa en el rostro
—Sabía que no venías para ver una película, quieres mi disculpa ¿no? —la miré divertida mientras sólo asentía feliz —. Lo siento —contesté melosa —. Ahora ya. —señalé la puerta sabiendo que no se iría de todas maneras
—¿Qué película prefieres? —se incorporó en mi sillón sin tomarle la menor importancia a mis palabras
—Estaba viendo la televisión —protesté
—¿Y qué estabas viendo? —preguntó irritada cuando comenzó de nuevo mi serie —. Oh, bueno dejemos esa, es una de mis favoritas —sonrió abriendo un paquete de botanas —. Siéntate, así no vas a crecer —ordenó con voz monótona
—Pues ya qué —dije gélida
Me senté en otro de los sillones apartada de ella, tomando una de las papitas que había traído, bastante calorías pero más tarde me aseguraría de sacarlas y quemarlas, me estaba muriendo del hambre, era algo difícil pero si tardaba bastante masticándola, haría una mejor digestión y me ahorraría un poco de trabajo.
—Oye, ¿y cómo te va con Mike? —preguntó de pronto sacándome de mis pensamientos
—Pues...podría decirse que bien —respondí sin interés —¿Por qué lo preguntas?
—Curiosidad —sonrió de una manera extraña
Rodee los ojos intrigada por su expresión, pasé a la cocina por una jarra con jugo y un par de vasos, seguía sin creer que ella y yo estuviéramos compartiendo un momento de convivencia, ahora las dos éramos descaradas por estar tan cerca la una de la otra.
Llegué con las cosas en la mano y mi teléfono comenzó a sonar, mi cara de felicidad se hizo presente cuando vi que era una videollamada de Vivian, rápidamente lo tomé y vi a mi mejor amiga del otro lado de la pantalla.
—¡Kim! —me saludó desde el otro lado
—¡Hola Vivi! —le devolví el saludo con una sonrisa de oreja a oreja —¿Qué haces?
—Tengo hora libre en la Universidad, ¿y tu? La verdad estaba en duda si estabas en clases o no —rió —¿Y? Dime que ya tienes un galán —me hizo un guiño, estaba a punto de responder si no fuera por Miriam
—¡Si, ya tiene novio!
—¿Quién dijo eso?
—Ah, una conocida —le resté importancia pero Miriam se me pegó viendo a Vivian del otro lado de la pantalla
—¡Hola chica desconocida! —le gritó haciendo que mi tímpano casi se reventara
—¿Y tu eres...?
—Dime Miriam amor
—Amor —recalcó Vivian mientras me miraba para que le dijera quién era ella
—Vivian te presento a Miriam, Miriam ella es Vivian, mi hermana
—¡Mucho gusto Vivian!
—¡Miriam! No grites si te escucha —le reclamé molesta, mientras Vivian reía
—Oh ahora veo. ¿Ya tan pronto me remplazas Hannah? —me amenazó con la mirada
—¡¿Qué?! No, ella y yo...ah. Créeme que ahora mismo estamos juntas porque nos odiamos —le dije sin creerme mis palabras poco convincentes —. Pero ya, ¿cómo te está yendo a ti?
—Pues bien, aquí tratando de sobrevivir a la universidad —soltaba un suspiro ahogado
—Si, que bueno que lo mencionas porque a mi ya me expulsaron —solté una carcajada
—¿Y eso por qué?
—Pues...insulté a la rectora
—¿Tu? Wow, eso es nuevo, Kim Hannah Campbell siendo una rebelde, enserio Kim, siento que esto es el inicio de un apocalipsis —comenzó a reír
—Ya buscaré otra —dije como si nada — ¿Y tu? Ya tienes novio supongo
—No, sigo buscando...—respondía mientras yo sólo negaba con la cabeza vacilando
El sonido de unos autos estacionarse afuera de mi casa llamó mi atención
—¿Hannah? —preguntaba Vivian —¿Qué sucede?
Me acerqué a la ventana, viendo cómo unos hombres con un paño cubriendo su rostro junto con unas gafas oscuras sacaban unas armas, Miriam se acercó a mi preocupada hasta que vio lo que veía.
—Oh Dios...—musitó
—¿Kim? ¿Qué están viendo?
—V-Vivian te...te llamo después —colgué sin despegar la vista de aquellos hombres
—Miriam...tenemos que irnos
—¡¿Qué?!
—¡Ahora! —grité mientras comenzaban a romperse las ventanas por los disparos que estaban comenzando y ambas caíamos al piso cubriéndonos la cabeza
Esto...no me gustaba nada...
Continuará...
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Hola, espero que estén disfrutando de la historia tanto como yo, quería poner un pequeño aviso aquí, por favor sigan dejando sus comentarios para ver sus opiniones. No tengo muchos lectores, pero sé que los pocos que tengo son los mejores. ♥
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