Cap. 16. Sueños y Golpes
Todo brilla, hermoso, me encanta este lugar, todo lleno de flores resplandecientes con una aura pura, es como estar en el cielo, mi sueño hecho realidad, es como un lugar mágico en el cual puedes perderte con toda la confianza del mundo porque no puede haber nada malo aquí.
Yo caminando por todo el lugar con un vestido largo, blanco y un peinado muy hermoso, no puedo evitar sonreír, lo cual es raro porque casi no me gusta, pero en esta ocasión si lo disfruto, creo que me he enamorado, pero la diferencia es que no me romperá el corazón.
Quiero quedarme aquí por siempre, pero no sé qué hago aquí, tengo miedo que sea un sueño, y hay un 95% de probabilidad de que sea así, así que voy a disfrutar lo más que pueda antes de que despierte, y pobre de aquel que lo haga.
Camino sin rumbo por todo el lugar, volteo a cada rincón para ver cada detalle, una hermosa melodía escucho en mi cabeza que ayuda a la situación de relajamiento, esto es todo lo que deseo siempre, estar relajada, sin problemas, caminar para perderte en tus pensamientos positivos y no pensar en nada más que en ti y en tu momento, el que tanto deseas, el que tanto anhelas, y... que más deseas.
Este definitivamente es el que más he deseado, estar perdida en un lugar hermoso, sin nadie a tu alrededor a la que puedas dañar con tus palabras, porque precisamente eso es lo que he hecho desde hace ya varios años, mis palabras matan, tal vez por eso me odie, siempre he deseado poder descansar en paz, no tener noción de lo que pasa y de quien eres.
Pero llega el momento en que me detengo a pensar en todas aquellas personas que me necesitan, aquellas que tanto quiero ayudar pero siempre que trato no puedo, me siento tan inútil, ¿acaso no puedo hacer nada bien por ellos?
Es por eso que a veces quisiera rendirme y dejar todo atrás, siento que no me necesitan, y si tengo que desaparecer pues lo quiero hacer aquí, en mi sueño, mi sueño hecho realidad, donde la naturaleza es hermosa, adoro los lugares abiertos donde no hay personas, personas que te critiquen todo el tiempo hasta por lo que no haces y que no te quitan la mirada de encima, odio a las personas así, que solo salen a la calle para criticar a los demás, y es por eso que odio convivir, muy apenas convivo con mis amigas, y hablando de ellas...quisiera que me acompañaran a este lugar, a Vivian le gustaría estar aquí, es perfecto.
Siento que un lugar donde no hay nadie es perfecto para mi, donde no te acompaña otra cosa mas que la soledad que siempre has tenido en tu corazón, aquella que jamás te dejará porque quieres que se quede contigo, ¿qué hay de malo el querer estar sola? Sería mucho más fácil expresar tus sentimientos, cuando estoy con alguien estoy para ayudar, pero no puedo ayudarme a mi misma, siempre cayo porque si me expreso sé que los demás sufrirán por mi con mi dolor, y lo digo por aquella persona a la que tanto quiero.
(...)
He seguido un mismo rumbo por un largo tiempo, pensando, reflexionando y llorando, así puedo sacar todo lo de adentro sin volteas atrás ni dañar de nuevo, se empieza a ocultar el sol y camino a un pequeño quiosco blanco y brillante donde inesperadamente está alguien parado como si me estuviera esperando, no puedo distinguirlo muy bien, no tengo buena vista pero...me detengo, ahí está de nuevo, una persona, alguien que puede hacerte daño con la mirada, que puede criticar y que puede destruír todos tus ideales, es momento de dar la vuelta e irse, irse hasta perderse pero unas palabras suenan en mi cabeza "Si te pierdes yo te encontraré"
Aquellas palabras que me dijeron hace poco, aquella persona que en todo momento me ha dado su mano para evitar que me caiga, y es momento de hacerle caso, no vale la pena que me pierda porque de cualquier modo, sé que ella me encontrará.
Doy la vuelta nuevamente para verlo y para mi sorpresa era él, Michael Jackson, ¿Lo tengo hasta en los sueños? Definitivamente esto es un sueño y cuando me despierte lo voy a matar por profanar mis dulces sueños.
Me miraba con unos hermosos ojos, era la segunda persona a la que me había atrevido ver a los ojos, y son hermosos ambos, se acomodaba su corbata y por alguna extraña razón comenzamos a sonreír, hasta estar los dos muy cerca nos dimos un gran abrazo, y era tan real, es como si realmente me lo estuviera dando, creo que incluso sentía su respiración en mis oídos.
Por un instante cerré los ojos, y en ese solo instante basto para que de repente todo el lugar estuviera repleto de personas, todos ellos al igual que yo de blanco, todos nos estaban viendo cuando me di cuenta de que...¡o por Dios! ¡¿esto es una boda?!
Y fue cuando me dijo...
— ¡Aaaa! ¡Sal de mi cuarto y baja de mi cama degenerado!
En éste momento es donde pasa por mi cabeza tomar mi teléfono y llamar a la policía, Michael estaba en mi cama cuando desperté, inclusive por su culpa me caí de la cama y él como la fresca mañana diciéndome "vuelve a la cama", pero lo más extraño era que estaba en bata de baño y con el pelo mojado, ¿quién se baña a las tres de la mañana?
— ¡Oye! No seas malagradecida — se paró enojado —. Todavía que vengo a hacerte compañía para que no estuvieras sola ¡¿y tu quieres golpearme con un chancla?!
Cuando me había dicho eso no me había dado cuenta que tenía una chancla en la mano, a mi mamá le funciona muy bien, y creó que ésta es una ocasión en que sirve una de éstas a no tener gas pimienta.
— Emm...yo...este...— empezaba a temblar y mis nervios se hacían notar cada vez más —. Te advierto que...ammm...
— ¿Vas a terminar una de tus frases? — se cruzó de brazos —. No te alteres
— ¡¿Qué?! — mi grito hizo que se tapara los oídos — ¡¿Cómo quieres que no me altere si despierto viéndote solo con una bata en mi cama?!
Puso sus brazos detrás de la cabeza —. Vine porque tuve una pesadilla — puso su cara de niño asustado
— ¿Y eso a mi qué?
Como no tenía caso seguir en la habitación decidí irme, pensé que me seguiría pero se quedó ahí, entré a la habitación de mis padres a seguir durmiendo pero en eso él tocó la puerta.
— Por favor abre la puerta Campbell — me decía del otro lado de la puerta —. Si tuvieras una pesadilla harías lo mismo
— Vete — dije riendo —. Déjame dormir, las personas suelen dormir a las tres de la mañana —. Y si llegara a hacerlo por lo menos avisaría —. Ahora vete
— No hasta que me abras
Mi risa se empezaba a notar cada vez más, él sabía que me estaba riendo pero sin saber la razón, y es que es tan gracioso que no puedo evitarlo, se quedará ahí parado hasta que le abra la puerta sin saber que está abierta.
— Deja de reírte y ábreme la puerta — su voz empezaba a sonar un poco amenazante — ¡Si no me abres voy a tirar la puerta y hablo en serio!
Rodé los ojos y me dispuse a ir a abrirle la dichosa puerta cerrada, aunque sigue sin cambiar mucho lo que pasa porque seguía enojada con él por su escena de celos que me hizo con Evan.
— ¿Eso quieres entonces? — dijo Michael —. Bueno, tu lo pediste
Justo cuando iba a abrirle la puerta, él la abrió brusca y violentamente que me golpeó horrible en la cabeza además de que caímos ambos al suelo.
— ¡Auch! Oye — me estaba sofocando — ¡Quítate de encima! — le grité
— Ah pero qué...— se detuvo de golpe cuando me miró a la cara — ¡Ay no!
— ¿Qué te pasa? ¿Tengo algo en la cara?
Me empezaba a arder la cabeza, era como si algo caliente estuviera saliendo de ella, me toqué donde me dolía y cuando vi mi mano
— ¡¿Qué me hiciste?! Idiota, ¡estoy sangrando!
— ¡Perdón no fue mi...! Lo siento
Michael estaba más que nervioso, fue a la cocina por un trapo mojado, me recostó en la cama y comenzó a atender mi herida, dolía mucho y creí que el que se desmayaría sería él en lugar de mi por el golpe.
— Emm... — intentaba hablar — ¿Mike, estás bien? — pregunté sonriendo divertida al ver su cara de preocupación
— No te muevas — decía nervioso —. Te voy a poner una gasa
Eso sí que me sorprendió, ¿cómo supo dónde estaban las gasas? Pero más me sorprende que se esté comportando como un doctor, puede que llevemos poco juntos pero éste hombre está lleno de misterios, y me hace sufrir literalmente porque me duele y ahora sufro las consecuencias del puertaso de hace rato.
(...)
— ¿Cómo te sientes? — preguntó
— Regular, ya deja de preocuparte tanto, ni que me fuera a morir
— Aún así fue por mi culpa
— De hecho...si fue tu culpa — lo miré graciosa –. Te voy a demandar por todo lo que tienes —reí
— Oye, ¿te puedo decir algo?
— Si
— Algo
Comenzó a reír y le di un pequeño golpe con el codo, sin querer comencé también a reír, ahora estábamos de nuevo ambos en la cama pero ya no de una manera incómoda, mi cabeza ahora estaba apoyada en su pecho mientras ambos mirábamos el techo.
Mis ojos se comenzaban a cerrar, es muy difícil que pueda dormir pero supongo que es por el golpe que me dejó atarantada, la verdad...no hay mucho problema puesto que mañana sería sábado pero es día de limpieza general a la casa, mas le vale al don ayudarme porque ahora que no está mi mamá se me va a ser un poco más difícil, y no lo voy a estar manteniendo mientras no estuvieran nuestros padres.
— Oye...— me susurró —. Mañana va a venir alguien a quien quiero mucho, por favor...se buena con ella y no estés de gruñona
— Vas a traer a...— mis párpados se cerraban — ¿una...— bostezaba — chica a la casa?
— ¿Cómo crees? — se rió —. No seas mal pensada
— Sólo te recuerdo que tienes novia — sonreí
— Celosa
— ¿Yo? ¿Te recuerdo quién me hizo una escena de celos esta mañana?
— Ya pues, duerme porque ya estás muy cansada — me cerraba los ojos divertido
¿A qué chica se refería?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro